jueves, 31 de diciembre de 2015

Alfa Strike: Nochevieja de dioses

En algún lugar del Caribe, Monkey Island...

Harvey apuró su vermut con una sonrisa en los labios. Se giró hacia la barra y le indicó con un gesto al pirata no-muerto que le sirviera otro. A continuación, con la nueva copa en la mano dijo:

-¡Feliz Año Anna! Ha sido una buena idea venir a Monkey Island a pasar la última noche del año mientras los de Alfa Strike celebran la graduación de Welcome como valquiria.

Su prima le devolvió la sonrisa y brindó con él:

-Por un nuevo año, que seguro que será tan alocado, absurdo y desconcertante como éste.

Los dos Pickman se acomodaron en la barra y se dedicaron a disfrutar de la tranquilidad de la noche, tan sólo perturbada por los gritos ocasionales de algún mono y las disertaciones de Seabury a Robert, que lo escuchaba con atención. Habían elegido aquel lugar, habitado por monos y piratas esqueleto, en algún lugar del Caribe donde el mundo de la vigilia y la Tierra de los Sueños se confunden. Surgido de las mentes de los guionistas y aficionados a las películas clásicas de piratas y reforzado por los fans de la saga de videojuegos Monkey Island y las películas de Piratas del Caribe.

Tal y como Harvey había comentado, esa noche, en La Llave y la Puerta, los dioses de Alfa Strike junto con las valquirias iban a celebrar que Welcome se había graduado finalmente como valquiria oficial, por lo que la fiesta podía ser de órdago.

-¿Sabes? -comentó Harvey- No se por qué pero tengo la premonición de saber como se va a desarrollar la noche. Estoy completamente seguro.

Anna enarcó una ceja, un tanto incrédula.

-Sí, conociendo a los dioses, no me extrañaría acertar. Como mucho podría equivocarme en algunos detalles, pero casi lo puedo prever.

-No sé, estos son capaces de montar un follón por todo lo alto.

-¿Quieres apostar? Si ganas tú, me pondré durante un día entero ese vestido de Welcome que tan mal me quedaría, si gano yo, te acuestas con Welcome y Kate.

-Mejor que no...

Harvey reprimió una risa que le podría costar diversas contusiones por parte de Anna y comenzó a explicar su visión de como sucedería la noche:

-Verás, la ceremonia en la que Welcome recibe su diploma de Valquiria ya ha acabado, por lo que pasarán al comedor donde se dedicarán a comer y beber como si no hubiera mañana. Welcome será el centro de la fiesta, rodeada por sus nuevas compañeras, mientras tanto, Kate no tardará en verse atendida por N'kari...

Al mismo tiempo en La Llave y la Puerta

Kate sostenía su copa en la mano, cohibida ante la voluptuosa y deslumbrante diosa negra de larga y lujuriosa cabellera blanca, ataviada tan sólo con un escueto taparrabos. La joven no sabía donde dirigir su mirada y se sentía acorralada. Atisbó a Welcome por el rabillo del ojo, escoltada por un grupo de jóvenes guerreras nórdicas rubias y pelirrojas y con tallas grandes de sujetador. La diosa africana de las tormentas y la pasión violenta le sonrió con lascivia antes de hablar:

-Así que tú eres la famosa Kate de la que tanto habla Welcome. No me extraña que la tengas enamorada hasta la médula, Evangeline es puro fuego por dentro, un incendio forestal, por eso es normal que se sienta atraída por mujeres con el fuego de la pasión, como tú. Eres una joven con mucha fuerza dentro de tí.

Kate se sonrojó ante las palabras de la diosa.

-Pero no te preocupes, precisamente por la excesiva pasión que alberga en su interior, no está hecha para la monogamia. Ella es como un gato que a veces necesita escaparse para cazar y realizar nuevas conquistas, pero que siempre vuelve al hogar. Para ella, es una forma de liberar el exceso de ardor de su interior, puro desahogo emocional. Pero contigo es diferente, por eso ella te tiene en un lugar especial, para ella representas un ancla, una estabilidad bienvenida en su desbordada vida. De la misma manera, tú has quedado atrapada en su estela. Sois como dos estrellas gemelas que giran una en torno a la otra.

Tras estas palabras, se aproximó más a Kate y la besó suavemente en los labios. En ese momento, Welcome se acercó a ellas, rodeándolas con sus fuertes brazos y besándolas a las dos, con pasión a la diosa y con fervor absoluto a su pareja. Tras esta entrada, Evangeline les dijo:

-Welcome strangers, tengo aquí a mi chica favorita y a la diosa más salvaje y apasionada que conozco. ¿Os apetece que nos retiremos a un lugar más íntimo?

El guiño lascivo de la rubia hacía inconfundibles sus intenciones. Kate se rindió ante la evidencia y ante el calor que la inundaba ante la perspectiva de compartir con la mujer de la que estaba enamorada a esa diosa escultural. Sin más que decir, las tres se retiraron hacia la habitación de Welcome.

