viernes, 29 de mayo de 2015

Little Welcome in Slumberland


Un tronado homenaje a Little Nemo in Slumberland, de Winsor McCay.

Había sido un día agotador para Welcome: una jornada laboral infernal (estaba hasta las narices del estúpido arrogante de su jefe), en las clases no había tenido oportunidad de relajarse y Unglaublich llevaba varios días cabreado farfullando cosas sobre "socialistas", "morlocks", "reptilianos", "nazis" y vete a saber que más, y, por alguna razón, a ella le había tocado aguantar una de sus peroratas farfullantes. Habitualmente Robert Pickman habría estado encantado de escuchar esos desvaríos, pero lo habían enviado a vete a saber donde y Unglaublich había acabado gravitando hacia ella, sin erótico resultado. De manera que, cuando por fin entró en su cuarto y pudo cambiarse, se metió en la cama y se durmió prácticamente al instante.

No sabía cuanto tiempo había estado dormida, en cualquier caso, había sido demasiado poco y no estaba del mejor de los ánimos cuando se despertó bruscamente al sentir como una húmeda y áspera lengua le daba lametones en la cara. El grito y el exabrupto que le siguieron cuando abrió los ojos parecían desmentir su origen de clase alta, pero Welcome no pudo reprimirse al encontrarse en su dormitorio a un enorme oso pardo de las estepas rusas cabalgado por un fornido y maduro hombre ataviado con un raído uniforme militar ruso combinado con una armadura de escamas, que lucía una larga barba blanca y un casco medieval. Ciertamente, la joven no esperaba encontrar algo así en su habitación, y menos ataviada con unos shorts y una camiseta que, aunque no le daban una imagen particularmente sexy (Evangeline recién despertada tenía habitualmente cierto parecido con un extra de las películas de George Romero, pero extra de entre los zombis), seguía siendo bastante revelador.

Una heroína dramática, tal vez una de esas delicadas y lánguidas féminas góticas y románticas, se habría tapado hasta la barbilla, ocultando su feminidad y gritado como una histérica. Evangeline “Welcome” Parker no era de esas. Sin esperar a que aquel tipo reaccionara, saltó de la cama en un movimiento digno de cualquier estrella del cine de artes marciales para caer sobre el suelo de la misma en una elegante pose y prepararse para defender cara su vida o su dignidad (una cosa es que fuera hipersexual, otra que se dejara violar por el primero que pasara). El jinete ursino, sorprendido por la rápida reacción de la chica, la miró asombrado y con los ojos como platos y se puso a aplaudir.

-Magnífico, espectacularrrr, ha sido una exhibición asombrrrrosa de acrrrobacias. Mejor que cualquierrr cirrrco o ballet rrrrusos. Me ha encantado sobrrretodo como has logrrrado que el rebote de tus tetas no reste dignidad al aterrrrizaje. A prrroposito, soy Perrrrun, dios eslavo del trrrrrueno, y este es mi compañerrro Misha.

(Nota: como Perun habla con un fuerte acento ruso, a partir de este momento sus diálogos se someterán a una traducción simultánea para comodidad del lector).

Welcome, que había quedado una vez más descolocada, lo cual no era fácil habitando en La Llave y la Puerta, se le quedó mirando unos instantes antes de caer en la cuenta. Ya había oído a Brontes varias veces hablar de otros dioses, del trueno y de otras demarcaciones, y sabía que el cíclope se había pasado un par de meses ausentes mientras en Arkham se habían desatado algunas tormentas bastante violentas y, sobretodo, raras. Y cuando en Arkham se habla de algo raro, es que se trata de algo raro de narices. Lo que no acababa de entender es que hacía un dios del trueno en su habitación, y así se lo preguntó.

-Oh, no te preocupes, chiquilla, es simplemente que el viejo Brontes te había mencionado varias veces como uno de los elementos más “normales” de este lugar, pensé que tal vez podrías echarme una mano. Aunque la verdad me encuentro completamente sorprendido por estar aquí. Bueno, ve vistiéndote que necesito que vengas conmigo.

Mientras Welcome se desvestía y se cambiaba, sin mostrar vergüenza o escrúpulos por el hecho de que el viejo ruso la viera desnuda, e ignorando la evidente erección que se intuía en los pantalones del dios, se decidió a interrogarle:

-¿Y en qué se supone que puedo ayudarte? Porque ni soy virgen, ni especialmente pura de corazón, ni una damisela en apuros que necesite ser rescatada. Si necesitas un psicólogo, hay gente muy preparada en esta ciudad y yo aún estoy estudiando para obtener el título. ¿Ha sucedido algo en particular en las Tierras del Sueño o en Rusia que requiera mis habilidades?

Perun parecía confuso por la actitud de la chica. No esperaba que actuara con semejante desenvoltura ni que pareciera tan dispuesta. Aunque Brontes ya le había comentado en ocasiones como funcionaba la Miskatonic, una cosa era que te lo contaran y otra vivirlo. Porque si esa joven actuaba con tanta soltura y, tras el susto inicial, aceptaba la presencia de un “dios del trueno” tan fácilmente, es que, ciertamente, las cosas eran muy diferentes en esa desquiciada ciudad.

