viernes, 27 de noviembre de 2015

La llegada del gorila blanco

Arkham tiene muchas cosas extrañas, pero también tiene otras que la relacionan con el resto de poblaciones de los Estados Unidos. Así, como en cualquier otro lugar del país, Arkham celebra Acción de Gracias de la manera tradicional (aunque, siendo Arkham, esto puede incluir algún tipo de accidente espaciotemporal).

La estación de tren de la ciudad, en un día señalado como Acción de Gracias, suele estar repleta de gente que va y viene. Todo el mundo vuelve a casa y es recibido por familiares, como si de un anuncio de turrones se tratara. Pero este año, también llega alguien que no es recibido por nadie y que se oculta bajo una gabardina y un sombrero. Alguien que viene buscando a una persona que no sabe que es su familiar.

Como es de suponer, la Universidad de Maskatonic, un día señalado como este, no imparte sus habituales clases. Todos los alumnos marcharon a sus hogares el día anterior, por lo que los pasillos de las facultades están vacíos y silenciosos... o al menos la mayoría.

-Pues lo que te digo -dijo Brontes mientras paseaba por el pasillo de la facultad de Ciencias Aplicadas -, yo un día como este no voy a visitar a la familia por dos cosas. La primera, que como deidad griega no celebro Acción de Gracias, y si lo hiciera, no tendría con quien, pues el listo de Apolo mató a mi familia con un rayo por nosequé asunto. Ya sabes cómo son los dioses griegos y su temperamento...

-Ya -le respondió Summanus -, cuando no están follando entre ellos o con mortales, están jodiéndose los unos a los otros. La cultura dinosauroide tampoco celebra Acción de Gracias, dicen que celebrarlo sería aceptar la aculturación humana, y estadounidense en particular, en su civilización, y esto no les termina de gustar.

-Pero si toman en té a las cinco como los ingleses -replicó Brontes.

-Ya, pero eso es una tradición, tú no lo entiendes...

Llegaron hasta la puerta de la facultad y salieron al exterior. Hacía un día agradable de otoño y el suave viento mecía las hojas caídas.

-Bien ¿y qué vas a hacer hoy? Que aquí está todo cerrado -preguntó Summanus.

-Pues pasar un día agradable sin estudiantes que provocan el apocalipsis, ni invasiones alienígenas, ni ataques de zombies, ni nada raro -respondió Brontes.

De repente, de los arboles cercanos a la facultad surgió un ruido de ramas rompiéndose y, delante de Brontes y Summanus, cayó una figura embutida en una gabardina marrón y cuya cabeza aparecía cubierta por un sombrero.

-¡Es el monstruo de Jeepers Creepers! -exclamó Summanus.

-¡¿Qué va a ser el monstruo de Jeepers Creepers?! Si a ese no se le ve desde que hicieron aquella nefasta secuela que hizo que se metiera en líos legales con la productora... -le dijo Brontes negando con la cabeza.

El individuo embutido en la gabardina alzó la cabeza y se quitó el sombrero dejando ver una cara simiesca con unos profundos ojos azules. Era algo parecido a un gorila entrado en años, pues estaba cubierto por una capa de pelaje blanco.

-¿Doctor Zaius? ¿Es usted? -preguntó Summanus.

Brontes se le quedó mirando durante unos instantes.

-Me empiezan a inquietar tus constantes referencias a películas...

El simio albino negó con la cabeza.

-No, no soy ese personaje de ficción -dijo el simio -. Mi nombre es Jervase Jermyn y vengo en busca de una persona. Es un  familiar.

-Pues por aquí hoy no hay nadie... y, que yo sepa, en la universidad no hay ningún estudiante que sea un simio. Tenemos a dos yithianos, algunos híbridos de profundo, un periquito que sabe citar a Shakespeare y a un irlandés, pero simios no -le explicó Brontes.

-Yo no he dicho que sea un simio. Verán, la familia Jermyn es muy extensa. Aunque a principios del siglo XX mi antepasado Sir Arthur Jermyn  creyó estar acabando con la familia cuando decidió imitar a los monjes budistas conocidos como Bonzo, la familia Jermyn siguió existiendo gracias a una rama que éste no conocía. Los Jermyn descendemos del emparejamiento entre Sir Wade Jermyn y la reina de la sagrada Ciudad Gris, una gorila inteligente, por lo cual algunos nos parecemos más a nuestra tataratatara abuela y otros se parecen a nuestro tataratatara abuelo.

Summanus y Brontes se le quedaron mirando unos instantes sin comprender.

-Eso quiere decir que algunos tenemos apariencia simiesca y otros tienen una apariencia más humana.

-Aaaaaaaah -dijeron los otros dos al unísono.

-Vale, bien... pero como podrá comprobar, nosotros no tenemos apariencia ni simiesca ni humana -dijo Summanus -, éste de aquí mide dos por dos y tiene un sólo ojo, y yo debajo de este disfraz soy un reptil, así que ¿para qué nos necesita, señor Jermyn?

-Parecen ser ustedes los únicos aquí hoy, por lo que esperaba que pudieran ayudarme a encontrar a este familiar. Fue dado en adopción, por lo que no tiene el apellido Jermyn, pero sabemos que tiene una apariencia encorvada, como si tuviera una chepa.

-Alguien con chepa en la universidad -susurró Brontes -, creo que sé quien es... pero no sé cómo podremos encontrarlo.

Summanus chasqueó los dedos.

-No te preocupes por eso, Brontes. Cuando tuvimos el incidente con el estudiante yithiano que se fue de fiesta Erasmus hace un par de semanas, Anna Pickman nos enseñó un hechizo muy útil para evitar que esto vuelva a pasar.

Summanus carraspeó y comenzó a hacer una serie de movimientos con las manos mientras recitaba:

-Sightala-Ho ak p'tolhesav ¡Ashgat, Ashgat! Idrath ak mnelinok ¡Ashgat, Ashgat!

Y así, del cuerpo de Summanus surgió un tenue hilillo verdoso que salió disparado hacia las afueras de la universidad.

-Mmmm esto es muy útil para cuando pierdes el mando a distancia -comentó Brontes.

-Sigámoslo -dijo Summanus.

 Los tres siguieron el hilo mágico más allá de la universidad y recorrieron las calles circundantes de la ciudad de Arkham, hasta llegar a una de las zonas comerciales.

-Vale, tiene que estar por aquí -dijo Summanus.

-Pero si hoy está todo cerrado ¿cómo va a estar aquí? -se quejó Brontes.

-Quizás esté en esa carnicería que sí que está abierta -comentó Jervase Jermyn.

Brontes y Summanus se giraron en la dirección en que señaló Jervase Jermyn y vieron el escaparate de una carnicería que todavía estaba iluminado. A esas horas, y el Día de Acción de Gracias, no tenía ningún sentido que siguiera abierta, a menos que estuvieran esperando a algún rezagado que quisiera comprar a última hora un pavo.

Brontes tocó en la puerta del local y, al ver que nadie acudía, abrió la puerta. Pudieron escuchar las típicas campanillas que anunciaban la llegada de alguien a una tienda, y entraron mirando con interés. Parecía ser una carnicería normal y corriente. La puerta que daba a la trastienda se abrió, y de allí surgió un hombre vestido totalmente de negro, con mirada siniestra y en el que se adivinaba un problema de espalda que le hacía encorvarse ligeramente.