En Monkey Island...

Harvey seguía explicando a Anna como preveía que se iba a suceder la noche:

-Cuando Welcome, Kate y N'kari se retiren a tener una noche de pasión desenfrenada y sexo lésbico, la fiesta seguirá en marcha. En ese momento, Thor, que ya tendrá la líbido por las nubes con tanta nórdica tetuda rondando a su alrededor y con el alcohol corriendo libremente, entrará en acción...

Una hora más tarde, en La Llave y la Puerta

Thor, borracho perdido de hidromiel y cerveza, llevaba de la cintura a dos valquirias que tampoco habrían superado el test de alcoholemia y ya empezaban a despojarse de parte de su vestuario. Mientras improvisaban el vals del borracho salido, es decir, se movían tambaleantes por la sala, con Thor intentando besar y meterle mano a las dos mujeres, acabaron por tropezar con algo serpentiforme y que les hizo caer al suelo. No era otra cosa que la cola de Pkaurodlos, dios de las tormentas y los buenos modales. La Serpiente Emplumada se giró y se acercó a los caídos ofreciéndoles su ayuda:

-Valgame yo, parece que habéis tropezado con mi extremidad. Os pido disculpas por este lamentable incidente, mi señor Thor y encantadoras señoritas.

Mientras el dios intentaba ayudarles a levantarse, una de las mujeres logró ponerse en pie, aunque con tan mala pata, que, por efectos del alcohol, cayó sobre la educada deidad. Lamentablemente, acabó con la chica abrazada a él y sus tetas en la cara. Thor, afectado por la ebriedad máxima, malinterpretó la situación y se alzó, tambaleante, enfadado y celoso:

-Voto a bríos que sssseemeejante atrrrrrrropello no quuuuuuuedadaaara sin castigo. Te estaaaaaaaaass appppprovechando de mí chica.

El dios serpentino, confundido y abochornado, apartó las protuberancias mamarias de la joven de su cara y trató de disculparse ante el borracho nórdico. Sin embargo, como Thor estaba de ánimo belicoso, no había otra manera de resolver esto que pelear. En cuanto el vikingo se dispuso a la lucha, Pkaurodlos le respondió de esta manera:

-Así sea, caballero, enfrentémonos en el campo del honor, según las reglas del Marques de Queensberry.

El serpentino dios se puso en guardia y comenzaron el combate. Todo habría indicado que Thor, bruto como toda deidad nórdica, no estaba dispuesto a seguir ninguna regla. Por suerte para Pkaurodlos, su rival tenía que luchar contra tres Serpientes Emplumadas simultáneamente, que, además, se habían vuelto borrosas. Por ello, tras unos cuantos golpes educados, de una impecable ejecución digna de manual de boxeo, Thor acabó por besar el suelo y las dos valquirias cambiaron de bando para irse a celebrar la victoria con el vencedor. Por una vez, Pkaurodlos decidió dejar los largos procesos de cortejo y adaptarse a las nuevas condiciones. A fin de cuentas, una buena educación no tiene porque ir reñida con la aceptación de otras costumbres.

En Monkey Island...

-Y cuando Pkaurodlos, quien será el blanco más probable de la ira de Thor, logre derrotar al nórdico, se retirará con las chicas con erótico resultado -siguió diciendo Harvey.

Anna, por su parte, pensaba que, o bien su primo estaba muy salido o conocía demasiado bien a los dioses.

-¿Y que pasará a continuación?

Harvey reflexionó unos instantes, dándose cuenta de que las posibilidades de follón eran infinitas aun sin N'kari, Welcome y Thor por medio. Por ejemplo, Perun y Zeus formaban una combinación explosiva, sobretodo si a la mezcla le añadías un toque oriental...

-Creo que lo siguiente caerá en manos de Perun y Zeus, que tendrán sus más y sus menos con Raijin y Fujin.

Dos horas más tarde, en La Llave y la Puerta...

Perun se había reído mucho ante la ridícula derrota de Thor, pero, aunque había bebido mucho, echaba en falta algo de compañía femenina. A fin de cuentas, había valquirias para dar y tomar, y no tenía cerca a ninguna libre. Con pasos de borracho, se aproximó a los dos onis, Raijin y Fujin, que también parecían haber llegado a la misma ebria conclusión: mucha bebida pero... ¿Y las mujeres? Los tres dioses decidieron hacer una tregua temporal y dejar de lado sus diferencias ya que, como deidades de la tormenta, la pelea podía estallar fácilmente en cualquier momento. Por ello, buscaron con su radar la localización de las chicas, cosa que no fue demasiado difícil: las valquirias rodeaban a Zeus, quien parecía haberse propuesto seducirlas a todas. Aquello clamaba a los truenos...
El triunvirato de deidades se acercó al mujeriego griego  mientras Ares y Brontes buscaban cobertura desesperadamente, previendo lo que iba a suceder. No tardó mucho en empezar la pelea, en la que Zeus estaba en clara desventaja. Sin embargo, al estar tan borrachos, sólo lograban acertar una de cada cinco veces, lo cual resultaba bastante divertido e histriónico. Por ello, las valquirias, comprendiendo cual era la razón de la pelea, trataron de separarlos, sin mucho éxito al comienzo. Pero cuando las cálidas y suaves pieles y los turgentes pechos comenzaron a atravesar el espesor alcohólico que amortiguaba las mentes de los dioses, estos no tardaron en comprender que la situación había cambiado. Así, donde había pelea y algunos moratones, empezó una orgía en la que no tardaron en apuntarse Ares y Brontes.

