viernes, 26 de febrero de 2016

Weird Bio-Hazard (parte 2): Entrando al laboratorio del horror innombrable

El Incursor Subterráneo iba avanzando destruyendo la roca a su paso como si fuera arcilla. Un vehículo como este parecía el sueño enloquecido de un tunelador, intentar describir algo que parecía un cruce entre una excavadora, un camión postapocalíptico y un taladrador supera con creces la habilidad de cualquiera. De hecho, contemplarlo de seguido seguro que afecta a la cordura de la gente. Su capacidad de avanzar bajo tierra sólo era superada por la raza conocida como los chtonianos, pues estos son capaces de arrasar tierra y roca como si fuera gravilla, mientras que el poder destructivo del Incursor Subterráneo es inferior.

Este vehículo enloquecedor iba pilotado por un miembro de la única raza que sería capaz de construir semejante monstruosidad, un morlock del equipo Exile, supervivientes de un futuro que los seres humanos no deberían conocer. El morlock conocido como Konstantin llevaba un uniforme de piloto de la segunda guerra mundial con modificaciones que blindaban su cuerpo y miraba fijamente al exterior a través de sus gafas de aviador. Detrás de él, podían verse dos cabezas intentando ver qué es lo que miraba con tanto interés, pues  ellos sólo veían roca siendo pulverizada. Esas dos cabezas pertenecían a dos miembros de un grupo de poder superior al que podía imaginar un morlock. Ambos eran dioses, ella era la diosa gato de la mitología egipcia, vestida con el uniforme de pícaro que había decidido usar, un mono verde con lineas y guantes blancos con capucha; él  iba vestido con uniforme de sanitario y era el dios de las buenas maneras adorado por aztecas, toltecas, iberos, extraterrestres educados, mayas, un club de caballeros inglés y a saber qué otra clase de cultivadores de los buenos modales. Detrás de ellos había tres mujeres sentadas y claramente nerviosas. Nunca habían participado en una operación de estas características y se preguntaban si volverían sanas y salvas, y en caso de hacerlo, si volverían con las manos vacías y un rotundo fracaso. Su objetivo, un laboratorio en el que se fabricaban horrores de todos los colores, sabores y formas.

Una hora antes. Las 09:45. Sala de reuniones de Alfa Strike en Las Tierras del Sueño

-Escuchad atentamente, porrrque me encarrrgaré de vuestrrrros objetivos -dijo Perun mientras Misha daba vueltas cerca de él (a partir de ahora, nos ahorraremos la pronunciación del dios eslavo para evitar desmayos en los lectores).

Frente al poderoso Perun estaban en pie Bastet, Pkaurodlos, Kate Ashford y dos clones de Welcome conocidas como Ártica y La Buhonera. El dios eslavo estaba frente a un mapa de las instalaciones de BioGen en Dunwich. El resto del equipo de Alfa Strike ya había recibido sus objetivos, y sólo faltaba por saber qué harían ellos.

-Mientras nosotros nos encargamos de nuestra parte -siguió explicando Perun -, vosotros entraréis al laboratorio a través de una ruta subterránea gracias a nuestros aliados morlocks. Os conducirá un piloto del equipo Exile, así que no os preocupéis por el tema de cómo llegar. Una vez en el laboratorio tenéis que llegar hasta el Sistema de Bloqueo de Incursiones Interdimensionales y destruirlo. Dicho sistema se encuentra en este lugar que os estoy señalando. Después de esto, tenéis que dar con el resto de clones, a los que hemos denominado amorosamente welclones, así como al sujeto original.

-¡Ey, un poco de respeto! -exclamó Kate -. Que ese "sujeto original" es mi nov... digo... amiga. Además ¿por qué no hemos llamado a la policía, al FBI, al ejército, a quien sea?

 Perun se le quedó mirando durante unos instantes en silencio.

-Los mortales sois muy ingenuos. Que las autoridades descubrieran la existencia de algo así podría incurrir en el caos, por no hablar de que no están capacitados para enfrentarse a lo que puede que haya allí dentro.

-¿Y nosotros sí? -preguntó ella.

-Puede que no te hayas dado cuenta, pero antes has interrumpido a un dios de las tormentas eslavo que podría aplastar a veinte hombres con un dedo. Hay en ti más valor y fuerza de lo que crees.

Misha se acercó a la joven y le dio un lametazo en la cara.
Perun fue a decir algo más, pero de repente, de algún sitio salió un gato que dio un salto y se le subió en el hombro.
-¿De dónde ha salido esta criatura peluda? -dijo el dios eslavo cogiendo al animal con las puntas de los dedos.
-Esa "criatura peluda" es uno de mis invitados -le respondió Bastet -. No creas que han olvidado lo que hicísteis en Ulthar hace un año, así que les he permitido acceder a nuestro cuartel para hacernos compañía.
El gato miró a Perun con ojos de depredador felino.
-No me gusta cómo me mira... y no creo que a Brontes le guste que estén por aquí, ni a Loki.
-Eso ya lo veremos -le dijo Bastet con una sonrisa que dejaba ver sus colmillos.

Ahora. En algún lugar por debajo de Dunwich

-Estamos llegando. Preparaos -dijo Konstantin.

Los ocupantes del vehículo sintieron cómo éste empezaba a ponerse en posición vertical y comenzaba a ascender hacia la superficie. Se ajustaron el cinturón y sintieron la aceleración del Incursor Subterráneo, que iba cogiendo más velocidad según se acercaba al exterior. Finalmente, el vehículo rompió el suelo y apareció en la superficie, soltando una nube de polvo y cascotes. Bastet asomó la cabeza por una escotilla y pudo ver a un grupo de mujeres intentando ocultar su desnudez. El Incursor Subterráneo había aparecido en unas duchas.

-¿No había otro lugar mejor para salir que los vestuarios femeninos? -preguntó la diosa egipcia.

-¿Bromeas? Siempre he querido hacer esto desde que vi Porky's -le respondió el morlock quitándose las gafas de aviador.

-Pero ahora sabrán que ya estamos aquí -replicó Bastet.

Konstantin sacó de debajo del panel de control del vehículo una gatlin tamaño morlock y se armó con ella.

-Como si no fueran a enterarse saliéramos donde saliéramos con el escándalo que arma el Incursor Subterráneo al salir a la superficie. ¡Vamos, la impaciente tiene hambre!

La diosa felina cayó con un grácil salto al exterior del vehículo, pero cuando sintió el agua de las duchas, empezó a dar saltos y a bufar por toda la sala.

-¿Pero qué le pasa? -preguntó Kate saliendo del vehículo y quedándose estupefacta ante las carreras descontroladas de Bastet.

-Estimada amiga, Bastet no deja de ser una gata, y como tal, no tiene especial aprecio por el agua -le respondió Pkaurodlos mientras se acercaba tranquilamente a las duchas y las iba cerrando una a una.

El resto del equipo bajó del vehículo y tomando posiciones por las duchas.

-¡¡Voy a matar a ese morlock!! -exclamó Bastet después de sacudirse el agua.

Antes de que la diosa egipcia pudiera lanzarse sobre Konstantin y darle su merecido, la puerta de las duchas se abrió y aparecieron unos guardias de Ómicron Scorpions armados hasta los dientes.

-¡¡¡Quietos todos!!! -exclamó uno de ellos.

Las dos welclones se miraron de reojo y sonrieron. Si aquellos cabrones querían hacer de ellas soldados, soldados era lo que iban a tener. Ártica abrió la boca todo lo que pudo y de su interior surgió una ráfaga de viento helado que alcanzó a los guardias y los congeló al instante. Una vez hecho esto, la Buhonera sacó de debajo de su abrigo dos ametralladoras y acribilló a los guardias, convirtiéndolos en cientos de pedazos de hielo que se dispersaron por todas partes.

-¡Vaya! Empiezo a pensar que ellas dos solas pueden hacer todo el trabajo -dijo Konstantin.

El equipo salió de las duchas y se encontraron en los vestuarios, donde ya no quedaba nadie, tan sólo estaban los casilleros, algunos de ellas todavía abiertos y con ropa desperdigada por los bancos de madera. Fueron avanzando lentamente hasta llegar a las puertas que los llevarían a los laboratorios propiamente dicho. Konstantin las abrió de una patada y fueron saliendo y tomando posiciones. Ahora se encontraban en un pasillo de paredes blancas y pulcras, bien iluminado. Bastet sacó de su uniforme un mapa del laboratorio que le había prestado Perun y lo estudió unos momentos.

-Debemos avanzar por la derecha -dijo -. El sistema de bloqueo no está muy lejos, pero podemos encontrar resistencia por el camino.

El grupo fue hacia la derecha, asomando con cuidado cada vez que llegaban a una esquina. Afortunadamente, en ninguna se encontraron a nadie, lo que según iban avanzando se iba volviendo más extraño. Finalmente, se encontraron en un cruce a varios guardias tendidos en el suelo inconscientes.

-Parece que alguien más está aquí enfrentándose a esta panda -dijo Konstantin.

-Antes de huir escuché algunos rumores de alguien de la población local que estaba dando problemas a BioGen -dijo Ártica.

-Un poco de ayuda no nos vendría mal -dijo Bastet.

Fueron siguiendo un reguero de cuerpos de guardias inconscientes hasta que vieron a uno caer derribado por algo que parecía un murciélago de metal de unos diez centímetros de largo. Antes de que pudieran hacer nada, del techo cayó algo oscuro que aterrizó cerca de ellos. Al alzarse, vieron que era un individuo con un disfraz (o algo así) de Batman.

-¿Quienes sois vosotros? -preguntó el extraño tipo. Parecía estar usando un distorsionador de voz.

-Somos un grupo de héroes que viene a desmantelar este laboratorio y a liberar a las personas que tienen secuestradas -le respondió Bastet.

El tipo vestido de Batman torció durante unos momentos la cabeza. Pareció sopesar que una mujer gato, una especie de serpiente emplumada, un tipo achaparrado vestido de militar, dos clones mal hechos y una mujer  aparentemente normal no eran nada que no se viera todos los días en Dunwich.

-Os ayudaré a acabar con esta maldad, me podéis llamar El Camarero Oscuro -dijo al fin.

Bastet le explicó cual era su objetivo y le mostró el mapa. A partir de entonces, fueron avanzando con mayor rapidez. El Camarero Oscuro iba derribando a los guardias que iban encontrándose, pero la resistencia parecía ser mínima.

-Esto es muy extraño -dijo Bastet - ¿Dónde está todo el mundo? ¿Por qué no estamos teniendo escaramuzas en cada esquina?

-A lo mejor están todos en la cama -le respondió el morlock.

No tardaron en alcanzar la sala donde estaba el sistema de bloqueo. Entraron allí y cerraron la puerta desde dentro.

-Bien ¿y ahora cómo anulamos el sistema? -preguntó Kate.

De repente, Konstantin y la Buhonera sacaron sus armas y acribillaron todo el equipo electrónico, los ordenadores y los aparatos de lucecitas que parpadean que hay en todo laboratorio maléfico.

-Ya está. Sistema anulado -dijo Konstantin.

En ese momento, las luces, que hasta el momento habían sido blancas, se convirtieron en un rojo peligro y una atronadora alarma comenzó a sonar por todas partes.

-Uy -dijo el morlock.

-¿Cómo que uy? -preguntó Kate.

-Por lo que veo en este cartel, no sólo hemos destrozado el sistema de bloqueo... también hemos abierto las celdas de todos los experimentos.

-Uy -dijo Kate palideciendo.