-Vaya, si son tres de los extravagantes habitantes de nuestra amada Arkham ¿qué le trae a la carnicería West a un cíclope, un ser mal disfrazado de humano y a Copito de Nieve?

-¿Es usted el señor West? -preguntó Jervase Jermyn.

-No, soy su ayudante, Marty Eye Gore, el señor West se ha ido con su familia a celebrar Acción de Gracias -respondió el otro.

Jervase Jermyn carraspeó y miró con nerviosismo a Eye Gore.

-Deduzco que usted no tiene con quién celebrar esta festividad. Hasta ahora. Me presentaré. Mi nombre es Jervase Jermyn y he venido a Arkham en busca de mi primo perdido.

-Pues aquí no tenemos ningún mono -respondió Eye Gore.

-No soy un mono, soy un simio. No es lo mismo -le dijo Jervase Jermyn con un tono amenazante.

-Bueno, vale, no hace falta que me hables así...

-Además, no estoy buscando a un simio -continuó Jervase Jermyn -. Marty Eye Gore... tú eres mi primo, realmente eres un Jermyn.

-¡¡¿QUÉ?!! -exclamó Eye Gore.

-Lo que oyes. Tu madre te dejó en adopción a una familia totalmente normal por alguna razón que no terminamos de entender, porque en la renacida Sagrada Ciudad Gris se vive estupendamente. Tenemos televisión por cable, internet, cines...

-Esto no puede estar pasando, no puede estar pasando -decía Eye Gore.

-Pues sí, primo, está pasando. Y como nuestro contacto con la cultura estadounidense gracias a la televisión, el cine e internet ha hecho que también celebremos Acción de Gracias, he venido a llevarte allí para celebrarlo.

-¡De eso nada! Yo me quedo aquí -exclamó Eye Gore cruzándose de brazos.

-Me temo que no puedo volver solo, primo.

Y antes de que Eye Gore pudiera decir nada, Jervase Jermyn se quitó la gabardina y dejó libre un poderoso cuerpo de primate, blanco y musculado. Se golpeó el pecho con ambos puños y dio un grácil salto hasta donde estaba Eye Gore, lo cogió con un brazo y se lo echó al hombro.

-Gracias por ayudarme a encontrar a mi primo -les dijo a Brontes y a Summanus -. A más ver.

Jervase Jermyn dio otro salto hasta la puerta del local, la abrió y salió con otro potentísimo salto dejando a los otros dos a solas en la carnicería.

-¿Ves? -dijo Summanus -Por cosas como esta no dejamos que la cultura estadounidense influya demasiado en la cultura dinosauroide. Y ahora vamos a tomar algo a La Llave y La Puerta, que seguro que estarán de celebración.

Y Summanus y Brontes dejaron la carnicería West en dirección a la residencia estudiantil y a la fiesta que allí les esperaba.

martes, 24 de noviembre de 2015

La Llave y la Puerta en el Círculo bloggercraftiano



Ha sido toda una sorpresa para los autores de este blog encontrarnos con el hecho de que se nos ha incluido en el Círculo bloggercratiano, definido como: "Un espacio dedicado, a modo de agradecimiento, para recomendar a los cultores del terror cósmico y conocedores de Lovecraft, cultor primigenio del terror cósmico, blogueros lovecraftianos de habla hispana que mantienen la memoria y el universo este horror."

Desde las páginas de La Llave y la Puerta queremos agradecer a Gladwyn B., bloguero y compilador de este curioso círculo el que nos haya incluido en el mismo. Por supuesto, desde el humor, la parodia y la sátira, nos comprometemos a seguir manteniendo viva la memoria del Maestro del Horror H.P. Lovecraft.

sábado, 21 de noviembre de 2015

Alfa Strike: Buscando a Jack

9 de Noviembre de 1888, Londres.

Eran esas horas de la madrugada en las que por las calles de los barrios decentes sólo se podía encontrar al típico policía haciendo su ronda y al típico personaje de Arthur Machen que vuelve a casa a las tantas. Mientras tanto, en Whitechapel, un hombre embozado con una capa y un sombrero elegante, avanzaba rápidamente por las calles, alejándose del nº 13 de Miller's Court, Calle Dorset, Spitalfields.

Al mismo tiempo, en otro punto de Whitechapel, una voz femenina tarareaba "Who wants to live forever", la canción de Queen, mientras se escuchaba el sonido producido por dos espadas al chocar entre ellas. A modo de coro, se podía oír el ruido producido por alguien a quien le están dando una soberana paliza. Mientras, asomando desde el callejón donde se producían estos hechos, un hombre pelirrojo ataviado de forma elegante a la última moda victoriana, escrutaba nervioso la noche. A sus espaldas, finalmente cayeron derrotados y apaleados los cuerpos de dos individuos ataviados con un moderno (del siglo XXI, se entiende) uniforme militar, con chalecos de protección y equipados con armas cortas, espadas y cuchillos de combate. En las mangas de las ropas se podía distinguir claramente un símbolo: un escorpión inscrito dentro de un círculo, el emblema de Omicron Scorpions Security, filial de la corporación New World Enterprises. Mientras, Delta Wave Welcome, ataviada con sus ropas de combate al estilo doncella guerrera nórdica, lograba desarmar y derribar a su adversario. Sin embargo, no se dispuso a cortarle la cabeza, sino que le golpeó de canto con la espada para dejarlo inconsciente. Una vez finalizada la lucha, usó su hoja encantada, Ouroboros, para abrir un portal al presente que usaron para librarse de los mercenarios. Tras este interludio, en el que habían logrado librarse de sus competidores, se dispusieron a cumplir su objetivo.

127 años más tarde, pero hace 30 minutos en tiempo subjetivo para nuestros protagonistas. Arkham.

Se habían reunido por una llamada urgente de Loki, y se encontraban en una mesa del EldritchBurguer disfrutando de unas hamburguesas de pescado mientras el nórdico les ponía al día. Sentados con él estaban Delta Wave Welcome, Summanus y Ares, que habían tenido que acudir a la convocatoria ante una alerta del Alfa Strike Squad.

-La situación es grave -comenzó Loki-. He estado monitorizando las actividades de la NWE y, debo deciros que hay malas noticias. Han firmado un pacto secreto con los Reptilianos Nazis del Lado Oscuro para compartir su tecnología de viaje en el tiempo. Han tratado de mejorarla sin demasiado éxito, por suerte, no cuentan con el apoyo del Dr. Carmack, quien sigue trabajando en la Miskatonic en sus proyectos de física espacio-temporal no-euclidiana. Sin embargo, han logrado construir lo que parece un portal estable con la tecnología RNLO. Su primer objetivo ha sido tratar de localizar a individuos con capacidades "especiales".

-¿A qué te refieres en concreto?- preguntó la joven valquiria en prácticas y heroína no oficial de Arkham, Delta Wave Welcome.

Loki torció el gesto antes de responder:

-Todo tipo de sujetos poco recomendables que puedan ayudarles a maximizar la eficiencia de sus procesos de abducción y obtención agresiva de información. Es decir, asesinos en serie, psicópatas, tiranos y dementes varios que les ayuden a secuestrar, interrogar, torturar y viviseccionar a cualquier sujeto que se convierta en un posible objetivo. Lo intentaron con Atila, pero les falló la tecnología y, digamos que no fue agradable cuando el portal se cerró a mitad de tránsito.