-Es un poco difícil de explicar, pero básicamente necesito a una persona que sea capaz de provocar un buen golpe de realidad a un... “amigo”.

Welcome fue consciente de como las comillas se colocaban pulcramente en torno a la palabra y enarcó una ceja interrogante.

-Bueno, mira, que esto corre prisa. Mejor monta detrás de mí, sujétate, y vamos, que cuanto antes solucionemos esto, mejor.

Evangeline, vestida con unos vaqueros, una amplia blusa y una cazadora, dudó unos instantes, pero finalmente aceptó montar sobre el oso. De alguna forma que la joven no acababa de comprender, en cuanto se encaramó al úrsido y se sujetó para no caer, abandonaron su habitación de la misma extraña forma que los dos intrusos habían entrado. Eso le hizo plantearse seriamente el colgar algún Símbolo Arcano en puertas, ventanas y paredes. Pero se dio cuenta de que para un dios que no fuera un Primigenio, Dios Exterior o similar, iba a ser igual de efectivo que colgar un cuadro nuevo. De improviso, tras viajar por lo que a su percepción parecía un extraño túnel de colores iridiscentes sólo habituales para los que están pasando por un viaje de LSD o algún otro alucinógeno, de improviso aparecieron en mitad de la plaza de lo que parecía un tranquilo pueblo. Como si se tratara de una onda expansiva, la horda de gatos que parecía haberla ocupado unos segundos antes salió disparada en todas direcciones. De un enorme edificio que Welcome intuyó que tal vez fuera algún tipo de templo, surgió un hombre barbado gritando y protestando:

-¡Ya está bien! ¡¿Es que no tuvisteis bastante con el Thunder-verse para tener que volver a perturbar la paz de Ulthar?! ¡Largo de una vez! ¡Dejadnos en paz!

Perun tragó saliva y lanzó al trote a Misha, quien respondió a la orden sin demora. Mientras cabalgaban, el dios le dió una rápida explicación a la joven:

-Ese es Atal, el sumo sacerdote de los Grandes Dioses de las Tierras del Sueño, fue alumno de Barzai el Sabio. El problema está en que los sucesos del Thunder-verse empezaron y acabaron aquí, en Ulthar, y... bueno... en la batalla final, digamos que estrellamos un barco en mitad del pueblo y luego nos peleamos y... dejémoslo en que las constructoras, de haberlas en las Tierras del Sueño, se habrían hecho de oro.

-E imagino que no le hará mucha gracia ver de nuevo a un dios del trueno por estos lares. ¿Entonces qué hacemos aquí?

Perun dudó unos instantes mientras seguían cabalgando sobre Misha.
-Es complicado de explicar. La cuestión es que los dioses podemos acceder libremente a las Tierras del Sueño de las regiones en las que vivimos y se nos adoró. Si queremos acceder a otros entornos oníricos o al subconsciente colectivo, es decir, las Tierras del Sueño en general, es más complicado. Tenemos que buscar un acceso a las mismas, bien a través de un punto de conexión con las nuestras o bien a través de un soñador. También podemos hacerlo con entradas en el plano físico y, con autorización de Yog-Shototh. En cualquier caso, el acceso es un tanto inseguro, a menos que uses un paso ya establecido y conocido. Si entras a las bravas o con un soñador, lo más normal es aparecer en Ulthar o cerca, que es la zona más próxima al mundo de la vigilia.

Welcome reflexionó sobre esto un rato y finalmente volvió a preguntar:

-¿Y entonces porque estoy yo aquí? ¿Qué necesitas de mí?

Perun pareció dudar unos instantes antes de responder:

-Verás, necesito a alguien que se ocupe de un asunto que a los dioses se nos escapa. Es algo que sólo puede hacer un humano, o eso creemos, verás se trata de...

Justo cuando iba a hablar, el eslavo calló de improviso y clavó la vista al frente, señalando algo con la mano. Era una edificación de madera construida de curioso aspecto, parecía una iglesia nórdica de diseño que imitaba los stavkirke nórdicos, enclavada sobre una colina y con un sendero que subía hasta ella. En la base de la elevación había clavados unos postes tallados imitando cabezas de dragón de las proas de los barcos vikingos. Perun señaló el edificio y clamó:

-¡Allí está! ¡Ese es nuestro objetivo, la mansión en las Tierras del Sueño de Loki, el puto Herrero Mentiroso!