                                           ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡CONTINUARÁ!!!!!!!!!!!!!

miércoles, 17 de febrero de 2016

Weird Bio-Hazard (parte 1): Welcome is missing

Desde la formación de Alfa Strike, en respuesta al inicio de las hostilidades contra deidades y héroes culturales por parte de la corporación NWE, el conflicto entre ambas facciones había sido de bajo nivel. Esta guerra secreta tuvo sus mayores consecuencias en la destrucción en los Balcanes de las instalaciones y laboratorios de la empresa UAEC (United Aerospace Engineering Corporation). Esto, registrado como el incidente "The DOOM that came to Alfa Strike", provocó una lucha entre un equipo de asalto de los dioses y las fuerzas de un averno extraplanar atraídas por la negligencia de los científicos de la corporación. Sin embargo, tuvo que ser más cerca, en la región de Dunwich, en el valle superior del Miskatonic, donde se iniciara una escalada de agresión entre ambos lados. Registrado como "El Incidente Weird Bio-Hazard", también conocido como "El Largo Día de Furia", supuso un auténtico asedio y asalto, una batalla por el control de la comarca librada en torno a las instalaciones de BioGen. Durante varias semanas, se habían producido una serie de sucesos que servían como anuncio de lo que estaba por llegar. Pero, el desencadenante final se produjo en lo que se ha denominado la Hora Cero, el fatífico instante en que Harvey Z. Pickman leyó un email. Esta es la historia de lo que sucedió durante aquel día.
De los Archivos Alfa Strike
Loki Laufeyson

09:00h Despacho de Harvey Z. Pickman en La Llave y la Puerta, Arkham
Harvey accedió a la bandeja de entrada de su correo electrónico de forma rutinaria. Era algo que hacía a diario y no esperaba nada fuera de lo común. Al revisar los correos recibidos, encontró uno que le hizo sentir un escalofrío. Tenía un mensaje de Asenath Osborn. Hacia mucho que no sabía nada de esa mujer, y para él eso no era suficiente. Parecía que no iba a poder librarse nunca de ella. Lo suyo era una vieja historia envenenada que no le apetecía nada reabrir. Por un instante sopesó la posibilidad de borrar el mail y seguir como si no pasara nada. Sin embargo, su instinto le indicó que era mejor no pasarlo por alto. Con un leve temblor en la mano movió el ratón y detuvo el cursor sobre el asunto del mensaje: "He vuelto". Lacónico pero directo. Harvey inspiró profundamente e hizo click para abrir el correo. Una vez hecho esto, se dispuso a leerlo mientras asimilaba el hecho de que iba a tener de nuevo problemas con esa desquiciada mujer.

-"Hola Harvey, me alegra saber que todo te va bien, así disfrutaré más humillándote y destrozando tu vida como hiciste tú con la mía. Fuiste cruel al dejarme de aquella manera y, por fín, ha llegado la hora de mi venganza." Joder, esta mujer es de ideas fijas, que tipa más obsesiva. A ver que se le ha ocurrido ahora. "La última vez que nos vimos me superabas en poder y conocimientos, pero eso ha cambiado. Tengo el apoyo de la NWE y soy una sacerdotisa de Shub-Niggurath, con mi propio culto de científicos sectarios." Y yo soy un sacerdote de Yog-Sothoth, zorra desquiciada, no me he quedado quieto desde que nos separamos. "Desde los laboratorios de BioGen en Dunwich he conseguido el éxito donde fracasé en el pasado. Sí, he creado los clones, son estables, fértiles y funcionales. Ha costado mucho trabajo pero finalmente lo he conseguido." Por todos los horrores blasfemos, ¿está loca lo ha conseguido? Miedo me da saber cuanto le habrá costado y que habrá hecho durante el proceso. "No fue fácil, como imaginarás. Tuve que conseguir una fuente de la leche de la diosa oscura, pero dí con ella. Y, tras muchos fracasos, he conseguido depurar el proceso y obtener un ADN que aguante la mutación y produzca resultados. Algún componente de la genética humana y de los DCC impedía el éxito. Es curioso que el Sujeto Alfa, donante involuntario de material genético haya sido alguien que conoces. Ha sido placentero y divertido usar el ADN de tu novia." ¡¿Pero qué coño dice esta mujer?! Si hace años que no tengo pareja estable... un momento... "Sí, tu querida Evangeline Parker es mi Sujeto Alfa, y gracias a su material genético he logrado crear un total de 20 prototipos de clones híbridos humano - CCC. Sorprendente, ¿verdad?" Harvey lanzó un aullido de furia y odio. Pero el mensaje aún no había acabado. "Aún así, me sabe a poco darte sólo esa información. Verás, he invitado a tu chica a pasar una temporada en el laboratorio. Ya he conseguido clones viables, pero queda el tema de modificar un organismo plenamente desarrollado, entre otras cosas. Y ya que su ADN ha sido tan útil, he creído que lo mejor sería contar con ella como sujeto de experimentación."

Harvey no siguió leyendo. Ya había tenido suficiente. El grito que surgió de su garganta era algo infrahumano, emoción pura sin pasar por el filtro de la razón, rabia desatada, venganza y justicia ante la innombrable actuación de la que fue su novia hacía ya demasiado tiempo. Había llegado el momento de intervenir de forma categórica y hacer entrar en juego a Alfa Strike.

Logrando dominar la furia, Harvey cogió el móvil y realizó un total de 4 llamadas: a Welcome, para verificar que realmente había desaparecido (la joven siempre atendía de inmediato el teléfono si se trataba de Harvey y Kate, y si no podía responder, enviaba un aviso), a la propia Kate, citándola en el despacho e indicándole que tratará de localizar a Welcome y, en caso contrario, que pasará primero a buscar a Ouroboros en la habitación de la chica, a Él que Legisla tras el Umbral para que acudiera cuanto antes a su despacho, y, finalmente a Brontes para que diera una alerta a todo el equipo Alfa Strike para una reunión urgente.

09:20h
El despacho de Harvey estaba atestado: Kate, con la espada ouroboros enfundada colgando de su cintura, El que Legisla tras el Umbral con aspecto desconcertado, la enorme mole de Brontes, por suerte sin su armadura, y el astuto Loki acompañaban y miraban con expectación y preocupación al detective de los Pickman.

-La situación es grave, y esta vez la lucha entre Alfa Strike y la New World Enterprises nos afecta directamente -comenzó a decir Harvey-. Creo que ya sabéis, seguramente mejor que yo mismo, que la empresa BioGen, que tiene unas instalaciones en Dunwich, es una filial de NWE. La directora de ese lugar, Asenath Osborn, es una desquiciada fanática de la ciencia negra y loca que, por lo visto, se ha convertido en sacerdotisa de Shub-Niggurath. Esta mujer es mi exnovia de tiempos universitarios, y, obsesionada con vengarse de mí por dejarla en su momento, además, ha estado realizando experimentos de clonación e hibridación en Dunwich. Esto nos lleva a la razón por la que os he convocado de urgencia: Welcome ha desaparecido, ha sido secuestrada por Asenath Osborn, que seguramente la tiene retenida en BioGen y la quiere usar como conejillo de indias. Por lo que sé, esta mujer parece haber llevado adelante el proyecto por el cual la mandé a tomar viento y rompí con ella: hibridar humanos con criaturas del ciclo de Cthulhu.

Las reacciones no se hicieron esperar: sorpresa, incredulidad, dolor, furia. La aberración que se estaba llevando a cabo en Dunwich superaba con creces lo concebible en cuanto se estaba realizando con éxito. Además, el secuestro de Welcome lo convertía en algo personal para todos los presentes: su mejor amigo, su novia no oficial, su abogado y compañero de fiestas, su superior en Alfa Strike y artífice de su espada y su mejor amigo entre el profesorado (Seabury siempre ha sido demasiado pedante para la Evangeline, aunque le tiene aprecio). Por ello, había que compartir información y comenzar a planificar el rescate de la joven y poner fin a las actividades de BioGen en el valle superior del Miskatonic. Por ello, Harvey pidió a Loki que explicara cuanto sabía. El nórdico habló:

-Bueno, poco más hay que añadir a lo dicho por Harvey. Tenemos unas instalaciones cuyo fuerte no es la seguridad, al menos externamente. A menos que hayan incrementando de forma espectacular este aspecto durante la última semana, son bastante vulnerables a un ataque exterior. Creo que esto se debe a que no querían llamar la atención sobre ellos, por lo que las medidas más fuertes son las internas. Si atravesamos el perímetro, que no debería ser difícil, podemos encontrar mayores contratiempos en el interior. A través de mis fuentes he podido obtener los planos originales de los edificios, lo que nos permite conocer la distribución interna. Además, contamos con información de primera mano gracias a la reciente incursión que realizó N'kari en compañía de un equipo de comandos morlocks. Sin embargo, las medidas físicas de protección (muros gruesos, puertas de seguridad, alarmas, cámaras, alambradas), son nuestra última preocupación. Para empezar, he comprobado que tienen algún tipo de protección paranormal contra las incursiones mágicas. Se pueden invocar tormentas y hacer caer relámpagos, pero olvidate de teletransportes y demás medios de incursión mágica. Por otro lado está el ejército de mercenarios de Omicron Scorpions que están acuartelando allí. Y, además, tienen refuerzos por parte de los RNLO. Una Panzerdivision y un Einsatzgruppen están allí destacados. No va a ser fácil, porque desconocemos que otros proyectos secretos tiene guardados o si disponen de armamento no convencional. Por ello, creo que lo mejor es reunir al equipo Alfa Strike al completo.

Todos asintieron ante la explicación del Herrero Mentiroso. El siguiente paso era reunirse junto con el equipo Alfa Strike en las Tierras del Sueño. Allí les esperaban nuevas revelaciones. Pero antes de partir y de que Loki convocara a los demás dioses, Harvey se llevó aparte a Kate para hablar con ella. El detective miró a la chica a los ojos y sonrió para tratar de animarla antes de hablar:

-Ánimo Kate, rescataremos a Evangeline. Pero antes de partir, tengo que hablar contigo sobre Ouroboros. ¿Puedes prestarme la espada?

La joven asintió con una expresión de tristeza y furia en su rostro. Harvey cogió el arma y la desenvainó. Era una magnífica hoja negra, finamente afilada y con el dibujo de una serpiente mordiéndose la cola grabado a lo largo de la espada. Cuando Welcome la empuñaba, la sierpe relucía al salir el filo de su funda y pronunciar las palabras de activación. Sin embargo, en manos del detective no tenía ningún otro efecto.

-Para mí Ouroboros es sólo una espada mágica, sin ninguna otra capacidad especial -dijo Harvey mientras blandía el arma-. Es parte del hechizo que usó Loki al forjarla, está atada a Welcome y sólo ella puede extraer todo su potencial.

Kate asintió. No sabía a donde quería ir a parar su jefe.

-Tómala. Contigo imagino que será diferente -dijo Harvey mientras le pasaba la espada por la empuñadura.

Cuando la joven la aferró sintió el peso del metal y un cosquilleo en su mano. Por un segundo, la serpiente emitió un levísimo destello, como el de una luciernaga cubierta por un grueso paño oscuro. La espada había reaccionado a Kate. Harvey sonrió.

-La espada te acepta en parte. Parece que al estar enamoradas la una de la otra -la chica no pudo evitar sonrojarse- os une un lazo que el arma reconoce. Puede que con mucho entrenamiento logres dominarla casi al nivel de Welcome, aunque sin poder viajar en el tiempo. Pero no tenemos tiempo para eso. Por lo menos ya se que si reacciona favorablemente ante tí, tal vez puedas usarla en una situación de emergencia. Ahora vamos con los demás.