Sus interlocutores dieron un respingo de asco al imaginarse la situación. Mientras, el nórdico siguió con su exposición:

-La cuestión es que han logrado solucionar esos problemas técnicos y van a intentarlo de nuevo. En esta ocasión, su objetivo es abducir a Jack el Destripador. Por supuesto, hay que detenerlos.

-¿Y por qué nosotros? - inquirió Summanus.

-Bueno, necesitamos un equipo pequeño, que pueda pasar desapercibido. Esto no es una operación de choque, sino un ataque relámpago que debe ser discreto. Eso descarta a los más bulliciosos y peleones. Tú, Summanus, como dios de las tormentas nocturnas, no tendrás problemas en la noche londinense con su luz de gas. Tú, Ares, eres un dios de la guerra, pero no tan bestia como Perun, y más tranquilo que Thor. Tú, Welcome, eres rápida, inteligente y estas bien entrenada, además, Ouroboros te permite abrir portales para viajar en el tiempo y el espacio. Eso nos permitirá trasladarnos a nuestra conveniencia. ¿Alguna otra duda?

La expresión de los tres indicaba que estaban de acuerdo con lo dicho y no había más preguntas. Se acabaron sus hamburguesas, los refrescos y Welcome apuró las patatas fritas que se había dejado Summanus (el etrusco-romano no se acababa de acostumbrar a la comida rápida).

9 de Noviembre de 1888, Londres (de nuevo).

La figura embozada de Jack el Destripador avanzaba por las calles de Whitechapel, tratando de alejarse lo máximo posible del escenario en donde había realizado su última muerte, la de Mary Jane Kelly. Lo hacía con esa prisa del que sabe que, probablemente, se le haya ido la mano, y era mejor no dejarse ver por la zona. Esperaba que esta víctima fuera ya la última y estuvieran adecuadamente sembradas las semillas que darían fruto al plan que había estado gestando. Por suerte, había logrado falsificar las cartas que achacaban a un apropiado chivo expiatorio, un tal Albert Pike (pobre hombre de paja), a quien los idiotas conspiranoicos del futuro usarían para justificar sus absurdas hipótesis sin saber que, el verdadero cerebro en la sombra era otro. ¿Cómo podría la gente ser tan absurda como para pensar que los masones dirigían el mundo en secreto y estaban preparando las futuras guerras mundiales? Jack no pudo evitar reírse al pensar en las consecuencias de esa inocua carta falsificada. Cualquiera con un mínimo de inteligencia y conocimientos sabía que era imposible programar el futuro con tanto detalle, por eso, para ir apuntalando los hechos en una dirección determinada, eran necesarios pequeños ajustes como los que él estaba realizando.

Sin embargo, lo que no había tenido en cuenta es que en el futuro aparecería algo como el Alfa Strike Squad, el equipo de dioses (y una valquiria en prácticas) que se había propuesto detener a la NWE. Por ello, al cruzar frente a un callejón que no parecía diferente a ningún otro callejón de Whitechapel, se dio cuenta de que existía una notable diferencia con respecto a algún otro callejón de aquella zona. En concreto, se trataba de la pierna de Ares, situada convenientemente para que Jack se tropezara. De hecho, debido al excelente estado físico del dios griego de la guerra, fue como chocar contra una barra de hierro. Dicho sin poesía, se estrelló de morros contra el suelo y por poco no le bailó más de un diente. Mientras intentaba levantarse y comprender qué había pasado, se encontró con que alguien lo había alzado, le había aplicado una llave estranguladora y habían puesto la punta de una espada contra su cuello. Con Ares reteniéndolo, era imposible que lograra soltarse, sobretodo con la espada de Welcome preparada para hacerle un afeitado bien apurado. Ante él la chica, escoltada por Loki y Summanus, le miraba con expresión fiera a través de la visera del casco.

Bien atrapado, lo arrastraron hacia el interior del callejón, donde se dispusieron a interrogarlo. Lo primero que hicieron fue descubrirle para averiguar la identidad del conocido asesino en serie. Pero, para su sorpresa, no era el doctor Sir William Gull, John Druitt ni ninguno de los supuestos sospechosos surgidos de la imaginación (con pruebas o sin ellas) de los diferentes expertos en el Destripador que han surgido a lo largo de la historia. ¡Era un reptiliano! ¡Más aún! ¡Era un Reptiliano Nazi del Lado Oscuro! ¡Lo sabían porque llevaba guardado en un bolsillo el carnet del partido Nazi del Lado Oscuro! Con semejante prueba y con el rostro escamoso que lo identificaba perfectamente, se caían todas las hipótesis surgidas en torno a la identidad del Destripador, la implicación masónica, o, incluso, peor, la de los Rosacruces Templarios Masónicos de los Illuminati de Baviera. Llegó entonces el momento de la verdad, pues, pese a verse capturado y sometido, Jack no se rindió, y dio rienda suelta a su verborrea villanesca y sus carcajadas diabólicas:

-¡No lograreis impedir que lleve a cabo los planes del Glorioso Ejército Reptiliano Nazi del Lado Oscuro! ¡Con la falsificación de las cartas de Albert Pike todos los magufos echaran la culpa de las guerras a los masones del Nuevo Orden Mundial! Por eso, los agentes especiales reptilianos viajamos por el tiempo para provocar el futuro distópico del Reich del Millar de Años en que gobernaremos todopoderosos y alcanzaremos la Tierra Hueca Prometida donde montaremos dinosaurios y nos complaceremos con voluptuosas esclavas amazonas semidesnudas. Yo tengo la gloriosa misión de sembrar la incertidumbre durante el final del siglo XIX para sembrar las semillas del siglo XX que fructifique con desconfianzas, paranoias y futuras guerras mundiales. Pero esto es sólo un paso más de nuestro arduo plan, pues, aunque yo caiga, dos más se alzaran en mi lugar. En el futuro, otros reptilianos seguirán con nuestro plan para la creación de nuestro ansiado Mañana en la Tierra Hueca.

Justo cuando iba a lanzar una sonora carcajada maligna, Summanus le sacudió una potente bofetada al reptiliano megalómano para callarle de una vez. Ares, Welcome y Loki, sorprendidos por el violento acto del habitualmente tranquilo dios.

-¿Qué? Estaba harto de escuchar tonterías y magufadas varias. Ya sabemos que el Equipo Exile de la Unión de Tribus Socialistas Morlocks va a la caza de estos idiotas escamosos. Este simplemente es un sujeto de segunda demasiado pagado de sí mismo. Por mucho que quieran no es tan fácil manipular la historia, y si no, le preguntáis a Isaac Asimov.

-Pues tiene razón -añadió Welcome-, los RNLO serán muchos, pero los morlocks son muy cabezotas. No cesaran hasta que no se quiten de encima a estos fascistas escamosos y su obsesión con la Tierra Hueca. Entonces... ¿qué hacemos con este Jack de pacotilla?

Ares, que se había limitado hasta el momento a retener al reptiliano, sonrió horriblemente y dijo:

-Creo que tengo una idea....