Cuando llegaron, desmontaron y se adentraron juntos en el espectacular edificio de madera. El interior parecía un homenaje a los antiguos pueblos nórdicos, elaborado por un recreacionista histórico. Sin embargo había cosas que parecían romper la estética reinante: merchandising de Loki en los comics, libros de mitología, algunos libros sobre timos y estafas, literatura de terror variada, etc. Cosas que indicaban sutilmente (o no tanto), que el habitante de aquella mansión tenía intereses más modernos y variados. Welcome observaba sorprendida todo aquello mientras se dejaba guiar por Perun. Éste, por su parte, parecía cada vez más nervioso, pues sabía que no podía demorar mucho más la explicación del motivo por el que necesitaban a la chica. Ojala no hubiera sido necesario, pero no veía otra solución. Menos mal que Loki acudió directamente a él, si Thor se hubiera enterado... bueno, si Thor se hubiera enterado estando borracho no habría pasado nada, probablemente se habría bebido otro cuerno de hidromiel, cerveza o lo que fuera que estuviera trajinando y habría desvariado un poco. Con una buena dosis de bebida fuerte o una mujer escasamente vestida y complaciente, el escandinavo era feliz y se olvidaba de todo. Pero entonces, ¿a quién iba a llamar? Brontes la iba a montar bien gorda, Summanus pasaba de más líos tras el Thunder-verse, N'Gari seguía con su zumba-zumba en sus Tierras del Sueño africanas, Zeus estaba vete a saber donde de ligue, Raijin seguía con su gira por Japón, y de otros dioses, del trueno o de lo que fuera mejor ni hablar. El cachondeo en ElderGodBook iba a ser de espanto si salía a la luz todo el asunto. Por suerte, entre Perun y Loki habían tenido una buena idea, que había conducido a traer a Evangeline hasta allí. Y, por mucho que el eslavo lo había intentado retrasar, ya era hora de que saliera la verdad a la luz. En la parte posterior de la mansión, en una terraza que daba a una caída prácticamente vertical a una sima que daba al mundo subterráneo de las Tierras del Sueño, se hallaba una gran roca. Y clavada en la roca, una espada: Cortatormentas. Junto al conjunto de connotaciones artúricas, un preocupado vikingo pelirrojo esbozó una sonrisa de alivio al verlos llegar.

-Por fin, creía que no vendríais nunca. Cuanto antes arreglemos este desaguisado mejor. ¿Te ha contado Perun lo que pasa?

Welcome, aturdida unos instantes por la recepción y la inesperada puesta en escena, finalmente logró responder:

-¿Cómo? No, no me ha contado nada. ¿Qué es lo que pasa aquí?

Perun y Loki se miraron con expresión algo avergonzada por tener que desvelar a una mortal el problema que tenían entre manos. El eslavo reunió valor y le explicó la situación:

-Verás, esa espada de ahí es la Cortatormentas, forjada como castigo de deidades, puede herir y matar a los dioses del trueno. Tras el Thunder-verse, Loki la ocultó aquí, y nadie la había usado desde entonces. Pero... bueno... verás, todo empezó cuando aquí el dios de las mentiras tuvo la genial idea de celebrar una fiesta en su casa -Loki tuvo la decencia de mirar hacia otro lado y mostrarse contrito-. Fue un festejo por todo lo grande, con dioses por aquí y por allá bebiendo como cosacos y fornicando como animales en celo.

-Ok, ahorrate los detalles, por favor, no me interesan las orgías de deidades borrachas...

-Estoooo, pues resulta que Loki parece ser que bebió demasiado y acabó bastante ebrio, cosa poco habitual en él, y uno de los invitados le desafió a clavar una espada en la roca y coronar Rey de las Tierras del Sueño a quien la sacara. En plena borrachera, eso le pareció una idea cojonuda, y la puso en práctica. La cosa es que cuando hundió la espada en la roca y lanzó el hechizo para que sólo alguien digno la sacara... bueno, son cosas de hacer magia en esas condiciones...

-¿Qué?

-Pues que le salió al revés. Sólo alguien que cumpla el inverso de las condiciones habituales puede sacar la espada de la roca. Es decir, necesitamos a una mujer, que no sea virgen, que no sea pura de corazón y que no sea casta. Y como la espada es un arma bastante bestia y sólo nos dimos cuenta al día siguiente con plena resaca. Por suerte, cuando hicimos el numerito de la espada y la roca, ya estaba la cosa bastante avanzada, y los que estaban presentes digamos que se podía usar su sangre como bebida alcohólica. Por lo poco que hemos sacado en claro, parece ser que la idea de montar este estropicio fue de Nyarlathotep, lo demás está claro. Así que aquí estamos. Necesitamos a una mujer que cumpla las condiciones para que saque la espada y que no se deje llevar por el terrible poder cósmico de la misma.

Welcome enarcó una ceja y tuvo que aguantarse la risa ante lo absurdo de la situación. Les habían hecho una buena jugada a estos dioses, y nada menos que el Caos Reptante. Era para reírse. Cuando por fin recuperó la compostura asintió y se acercó a la espada. Asió con mano firme la empuñadura de Cortatormentas y tiró de la misma. La hoja surgió suave de la roca mientras ella sentía fluir el poder cósmico por su cuerpo. La descarga de energía era brutal, y su ser parecía asimilarla y absorberla mientras se fusionaba con la terrible arma. Al extraerla por completo, la alzo hacia los cielos sujetándola con ambas manos mientras con voz de trueno clamaba:

-YO TENGO EL PODER

En ese momento, mientras Evangeline se preguntaba porque demonios había dicho eso, una serie de relámpagos cayeron sobre la hoja, que los absorbió en una explosión de humo. Cuando este se despejó, la joven dejó caer la espada y, chamuscada y aturdida, dio unos pasos en falso que la condujeron a tropezar con el murete que rodeaba la terraza y caer al abismo ante la sorprendida mirada de los dioses. Welcome gritó al ser consciente de que se encaminaba a una muerte inminente y terriblemente dolorosa precedida de una caída que parecía eterna.