09:45h Sala de reuniones de Alfa Strike, hogar de Loki en las Tierras del Sueño
La sala estaba atestada. Estaba allí Loki, Harvey Pickman, Kate, El que Legisla tras el Umbral, todos los dioses de Alfa Strike (Bastet, Set, Thor, Odín, Zeus, Brontes, Ares, Raijin, Fujin, Perun y Misha, Pkaurodlos, N'kari y Summanus), el conductor e ingeniero morlock Konstantin como enlace con el Equipo Exile de la UTSM, y las dos welclones: Buhonera y Ártica, que demostraron ser tan infollables para Zeus como la original (el griego recibió una patada en la entrepierna y una dosis del aliento helado de Ártica en plena cara al tratar de llevárselas a la cama). La primera era un clon prácticamente idéntico a la Evangeline original, aunque era morena, poseía la capacidad de teletransportarse de un vagabundo dimensional, una melodiosa voz de contralto y un instinto comercial implacable. La segunda, por otro lado, era un híbrido de humano y gnoph-keh: tenía un pequeño cuerno negro en la parte superior de la cabeza, estaba cubierta por un pelaje blanco, más largo en la cabeza, a modo de melena, y poseía cuatro brazos, además, podía exhalar un aliento frío helador. La presencia de las welclones o clones de Welcome fue una sorpresa para aquellos que no estaban al tanto de su existencia, y requirió una serie de explicaciones que complementaban a las que ya dieron Harvey y Loki: Buhonera y Ártica formaban parte de los 20 clones prototipo que se habían creado completamente funcionales. Eran los primeros de su clase, y eran utilizados como sujetos de prueba por parte de los científicos de BioGen. Habían sido creados mediante una combinación de ingeniería genética y magia de las DCC (Deidades del Ciclo de Cthulhu), y acelerado su crecimiento para llegar hasta la edad adulta. No quisieron entrar mucho en detalles, pero lo que revelaron era de una monstruosidad inabarcable e incomprensible y revelaba los niveles de bajeza a la que eran capaces de llegar algunos seres humanos para conseguir sus objetivos. Por ello, debían ser detenidos. Tenían los medios, tenían la motivación, tenían la mayor colección de películas bélicas jamas vista (propiedad de Ares), era hora de preparar el plan de acción y lanzar un ataque contra BioGen. Comenzaba así la preparación de la guerra del Lárgo Día de Furia.

lunes, 15 de febrero de 2016

The Dunwich Problem: N'kari Attack

Camino a Weird Bio-hazard  (parte 4)

Hogar de Loki en las Tierras del Sueño
La situación en Dunwich se estaba volviendo cada vez más urgente y Loki no podía ignorarlo. Había estado hablando con Welcome y Shubbi y sabía que algo se estaba cociendo en el valle superior del Miskatonic. El Herrero Mentiroso había comenzado a presionar a sus fuentes para obtener más información, pero necesitaba a alguien en el terreno. Tendría que acudir a Alfa Strike y enviar a alguien que fuera sigiloso, discreto, y con capacidad de pasar desapercibido y reunir la información necesaria. Tendría que consultar la disponibilidad, para ver a quien podía enviar.

Un día más tarde, Valle superior del Miskatonic
La furgoneta avanzaba por la carretera de Aylesbury y acababa de girar por el desvío en dirección a  Dunwich al pasar Dean's Corner. Konstantin, el conductor morlock se ajustó las gafas oscuras para no deslumbrar sus ojos albinos por el sol. A su lado, N'kari contemplaba con interés la agreste y lujuriosa vegetación de la comarca.

-¿Por qué nosotros? -preguntó el morlock con un atisbo de curiosidad en su voz.

-No había nadie más disponible -respondió lacónica la diosa.

-¿Por eso hemos traído los refuerzos de la parte trasera?

-A veces la mejor forma de pasar desapercibido es actuar a plena vista. Los morlocks no vais a destacar demasiado entre la degenerada población local, un puñado de rednecks endogámicos y teratofílicos. Por mi parte, tengo ganas de agitar el avispero a ver que sale. Tengo un mal presentimiento, siento una perturbación en la pasión violenta, un ansia de venganza que desa ser satisfecha, y un sufrimiento que debe ser expurgado. Ambos de diferentes fuentes, pero con una intensidad sorprendente. Cuanto antes sepamos a que nos enfrentamos mejor nos podremos preparar.

Konstantin se encogió de hombros. El Equipo Exile de la Unión de Tribus Socialistas Morlocks (UTSM) había acabado aliándose con Alfa Strike durante Mad Arkham, ya que ambos tenían a los Reptilianos Nazis del Lado Oscuro como enemigos. Ya habían mantenido contacto con los dioses desde las primeras incursiones en este mundo, pero los acontecimientos tras la Nochevieja acabaron por cristalizar en un acuerdo permanente. Desde entonces, habían mantenido el contacto, pero era la primera misión conjunta que organizaban, y, si las cosas salían como preveían Loki y N'kari, no iban a tardar demasiado en tener un buen lio entre manos. Mientras tanto, Konstantin y un equipo de morlocks junto con un refuerzo especial habían sido asignados a N'kari para acompañarla a explorar aquella extraña región. La diosa de las tormentas y la pasión violenta había optado por vestir lo que se había convertido en sus ropas habituales para entrar en acción: uniforme militar de camuflaje, botas de campaña y chaleco de protección. En la parte de atrás de la furgoneta aguardaban una mochila Bergen cargada de munición y demás equipo de supervivencia y su escopeta de dos cañones de acero de dioses.

La furgoneta siguió avanzando a través de la serpenteante carretera, adentrándose en el valle hasta que llegaron a la desastrada aldea que hacía las funciones de núcleo de población. La única tienda estaba abierta en lo que era una vieja iglesia y parecía que los escasos habitantes que se podían ver en la calle eran extras de una película de zombis o de un remake raro de "La matanza de Texas" o similar. En cuanto el vehículo se detuvo, los lugareños se quedaron mirando con expresiones que mostraban diversos grados de interés. Al bajar primero Konstantin, ataviado con un mono de trabajo gris oscuro con la cremallera bajada y que desvelaba debajo una vulgar camiseta, no desentonó demasiado. A fin de cuentas un individuo albino, desgarbado, algo simiesco y con una abundante cabellera no destacaba demasiado, como ya había previsto N'kari. Pero cuando la diosa bajó de la furgoneta, las reacciones fueron muy diferentes. La ropa militar tan sólo podía optar por trata de disimular su voluptuosa figura y generosas proporciones, además de que nada podía hacer con la belleza de su rostro. Las expresiones de admiración y lujuria sustituyeron a las de curiosidad indiferente. Uno de los aldeanos, que parecía pertenecer a la rama no degenerada de alguna familia local, sacó un móvil y comenzó a buscar algo en él. Cuando encontró lo que quería, se acercó a la mujer con expresión de sorpresa. Blandiendo el teléfono como si fuera un escudo, le mostró lo que había en la pantalla: una foto de N'kari completamente desnuda, con su piel de ébano reluciente por el sudor y en una pose explicitamente sexual.

-¿E-eres tú, verdad? ¿La estrella porno?

La diosa, que ya contaba con algo así, sonrió tentadora.

-Por supuesto. Estoy encantada de encontrar a un fan en una zona tan remota. Seguro que puedes ayudarnos -la sonrisa de los carnosos labios de la diosa podría haber derretido el hielo. Por lo menos si que derritió a su interlocutor.

Mientras N'kari hablaba con aquel sujeto, Konstantin se dirigió a la parte de atrás de la furgoneta y abrió ambas puertas. De su interior surgieron cuatro incursores morlock ataviados con uniformes de camuflaje personalizados con brazales y hombreras de cuero tachonados, así como otros adornos y retales de ropa, cuero y metal y variopintas armas. Tras ellos, desde el fondo de la caja del vehículo, apareció una criatura flotante de forma esférica, gruesa piel roja, boca plagada de colmillos y un único ojo verde. Un cacodemonio. Tras el ataque de Alfa Strike a las instalaciones de la UAEC (United Aerospace Engineering Corporation) en algún lugar de los Balcanes, los morlocks habían buscado a estas criaturas y, finalmente, habían logrado reclutar a algunas para su causa. A fin de cuentas, también eran comunistas.

Un poco más tarde, cuando N'kari ya había acabado de hablar con aquel hombre, le indicó a los morlocks que se fueran preparando. Los incursores comenzaron sacar las mochilas con el equipo y, una vez acabaron con el proceso, la diosa entró en el vehículo con el pueblerino y cerró las puertas tras ella.

Media hora más tarde, cuando los amortiguadoresde la furgoneta ya habían demostrado su resistencia y los morlocks habían tenido tiempo de colectivizar una provisión de bebidas alcohólicas de la tienda local, la diosa salió del vehículo arreglandose la ropa. Tras ella, y bastante cansado y con cara de placer, el fan de N'kari se tambaleó fuera.

Una vez preparados, N'kari dio la orden a Konstantin y su grupo de partir. Aunque difícilmente podían ser tomados por excursionistas, salvo, tal vez, en la propia comarca de Dunwich, el equipo tomó una ruta que le conduciría hacia algunos de los pintorescos paisajes más admirables de la región. Pese a que su objetivo era otro muy diferente, no dudaron en tomar una ruta alternativa e indirecta. Ya llegaría el momento de entrar en acción. Mientras tanto, tenían que ir planificando sus futuros movimientos. Por el camino, N'kari les fue poniendo al día de lo que había averiguado: BioGen no era bien vista en Dunwich. Aunque cuando se instaló la empresa allí, los vecinos esperaban una mejora en la economía de la región que no se produjo al ritmo ni con el alcance que deseaban. Durante la construcción y, posteriormente como parte de la plantilla, se había contratado mano de obra local, pero siempre en puestos de trabajo de bajo rango, para cubrir puestos no especializados como peones, limpiadores y conserjes. También se pagaba a los vecinos para someterse a chequeos médicos y extracciones de sangre para estudiar la particular endogamia de la zona, así como por muestras vegetales y animales. A algunos se los había contratado como sujetos de pruebas para determinados protocolos de experimentación. Pero los científicos de BioGen y el personal de seguridad de Omicron Scorpions trataban a los nativos con un desdén poco disimulado, lo que no hacía por ganarse a la población de la zona. Pero, todo había empeorado desde que se había iniciado un año antes su proyecto más secreto e importante. Los vecinos no sabían de que se trataba, aunque había hecho que, en una zona determinada de las instalaciones, se incrementara de forma espectacular la seguridad. Aunque no estaban equipados para un ataque total en toda regla, pues para ello iban a necesitar a un contigente mayor, si que podían revolver el avispero, darles un buen susto y, de paso, hacerse una idea más clara de que estaba sucediendo allí. Gracias al fan de N'kari, la diosa se había hecho una idea de la distribución de los edificios, por lo que podrían lanzar un ataque relámpago que les cogiera con la guardia baja. Deberían entrar, golpear con fuerza para distraer a los defensores, obtener la información de inteligencia que necesitaran y salir. ¿Imposible? No para una decidida deidad y su equipo morlock.

-Creo que será mejor que os acompañe -dijo la Buhonera con su melodiosa y grave voz mientras salía desde detrás de un árbol -, conozco perfectamente las instalaciones de BioGen y os puedo hacer de guía.

El equipo, sorprendido por la inesperada aparición, se puso en guardia. N'kari, sosteniendo la escopeta de forma indolente pero dando a entender que no tendría problema en alzar los cañones y disparar, la interrogó:

-¿Eres la Buhonera? ¿Cómo has aparecido tan de repente?

-Sí, soy la Buhonera. Y si he aparecido así es porque esos cabrones de BioGen me dieron la capacidad de viaje de un vagabundo dimensional. Estuve allí prisionera y logré escapar. Allí hay más mujeres como yo, sometidas a los experimentos de la chiflada de la Doctora Osborn y su equipo de científicos locos. Mi intención es sacarlas a todas de allí.

N'kari la examinó detenidamente antes de responder. La Buhonera estaba completamente embozada, por lo que su figura no era fácilmente identificable, y su rostro permanecía oculto. Sin embargo, había algo en su porte que le resultaba familiar al observarla con detalle, y presentía una fuerte pasión dentro de esa mujer. No se lo pensó dos veces antes de reclutarla para la misión y, junto con ella, repasar el plan que había trazado. La Buhonera podía facilitar su ejecución al conocer bien las instalaciones.

Una hora más tarde, tras dar un rodeo que les permitiera acceder a BioGen por la parte trasera de sus instalaciones, la Buhonera les indicó con detalle que era cada cosa: el edificio de administración, la enorme nave de los laboratorios biológicos y los almacenes, así como el edificio donde se encontraba la central eléctrica de emergencia para prevenir posibles cortes de suministro energético. Repasaron juntos el plan una última vez y lo pusieron en práctica.