127 años más tarde. Area 51, localización secreta de prueba de armamento de las USAF
La Fundación Wilmarth, pese a no encontrarse en sus mejores momentos, aun conservaba contactos con altos cargos militares y gubernamentales. Por ello, cuando les fue entregado por paquete postal un reptiliano, al que confundieron con un hombre serpiente, no tardaron en remitirlo a un campo de pruebas donde lo ataron a una bomba atómica. De esta manera, pusieron fin a las vivencias de Jack el Destripador. Por su parte, el equipo Alfa Strike, brindaron con unas cervezas por el éxito de la misión.

viernes, 13 de noviembre de 2015

Sin noticias de Yith

Un descacharrante homenaje a la obra de Eduardo Mendoza

Acababa de amanecer un nuevo día en la ciudad de Arkham. El frío de la mañana iba pugnando con los débiles rayos del sol cuando Summanus abrió las  ventanas de su habitación en La Llave y La Puerta. Respiró el aire fresco y olisqueó con la lengua. Comenzaba un nuevo día y disfrutaba de la calma y tranquilidad de esas horas tempranas, antes de que comenzara el caos y la locura endémicas de esa ciudad.

Una vez el dinosauroide se hubo puesto su habitual disfraz y se maquilló la cara, salió de la habitación y fue silbando en dirección a recepción para dar los buenos días antes de darse un buen desayuno, pero cuando llegó allí se encontró con algo que le quitó la idea de un desayuno tranquilo.

Delante de recepción había un extraño individuo vestido de forma bastante particular. Aunque Arkham se encontraba en pleno otoño de Nueva Inglaterra, aquel tipo iba vestido con una camiseta de tirantes en la que se leía "He viajado a Kadath y sólo he traído esta estúpida camiseta". Aparte de esto llevaba unos pantalones de pescar y una gorra. Había que ser nuevo en este trabajo para no saber que se encontraba delante de un miembro de La Gran Raza de Yith recién llegado del pasado.

-Saludos, honorable miembro de La Gran Raza de Yith ¿qué le trae a La Llave y La Puerta? ¿Va a coger una habitación? -preguntó Summanus antes de que el recepcionista dijera algo inapropiado.

-No -respondió el yithiano -, vengo a pedir ayuda a los Pickman. Ha llegado a mis oídos que son buenos resolviendo entuertos.

-Sí, bueno, algunos los resuelven y otros los provocan. La cuestión es que tendrá usted que esperar, pues todavía es temprano y suelen tener la costumbre de dormir.

-No sé por qué les hacen falta tantas horas de inconsciencia.

-Pues  porque si no, parecerían extras de una película de George A. Romero.

Antes de que el yithiano pudiera preguntar quién era ese tal "George A. Romero", por las escaleras que llevaban a las plantas superiores apareció Seabury Pickman, ya con su pipa en la boca, perfectamente arreglado.

-Summanus, dile a Unglaublich que hoy tomaré el café con leche, y calentito, que ya empieza a refrescar -dijo Seabury. Cuando se dio cuenta de la presencia  del extraño individuo, torció el gesto y lo estudió con la mirada. -Es usted un yithiano, supongo.

-Miembro de la Gran Raza de Yith, querrá usted decir -le respondió el otro.

-Sí, disculpe, todavía es temprano y los humanos normales necesitamos un brebaje llamado café para estar en pleno rendimiento -dijo Seabury. Después de lo mal que quedaron delante de los alienígenas de la desastrosa fiesta de navidad, intentaban ser lo más respetuosos posibles con los yithianos. No era recomendable enemistarse con alguien que podía viajar en el tiempo y joderte la vida antes de haber nacido.

-Bueno. La cuestión es que necesitamos su ayuda. Como sabrán, cada año los miembros de mi Gran Raza envían a dos estudiosos a la Universidad Miskatonic como miembros del programa Erasmus. Este año, los elegidos fuimos un servidor y mi compañero Kakekikokú. Todo iba yendo perfectamente en nuestro estudio de las costumbres universitarias de los humanos, hasta que a oídos de Kakekikokú llegó algo llamado Fiesta Erasmus. Llegó a la conclusión de que debía experimentar esa fiesta, como miembro del programa Erasmus, y, además, para poder investigar las costumbre festivas de los universitarios. Salió de nuestro piso franco bajo la apariencia de un ejemplar de vuestra raza conocido habitualmente como Lady Gaga... y no he vuelto a verlo.

-¿Me está diciendo que su compañero se fue a una fiesta de estudiantes Erasmus? -preguntó Seabury.

-Así es -respondió el yithiano.

-¡Atención! ¡Atención! -exclamó Seabury -¡Código rojo, código rojo! Una fiesta Erasmus puede tener nefastas consecuencias etílicas y altamente vergonzosas, debemos encontrar a Kakekikokú antes de que sea demasiado tarde. Son ahora mismo las 6:30 de la mañana... eso quiere decir que el festorro todavía seguirá en su máximo apogeo y estaremos a tiempo de evitar una catástrofe mayor.

-¿Pero cómo vamos a encontrarlo? -preguntó Summanus -En una fiesta de Erasmus todos son extranjeros estrafalarios y borrachos perdidos ¿cómo vamos a identificar a Kakekikokú? ¿Y cómo vamos a saber dónde está?

-No te preocupes, Summanus -le dijo Seabury con una sonrisa -. Tenemos a alguien capaz de encontrar a cualquier persona en cualquier sitio.



Después de una serie de sonoros golpes en la puerta de su habitación, Anna Pickman, asomó la cabeza y miró con mirada asesina a Seabury.

-¡¿Se puede saber qué quieres antes de las 8:00 de la mañana?!

-Anna, necestamos tu ayuda. Un yithia... un miembro de La Gran Raza de Yith ha tenido la genial idea de unirse a una fiesta de Erasmus y ha desaparecido. Su compañero está aquí y nos pide ayuda para encontrarlo.

-¿Y cómo se supone que voy a poder hacer eso a estas horas de la mañana?  ¡¡¡Si ni siquiera he desayunado!!!

Seabury miró a su alrededor incómodo.

-Bueno... tú eres una medium ¿no se supone que puedes hacer esas cosas? ¿Encontrar a personas y tal?

-¿Cómo es posible que con lo inteligente que eres digas esas chorradas? -le preguntó Anna -Puedo canalizar espíritus y fantasmas, así como comunicarme con ellos, pero no soy un perro que puede encontrar a personas perdidas. Aunque, con suerte para ti, puedo buscar entre mis libros de ocultimo algún hechizo para encontrar al yithiano.

-Miembro de la Gran Raza de Yith -dijo una voz desde el fondo del pasillo.

Anna miró hacia la dirección de la voz. Su expresión profetizaba una catástrofe, por lo que Seabury intervino.

-Anna, debemos darnos prisa. Sabes perfectamente lo apocalípticas que son las fiestas Erasmus.

-Vale, vale, voy a buscar.

Dicho esto, volvió al interior y desde fuera se escucharon sonidos de libros cayendo, páginas pasando y otros sonidos incomprensibles. Momentos después, volvió Anna, ya vestida y con un libro en su mano derecha.

-Vamos abajo. el hechizo es sencillo, sólo tengo que recitar unas palabras y hacer unos gestos con las manos.

Los dos llegaron hasta el final del pasillo, donde encontraron al yithiano asomado. Les miró con una sonrisa artificial y los siguió hasta la planta baja. Una vez allí, se dirigieron a recepción y Anna abrió el libro, pasó unas páginas y, tras encontrar el hechizo, comentó a recitar:

-Sightala-Ho ak p'tolhesav ¡Ashgat, Ashgat! Idrath ak mnelinok ¡Ashgat, Ashgat!