Abrió los ojos y un quejido salió de su boca. El golpe no había sido muy duro, pero se llevó una mano a la parte de atrás de la cabeza, tocándose la zona dolorida. Entonces se percató de que todo había sido un sueño y se había caído de la cama.

En la mesita de noche, una foto de Loki empuñando la Cortatormentas junto a Perun aparecía autografiada por los dos dioses y con un mensaje escrito de agradecimiento por los servicios prestados.

jueves, 28 de mayo de 2015

Más contenido en La Llave y la Puerta

A partir de esta semana añadimos una novedad en La Llave y la Puerta, ya que los capítulos van a ser ahora más largos. Con el fin de ofrecer más contenido y de mayor calidad, vamos a ampliar la longitud máxima de nuestros post antes de que sean consideradores "King-in-Yellow size". Hacemos esto para mejorar la experiencia literaria que supone para nuestros lectores este blog y... un momento.

-¡Amerikanen! ¡Rrrríndete ante la panzerdivision del RNLO!

¿Qué es esto? ¿qué pasa aquí?

-Somosssss la 8ª Panzerdivision del poderrrosssso ejérrrcito Reptiliano Nazi del Lado Oscuro! ¡Rrríndete y rrrevélanossss la localización de la entrada a la Tierra Hueca. Habla y sérrremos compasivosssss!

Increíble, ahora se revelan los recién llegados y me rompen la cuarta pared.

-¿De qué hablas maldito amerikanen?

Ufff... a tomar viento.

[La 8ª Panzerdivisión del ejército Reptiliano Nazi del Lado Oscuro es absorbida por un agujero de gusano que los teletransporta a un destino ignoto]

Solucionado. A lo que íbamos, a partir de este momento, los autores de este blog meteremos más material en cada capítulo, más epico-decadente, más absurdo y con más sorpresas para los lectores y nuestros protagonistas. No dejéis de leernos, pues no os defraudaremos.

miércoles, 20 de mayo de 2015

Un día más en la vida de Unglaublich (parte II)

Un especial King-in-Yellow size en homenaje al cine Found Footage

En mayo de 2015, un estudiante de la Universidad Miskatonic desapareció durante la realización de un documental dedicado a los túneles subterráneos que recorren la ciudad de Arkham. Ese mismo día, a eso de la hora del té, las grabaciones de su cámara fueron encontradas por un señor que sacaba a pasear a su mono de cola anillada. Lo que sigue son los últimos minutos de esas grabaciones (podríamos poner toda la grabación, pero todo lo que pasa antes es tremendamente aburrido).

Primer plano del estudiante de Miskatonic, un tipo con pinta de hipster, con su barba, sus gafas de pasta y su camisa pasada de moda... ah, y unos bolis (sin tinta y que no usa) en el bolsillo de la camisa. Al fondo pueden verse los túneles, levemente iluminados por antorchas de madera. El estudiante va caminando de espaldas mientras habla a la cámara.

-Llevamos horas caminando por los túneles de Arkham y hemos dejado atrás las llamadas "zonas seguras", vamos, las que están bien iluminadas y claramente han sido construidas por seres humanos. Ahora nos adentramos a las partes de los túneles que algunos dicen que son naturales, otros dicen que fueron construidas por una raza pretérita ya extinta, otros dicen que fueron contruidos por una raza extraterrestre,y otros afirman que fue el comococos, el famoso Pacman, el el que construyó los túneles... no sabemos cual puede ser la teoría más acertada, la cuestión es que, a partir de aquí, nos adentramos en LO DESCONOCIDO.

Según va caminando, sin mirar hacia delante en ningún momento, de repente se le cruza algo en medio y le hace caer aparatosamente el suelo. Cuando se gira a mirar, se queda estupefacto al ver que lo que le ha hecho caer es una inmensa tortuga con unos damanes encima, y sobre ellos un disco nevado en el que hay un inmenso arbol diminuto y una serpiente, un dragón o vete a saber, rodeando el disco.

-Pero... ¿qué rayos es esto? ¿Estás grabando? ¿Estás grabando? Jamás he visto una criatura como esta... es... es extraordinario... es...

Antes de que pueda seguir hablando (y sorprendiéndose), algo aparece detrás de la tortuga... algo que parece un tremendo moco gigante con pseudópodos y un amago de cabeza que se gira hacia el estudiante.

-¡¡¡AAAAAAAAH!!!

En el amago de cabeza se forma algo parecido a un rostro con formas batracias.

-Tranquilo, ser humano -dice la criatura con unos sonidos que intentan asemejar una voz humana.

-Pero si habla... habla en mi mismo idioma... ¿qué clase de extraña criatura hemos encontrado en estos túneles? -dice el estudiante dirigiéndose a la cámara.

-No sé qué estás haciendo aquí, ser humano, pero si quieres mantener tu cuerpo entero, más te vale salir inmediatamente antes de que vengan los que nos persiguen.

-Los que... ¿os persiguen? Pero... ¿qué eres? ¿qué haces aquí? ¿Eres el que ha construido los túneles? ¿O ha sido la tortuga?