Los morlocks y la diosa se pusieron unas mascaras antigas y N'kari convocó una tormenta eléctrica localizada sobre las instalaciones de BioGen que castigó con un fuerte aparato eléctrico tanto la central de emergencia como las conducciones exteriores de energía, dejando las instalaciones sin fuente de potencia ninguna. Mientras tanto, uno de los morlocks, haciendo uso de un rifle de francotirador modificado, comenzó a disparar contra los agentes de vigilancia y demás personal que se pusiera a tiro, para sembrar el pánico y despejar una zona de tránsito. Por su parte, el cacodemonio, a base de disparar bolas de plasma, destrozó un trozo de enrejado, abriendo una vía de acceso al interior del recinto. Por el mismo, y a la carrera, con las armas preparadas, entraron N'kari, la Buhonera, Konstantin, tres morlocks y el cacodemonio. El cuarto morlock y el francotirador se quedarían en retaguardia cubriendo la retirada.

Al entrar en el primer edificio, no dudaron en abrir fuego a discreción contra cualquier agente de seguridad (mercenarios de Omicron Scorpions) que se cruzara en su camino, así como arrojar algunos botes de gas para cubrir su camino y, de paso, amedrentar al personal científico, administrativo y de mantenimiento. Con la Buhonera en cabeza, se adentraron por la nave de los laboratorios, haciendo alto en despachos que tomaban al asalto a base de patada en la puerta, donde se hacían con la documentación impresa, tarjetas de memoria y discos que pudieran contener información útil (lamentablemente, luego descubrieron que, con las prisas, habían sido poco selectos, y habían adquirido algunas cosas superfluas entre el material que les interesaba). A medida que avanzaban, sabían que el tiempo iba en su contra, por lo que se movían con urgencia. Finalmente, la Buhonera les guió hasta un laboratorio donde aguardaban unos científicos junto con una criatura humanoide visiblemente femenina (estaba desnuda) con cuatro brazos, un pequeño cuerno negro sobre la cabeza y cubierta de un espeso vello blanco que parecía ser más largo en la cabeza, a modo de melena. La Buhonera, furiosa ante lo que veía, se abalanzó sobre los científicos que parecían estar dispuestos a abusar sexualmente de la criatura peluda aprovechando la confusión del ataque. N'kari y los morlocks tuvieron que detener a la chica antes de que matará a golpes a aquellos dos sujetos. Rabiosa todavía, la Buhonera se aproximó al ser blanco y trató de reanimarlo, pero las drogas que le habían administrado lo habían dejado medio inconsciente. 

-¡Ártica! ¡Malditos cabrones! -gritó la Buhonera. 

Al comprobar que estaba bien, tan sólo drogada, pidió ayuda a la diosa y los morlocks para vestirá con un pijama de hospital que había tirado a un lado de la sala, diseñado para alguien con cuatro brazos. Una vez acabaron con esa labor, cargaron a la criatura sobre el cacodemonio y se prepararon para abrirse paso hacia la salida. Revisaron sus armas, y el ser rojo comenzó a cantar con voz profunda La Internacional. Ante este canto, los morlocks se crecieron y se convirtieron en una fuerza imparable, un juggernaut dirigido por N'kari. Forjaron su propio camino a sangre y fuego, lanzando botes de humo y disparando a todo aquel que intentara impedirles salir.

Cuando lograron alcanzar el exterior, N'kari invocó a los relámpagos para cubrirse hasta que lograron perderse entre la maleza y las colinas del valle superior del Miskatonic. Buscaron su camino hasta alcanzar la furgoneta. Una vez a bordo del vehículo, volvieron a Arkham sin perder más tiempo. Mientras tanto, N'kari se fijó más detalladamente en la criatura que la Buhonera había llamado Ártica. Se fijó en sus rasgos, la forma de su cuerpo y acabó por atar cabos. Sorprendida y desconcertada, exclamó:

-¡Konstantin! ¡Ya se que están haciendo y que es esta criatura!

Asustada, se lo dijo, la Buhonera asintió para confirmarlo y Konstantin casi perdió el control por unos momentos.

-¡Joder! ¡Estos tipos están locos! -dijo el sorprendido morlock. 

Por el camino de regreso a Arkham, N'kari pensaba en lo que estaba por venir. No podían permitirse esperar mucho más. Muy pronto debían actuar.

Especial Big Culo Day: La batalla que dio fin al siglo

Cuando Harvey Z. Pickman vio que le llamaban desde la Universidad Miskatonic, lo primero que pensó es que alguien la había liado. No es que pensara mal, pero es que la cantidad de veces que alguien de la dichosa universidad liberaba a algún ser preternatural, invocaba a algo de otra dimensión, o estaba a punto de provocar el fin de la vida en La Tierra, era demasiado grande. ¿Qué se podía esperar de una universidad en la que había un grupo secreto de "expertos en la caza de seres primigenios" que van por ahí tirando bombas? Y pensar que seguía siendo una universidad prestigiosa... debía ser porque la cantidad de científicos con dos dedos de frente era mayor que la de los chiflados, pero es que los segundos hacían mucho ruido.

Harvey suspiró al escuchar la voz de Seabury al otro lado de la línea telefónica. Pensó que si era él el que llamaba, no sucedería nada realmente grave. Lo que le dijo Seabury le hizo decidir inmediatamente que debía ir a la universidad cuanto antes. Puede que aquello no provocara un apocalipsis, pero ya tenían demasiado jaleo en Arkham de por sí como para que vinieran de fuera a liarla.

Afortunadamente para Harvey, y para todos los estudiantes que se alojaban en la residencia La Llave y La Puerta, la universidad no estaba lejos, así que podía ir caminando, eso sí, a paso ligero, no fuera que la cosa se saliera de madre antes de que le diera tiempo a llegar.

Pasó directamente de largo de las facultades de ciencias, ignoró a un idiota que se pensaba que aquella universidad era algo así como Hogwarts para adoradores de dioses innombrables, y llegó a su objetivo: la facultad de Antropología y Sociología. En la puerta le esperaba la figura de Seabury, fumando compulsivamente de la pipa y dando vueltas de aquí para allá.

-¿Se puede saber qué está pasando? ¿No puede haber un congreso en esta universidad que no termine en catástrofe?

-No ha terminado en catástrofe... todavía -le respondió Seabury.

-Vale, explícame exactamente qué ha pasado.

Seabury cerró la puerta tras de sí y fueron caminando por los pasillos. El profesor se guardó la pipa en el bolsillo de su chaqueta de pana mientras explicaba la situación.

-Verás, decidí hacer un pequeño simposio dedicado a la figura del dios hiperbóreo Tsathoggua. Para ello me comuniqué con varios grupos de adoradores del dios, todos ellos buena gente, normalmente lo único que hacen es atiborrarse a comer y echarse unas siestas en honor a Tsathoggua. Pues bien, la intención era que, entre todos, pudiéramos hablar sobre la figura de Tsathoggua desde los tiempos hiperbóreos hasta nuestros días, desde el punto de vista antropológico...

-¿Y qué ha pasado? ¿Lo han terminado invocando y se está comiendo a los participantes del simposio?

-No, no, eso al menos sería fácil de solucionar... peor, mucho peor. -le respondió Seabury.

-¿Los de la Fundación Wilmarth han boicoteado el simposio?

-No, parece que están muy ocupados intentando solucionar nosequé problema de unas arañas, tendrán alguna plaga o algo así.

-Bueno ¿entonces qué es eso tan terrible que necesita de mi ayuda? Si es porque el simposio ha terminado siendo un coñazo y necesitas que anime un poco el cotarro me pillas en mal momento, porque...

-No, no es eso. El problema radica en que el cartel que hicieron para el simposio indica que Tsathoggua es el dios con el culo más gordo...

-No me lo digas. Los adoradores del dios te quieren denunciar... para eso deberías haber llamado a El Que Legisla, que yo de leyes no estoy muy puesto.

Seabury se detuvo un momento mirando fijamente a su hermano.

-Si dejas que termine de explicarme, te podré decir qué ha pasado.

Harvey cerró la boca y se quedó mirando con los brazos cruzados.

-La cuestión es que el simposio comenzó con total normalidad, con la intervención de estudiantes y otros profesores... hasta que llegaron unos invitados inesperados. Desde Innsmouth ha venido un grupo de profundos que no están de acuerdo con que el culo de Tsathoggua sea el más gordo de entre todos los dioses y se han enfrascado en una discusión con los adoradores del dios sapo que está subiendo de tono cada vez más... Harvey, debemos detener esto antes de que se nos vaya de las manos.

Los dos Pickman siguieron caminando hasta la puerta de la sala de congresos. Seabury la abrió y Harvey se encontró con el espectáculo. Un grupo de estudiantes y profesores apartados en un lado, todos de pie, y en el centro de la sala dos grupos de individuos lanzándose gritos y agitando los brazos con fuerza. Harvey atravesó la puerta y entró en la sala de congresos, pudiendo escuchar lo que decían.

-¡Según las crónicas escritas por Klarkash-Ton, una de las características más destacadas de Tsathoggua es tener un culo enorme! ¡No he oído decir eso de ningún otro dios... De hecho, sólo lo he oído decir de Kim Kardashian! ¡Y como Kim Kardashian no es una diosa, está claro que el culo más gordo de todos los dioses, es el del dios sapo!

Todo esto salió de la boca de un individuo vestido con algo que parecía una especie de cruce entre túnica y esquijama. Harvey preguntó en voz baja a su hermano si eso era una batamanta, pero Seabury le explicó que era la ropa ceremonial de este grupo de adoradores de Tshathoggua.

-¡¿Sí?! ¡Pues si hubieses leído La Narración de Johansen habrías visto que describe a El Gran Cthulhu como una montaña que camina! ¡Una montaña! ¡¿Me estás diciendo que eso no es tener el culo más gordo de entre todos los dioses?!

La respuesta había salido de un profundo claramente enfadado, pues movía sus agallas compulsivamente.

Harvey fue caminando hacia ellos moviendo los brazos en gesto de calma.

-Tranquilidad, señores, tranquilidad -decía mientras se iba acercando -. Todos sabemos que los dioses que adoráis tienen el culo muy grande, pero es que estáis echando a perder un simposio muy bonito y, lo que es peor, estáis asustando a esos pobres estudiantes y profesores, que deben ser muy sensibles para asustarse de una tontería como esta estando en la universidad en la que están.

-¡Pero es que lo que está diciendo este cara de pez raya la blasfemia! -exclamó el tipo de la batamanta.

-¡¿Me has llamado cara de pez?! -gritó el profundo entre gorgojeos.

-Ya, ya... mira, no quiero ofenderte, pero tienes cara de pez, amigo -le dijo Harvey -. Digamos que no te está insultando, te está definiendo.

El profundo se quedó mirando a Harvey con una mirada que daba a entender violencia y dolor, mucho dolor.

-Bien. Como veo que no vais a poneros de acuerdo fácilmente, se me ha ocurrido una solución. Vais a tener una lucha dialéctica... ¡¡¡de gladiadores americanos!!!

Varios minutos después, en el gimnasio de la Universidad Miskatonic.

El grupo de adoradores de Tsthoggua y los profundos estaban subidos en el ring de boxeo del gimnasio, vestidos con las ropas de combate de los gladiadores américanos (vamos, unas mallas de cuerpo entero que eran como si no llevaran nada, llevaran nada, llevaran nadaaaaa). Se golpeaban con unos hisopos gigantes, y con cada golpe, se decían alguna frase ingeniosa.

-Luchas como un granjero -dijo el adorador principal de Tsathoggua golpeando al profundo principal.

-¡Qué apropiado! Tú luchas como una vaca -Fue la respuesta de éste.

Desde fuera del ring, los dos Pickman observaban la lamentable pelea.

-¡Esto es muy emocionante! -exclamó Harvey -Voy a llamar a este combate "la batalla que dio fin al siglo.

-Harvey, ese nombre ya está registrado. Entre eso y este combate, claramente inspirado en Monkey Island, vas a conseguir que nos caigan demandas de todas partes -le dijo Seabury.

-Te he dicho que para eso ya tenemos a El Que Legisla...

Lo que a Harvey le estaba pareciendo un entretenido combate, comenzó a eternizarse cuando pasaron tres horas y media y aquello no conducía a ninguna parte. Finalmente, el investigador privado de los Pickman se cansó de todo aquello.