Nada más terminar estas palabras, ante los ojos de los demás apareció un fino y etéreo hilo verdoso que salía desde Anna y se dirigía a la puerta de entrada de la residencia.

-Ese es el camino que debemos seguir -dijo ella -, seguidme.

Así, Anna, Seabury, Summanus, y el yithiano, fueron siguiendo el hilo verdoso por las calles de Arkham hasta llegar a la zona de bares y pubs nocturnos.

-¡Vaya, qué sorpresa! -dijo Summanus -¿Quién se habría imaginado que nos traería aquí?

Anna le miró con ojos asesinos y Summanus sintió un estremecimiento por su espalda.

-Vale, me callo.

El hilo seguía avanzando hasta un pequeño pub llamado El Presbiteriano Borracho. Allí se dirigió el grupo y traspasó sus puertas. En el interior, iluminado por una tenue luz, vieron la barra y a un camarero limpiando con un trapo en el que había crecido todo un ecosistema completo.

-Disculpe -le dijo Seabury -¿Ha pasado aquí un grupo de estudiantes de Erasmus de fiesta?

El camarero le lanzó una mirada furiosa.

-¡¿Que si han pasado?! ¡Sí, han montado un escándalo tremendo y, después, se han metido en una tangana con el tipo aquél del fondo.

Las caras de todo el grupo se giraron al fondo y vieron allí una mesa donde había varios tipos inconscientes por los suelos, o sobre la mesa. A su lado, tranquilamente, había un hombre inmenso bebiendo acompañado de un oso.

-Buenos días, Perun -le dijo Seabury, acercándose acompañado del yithiano.

-Ah... ¿perrro ya es de día? -preguntó Perun extrañado.

-Curiosa forma de hablar la de este individuo -dijo el yithiano.

-¡No soy un individuo! ¡Soy Perrrrrun, dios de las torrrmentas, y este es mi fiel amigo misha!

-¿Perrun? -preguntó el yithiano.

-No, Perrrrun.

-Es lo que he dicho -respondió de nuevo el yithiano -Perrun.

 -Que no, que es Perrrrun.

Seabury alzó la vista al techo e interrumpió el bucle que estaba a punto de generarse.

-Perun, escucha. ¿Antes has estado con un grupo de estudiantes Erasmus?

-Oh sí, ellos han venido en grrrrrupo. Muy diverrrtidos y cachondos. Muy idiotas, ellos crrrreían que podrrrrían beber más que Perrrrrun, pero Perrrrrun y Misha han podido beber más que ellos. Después uno ha insultado a Perrrun, por lo que éste les ha dado una paliza. Después, Perrrrun intentó meter mano a una moza cachonda que iba con ellos, pero ella le ha insultado en aklo y se ha ido a un botellón con el rrrresto... al menos los que seguían conscientes.

Seabury se preguntó por qué el dios hablaba de sí mismo en tercera persona. Debía ser porque llevaba toda la noche dándole al vodka.

-En aklo... ha debido ser Kakekikokú -dijo esperanzado el yithiano -¿Pero por qué querría él ir a una botella grande? Eso no tiene sentido...

-Un botellón no es una botella grande. Es... una fiesta en la que se bebe mucho.

-¿Y por qué querría Kakekikokú beber mucho?

-Bueno -dijo Seabury -, da igual, sólo hay un sitio en Arkham donde se hagan botellones. A más ver, Perun.

-Hasta prrronto -dijo éste bebiendo otro vaso de vodka.

-¡Chicos! -exclamó Seabury -Debemos seguir nuestro camino hasta Martini Beach.

El grupo se dirigió a la playa de las borracheras oficial de Arkham y allí se encontraron con algo que no esperaban. Un grupo de profundos de fiesta, bailando al son de una caracola reproductor de música y claramente borrachos.  Cuando fueron a acercarse a ellos, rodearon a Anna.

-Hooola guapa -dijo uno de ellos -¿qué piensas de la piscifilia?

-¿Te has planteado una relación interespecies? -le preguntó otro.

-¿Qué te parecería tener hijos con ojos saltones y cara de sapo? -le dijo un tercero.

-Seabury, pregúntales rápido antes de que provoque otro conflicto entre humanos y profundos -le dijo Anna, aguantando como podía las ansias de convertirse en supersaiyan.

-Chicos -les dijo Seabury a los profundos -¿Han pasado por aquí unos erasmus con... Lady Gaga?

Los profundos se miraron entre ellos y hablaron en su gorgoteante idioma subacuático.

-Sí, se bebieron casi toda nuestra cerveza y el vino de Innsmouth y no nos dieron nada de su bebida -les dijo uno de los profundos.

-Pues sí, qué desagradecidos... -dijo otro.

-Después se bañaron desnudos y mancillaron el mar con una vomitona -continuó el primer profundo.

-¿Y sabéis a dónde fueron después? -preguntó Seabury.

-Dijeron que tenían hambre... por cierto ¿nos das el número de tu amiguita?

-No te lo recomiendo...

Dicho esto, Seabury se giró al grupo y llamó su atención.

-Chicos, sé a dónde fueron después, tenían hambre, y sólo hay un lugar al que irían unos borrachos a las tantas de la madrugada... ¡Al Eldritch Burguer!

Y el grupo dejó atrás Martini Beach y cruzaron de nuevo media ciudad hasta llegar a la hamburguesería más famosa de la ciudad, que se encontraba todavía abierta porque las madrugadas del jueves al sábado, siempre había clientes por alguna fiesta universitaria. Allí entró Seabury y saludó a Don Alfonso de la Vega.

-Buenos días ¿has visto a un grupo de erasmus borrachos, mojados y desastrosos con Lady Gaga? -preguntó Seabury.

-Oh sí, amigo, se comieron cuatrocientas hamburguesas y varios platos de pescado de Inssmouth. La mayoría de ellos cayeron K.O. después de esto y tuvieron que ser sacados en carretilla del local... ¡pero dieron buenas propinas!

-¿Y qué fue del resto? ¿Lo sabes?

Don Alfonso de la Vega se quedó unos instantes pensando y chascó los dedos.

-Ya me acuerdo... dijeron que se iban a sus casas.

Seabury sintió unas ganas tremendas de encontrar a Kakekikokú y darle un soberano guantazo por haberle hecho recorrer toda la ciudad sin haber desayunado para después estar en su casa durmiendo la mona. se despidió del dueño de la hamburguesería ya salió al exterior con el resto del grupo.

-Se ha ido... a su casa.

-Pero eso no puede ser -dijo el yithiano -, si yo estaba allí.

-Espera -dijo Anna -, quizás no se haya ido al piso franco, sino a "su casa".

-¿Qué quieres decir? -preguntó Seabury.

-¿Qué hace un yithiano cuando quiere volver a su casa después de haber terminado una investigación en un cuerpo humano?

-Oh, Dios mío...


El grupo llegó a la ferretería más conocida de Arkham y allí se encontraron con un lamentable espectáculo. Alguien que parecía Lady Gaga después de haberse pegado la fiesta padre, llena de arena, mojada, despeinada y sucia. Estaba con un montón de piezas de electrodomésticos y herramientas intentando construir algo que sólo un demente podría comprender. Cuando se dio cuenta de que se acercaban a él/ella/ello, abrió los ojos como platos y se dirigió hacia ellos tambaleándose y haciendo eses.