Antes de que pueda recibir alguna respuesta (como si le fueran a responder...), el ruido de unos fuertes motores se hace cada vez más audible. Algo se dirige hacia ellos por el túnel por el que han aparecido los dos seres. El estudiante se gira hacia allí para poder ver lo que viene mientras la tortuga y la criatura avanzan hacia la cámara. De repente, de la oscuridad del túnel surgen un grupo de vehículos, lo que parecen ser carricoches tuneados, motos infantiles a las que han acoplado algún tipo de instrumentos excavadores, bicicletas construidas por El Bosco y coches de pedales con ruedas gigantes y pinchos por todas partes. Los que montan estos extravagantes vehículos son algo parecido a humanos, quizás un día lo fueron, pero ese tiempo ya pasó. Todos ellos llevan gafas de piloto de la Segunda Guerra Mundial y portan andrajos y harapos en los que aparece un símbolo reconocible, la hoz y el martillo. Todos los seres van cantando algo que, de lejos, parecía un cántico de guerra, pero que al acercarse más, resulta ser La Internacional.

Uno de los seres se alza a la vista de todo el mundo, con una lanza en su brazo derecho y un hacha de guerra en el otro, tiene cicatrices hasta dentro de otras cicatrices y otras marcas de llevar guerreando desde hace mucho tiempo.

-¡Deteneos! ¡En nombre de la Unión de Tribus Socialistas Morlocks! ¡Yo, Sojat, por el poder que me otorgó El Partido, os digo que paréis y me digáis dónde se esconde nuestro enemigo, o todo el poder del proletariado os aplastará... por capitalistas!

-¿Capitalista? -dice el ser con forma de moco -Pero si ni siquiera soy de este plano dimensional...

-¡No me vengas con excusas! Pero si hasta llevas una cámara modernísima ahí escondida en tu protoplasma...

El estudiante se gira hacia la cámara e intenta hablar lo más bajo posible para no llamar la atención.

-Increíble... morlocks comunistas que parecen haber surgido de una versión lisérgica de Mad Max acaban de hacer su aparición ¿serán ellos los que han construido los túneles?

-Te repito, que yo no sé quienes son "tus enemigos", pero se me ha encomendado un trabajo, y por el respeto que tengo a los seres que me lo han encomendado, lo voy a llevar a cabo.

-¡Por fin nossssss encontrrrrramos mein feind Sojat! -dice de repente una extraña voz desde la oscuridad. Es como si un alemán estuviera siseando.

La cámara se gira hacia el lugar del que proviene la voz y puede verse un nuevo grupo que ha llegado. Tanques del tamaño de un utilitario y un grupo de seres parecidos a reptiles antropomorfos, vestidos con uniformes alemanes de la Segunda Guerra Mundial. El que ha hablado está en lo alto de uno de los tanques y lleva uniforme de oficial y un monóculo.

-Essstoy harrrrto de que vosssotrrros, metomentodos del equipo Exile, no hagáis mássss que interrrferrrir en nuessstrrrra búsqueda del mítico accesssso a  La Tierrrra Hueca.

-Pero si son Cobra, los enemigos de G.I.Joe -exclama en estudiante de Miskatonic.

-Nada más lejos de la verdad -dice el líder de los morlocks -. Son miembros del ejército RNLO.

-¿RNLO? 

-Reptilianos Nazis del Lado Oscuro.

-Empiezo a creer que formo parte de una absurda historia escrita por algún demente con problemas con la medicacion...

-General Von Krautt -dice el líder de los morlocks -, este es el fin del camino. No seguiréis más profundo, pues tengo la intención de aplastar la vil serpiente del nacionalsocialismo.

-¡Yo sí que estoy harto de tanta tontería! -exclama de repente el moco protoplásmico. -Os sugiero que sigáis con vuestro conflicto en otro lugar que no sean estos túneles y dejéis a la ciudad de Arkham en paz o extenderé mis pseudópodos y me comeré a todos. 

-¿Nos estás amenazando, sucio capitalista? -pregunta el líder morlock.

-Te atrevesssss a plantarrrr carrrra al ejérrrrrcito Nacionalsssssocialista de reptilianosssss del Lado Oscuro?

-O mejor... mando todo al carajo.

Dicho esto, el moco protoplásmico extiende sus pseudópodos hacia las esquinas del túnel y realiza un movimiento con estos que provoca un repentino hundimiento, dejando a los contendientes atrapados detrás de un muro de rocas, tierra, hierro y móviles de Nokia.

-Bueno, eso los dejará ahí encerrados durante un tiempo y no volverán a molestarnos -dice el moco.

-¡¡¡Essssto no quedarrrá assssí!!! -Se oye desde el otro lado.

-Vamos, pequeña T'Auin, nuestro trabajo ha terminado.

Dicho esto, ambos seres se dirigen hacia un túnel en concreto, seguidos por el estudiante, que no hace más que preguntar y preguntar y seguir preguntando al moco. Al final, éste, seguramente harto, extiende un pseudópodo y se traga entero al estudiante hipster. Se gira hacia la cámara y eructa. De detrás de la cámara se oye una voz.