-Me parece que ya sé cómo acabar con esto -le dijo a su hermano, que ya estaba bostezando.

Sacó el teléfono móvil de su bolsillo y marcó un número. Después de un par de tonos, alguien respondió al otro lado de la línea.

-¿Brontes? Sí... necesito que entres un momento a ElderGodBook... ¿Ya? Vale, haz lo que te voy a decir...

Varios minutos después, el combate seguía sin llegar a ninguna parte, pero sucedió algo que lo interrumpió repentinamente. Mientras el sectario de la batamanta golpeaba con si hisopo al profundo, se escuchó un sonido parecido al de un rayo partiendo la atmósfera. Los dos contendientes se detuvieron aturdidos y vieron cómo delante de ellos comenzaba a producirse una rotura del espacio-tiempo. Se fueron apartando poco a poco de la brecha que se estaba abriendo en el aire y vieron cómo  de allí empezaba a surgir algo de un color carne enfermiza. Cuando aquello salió de la brecha parecía un melocotón del tamaño de una pelota de baloncesto, pero inesperadamente comenzó a crecer. Según crecía, pudieron ver que lo que pensaron que era un melocotón gigante era otra cosa... bueno, o al menos parecía otra cosa... ¡¡¡tenía forma de culo!!! Aquella despreciable cosa parecía un culo fofo y enfermizo en el que se podían ver palpitantes venas que se movían en algún ritmo alienígena. El monstruoso pompis siguió creciendo hasta que los contendientes tuvieron que saltar del ring porque la cosa ya cubría todo él, de hecho estaba destrozando las cuerdas para poder seguir creciendo. Desde el suelo del gimnasio, vieron cómo el ring reventaba ante la presión del trasero, que seguía creciendo y en el que empezaban a aparecer unas cosas similares a granos, cosas que también comenzaron a crecer y a crecer hasta que se convirtieron en abominables tentáculos que golpeaban y destrozaban todo lo que tenían a su alcance. Los contendientes, así como los dos Pickman, intuyeron que después del ring, lo que iba a ser destruido era el propio gimnasio, por lo que corrieron al exterior del edificio, donde pudieron observar cómo éste explotaba en mil pedazos. Una vez destrozado el edificio, el trasero de más de nueve metros de diámetro seguía moviendo sus tentáculos en busca de objetivos que agarrar y destruir. Repentinamente, del interior de la blasfema bolsa de carne, surgió una poderosa voz que parecían mil voces gritando en agonía.

-¡¡¡CONTEMPLADME, OH, CRIATURAS. YO, ASS'BUTT-CUL, TENGO EL CULO MÁS GIGANTESCO DE ENTRE TODOS LOS DE LOS UNIVERSOS!!!

El sectario de la batamanta y el profundo se quedaron bocabadados mientras miraban a la innombrable entidad. Era evidente que un culo que podía crecer y crecer debía ser el más grande de entre todos los dioses, por lo que se arrodillaron ante él como el culo supremo de los universos. Ante esto, Ass'Butt-Cul desapareció con un estruendo como el de un trueno en una tormenta.

Tras este encuentro con un culo de más allá de los eones, los adoradores de Tsathoggua y los profundos firmaron la paz en su lucha por comprobar cual era el culo más grande de entre los dioses y marcharon de Miskatonic. Seabury, todavía aturdido por lo que había pasado se giró hacia Harvey.

-¡¿Se puede saber qué ha sido eso?!

-Oh, no te preocupes -le respondió Harvey con una sonrisa -. No he desatado ningún monstruo en este universo, o al menos ninguno que no estuviera ya suelto. La llamada que he hecho antes por teléfono a Brontes era para que se conectara a ElderGodBook y contactara con Nyarlathotep. El plan era que hablara con él para convencerle para que tomara la forma más parecida a un culo que tuviera y se personara aquí para acabar con el conflicto entre las dos sectas. La cuestión es que El Caos Reptante tiene un avatar que, hablando en plata, se invoca a pedazos, de hecho, en Las Tierras del Sueño tuvieron hace tiempo un lamentable problema con alguien que invocó allí a este avatar en la forma de su nariz, que estuvo a punto de destruirlo todo. Brontes y él decidieron que aquí vendría el trozo de ese avatar que viene a ser el lugar donde la espalda pierde su santo nombre. Cada pedazo del cuerpo de éste avatar tiene un nombre, y el pedazo que hemos conocido hoy es Ass'Butt-Cul. Y, bueno, con la ayuda de un dios de más allá de las esferas hemos conseguido que el conflicto no fuera a mayores.

-Pero... pero... ¡¡¡ha destrozado el edificio del gimnasio de la universidad!!! -exclamó Seabury.

-¡Eh! tú querías que terminara con el problema de los adoradores de Tsathoggua y los profundos antes de que se les fuera de las manos, no dijiste nada de que lo hiciera sin invocar a un terrible dios ni que no destruyera ningún edificio en el proceso...

Harvey se dio la vuelta y se despidió con la mano de Seabury, que se quedó mirando los restos de lo que había sido el gimnasio todavía con la boca abierta.

viernes, 12 de febrero de 2016

Ghost Catchers

Anna Pickman contempló con interés la enorme estructura del caserón. Se trataba de una antigua mansión, una plantación sureña de una familia arruinada que fue convertida en hospital para enfermos mentales y que se ganó una infausto fama bajo el nombre de Amadeus Assylum. Según se decía entre los círculos ocultistas, se trataba de uno de los edificios más encantados y aterradores que existían en Norteamérica. Bien, ella estaba allí para comprobarlo. Sí le dejaban hacer su trabajo,  claro está.

Había acudido allí para olvidarse durante unos días de Arkham, y sólo había tenido que ir a Luisiana para ello. Sin embargo, lo que no era de su agrado era la compañía. Había decidido aceptar la insistente invitación de los productores de "Ghost Catchers", una serie documental de un equipo de investigadores de lo sobrenatural especializados en fantasmas. En cada capítulo del programa invitaban a un experto en el tema y acudían a investigar un lugar encantado. Anna veía el programa para reírse, ya que lo encontraba sumamente ridículo y lleno de tonterías, una fantasía para crédulos. Varios lugares que salían en la serie los había explorado en persona, por lo que sabía de sobra que no tenían fantasmas. Y le hacía gracia el espectáculo que organizaban los del programa en aquellos lugares. Por ello, tuvieron que tentarla con una visita a Amadeus Assylum para que, finalmente, aceptara participar en un programa.

Anna se había limitado a posar para las tomas de introducción del programa, responder a las preguntas que se le hacían y cortar de forma tajante cualquier intento de flirteo por parte del personal de Ghost Catchers. Había ayudado a instalar el equipo técnico con una mezcla de interés profesional y divertida curiosidad. Cámaras de vídeo y fotográficas conectadas a sensores de movimiento, termómetros, barómetros, micrófonos de diversos grados de sensibilidad, focos y ordenadores que controlaban y monitorizaban todo el montaje eran el grueso de los componentes que traían consigo los del documental. Anna, por su parte, llevaba un equipaje más discreto: su ordenador portátil, un cuaderno y bolígrafo para tomar notas, linterna con pilas, velas y cerillas y tres peculiares objetos: unas gafas de sol de cristales tornasolados, una botella llena de un polvo grisáceo y unos guantes de cuero con un extraño símbolo, que parecía un cruce entre un carácter chino y un arabesco. Cuando le preguntaron, Anna sólo dijo que eran pertenencias personales. Los miembros del equipo simplemente acabaron por aceptarlo como una rareza de esa peculiar mujer.

El primer día que pasaron allí fue sumamente tranquilo. Instalaron todo el equipo y los sensores sin detectar ninguna anomalía ni problema. Anna colaboró con ellos, siempre con sus extrañas gafas tornasoladas puestas, aunque a veces se quedaba mirando al vacío con expresión preocupada, como si pudiera ver algo invisible a los demás.

Mientras tanto, a medida que las cámaras se iban instalando y conectando, de manera que todo lo que pasara en aquel caserón abandonado, John Anderson, presentador y director del programa, iba haciendo comentarios sobre el desarrollo del día, siempre con un fuerte carácter sensacionalista. De vez en cuando, al hacer alguna afirmación particularmente ridícula, Anna tenía que reprimir la risa. Hasta el incidente de la cámara de fotos.

Una vez todo el equipo instalando y funcionando, Anderson recorría el siniestro lugar seguido por Anna, un miembro del programa que iba haciendo fotos para documentar todo el lugar. Tal y como narraba Anderson, además del interés documental, los fantasmas podían aparecer retratados en las fotos. Pero eso no podían saberlo hasta que no las revelaran. De vez en cuando, a Anna se le mudaba el rostro como si viera algo terrible. A medida que avanzaban por los pasillos y salas, cada vez la médium se ponía cada vez más tensa, hasta que, de improviso, la cámara de fotos salió volando violentamente y se estrelló contra una pared.

Anna gruñó por lo bajo mientras observaba al vacío con expresión de furia. Sin pensárselo dos veces, sacó uno de los frascos de polvo, lo abrió y arrojó al vacío un poco del mismo. De inmediato, una figura fantasmal se volvió visible cubierta del polvo grisáceo. La médium se puso los extraños guantes y se abalanzó sobre la forma espectral a la que dio tres tipos de palizas diferentes ante la atónita mirada de los miembros del programa. Cuando la aparición acabó por esfumarse tras la soberana somanta de palos recibida, Anna les dio las oportunas explicaciones:

-Polvo de Ibn Ghazi para hacer visible lo invisible, gafas prismáticas adaptadas para el plano etéreo y unos guantes encantados para poder afectar a seres inmunes a armas convencionales. Pequeños trucos del especialista en tratar con lo sobrenatural de verdad y sin el sensacionalismo barato.

Tras recuperarse de la impresión, Anderson comenzó a pedirle más explicaciones a Ana y a divagar sobre las posibilidades que tenían esos artefactos para sus programa y para subir la audiencia. Mientras daba vueltas al tema, Anna se giró, ignorándolo, para pelearse con un nuevo fantasma que había aparecido. Mientras, Anderson, al percatarse de lo que sucedía, ordenó al cámara que siguiera a la mujer y no dejara de grabar. 

Anna, ignorando a sus molestos seguidores, comenzó a recorrer la mansión enfrentándose a fantasmas sin parar, demostrando porque era la mujer más temida en Arkham. Según avanzaba por los pasillos y habitaciones, iba limpiando la casa de espectros a golpes. Pero sus movimientos parecían indicar que estaba buscando algo, como si se moviera con un objetivo concreto. A medida que recorría aquel caserón, Anna sentía que las cosas no estaban funcionando como deberían. Aquellos lugares encantados, aunque la mayoría fueran meros fraudes y cuentos de viejas, seguían algún tipo de reglas. Debía existir alguna razón por la que acabaron plagados de fantasmas. En este caso, la historia del caserón malvendido para convertirse en manicomio y fuente de horror, desesperación y locura para que los pacientes que murieran acabaran con sus almas atormentadas allí atrapadas sonaba demasiado manido. Sin embargo, Anderson y los suyos parecían encantados y no hacían más que incordiar a la medium, que trataba de encontrar donde estaba el truco. Mientras, la voz se había corrido rápido entre los espectros residentes y trataban de evitar a aquella mujer por todos los medios.

Finalmente llegó a lo que fue el despacho del director. La ruina y el abandono allí no eran diferentes con respecto al resto del edificio. Una vez allí, los del programa comenzaron a curiosear por todos lados y grabarlo todo mientras Anna se limitó a permanecer de pie tratando de encontrar el detalle que no cuadrara, la pista que le indicara el camino a seguir. Tras un minuto de atenta observación, encaminó sus pasos hacia una pared completamente cubierta por una libreria llena de libros mohosos y cubiertos de telarañas. Comenzó a examinarlos, leyendo los títulos. Tal y como esperaba, era la típica colección de libros de ocultismo que un Brian Danforth cualquiera incluiría en cualquier relato de terror en el que fuera necesario (o no) una parrafada con títulos de libros prohibidos y de ocultismo.