-Eeeeey, ereeees mi mejour amigoooo -dijo antes de desmayarse delante del otro yithiano.

-Bueno -dijo Seabury -, ya sabéis cómo es una fiesta de Erasmus... y ahora si me perdonáis, aún no he desayunado.

-Ni yo -dijo Anna.

-Pues ahora que lo decís... -dijo Summanus.

Y sin dejar que les dijera algo el yithiano, que les miraba con expresión extrañada, se volvieron a la residencia, deseando tomar un buen desayuno de una vez por todas.

sábado, 7 de noviembre de 2015

Alfa Strike: Genesis


Loki, el Herrero Mentiroso, dios nórdico del engaño y asesor comercial freelance especializado en holdings, testaferros, paraísos fiscales y demás artimañas y herramientas que usan las empresas para sus ejercicios de contabilidad creativa, estaba satisfecho. Había logrado convencer a Brontes, dios griego cthónico y primigenio de la forja, profesor emérito de Ingenieria Dimensional, que se iba de copas con Cronos, para celebrar la reunión que había planeado en el Salón de Actos de La Llave y la Puerta. Allí, tras una convocatoria via ElderGodBook, había conseguido reunir a lo más granado, selecto y variado de los panteones divinos, es decir, a la mayor colección de borrachos, pendencieros, fornicadores, bravucones y busca líos que haya podido adorar alguna vez el género humano, lo cual dice mucho sobre las personas en sí. Aunque no estaban todos los que habría preferido, si que eran todos los que estaban. Poco a poco, fueron haciendo su llegada los dioses, agrupados por panteones o afinidades. Desde Egipto, hicieron su entrada Bastet, diosa con cabeza de gato de los gatos y propietaria de una empresa de productos para mascotas y Set, dios con cabeza de asno de las tormentas (de arena) y tour operador de viajes por Oriente Próximo. Desde las tierras escandinavas, llegaron Thor (afortunadamente sobrio), dios del trueno y animador de eventos, Odín, Padre de Todos e historiador especializado en la Era Vikinga y Delta Wave Welcome, heroína cósmica, encargada en el Eldritch Burguer, estudiante de psicología y valquiria en prácticas. Desde la península helénica, hizo su entrada Zeus, dios del rayo y playboy millonario, Brontes y Ares, dios de la guerra, corresponsal de guerra y director del principal portal de internet sobre historia bélica e información militar. Desde el país del Sol Naciente, Raijin y Fujin, onis y dioses del trueno y el viento respectivamente, músicos indie en la alocada cultura general japonesa. Desde Rusia, Perun, dios de la guerra y el trueno del panteón eslavo, asesor militar para los gobiernos de Europa del Este y Misha, su amigo y fiel compañero, un oso pardo (y lo era antes de que Putin cabalgara osos, incluso puede que eso fuera un consejo de Perun). Finalmente, llegaron Pkaurodlos, la serpiente emplumada, dios del trueno y la urbanidad, adorado en su momento por Toltecas, Aztecas, Mayas, Iberos y unos cuantos clubes de caballeros ingleses y, posiblemente, por los extraterrestres educados (¿¿??), director de un portal en internet de protocolo; N'kari, diosa africana de las tormentas y la pasión violenta, conocida estrella del porno y, por último y definitivo, Summanus, dios etrusco-romano de las tormentas nocturnas y propietario de una empresa de pirotecnia.

Una vez que estuvieron todos reunidos, Loki inició la sesión:

-Dioses y diosas, compañeros todos en el ámbito de lo sobrenatural, estamos aquí reunidos porque tenemos un tema muy importante que tratar. Como ya sabréis, desde 1937 la Fundación Albert N. Wilmarth ha sido un grano en el culo, atacando de forma indiscriminada a toda criatura y Deidad del Ciclo de Cthulhu (DCC), tal y como ellos lo conocen. Por suerte, su arrojo y su estupidez son parejas, de manera que, aunque han resultado bastante devastadores en algunos aspectos, en otros han sido cándidamente incautos y no tan precisos como creían. Por supuesto, tenemos el punto de inflexión en 1980, cuando los muy energúmenos se dedicaron al deporte olímpico del lanzamiento de bombas atómicas contra DCC submarinas, cosa que produjo la devastación de la ciudad que todos recordamos. Desde entonces, su eficacia ha disminuido y se han convertido en un grupo con más voluntad que resultados. Sin embargo, últimamente ha surgido una nueva facción a tener en cuenta, que ha decidido retomar las actividades de la Fundación con ímpetu renovado pero con más eficiencia y discreción. Lamentablemente, esto no afecta sólo a las DCC, sino a otros elementos de carácter sobrenatural. Estamos hablando de gente que, como logre entrar en las Tierras del Sueño, nos montan la de “El Talisman” de Stephen King y Peter Straub. Se trata de New World Enterprises, corporación que ha crecido poco a poco y discretamente de los restos de su antecesora, New World Inc. que quebró en el crack del 29 y de la que Nyarlathotep nos podría hablar largo y tendido. Pero eso es historia y ahora mismo nos interesa su sucesora. Con sus tentáculos extendidos por todas partes, la NWE tiene como principal ejecutora de sus actividades a su división de seguridad y servicios: Omicron Scorpions Security. Se trata de uno de los mayores ejércitos privados del mundo, con amplios medios y personal contratado entre los cuerpos de élite de diversos ejércitos del mundo. No son un puñado de aficionados. Ante esta coyuntura, y tras un intento fallido de capturar a la Baba Yaga, que más sabe ella por vieja que por bruja y logró darles esquinazo, es el momento de que actuemos. Han iniciado una campaña contra las DCC, por lo que creo que podremos contar con el apoyo de alguna, inclusive el asesoramiento legal de El que Legisla tras el Umbral. Pero, como ya os he dicho, no se limitan a ello, sino que van también tras los dioses y otros seres sobrenaturales. Por lo que sabemos, no se trata solo de un ataque indiscriminado de exterminio, sino que se dedican a captura especímenes vivos siempre que pueden. De manera que considero necesario que organicemos un equipo de respuesta y nos enfrentemos a esta corporación. No mediante una guerra abierta, sino con acciones de comando, interviniendo en las operaciones negras que organicen los de Omicron Scorpions y usando tácticas más sutiles cuando sea necesario. Por ello, si estáis de acuerdo, podemos formar el equipo de acción. Personalmente me encargaré de monitorizar las redes y espiar a esta corporación para detectar sus incursiones. Una vez que detectemos alguna, avisaré a los que puedan intervenir y lanzaremos un ataque relámpago. A medida que vayamos consiguiendo información, podremos ser capaces de preveer sus movimientos y, cuando sea posible, actuar de forma activa y no reactiva. ¿Qué os parece esta propuesta?