-Yo... mejor me voy de vacaciones a un lugar lejano...

La cámara cae ruidosamente al suelo.

Fundido en negro.

jueves, 14 de mayo de 2015

Un día más en la vida de Unglaublich (parte I)

Eran las primeras horas de la mañana, esas en las que tan sólo los madrugadores y los estudiantes que habían abusado de trasnochar estaban "activos", era ese momento del día en que comenzaba la actividad operativa y funcional en La Llave y la Puerta. Unglaublich había iniciado el día (aún estaba por determinar si una criatura protoplásmica, ameboide y multiforme alienígena necesitaba dormir, pero se atenía habitualmente a los ciclos de trabajo de los humanos) de forma convencional. Abandonó su refugio en uno de los desvanes de la residencia y se dispuso a iniciar las tareas del día. Si hubiera sido humano (o al menos de alguna especie que se supiera tenía sentimientos y emociones interpretables por alguien de carácter homínido), se diría que estaba satisfecho. Había pasado una buena noche haciendo de bogeyman por algunas zonas de la ciudad, cosa que hacía como hobby. Lamentablemente los niños de ahora no son como los de antes, y, aunque generalmente se asustaban la primera vez que lo veían, y algunos seguían asustándose, otros tomaban la iniciativa, lo que podía querer decir cualquier cosa: lo habían atacado con almohadas, lanzamiento de juguetes y otros objetos, le habían amenazado con pistolas de agua y pistolas auténticas (estos americanos y su permisividad con las armas de fuego, solía pensar en esos casos), aunque ambas tenían la misma efectividad en su fluida anatomía. Una vez se coló por accidente en una casa donde unas adolescentes celebraban una fiesta de pijamas y... digamos que el resultado fue más que sorprendente. Tras los gritos iniciales, resultó que eran unas otakus chifladas y con cierto interés por el porno con tentáculos que no tardaron en ver las posibilidades que el ser ofrecía. Aquello había resultado instructivo para Unglaublich, aunque agotador. Sin contar con los críos que, tras la primera impresión, lograban que acabara desafiándoles con algún videojuego. Sin embargo, esa última noche en particular no había sido nada del otro mundo. Pero claro, el día que empezaba parecía normal y tranquilo, parecía...

Brontes había vuelto a la normalidad tras el "Incidente de los aqueos", y parecía ya más controlado, cosa que sucedía normalmente tras una bronca por parte de Harvey Pickman y, si el asunto no se solucionaba así, se producía una escalada en el correctivo y le tocaba el turno a Anna Pickman. Eso sí que era terrible. Por suerte no había sido necesario. Mientras tanto, Unglaublich se acercó al despacho de Summanus, que también era bastante madrugador, para averiguar si necesitaba alguna cosa en particular de él. Al llamar a la puerta, su ocupante le invitó a pasar, cosa que el servidor de los Otros Dioses hizo sin esperar más. Una vez dentro, se amoldó a una silla y extrajo de alguna parte de su cuerpo una flauta y esperó a recibir las instrucciones del día. Summanus contempló a la masa negra sentada ante él y comenzó a explicarle cual iba a ser su trabajo para ese día.

-Hoy necesito que bajes a los túneles bajo la ciudad. Como ya sabes, no están del todo cartografiados, pese a que, tras la inundación que sufrió la ciudad durante los años 80, se incluyeron en el programa de reconstrucción y se rehabilitaron las vías más concurridas. Sin embargo, siguen existiendo zonas a las que no es recomendable acudir, y quien sabe que puede aguardar en esos pasillos olvidados. La universidad ha recibido algunas quejas sobre sucesos extraños en algunas intersecciones: ruidos inexplicables, cambios bruscos de temperatura, ectoplasmas, etcétera. Enviaron a un equipo de la Fundación Wilmarth, pero se pasaron dos semanas perdidos sin encontrar nada interesante. Aunque sospecho que la gente de esa fundación no encontraría un filete en una carnicería... En fin, que al final nos han derivado el problema a nosotros, y como Harvey y Anna andan algo ocupados, he pensado que tú podrías acercarte a echar un ojo. Toma esto, te ayudará y así de paso haces un registro en vídeo de lo que encuentres.

El dinosauroide extrajo de un cajón de su escritorio una cámara de vídeo y un mapa de los túneles cartografiados, con las zonas peligrosas e inexploradas marcadas. Aquello no parecía muy difícil, y ahí abajo seguramente no habría nada más peligroso que algún vagabundo, ratas y puede que algún que otro gul ocioso. Por ello, Unglaublich extendió un seudópodo para recoger ambos objetos y los introdujo en su cuerpo. Hizo un gesto para despedirse de Summanus y abandonó el despacho con su peculiar forma de desplazarse.