-¡Basta ya! -exclamó Anna.

Molesta, estaba harta de tener a aquellos moscones revoloteando a su alrededor, enfrentarse a fantasmas y moverse por aquel caserón que parecía un escenario de película de terror de casa encantada. Anderson y los suyos la miraron sorprendidos, sin comprender que estaba sucediendo. Por su parte, Anna, ignorándolos, siguió hablando en voz alta:

-¡Sal de una vez o vamos a tener más que palabras! ¡Ya me has traído hasta aquí, así que podemos dejarnos de juegos!

Los del programa seguían confusos, no podían entender a que se refería la medium. Pero su sorpresa y desconcierto fueron mayúsculos cuando comenzaron a escucharse unos tambores que parecían surgir del exterior de la casa y, por la puerta, entro un negro alto y de espaldas anchas, con la cara pintada de blanco como si fuera una calavera, con una chistera sobre la cabeza y ataviado con el sobrio traje negro de un enterrador, aunque sin camisa ninguna, mostrando su fornido torso. Mientras que Anderson y los suyos quedaron estupefactos, Anna no se inmutó, por el contrario, saludó al recién llegado con tranquilidad:

-Bueno, ya era hora de que aparecieras. Debes ser el Barón Samedí, una de las Máscaras de Nyarlathotep.

El negro sonrió antes de responder:

-Hola a tí también Anna, es un placer verte de nuevo, aunque creo que este es tu primer encuentro conmigo bajo esta forma. ¿Qué te parece el escenario que he creado para tí?

Anna enarcó una ceja.

-¿Esto? El ambiente está bien y los fantasmas son interesantes aunque no particularmente desafiantes. Aunque claro, he venido preparada. Sin embargo... si me permites ser sincera, creo que te has quedado corto con el trasfondo de este lugar. Es decir... ¿una mansión que se convierte en manicomio y acaba cerrada por que se infesta de fantasmas de pacientes muertos? Tendrás que reconocer que es demasiado manido.

El Barón Samedí hizo una mueca de desagrado antes de responder:

-Tienes razón, supongo que no siempre ando inspirado. En fin, lamentablemente, el cine de terror de fantasmas y fenómenos paranormales más reciente no ha ayudado mucho. Pero ha servido para atraer a estos aspirantes a "divulgador" sensacionalista.

-Cierto, pero si no te importa, aquí no pinto nada más, ¿nos vamos a la ciudad a tomar algo y disfrutar de estas merecidas vacaciones que me he tomado de Arkham?

-¿Y por qué no? Vamos alla. Por cierto, ¿qué hacemos con estos tipos?

-Dejalos, creo que han tenido la experiencia más impactante de su vida como cazadores de fantasmas.

Nyarlathotep sonrió, pasó un brazo por los hombres de Anna, y ambos se fueron tranquilamente como dos buenos amigos que se reencontraran tras un tiempo de separación. Por su parte Anderson y los suyos no acababan de comprender lo que había pasado. Eso sí, lo tenían todo grabado. Iba a ser el mejor programa de la temporada y de la historia de la televisión. Hasta que les dió por revisar el material y descubrieron que todas las fotos, videos y grabaciones de audio habían sido borradas... Puede que no siempre estuviera inspirado, pero siempre sabía dejar su particular sello.

viernes, 5 de febrero de 2016

Araknekfobia

Cuando el becario de La Fundación Wilmarth vio pasar aquella extraña criatura por delante de él en dirección a la residencia estudiantil La Llave y La Puerta, no pudo evitar sentir un escalofrío recorriendo su espalda. Cualquiera con poca vista podría pensar que sólo era un ciudadano friolero que llevaba la gabardina tapando todo su cuerpo, con bufanda, sombrero y guantes incluidos, pero él presentía que no era una persona normal. El ancho de su cuerpo, los bultos anormales en su voluminosa figura, las piernas tan largas y delgadas. Aquello no era una persona normal, era una criatura sobrenatural, y su deber como miembro de La Fundación Wilmarth era combatirlo. 
Le siguió intentando ser lo más discreto posible y le vio traspasar las puertas de la residencia. Una vez allí, el ser se fue desprendiendo de las ropas que lo cubrían, y lo que vio habría enloquecido a una persona más sensible. Aquel ser parecía una araña de desmesurado tamaño, que iba liberando sus enfermizos apéndices de la ropa que la habían ocultado. Cuando posó sus cuatro pares de patas en el suelo, pudo ver cómo le recorrían el cuerpo un par de arañitas de menor tamaño, que de vez en cuando se encontraban y ¿jugaban a palmas palmitas? ¿Qué clase de horror innombrable era aquél?

El becario torció el gesto asqueado ante la visión de aquellos monstruos. Recordaba sus primeros días en la fundación, cuando penetró en aquel edificio en una misión y se encontró con aquella blasfema araña de tres metros que le echó a patadas con una fregona. Estos nuevos monstruos debían ser compañeros de aquel siniestro arácnido. Debían estar planeando algo. Quizás una invasión a la ciudad. Debía avisar a sus compañeros y detenerlos antes de que fuera demasiado tarde.

El becario salió corriendo en dirección a la Universidad Miskatonic como si el fin del mundo le siguiera de cerca.


Summanus saludó dibujando una sonrisa en su cara. Levantó la mano derecha y con ella invitó  al arácnido ser al interior de la residencia.

-Sea bienvenida a La Llave y La Puerta. Deduzco que usted debe ser uno de los familiares de Araknek. Yo soy Summanus, administrador de la residencia y seré quien le lleve hasta la presencia de nuestra jefa del servicio de limpieza y mantenimiento  ¿con quien tengo el placer de hablar?

-Soy A'Tioksa, prima hermana de Araknek. Estos dos pillines que corretean por mi espalda son los pequeños  Tak y Tek -dijo la inmensa araña moviendo las patas delanteras.

La araña fue siguiendo a Summanus, que fue conduciendo a la criatura por los interiores de la residencia.

-Araknek no me ha informado cuantos familiares vendrán hoy a visitarla ¿podría usted solucionar ese problema? Me gustaría saber cuantas habitaciones tengo que preparar.

-Venimos la madre de Araknek, las dos hermanas de esta y yo, su prima. Los machos de nuestra raza suelen servir de primer plato en la cena post-coito, por lo que la mayoría de los miembros varones de la familia ya han sido devorados. Por otro lado, también invitamos al padre de Araknek, el gran e incognoscible Atlach-Nacha, pero parece que está muy ocupado porque otro idiota estaba siguiendo unas geases y le ha destrozado toda la tela. Eso sí, manda saludos.

Summanus asintió con la cabeza.

-Entonces serán cuatro habitaciones, pues supongo que sus dos retoños dormirán con usted.

-Así es. Estos pillines son demasiado traviesos para que les deje una habitación para ellos.

Para demostrar esta última aformación, la pareja de arañas saltaron de la espalda de A'Tioksa y se subieron a una lámpara, que empezó a zarandearse ante el peso de las dos criaturas.

-¡Eh! ¡Bajad de ahí!- dijo A'Tioksa -No quiero que arméis ningún lío en el trabajo de la tía Araknek.

Las arañitas bajaron las patas desanimadas y saltaron a la espalda de su madre.

-¿Ve? No los puedo dejar solos.

Cuando llegaron a los dominios de Araknek, Summanus torció el gesto.

-¿Dónde se ha metido esta? -se preguntó en voz alta -Espere un segundo, que le llamo.

El dinosauroide sacó el teléfono móvil del bolsillo de su americana y mandó un mensaje de whatsapp a la arácnida jefa de mantenimiento. La respuesta no tardó en llegar.

-Lo siento, pero parece que está comprando material de limpieza. Anoche, Robert Pickman, uno de los jefes, tiró todos los productos de limpieza por el desagüe porque pensaba que con ellos estaban alterando las ondas alfa de su cerebro, y también tiró todas las fregonas porque pensaba que con ellas estaban espiando todos sus movimientos unos malvados limpiadores illuminati. No pregunte, cosas de esta familia...

-¿Pero tardará mucho? el resto de la familia está al caer...

-No se preocupe. Cuando lleguen pónganse cómodas, que en breve Araknek estará aquí. No debería tardar mucho, la tienda está muy cerca. Sígame a recepción, allí esperaremos a las demás.

Summanus fue deshaciendo el camino junto a la gigantesca araña mientras en su cabeza no hacía más que rezar a todos los dioses habidos y por haber que no la liara nadie. Después de haber arreglado todos los problemas que habían tenido con las distintas razas de seres inteligentes que habitaban el planeta, sólo les faltaba enemistarse con las arañas de Leng.


En la Universidad Miskatonic, un escuadrón de la Fundación Wilmarth estaba preparando el armamento. Se habían equipado con blindaje hecho de porexpan, pues normalmente no estaban acostumbrados a acercarse demasiado a las criaturas a las que se enfrentaban, ellos normalmente eran más de tirar bombas y salir corriendo cuando estaban muy cerca del verdadero peligro al más puro estilo del miembro fundador.

-Bien, señores -dijo el líder del equipo -, nuestros informadores nos han dicho que hay cuatro de esas criaturas arácnidas en la ciudad. Las cuatro se encuentran en la residencia estudiantil La Llave y La Puerta, y sólo los dioses saben qué malvados planes están planeando.

-¿Planes planeando? ¿Eso no es redundante? -le interrumpió un nervioso miembro del equipo.

-¡No te parecerá redundante cuando tengamos a una de esas criaturas intentando clavarnos sus sucios colmillos! Debemos eliminarlas cuanto antes... el problema es que nuestros superiores nos han prohibido el uso de explosivos dentro de la ciudad debido a lo que sucedió en nochevieja, así que tendremos que llevar a cabo métodos más creativos para librarnos de los monstruos. Uno de ellos lo ha creado nuestro compañero McGilligan.

El tal McGilligan se adelantó al resto. Llevaba algo que parecía una de esas mochilas que utilizan para fumigar.

-Como son seres arácnidos, hemos llegado a la conclusión de que son criaturas del ciclo de Cthulhu de tierra. Y como sabéis gracias al manual de la fundación que vendemos en cómodos fascículos (con el número uno, un fragmento de Símbolo Arcano), las criaturas terrestres son alérgicas al agua, por lo que esto debería ser un arma destructiva para ellos. El tanque que tengo a la espalda está lleno de agua, y este surtidor hará los efectos de un lanzallamas para esos malvados seres.

El resto del grupo aplaudieron enfervorecidos la explicación de McGilligan. El líder del equipo volvió a llamar la atención y continuó con su explicación.

-Bueno, debemos ser lo más discretos posibles, así que, como son cuatro seres, cuatro de nosotros iremos a la residencia y cada uno de nosotros se encargará de una de las criaturas. El becario esperará fuera monitorizando desde un portátil la operación ¿de acuerdo?

-¡De acuerdo! -dijeron todos.

-¡Pues vamos allá! Que se preparen esos siniestros monstruos... no saben a lo que se enfrentan.


De nuevo, en La Llave y La Puerta, A'Tioksa estaba peleándose con la máquina de snacks que había en el pasillo del segundo piso de la residencia. Había metido un billete de dólar, pero la dichosa máquina no quería aceptarlo y no hacía más que devolverlo. Estaba ya a punto de clavar sus patas delanteras y arrancar el cristal protector, pero no quería dejar en mal lugar a su prima Araknek en su lugar de trabajo.

Mientras la pobre A'Tioksa se enfrentaba a uno de los mayores enemigos del hambriento con poco dinero, Tak y Tek, sus pequeñas crías (bueno, pequeñas para los estándares de una araña de Leng, si alguien se encontrara en su cuarto con un bicho del tamaño de Tak y Tek, saldría disparado por la escalera de incendios) deambulaban por el pasillo maquinando alguna trastada. Mientras se preguntaban cómo podrían sacar el extintor de dentro de la caja que lo guardaba, se encontraron con un individuo extraño que se acercaba a ellos lentamente, dando pasitos con la punta de los pies. Llevaba uniforme de campaña y encima de éste se había puesto un montón de corchopán. Las dos arañas rieron ante las pintas del humano, habían visto a gente extravagante para lo normal en los mamíferos pelados aquellos, pero ese tipo era demasiado cómico. Tak y Tek se miraron de reojo y nos les hizo falta hablar para saber lo que estaba pensando el otra. Miraron fijamente al extraño individuo y, con un grácil movimiento, se lanzaron sobre él.