Tal y como esperaba, la reacción fue unánime caótica. Aunque todos parecían estar de acuerdo, bien por justicia, bien por venganza, bien porque se aburrían soberanamente. Lamentablemente, no parecían ponerse de acuerdo, hablando todos al unísono, con lo que el pandemonium y la entropía reinaban en la discusión. Loki les observaba interesado, esperando que surgiera un orden de aquel barullo. Finalmente, Summanus y Raijin se pusieron en pie y pidieron silencio. Cuando lo consiguieron y lograron que N'kari dejara de masturbarse un rato, el oni rojo tomo la palabra:

-Compañeros y compañeras, los dioses del trueno aquí presentes, con la excepción de Pkaurodlos, nos las vimos teniendo que trabajar juntos en el Thunder-verse. Allí, en las Tierras del Sueño, tras varias y diversas aventuras, logramos dar con un enemigo común, un sujeto de poca importancia pero que podría haber causado mucho daño si no se le hubiera interceptado. Por ello, considero que la propuesta de Loki es acertada, y debemos ponernos de acuerdo para trabajar juntos. Si se me permite, Summanus, Fujin y yo hemos pensado en proponer como nombre para el equipo Alfa Strike Squad.

Las palabras del japones parecían acertadas y, al estar apoyado por su colega nipón y el reservado y tranquilo Summanus, obtuvieron más peso, por lo que recibieron una buena acogida. De esa manera, y tras hacer pasar a El que Legisla tras el Umbral para que se encargara de los aspectos legales de la constitución del equipo y los acuerdos para trabajar juntos, todos los presentes dieron por válida la creación del Alfa Strike Squad. Lo que no sabían es que su primera misión sería muy pronto y que les conduciría por caminos nunca hollados a donde ningún hombre o dios ha osado llegar.

domingo, 1 de noviembre de 2015

This is Halloween II (Parte 2): La épico-decadente batalla del EldritchBurguer

Varios estudiantes lograron entrar corriendo en el EldritchBurguer antes de que Welcome cerrara las puertas y activara la alarma y el bloqueo de seguridad (la única inversión que había hecho Don Alfonso de la Vega sin atenerse al mínimo presupuesto) que convertía el restaurante prácticamente en un bunker. Desde ese momento, se activaba el protocolo de emergencia para situaciones apocalípticas que Welcome había logrado instaurar como parte del programa de formación y protección laboral. Los empleados, armados con shuriken-burguesas, pistolas de “salsa especial” (con la inscripción “¡Salmonelosis o Muerte!” cortesía de los propios trabajadores), raseras vorpal, sartenes de combate y demás adminículos culinarios ofensivos mientas adoptaban las posiciones defensivas previamente preparadas y cambiaban la machacona sintonía del hilo musical por temas épicos y de cine de acción: Summer in the City (Lovin' Spoonful), Ride of the Valkyries (Richard Wagner), Anvil of Crom (Basil Polidouris), Carmina Burana ~ O Fortuna (Carl Orff), Coro de los esclavos hebreos – Nabucco (Verdi), Hymn To Red October Main Title (Basil Polidouris), Superman Theme (John Williams), etc...

Al mismo tiempo, Evangeline llevó a Seabury hasta la salida de emergencia, un túnel secreto para poder comunicarse con el exterior en situaciones como la que estaban comenzando a vivir y le envió con una misión en particular. Tras esto, y mientras algunos de los empleados se dedicaban a calmar a los clientes y seguir sirviendo los pedidos, la joven se acercó a Katherine y la llevó consigo hasta el despacho del encargado, asignándole a ella una misión:

-No se que nos espera allí fuera, pero vamos a necesitar refuerzos. A tí se te dan mejor los ordenadores que a mí, y yo tengo que dirigir este caos o seremos arrollados. Necesito que sigas mis instrucciones al pie de la letra y no salgas de aquí a menos que venga a buscarte.

Dejó preparado en el ordenador el acceso de administrador a la página web del restaurante, así como las cuentas de las redes sociales y le dio las últimas indicaciones:

-Vas a dedicarte a publicar una oferta especial en todos nuestros productos de pescado, cuando más exagerada mejor, y la vas a dirigir principalmente hacia los clientes potenciales de Innsmouth. En esta carpeta -le enseñó una carpeta con unas hojas en las que salían indicadas una serie de páginas web y perfiles de redes sociales de acceso común de los profundos- tienes todo el material que necesitas. Puedes usar todo lo que creas necesario para llamar su atención, pues me parece que nos las vamos a ver con zombis.

Katherine, que hasta el momento se había quedado de piedra, exclamó:
-¡Esto es increíble! ¡¿Es que no pasa nada normal en esta ciudad?! ¿Ahora nos las tenemos que ver con zombis? Evangeline, ¿realmente te vas a ir a luchar contra muertos-vivientes?

Welcome la besó apasionadamente y se despidió de ella con un sencillo y lacónico:

-Una mujer ha de hacer lo que debe hacer, y lo que hago es poner fin a estas amenazas.

Evangeline se alejó conteniendo una lágrima. Le entristecia tener que meter a su actual amante en semejante caos, pero, los héroes son hombres y mujeres ordinarios que hacen cosas extraordinarias en momentos extraordinarios, y había llegado el momento de actuar como una heroína.

Mientras tanto, en las calles, las hordas de malvados muertos, gentes comunes de Arkham poseídas por espíritus malignos sumerios (les hacían bono de descuento por viajar en grupo desde Sumeria), se habían convertido en un ejercito de la oscuridad, una marea de seres deformes y sedientos de sangre dispuestos a arrasar Akrham bajo las ordenes de su líder, Dark Vinnie West, el primero en ser poseído por los espíritus del mal (Marty Eye Gore fue más rápido y salió corriendo en cuanto se dio cuenta de que la cosa no iba como esperaban). El nuevo y poseído Vinnie era más feo, más malvado, y con voz rota como si se hubiera bebido una botella de tequila de golpe. Obsesionado por la venganza, particularmente con darle su merecido a Evangeline, que siempre había frustrado sus planes dejándolo K.O. de un golpe. Había llegado el momento de la venganza con sus malvados zombis demoníacos. Lo que no sabía es que Welcome había sacado de su vestuario de emergencia una camisa azul y un pantalón marrón, en homenaje a cierto héroe de serie B interpretado por Bruce Campbell, pero con un pinganillo para mantener la comunicación con las tropas/empleados. Así ataviada, subió al tejado del EldritchBurguer y se dispuso a dirigir las defensas al ver como las hordas de  malvados zombis demoníacos avanzaban hacia el restaurante.

-¡Shubbi! ¡Ábrete paso a través de la horda y ve a La Llave y la Puerta a ayudar al profesor Pickman! ¡Date prisa!

Mientras examinaba la situación, Summanus subió y se acercó a ella:

-¿Qué puedo hacer?

-¿Cónoces un exorcismo para malvados zombis demoníacos? -respondió Welcome.

-Mmmm.... Creo que sí, pero necesitaré algo de tiempo. Se trata de magia ritual un tanto compleja, por lo que necesitaré algo de tiempo. ¿Puedes conseguírmelo?

Viendo que las dificultades aumentaban, la joven suspiró y rezó para sus adentros para que la cosa no se complicara más de lo que ya estaba. Lamentablemente, los dioses no estaban de su parte. De hecho, Brontes y Pkaurodlos se habían ido a las Tierras del Sueño, los muy cabrones, dejándola abandonada a su suerte. Por suerte, las paredes eran recias, los cristales blindados, y Vinnie no era un genio estratega precisamente. Tal y como esperaba, cuando los malvados zombis demoníacos llegaron hasta el restaurante, se pusieron a golpear inútilmente las paredes y los ventanales. Llegaron incluso a usar a uno de los suyos como ariete. Welcome se permitió una sonrisa de alivio, aunque Dark Vinnie demostró una chispa de inteligencia (alguna le tocaba), y ordenó a sus malvados zombis demoníacos seguir el ejemplo de ciertos sujetos de una tierra llamada Catalonia, allá por el sur de México que hacían torres humanas. Ante esta situación, Welcome avisó a sus tropas para que subieran armadas hasta los dientes.