Mientras se encaminaba hacia uno de los accesos a los sótanos, donde había al menos una entrada a los túneles que recorrían el subsuelo de la ciudad cual líneas de metro primigenias que nadie sabía quien había excavado, se topó de repente con un obstáculo: 270 kg de tortuga de las Galápagos con cuatro damanes sobre su caparazón, y sobre los mismos un disco nevado con un fresno árbol del mundo bonsai y circundado por un dragón serpentiforme. Pequeña T'auin y Unglaublich mantenían una extraña relación odio-odio. Por alguna razón, el quelonio y el servidor de los Otros Dioses se toleraban pero no iban más allá de la fría cortesía. En realidad, parecían detestarse mutuamente, aunque sin llegar al enfrentamiento. Pero, en ese momento, la situación parecía haber alcanzado un punto crítico y la tortuga parecía dispuesta a poner fin a la disputa de una vez por todas con un duelo de miradas.

Unglaublich se plantó frente a su rival y adoptó la forma de un batracio de cuya espalda emergían centenares de cilios y seudópodos. T'auin reafirmó sus patas y clavó sus penetrantes ojos sobre su adversario. Por el hilo musical de la residencia comenzó a escucharse música de Ennio Morricone y los dos contendientes se miraron. Ninguno de los dos estaba dispuesto a ceder, pero ante la furia ocular del quelonio, que parecía taladrar a su adversario, el servidor, carente de órganos visuales, no desmerecía a su rival. Y ambos aguantaron la mirada del otro, desafiantes y testarudos en su obsesión por derrotar al contrario y establecer su supremacía.

Una banda sonora de Ennio Morricone más tarde, ambos, simultáneamente, cedieron y aceptaron el resultado de tablas. Habían demostrado su valor y su entereza ante el adversario y se habían ganado el respeto a regañadientes de su némesis. Unglaublich, dándose cuenta del tiempo que había perdido, explicó a la tortuga el trabajo que tenía que hacer y esta, con un gesto de cabeza, le indicó que le acompañaría.

Juntos descendieron a través de los distintos pisos de la residencia, y se adentraron en los oscuros sótanos, dominio de las serpientes sagradas de Yig y las arañas de Araknek, cruzaron pasillos y salas cual exploradores de un dungeon cualquiera en una partida de Dungeons & Dragons en vivo y, finalmente, alcanzaron una de las entradas de los túneles. Estaba perfectamente iluminada, pavimentada y con las paredes enlucidas de cemento. Era una de las vías utilizadas por los estudiantes para acceder desde la residencia a la universidad y viceversa, no había nada extraño allí. Pero tanto Pequeña T'auin como Unglaublich sintieron un escalofrío de horror cósmico. ¿Qué oscuros misterios se ocultaban tras algunos recodos y encrucijadas de aquella innominada red de túneles?

jueves, 7 de mayo de 2015

El Sargento de Bronce

Lo que Seabury Q. Pickman tenía ante sus ojos era un horror que no debía ser observado por ningún ser humano, él era consciente de que aquél documento podría conducir a la locura a la mente más estable que pudiera encontrarse, a la persona con los nervios más fuertes de toda La Tierra, era el documento más destructivo que había caído en sus manos. Una persona más sabia, lo destruiría inmediatamente antes de que cayera en malas manos... Pero Seabury  tan sólo cogió un rotulador rojo, marcó un aspa en la portada y dibujó un cero junto a esta.

-Mira que he visto trabajos finales de alumnos horribles, pero este se lleva la palma...

Abrió el cajón donde dejaba los peores trabajos perpetrados por los alumnos más ineptos, y dejó caer el fajo de folios grapados con total descuido. Se acercaba el final del curso y debía corregir un buen montón más de trabajos como ese... bueno, como ese no, esperaba que el resto fueran mejores, por el bien de sus alumnos lo esperaba. Cogió otro del montón que tenía en su mesa, y se disponía a comenzar a leerlo cuando la puerta de su despacho se abrió de golpe.

-¡Seabury! No hay tiempo para explicaciones, sígueme...

Seabury se quedó mirando al que había dicho estas palabras, un ¿hombre? bajito y de color pardo vestido con ropas holgadas y una bufanda... sí, una bufanda, con el calor que empezaba ya a hacer en Arkham.

-Summanus ¿qué quieres? ¿Qué es eso de que no hay tiempo para explicaciones?

El dinosauroide sonrió moviendo su falso bigote.

-Es que siempre he querido decir esas palabras... pero necesito tu ayuda, sígueme y te lo explicaré por el camino.

Seabury lanzó un suspiro y siguió a Summanus, tras cerrar la puerta de su despacho.

-¿Recuerdas la obra de teatro basada en la Ilíada de Homero que estábamos preparando en el taller de teatro?

-Claro que la recuerdo -respondió el profesor mientras sacaba su pipa del bolsillo de su pantalón.

-Y recordarás que sugeriste que pidiera a Brontes ayuda para asesorar en cuanto a vestuario y otras cosas de la época, por haber vivido en aquellos tiempos.

-Por supuesto -dijo Seabury encendiendo la pipa con un mechero que también había salido de su bolsillo.

-Pues creo que su trabajo de asesor se le ha ido de las manos...

Atravesaron el corto camino que separaba la facultad de Antropología del edificio donde se encontraba el escenario que usaban los alumnos del taller de teatro para ensayar y, cuando llegaro a la puerta que conducía al interior, Summanus se detuvo. Tocó en la puerta y, al momento, se abrió la ranura para depositar el correo, por la que pudieron ver un par de ojos.