-¡¡¡No!!! ¡Quitaos de encima, criaturas del averno! -se puso a gritar el individuo.

A'Tioksa dio un respingo y se giró a ver qué era ese escándalo y se encontró con sus dos retoños dando saltos sobre un individuo disfrazado con algún cosplay ridículo. El pobre humano no hacía más que revolverse y dar saltos, y se iba acercando peligrosamente a la ventana que daba a la calle.

-¡Tak, Tek! ¡Bajad de encima de ese señor o esta noche no cenáis! -exclamó su madre con evidente enfado.

Las dos arañitas se lanzaron al suelo, pero el impulso hizo que el individuo resbalara y cayera por la ventana. A'Tioksa escuchó el sonido del tremendo golpe que se dio al caer a la calle. Se asomó por la ventana y se encontró al cosplayer despatarrado en la acera.

-¡Lo siento, señor! ¡Es que son muy traviesos!

Al ver que no el tipo no respondía, se dio la vuelta y volvió a la máquina de vending, a ver si esta vez conseguía que le diera la dichosa chocolatina.

En otro lugar de la residencia, Kit-cachs, la madre de Araknek se encontró, al salir de su habitación, cara a cara con un individuo vestido con ropas militares y una armadura de polexpan, llevaba algo parecido a un equipo de fumigación.

-¡Alto ahí, monstruo! Yo, McGilligan, acabaré con tu maligna presencia en este planeta.

El tal McGilligan empezó a rociar a Kit-cachs con agua del equipo de fumigación. Estaba fresquita, pero no sabía por qué diantres estaba haciendo eso. Se le quedó mirando extrañada hasta que se le acabó el agua.

-¡Oh, no! ¡No le hace efecto! Pero si no le hace efecto el agua, quiere decir que no es una criatura de tierra... ¿será una criatura de agua? ¿O quizás de fuego?

Kit-cachs torció el gesto en su rostro alienígena.

-¿Pero qué estás diciendo? ¿Por qué dices en voz alta lo que estás pensando? ¿Y cómo que una criatura de tierra, agua o fuego? Qué te crees que soy? ¿Un pokemon?

McGilligan, con una expresión de profundo terror, empezó a buscar frenéticamente por sus bolsillos y, finalmente, sacó un trozo de piedra en el que alguien había dibujado una estrella con un ojo (o algo parecido) en el centro. Se lo plantó a Kit-cachs delante de la cara y no hacía más que zarandearlo como si quisiera que lo viera mejor.

-Sí... sí... ya lo veo ¿qué quieres? ¿Que te felicite por haber dibujado eso en un trozo de piedra?

-¡¡¡El símbolo arcano tampoco le afecta!!! ¡¡¡Estamos acabados!!! ¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!!!

McGilligan salió corriendo hacia las escaleras, pero tropezó torpemente y cayó cuan largo era hasta la planta baja, donde quedó inconsciente.

-¡Qué gente más rara hay en esta ciudad! No sé por qué a mi hija le gusta vivir aquí...

Subiendo las escaleras que llevaban al sótano, Tikik'Cha, tía de Araknek, se iba preguntando por qué su familiar disfrutaba de su trabajo en ese edificio. Las arañas como ella vivían en lugares abiertos. Quizás lo había sacado de la familia por parte de padre, ya que Atlach-Nacha vivía en las profundidades de un sistema de cuevas debajo de una gran montaña. Siguiendo esta línea de pensamientos, se cruzó con un hombre que parecía ir disfrazado de soldado cutre. Debía ser algún pobre que no tenía dinero para hacerse con un disfraz más sotisficado.

-¡Tú, monstruo innombrable! Puede que el agua no os haga efecto, pero seguro que no puedes alcanzarme... ¡Vamos! ¿O es que tienes miedo?

Tikik'Cha se quedó mirando perpleja al hombre. No conocía mucho las costumbres humanas del mundo de la vigilia, así que no sabía qué pretendía exactamente ¿era algún tipo de juego? Supuso que sí, así que fue siguiendo al hombre disfrazado por las escaleras hasta llegar al pasillo que daba al sótano. Allí, el hombre salió corriendo. Ahora lo entendía, quería jugar al pilla-pilla. Tikik'Cha salió corriendo detrás del hombre, intentando no ir demasiado deprisa, para no acabar el juego demasiado pronto, hasta que se encontró con algo extraño. Parecía una de esas trampas que se usaban para cazar ratones, pero era de tamaño gigante. El humano pasó a través de ella y se quedó mirando a Tikik'Cha.

-¡Vamos! ¡Ven a por mi! ¡¡¡Vamos!!!

Tikik'Cha no entendía nada. Así no se jugaba al pilla-pilla en La Tierra de los Sueños. Debería haber ido a aquel curso de Cultura Humana del Mundo de la Vigilia del que le habló su madre en su momento.

El hombre disfrazado empezó a ponerse morado ¿estaba enfadado o tenía un apretón? Se acercó a la trampa y empezó a dar saltos encima de ella.

-¡Aquí, criatura estúpida! ¡Tienes que ponerte aquí encim...!

No pudo terminar la frase, porque al saltar sobre el artefacto, activó la trampa y esta le cayó encima atrapándolo inexorablemente. Allí se quedó moviendo espasmódicamente los brazos y farfullando algo.

-Mira, no entiendo nada, y estoy esperando a mi sobrina, así que te dejo aquí con tus juegos raros.

Y así, Tikik'Cha fue hacia recepción, con suerte Araknek llegaría en breve.

La madre de A'Tioksa, tía de Araknek, estaba en recepción y había oído todo el escándalo que había organizado su hermana Tikik'Cha. Cuando la vio salir de la zona del sótano, se dirigió hacia ella, pero fue interceptada por un hombre vestido de militar y con una espada en sus manos.

-¡Alto! Con esta espada bendecida por los dioses benevolentes acabaré con tu maldad, ser del mal.

-Oiga ¿pero qué dice? Yo soy una honrada araña de Leng, pago mis impuestos y no hago daño a nadie... bueno, excepto a mis presas, pero de algo tengo que comer. Además, ¿acabaré con tu maldad, ser del mal? Eres un poco redundante ¿no?

-¿Redundante? ¡Te voy a dar redundancia! ¡¡¡Aaaah!!!

El loco, porque claramente era una persona impedida mentalmente,  se lanzó corriendo hacia la tía de Araknek, pero en su carrera se tropezó él solo y cayó dando varias volteretas, se golpeó con una mesilla en la que había un jarrón y este le cayó en la cabeza, dejándolo fuera de juego.

En ese momento, Tikik'Cha se acercó a ella.

-¿Es que hay alguna convención de idiotas en esta ciudad o qué? -le preguntó a la madre de A'Tioksa.


En el exterior del edificio, el becario había visto a través del portátil cómo todo el equipo de agentes de la Fundación Wilmarth había sido despachado por aquel grupo de criaturas que, claramente, eran más inteligentes de lo que habían esperado. Sólo quedaba él, tenía que hacer algo antes de que las criaturas llevaran a cabo su malvado plan y destruyeran (otra vez) la ciudad.

-¡Hombre, hola! -dijo una voz detrás de él.

El becario se giró para mirar a quien le hablaba y el corazón estuvo a punto de salirle disparado de la boca y coger unas vacaciones al lugar más lejano de allí. Lo que le estaba hablando era aquel mefítico ser arácnido que le había derrotado la primera vez que luchó contra un CCC, le tenía desarmado y totalmente solo.

-¡¡¡¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAH!!!!!!

El becario salió corriendo, dejándose el portátil allí tirado, haciendo honor al nombre de la fundación que le había acogido, y  no paró hasta que llegó a la Universidad Miskatonic. Corrió y corrió por toda la ciudad como si fuera perseguido por los más terribles monstruos surgidos del más siniestro de los inframundos.

Y allí se quedó mirando Araknek, extrañada. Se giró y entró por la puerta de la residencia. Allí le esperaban sus familiares. Vio a sus tías, prima y madre en salón recibidor de La Llave y La Puerta, y les saludó con su quitinosa mano.

-Hola ¿os han tratado bien?

Las arañas de Leng se miraron las unas a las otras.

-Hemos tenido un recibimiento la mar de curioso -dijo Tikik'Cha.

-Bueno, típico de Arkham... y ahora, vayamos a cenar.

Las arañas de Leng seguieron a Araknek a la cafetería de la residencia y dejaron atrás los restos de la operación de la Fundación Wilmarth que había fracasado estrepitosamente.

miércoles, 3 de febrero de 2016

The Dunwich Problem: Picnic nada terrestre

Camino a Weird Bio-Hazard (parte 3)

Primeras horas de la mañana, en algún lugar del Valle superior del Miskatonic

El corte en el tejido del espacio tiempo fue suave y perfecto, realizado con la elegancia y precisión otorgados por la experiencia y, sobre todo, de un tamaño superior al necesario para que pasara un ser humano. Con mirada recelosa, como si desconfiara de lo que iba a a encontrar, Pequeña T'auin cruzó la abertura. La tortuga era un enorme Galápago sobre cuyo caparazón descansaban cuatro damanes y, sobre ellos, un disco sometido a una eterna y pequeña era glacial, rodeado de un dragón o serpiente que se mordía la cola y en cuyo centro se alzaba un Fresno árbol del mundo. Al acabar de pasar por la raja, se hizo a un lado para dejar pasar a una monstruosidad negra de aspecto arbóreo, o con el aspecto que tendrían los árboles si su corteza fuera una sustancia alienígena negra, sus ramas terribles tentáculos y se sostuviera sobre cuatro poderosas pezuñas de cabra. El hecho de que hubiera varias aberturas en forma de boca en torno a su grueso y nudoso tronco era un extra. Shubbi, pues a tal nombre respondía el ser, cruzó la abertura y se giró hacia la misma. Delta Wave Welcome, una poderosa y atractiva Valquiria y heroína cósmica se asomó por el corte con una cesta de picnic tamaño familiar en una mano y su espada Ouroboros en la otra.

-Aquí tenéis la cesta. A las 6 de la tarde abriré otra rasgadura en este sitio para que podáis volver a Arkham. Si me necesitáis antes, en el picnic os he dejado un móvil prepago con mi número registrado. ¡Pasad un buen día! 

La chica se despidió y se retiró a través de la raja en el espacio tiempo para cerrarla tras ella. No era cuestión de dejar esos agujeros abiertos por cualquier parte.

Era el día de la Candelaria y Shubbi se había tomado un merecido descanso en el EldritchBurguer. Aprovechando la fiesta que era, había decidido pasar la jornada en la región de Dunwich, donde vivía antes de mudarse a Arkham. Mientras hacia los preparativos se había encontrado con la tortuga, quien había decidido unirse a él. La Candelaria era una fecha muy señalada en Dunwich, pues esta habitual que se produjeran extraños ritos olvidados en honor de Yog-Sothoth y, los adoradores de Tsathoggua solían contraprogramar algo sólo por ganas de incordiar. A fin de cuentas, la Candelaria era el aniversario de Wilbur Whateley, uno de los hijos de Yog-Sothoth  (que para ser El-Todo-En-Uno y demás, estaba hecho un ligón). Aunque Shubbi era de la progenie de Shub-Niggurath, que poco era adorada por aquella zona, había pasado por aquellos lares mucho tiempo y le apetecía volver a echar un vistazo.

Tras el breve paseo por el jardín de los recuerdos, Shubbi inició su camino a través de la lujuriosa y extraña vegetación del valle, seguido por la tortuga. Con una mole como la del retoño oscuro, no hacían falta caminos, por lo ir no tuvieron problema en avanzar hasta que se escucharon unos disparos de arma automática y la nada terrestre pareja se encaminó hacia ellos para investigar.