En breves momentos, los primeros malvados zombis demoníacos alcanzaron el tejado y se inició cruel batalla entre los aguerridos defensores, su valerosa y sexy líder y el ejército de la oscuridad y su cargante y ceporro comandante. La lucha era sin cuartel, librada hasta extremos brutales: los siervos poseídos de Dark Vinnie caían presa de la salmonelosis, con duras shuriken-burguesas clavadas en la carne, golpeados con saña con instrumentos de cocina preparados para tales circunstancias, pero no eran los únicos en recibir. Algunos de los empleados caían bajo la aplastante superioridad numérica de sus adversarios, acababan convertidos en malvados zombis demoníacos que se unían a las filas de los atacantes. En el centro de la refriega, Welcome, cual Chuck Norris o Lobezno cualquiera, se dedicaba a demostrar sus habilidades y destrezas de artes marciales, luchando sin descanso contra la inagotable horda.

En lo más difícil del combate, Welcome se vio obligada a hacer retroceder a sus tropas. El avance de los malvados zombis demoníacos era imparable, y habían logrado dominar el tejado. Los valerosos defensores, batiéndose en retirada, tuvieron que entregar la posición mientras su líder los defendía. Una vez el último trabajador había dejado la azotea, Evangeline se abrió paso hasta la escalera y logró cerrar la puerta, ganando unos minutos para iniciar las defensas de la sala. Jadeando por el cansancio, esperaba con ansias la llegada de alguna ayuda, de cualquier refuerzo que la pudiera ayudar a seguir luchando. En el momento en que los primeros malvados zombis demoníacos lograban derribar la puerta del tejado, una horda de profundos hambrientos y con cupones de descuento hizo su llegada. Las plegarias de Welcome habían sido escuchadas. Pronto, el  equilibrio de la guerra se alteró, con un ataque por la retaguardia por parte de los habitantes de Innsmouth, que habían encontrado el restaurante asediado. El ataque sorpresa logró contener el envite de Dark Vinnie, estableciendo un nuevo foco de lucha. Sin embargo, pese a la fiereza y fuerza de los profundos, la horda de la oscuridad estaba muy reforzada y se hacía más poderosa cuando uno de los hombres pez caía derrotado por la superioridad numérica. Los nuevos malvados zombis profundos demoníacos (esto parece ya un bicho de D&D), volvieron a girar las tornas, aunque Welcome aprovechó la coyuntura para lanzar un nuevo ataque y realizar un movimiento de pinza, flanqueando al enemigo. El ímpetu de la nueva carga permitió a la joven y sus tropas establecer una cabeza de puente en el tejado nuevamente, pero la situación no parecía poder resolverse rápidamente.

Mientras la lucha se recrudecía, Shubbi, escoltando al profesor Pickman, se abrió paso a través de las hordas enemigas repartiendo más golpes que los recibidos por Bruce Campbell en toda la saga Evil Dead. Como un huracán de golpes, el retoño oscuro creó su propio camino para poder acercar al profesor con la espada Ouroboros hasta el tejado del restaurante. Allí, le hizo entrega del arma a Welcome, que no tardó en desenvainarla (¡Yo soy Delta Wave Welcome! ¡Yo tengo el Poder!), transformandose en su alter ego superheroico e indicar a Seabury que se refugiara abajo. Trató de pensar que podía hacer, pero la urgencia de la situación no le permitió tomarse mucho tiempo. Rápidamente, cortó la realidad, pero le dio la impresión de que no había llegado a donde tenía intención. Se asomó a través del portal que había creado y, tras unos momentos, salió y lo cerró. Por alguna extraña razón, había encontrado a un niño de los años 20 con un perro muy raro que le llamaba Lovie. Por algún motivo, las pintas del chaval le recordaban al disfraz de Seabury, pero no lo quiso dar importancia. Una vez más, volvió a sajar, pero esta vez si que dio con el lugar que estaba buscando. Abrió más la rasgadura dimensional para que, de ella, surgiera un colosal monstruo marino verde con cara de simio-pez y cuatro brazos: ¡¡el Kraken!! Welcome recordaba haber visto a aquel bicho en una película de 1981 con efectos especiales de Ray Harryhausen y parecía una buena idea. Aquello ya parecía un kaiju mezclado con una paranoia de Sam Raimi y Guillermo del Toro, pero la batalla continuaba.

La situación no podía ser más caótica, hasta que, finalmente, Katherine subió acompañando a Summanus, ya que este parecía bastante agotado por el ritual que había realizado. Como un conjuro cualquiera de D&D, este hechizo en particular requería un tiempo previo de estudio y preparación, para ser posteriormente lanzado con unos pocos gestos y palabras. Sin embargo, había dejado sin fuerzas al dinosauroide y Katherine tuvo que dejar su refugio para ayudarle a subir, porque había surgido una complicación: en el momento en que se disponía a lanzar el hechizo, le golpeó en la gargante una shukiren-burguesa lanzada por un malvado zombi demoniaco que antes había formado parte de las defensas del EldritchBurguer. Katherine, asombrada, avergonzada, sorprendida, sin acabar de comprender el caos en el que se había metido, era la última esperanza. Ya que la publicación de las ofertas le había llevado poco tiempo, había ayudado al dinosauroide a preparar el hechizo, por lo que ella también estaba capacitada para lanzarlo. Haciendo de tripas corazón, y tragándose la vergüenza por la chorrada que tenía que soltar, dijo a voz en grito:

-¡KLAATU BARADA NIKTO!

De improviso, todos los malvados zombis demoníacos se quedaron paralizados. El conjuro había tenido efecto y los espíritus sumerios fueron extraditados por petición expresa de la embajada de aquel imperio de la antigüedad (al igual que fueron expedidos, podían ser reclamados de vuelta, ya que el ritual era, en realidad, una compleja negociación para extinguir sus contratos de trabajo en el continuo espacio-tiempo, y la frase era la comunicación de la baja laboral). Todos los que habían sido poseídos se vieron liberados y cayeron exhaustos por el agotamiento. Mientras, sobre el tejado, triunfal, Welcome abrazó a Katherine y le dijo:

-Hail to the Queen, baby!

Y mientras los trabajadores y Shubbi desalojaban a los ex-malvados zombis demoníacos, Evangeline besó a su pareja con una música épica de fondo.

Poco después, esa misma noche, con el retorno a la relativa normalidad, y mientras los profundos degustaban sus hamburguesas de pescado, pescados empanados y demás productos del mar que se servían en el EldritchBurguer, entró de improviso Vinnie West, furioso porque sus planes habían sido frustrados una vez más. Con tranquilidad, Welcome se aproximó a él y lo tumbó de una bofetada. Una vez el inepto reanimador quedó fuera de combate, la noche de Halloween podía volver a sus cauces, mientras, en las cocinas, se acababa de preparar un par de hamburguesas talla XXXXXL para Shubbi y el Kraken. Un año más, Arkham había sobrevivido a un largo Halloween.

THE END