-¿Quien quiere entrar en el campamento de los aqueos? -preguntó una voz desde dentro.

Seabury miró de reojo a su compañero, tras lo que dijo:

-Soy Seabury Pickman.

La ranura se cerró y, tras un lapso de tiempo de espera, pudieron escuchar cómo era corrido el cerrojo de la puerta, y esta era abierta.

Al otro lado de la puerta había un individuo de unos veintipocos vestido a la manera de un guerrero griego, con su armadura y armas de bronce, miró de arriba a abajo a Seabury y Summanus, deteniéndose en éste último.

-Eso que llevas es un bigote falso, amigo, quiero ver tu verdadero rostro antes de que haga correr tu sangre con mi broncínea espada.

Summanus abrió la boca, de la que salió una larga lengua que se enredó en el cuello del estudiante y lo golpeó contra la puerta dejándolo inconsciente.

-¿Desde cuando eres capaz de hacer eso?

-Aprendí con unos vídeos de ejercicios que me mandó mi familia, es la última moda entre los de mi especie. Ahora ven conmigo.

Los dos entraron en el edificio y cruzaron un largo pasillo prácticamente a oscuras. Cuando llegaron al final de éste, vieron una puerta iluminada por un foco en la que alguien había escrito CAMPAMENTO AQUEO. El dinosauroide abrió la puerta y, lo que Seabury vio al otro lado le dejó estupefacto. Todo el escenario había sido habilitado como si fuera un campamento guerrero, con sus tiendas de campaña, su zona de entrenamiento, con las lanzas colocadas a su alrededor y, de aquí para allá, podía ver a personas vestidas de guerreros griegos, claramente haciendo guardia. En el centro del campamento había una buena cantidad de guerreros escuchando a alguien que les hablaba con una poderosa voz. Ese alguien era nada más y nada menos que Brontes, vestido con su armadura de guerra y con una gigantesca lanza que Seabury no tenía ni idea de dónde la había podido sacar el cíclope.

Sin pensar, el profesor cruzó el escenario, ignorando a los ¿guardias? que pretendían interceptarlo y se puso delante de Brontes.

-¡Brontes! ¡¿Qué se supone que  es todo esto?!

-Me alegro que hayas venido al campamento a ver mi trabajo -dijo Brontes con una voz y unos gestos grandilocuentes -. No sabes la basura de soldados que había cuando llegué aquí... pero con mi tesón conseguí que aquella panda de inútiles se convirtiera en un ejército hecho y derecho, capaz de hacer caer las puertas de la mismísima Troya, ahora verás...

El cíclope se giró y levantó la lanza.

-¡¡¡Formad, mirmidones!!!

Al escuchar estas palabras, todo el campamento ser reunió delante de Brontes y formaron con las lanzas y espadas a los lados y manteniendo el escudo firme ante ellos. De algún lugar, Seabury pudo escuchar que sonaba una música ¡la banda sonora de la película Troya! Pero si esa película era un despropósito de adaptación del mito...

-Brontes... esto era una obra de teatro, creo que tu estancia en Las Tierras del Sueño te ha trastornado un poco, deberías tomarte unas vacaciones y...

-¡De eso nada! ¡Esos malditos troyanos se han atrevido a mancillar el buen nombre de los pueblos griegos, se han llevado a la esposa del noble Menelao y nos han robado la televisión por cable! ¡Pero esa afrenta no quedará impune! ¡Troya arderá bajo fuego griego!

Todo el ejército de Brontes alzó las lanzas al aire y lanzaron un poderoso grito de guerra. Seabury no sabía qué hacer con todo aquello, a Brontes se le había caído algún tornillo y no sabía cómo devolverle la cordura, a menos que... ¡Claro! Había una cosa capaz de hacer olvidar a Brontes cualquier cosa que estuviera haciendo, y eso era el nombre del dios de las mil caras.

-Ya, sí, pero yo he venido a hablarte de otra cosa. Resulta que mientras estaba corrigiendo unos trabajos en mi despacho, he oído cómo unos alumnos hablaban de que había venido a una ponencia un individuo vestido con ropajes egipcios, y venía con dos leones... y yo he pensado "no puede ser otro que el mismísimo Nyarlathotep, se lo he de comunicar a Brontes".

Los ojos del cíclope ardieron de furia y se volvió hacia su ejército.

-¡Soldados! ¡Mi mayor enemigo se encuentra aquí! ¡Avanzad! ¡A la carga! ¡Por la gloria! ¡Que nuestro nombre sea recordado por siempre! ¡Brontes y sus imparables mirmidones! ¡¡¡AL ATAQUE!!!

Brontes salió corriendo y, con un grito multitudinario, su ejército le siguió, mientras volvía a sonar en algún lado la banda sonora de Troya. Seabury se quedó plantado en medio del escenario, mirando hacia ninguna parte, y unos momentos después, apareció a su lado Summanus.

-¿Y qué hacemos ahora, Seabury?

-Eh... ejem... me parece que va siendo hora de que me coja unas vacaciones...

Y dicho esto, el profesor de antropología salió por la puerta fumando su pipa mientras los gritos y el escándalo de la guerra se escuchaban de fondo.