Tres disparos impactaron en la enorme mole de Shubbi sin producirle más que unos rasguños debido a su constitución  alienígena. La maleza se iba desplazando como si algo avanzara hacia ellos, para, finalmente, dar paso a una figura embozada con ropas oscuras y que se  estrelló contra el retoño. Tras ella no tardaron mucho en aparecer unos comandos de Omicron Scorpions que no tardaron en descubrir porque no hay que molestar a un retoño oscuro de Shub-Niggurath.

Tras un breve y desagradable interludio de dolor, sangre y muerte tentacular, seguimos con la acción.
El Buhonero, recuperándose del impacto contra el enorme Shubbi y de la muestra gratuita de violencia, se puso en pie y se quedó mirando a la extraña pareja. Tras un momento de reflexión y de estupefacción, les dijo:

- Welcome strangers. Soy el Buhonero y me imagino que no querreis comprar o vender nada, ¿verdad? 

Shubbi y T'auin se miraron (o algo parecido, ya que el retoño no tenía ojos o algo similar identificable) y el primero respondió:

- La verdad es que no. La tortuga y yo habíamos salido de picnic a pasar el día. Pero, ¿qué ha pasado aquí? Porque los de BioGen no estaban tan exaltados cuando vivía por esta zona.

-Bueno, supongo que ha sido culpa mía. Andan tras de mí porque escapé de sus instalaciones con las pruebas de su principal proyecto, algo que, si saliera a la luz, les haría mucho daño. Por ello tratan de capturarme. Además, de un tiempo a esta parte, se han vuelto demasiado atrevidos. Se han confiado y comienzan a descuidarse.

Con esta base, la extraña y alienígena pareja comenzaron a interrogar más a fondo al Buhonero. Se trataba de una figura misteriosa, al que nadie había visto la cara y que apareció por primera vez durante los sucesos de Mad Arkham, tras la Nochevieja.

Unos meses antes, Shubbi había decidido viajar a Arkham en busca de trabajo, ya que un retoño oscuro sin grupo de sectarios no acababa de cuadrar. Además, en Dunwich pasaban tantas cosas raras que era difícil que se pudiera dedicar a convertirse en monstruo local de leyenda.

Además de todo esto, estaba BioGen. La empresa se había instalado allí para investigar las condiciones particulares de la región, con su anómala flora y fauna y la endogámica población. Aunque habían traído empleo a la zona (aunque principalmente para contratar a los lugareños como sujetos de estudio, guías y para recoger muestras), la economía de la comarca seguía muy deprimida. Y, peor aún, los sucesos extraños parecían aumentar. No es que se volvieran más comunes, pues se basaban sobre todo en un incremento en las actividades cultistas y la rivalidad entre seguidores de Tsathoggua y de Yog-Sothoth, pero esto ayudó a Shubbi a decantarse por trasladarse. Desde entonces, tal y como les contó el Buhonero, se había producido una escalada progresiva de fenómenos extraños, como si algo que se estuviera gestando progresara hacia su conclusión. El origen era, principalmente, BioGen, que no se molestaba en cumplir demasiadas normativas de seguridad y medio ambiente, a menos que afectarán a la intimidad y el secretismo con el que se movían. Por ello, el Buhonero decidió investigar el asunto para ver si obtenía algún beneficio del mismo. Logró infiltrarse en las instalaciones, obtener la información que buscaba y salir por los pelos. Lamentablemente tuvo que dejar un importante artefacto escondido en un lugar seguro, y tenía que recuperarlo. Había tratado de conseguir la ayuda de un "Héroe" local, un tipo raro que se hacía llamar "Camarero Oscuro" y que vivía en Boston, pero había vuelto a Dunwich y el Buhonero había ido a buscarlo. Con tan mala suerte que se había encontrado con una patrulla de los vigilantes de BioGen. En resumen, un mal asunto. Por ello, el Buhonero, aprovechando que Shubbi era de la zona, él y la tortuga podían hacerle de escoltas y guías para poder rescatar el objeto en cuestión.

Puesto que ya habían tenido un primer contacto con los comandos de Omicron Scorpions, encargados de velar por la seguridad de BioGen y de ser carne de cañón en las operaciones de Alfa Strike, no era cuestión de dejar sólo al Buhonero. ¡Se podría llevar él toda la diversión! Además, Shubbi se había percatado de que Pequeña T'auin lo miraba con un brillo especial en la mirada, como si pareciera reconocerlo o tuviera la impresión de saber algo que los demás no habían descubierto. Es cierto que las tortugas suelen mirar así, pero suele ser por puro cinismo. Pero en este caso, parecía haber algo más tras la expresión del quelonio. Finalmente, los tres juntos emprendieron camino, pero la ruta que parecían llevar hizo que Shubbi se alertase y dijera:

-Un momento, ¿por aquí no se va a Cold Spring Glen?

-Sí -respondió tranquilamente el Buhonero- allí deje la Bola Dorada.

-¿La Bola Dorada?

-Sí, la Bola Dorada

-¿Tienes la Bola Dorada?

-La tenía, la tuve que dejar en Cold Spring Glen mientras huía.

-Y... ¿Qué demonios es la Bola Dorada?

-Se trata de algo muy importante para los de BioGen, hasta el punto que por ello todavía me persiguen y tratan de dar con ella.

Viendo innecesario seguir la conversación, el trío continuo su camino hasta llegar a la entrada de una sombría y tétrica cañada donde la vegetación era más lujuriante y la oscuridad reinaba en sus puntos más profundos. Allí abajo, donde antaño se refugió el Horror de Dunwich, aguardaba la Bola Dorada. Debían bajar allí dentro, encontrar el artefacto y salir. Poco a poco, se adentraron en aquel infecto y tenebroso lugar, desafiando a los infiernos y decididos a vender cara su piel si fuera necesario.

Una hora más tarde, al otro lado de Cold Spring Glen, una mole de ramas, enredaderas, musgos y helechos empapados salía a la luz para removerse y tratar de quitarse escombros vegetales de encima, revelando parcialmente a Pequeña T'auin, particularmente molesta por la desagradable experiencia. Tras ella, surgió de las sombras Shubbi, también lleno de vegetación enredada que se iba quitando con sus tentáculos. Finalmente, el Buhonero, con la ropa empapada y también lleno de restos de ensalada silvestre, sujetando con un brazo una esfera dorada de de 30 cm. de longitud y un aparato electrónico que desprendía humo y chispas en la otra mano. Los tres dedicaron un rato a desprenderse de los restos adquiridos durante su descensus ad Inferos y del que parecían haber salido relativamente intactos y decididos a no mencionar la experiencia más allá de ellos tres. El Buhonero, cuyo laringófono modificado le permitía camuflar su voz para hablar con una voz masculina y ronca, tuvo que prescindir del mismo al estropearse durante su viaje por Cold Spring Glen, por lo que se había revelado por fin su auténtica voz: era una melodiosa voz de contralto que revelaba a una mujer bajo aquellas múltiples capas de embozos, harapos y ropas. Sin embargo, se negaba a desvelar su rostro y mostrar su identidad. Cuando se hallaron relativamente secos y limpios, pudieron examinar el artefacto en sí. La primera reacción fue por parte de Shubbi:

-¿Es una Bola de Dragón? ¿Tendremos que buscar las otras seis? Aunque más bien me recuerda a la Esfera de Crichton en versión de juguete.

La famosa Bola Dorada era un objeto esferoide de 30 cm que parecía hecho de algún tipo de metal. En su superficie había un pequeño grabado circular que parecía una especie de arabesco alienígena. Ignorando el parloteo de Shubbi, la Buhonera comenzó a trastearla, esperando que no fuera una versión redonda de la Configuración del Lamento. Lo único que les faltaba era comenzar a escuchar campanas y que apareciera un cenobita por allí. Sin embargo, sus intentos fueron infructuosos. Tras varios minutos de buscar la forma de abrir la esfera, la dejó en el suelo y comenzó a reflexionar. Mientras tanto, T'auin, que no había perdido detalle, se aproximó al artefacto y, tras inspeccionarlo detenidamente, usó su pico para lograr hacer girar el arabesco y abrir lo que era la tapa de la Bola Dorada. De su interior surgió el silbido al deshacerse el vacío y un vapor helado. Cuando este se disipó, la Buhonera introdujo la mano y extrajo un paquete sellado con una etiqueta: "Patrón genético de los Summers". lo examinó, lo hizo girar en sus manos y rebuscó a ver que más podía encontrar. Al no hallar nada más, alzó las manos y gritó de furia y frustración.

-¡¿Patrón genético de los Summers?! ¡¿Y quién coño son los Summers?! ¡Yo buscaba el patrón genético de....!

Y de improviso se calló al comprender. Fueran quienes fueran esos Summers, su material genético era importante para BioGen, y al arrebatárselo les había hecho bastante daño. De lo contrario no estarían tan obsesionados en recuperar la Bola Dorada (que había resultado ser un contenedor refrigerado de diseño para muestras biológicas). Sin embargo, sabía que, aunque lo recuperaran, seguirían buscándola para tratar de impedir que sus secretos salieran a la luz. Pero aún no había llegado el momento. Debía hablar con el Camarero Oscuro, tenía que esperar a que cometieran un nuevo error. Ese sería el momento apropiado para actuar.

Mientras tanto, se había hecho la hora de almorzar y las tripas de la Buhonera comenzaban a rugir. Shubbi, comprendiendo la situación, le ofreció compartir la cesta de picnic con ella:

-A fin de cuentas, Welcome es como esas madres y abuelas que opinan que nunca comes suficiente y nos ha puesto comida de sobra y es a base de hamburguesas gigantes de pescado del EldritchBurguer. Los platos de pescado y las ensaladas es lo único que vale la pena comer allí.

La comida fue bien, compartiendo un buen rato de esparcimiento y tranquilidad, aunque la Buhonera seguía pensando en sus planes de actuación. Cuando se decidieron a ponerse en marcha de nuevo, se dispusieron a dar un paseo por la región, disfrutando del extraño paraje. Sin embargo, no tardaron mucho en encontrarse con un nuevo equipo de Omicron Scorpions, por lo que la caminata se convirtió en una serie de escaramuzas en las que los comandos se veían enfrentados a una tortuga con una mordedura letal a la altura de la entrepierna, una mole alienígena y tentacular sumamente resistente y la Buhonera que también sabía defenderse. Al tercer encuentro, los tres estaban ya hartos de combatir, por lo que Shubbi optó por llamar a Welcome, pues aquello ya estaba demasiado concurrido y se estaba volviendo repetitivo. Sacó el teléfono movil de la cesta, y, tras encenderlo, estableció comunicación con la valquiria que, en ese momento, estaba con su novia no oficial, Katherine Ashford, pero podía encargarse de abrir el portal para sacarles de allí. Transmitiendo mediante el teléfono su posición, Shubbi tan sólo tuvo que esperar a que apareciera ante ellos una nueva raja en el tejido de la realidad a través de la cual se asomó Delta Wave Welcome. La chica echó un vistazo y, al no haber peligro, les animó a cruzar. Pequeña T'auin encabezó la marcha, seguida del retoño oscuro y, por último, pasó la Buhonera que decidió omitir su habitual saludo. Una vez al otro lado, se reunieron los tres expedicionarios de Dunwich con la joven heroína y su pareja, pero la misteriosa embozada optó por una despedida rápida y salir por piernas excusándose por la precipitada marcha. Welcome no le dio mayor importancia pero T'auin y Kate se quedaron mirando unos instantes a la figura que se alejaba al trote. Por alguna razón había algo sospechosamente familiar para las dos, pero no atinaban a adivinar el qué. Mientras, Shubbi se dedicaba a explicar la situación que habían encontrado en Dunwich a Delta Wave Welcome. La Valquiria lo encontró sumamente interesante y, mientras rodeaba con un brazo a Kate por la cadera, invitó a todos a comer algo en el EldritchBurguer al tiempo que rumiaba en su cabeza y buscaba el mejor momento para hablar con Loki. Seguramente en breve Alfa Strike debería hacer una visita a aquella olvidada comarca.