Por su parte, Summanus, viendo como había degenerado aquello, dejó la sala airado mientras clamaba:

-¡Vaya panda de marrulleros, bravucones y fornicadores! ¡Me largo a un lugar más tranquilo!

Tras dejar el comedor, vagó un tanto desorientado por los pasillos de la residencia, hasta que, de improviso, una puerta se abrió y un brazo lo cogió y lo obligó a entrar en la habitación. Allí, Pkaurodlos le miró sorprendido, con una valquiria desnuda abrazada a él, mientras la segunda, la que había introducido a Summanus a la fuerza, le miraba lujuriosa. Para el dios etrusco-romano de las tormentas nocturnas, la noche acabó con erótico resultado.

En Monkey Island...

-Y así es como acabará la noche. Mañana cuando regresemos lo podemos comprobar si quieres.

-Te creo, pero... ¿y Set y Bastet? ¿No participan en la fiesta?

-No, ellos han optado por un destino más a su gusto.

Al mismo tiempo, en Ulthar...

Set y Bastet apuraron las jarras de grog mientras Atal, sumo sacerdote de los Grandes Dioses de las Tierras del Sueño, seguía emborrachándose con vino. Los dos egipcios tomaron dos nuevas jarras y las alzaron brindando:

-¡Feliz año nuevo!

Y sin erótico resultado...

sábado, 26 de diciembre de 2015

Weird Christmas II: El krampus que jod** la navidad (parte 2)

El que Legisla tras el Umbral tomó asiento en el banco junto a Nyarlathotep, que le había precedido  y aguardaba en su avatar de El que Comenta en la Oscuridad, una forma destinada a volver locos a los fans de los deportes que se dedican a apoltronarse en las gradas o en los sofás y sillones de sus casas, limitándose a ver los partidos y fanfarronear de que ellos harían mejor trabajo de entrenador/jugador que los listos que están en el campo. Para ello, esta apariencia de Nyarlathotep se dedica a comentar los eventos deportivos y enloquecer a los espectadores con sus palabras. El abogado saludó al primigenio y sacó una bolsa de palomitas de maíz para compartir con él. Mientras comenzaban a disfrutar de las mismas, los temblores rítmicos indicaban que se acercaba el T-Rex de Parque Jurásico o Shubbi. Pero las posibilidades estaban claramente a favor de lo segundo. El retoño oscuro de Shub-Nigurath que trabajaba como árbol decorativo en el EldritchBurguer había aprovechado el hecho de que Welcome le había conseguido una noche libre  para recrearse con las actividades festivas. Para entrar en el ambiente, había consentido que Welcome y Kate lo “decoraran”, por lo que estaba engalanado con guirnaldas de luces intermitentes, boas de espumillón y bolas de colores. Traía consigo una bolsa tamaño XXXL con un paquete de palomitas gigante para él, así como varios bocadillos de pescado empanado todavía calientes y recién hechos (para algo tenía que servirle trabajar en el restaurante) y unas botellas de agua, cava y sidra. Tomó asiento junto al banco e invitó a los otros dos la comida que había traído. Mientras comenzaban a disfrutar de la improvisada cena, El que Legisla preguntó:

-¿Y como es que ha acabado un krampus en Arkham? Es el último sitio en donde esperaría ver a uno.

El que Comenta sonrió antes de responder:

-Fue influencia mía junto con un pequeño fallo informático en la central de Set Desert Tours, que había comenzado a expandirse hacia el mercado de Europa central y oriental. Este krampus en concreto quería comprar un viaje barato en avión, y al reservar por la página web, se produjo un breve caos interno que acabó por asignarle un vuelo a Arkham. Y parece que decidió quedarse.

Shubbi y El que Legisla se encogieron de hombros indiferentes. No les extrañaba, a fin de cuentas era el Factor Arkham y no era raro que Nyarlathotep montara alguna de estas de vez en cuando. Resuelta la duda, se dispusieron a disfrutar del espectáculo: el encuentro entre el equipo local (Brontes, Welcome y Kate) y el visitante (el krampus que se había liado con los vuelos).

-Apuesto 100$ por Brontes y las chicas -comentó Shubbi.

-Acepto, seguro que el krampus puede sorprendernos -respondió confiado el abogado.

Con Nyarlathotep como corredor de apuestas, contemplaron como empezaba la pelea aderezada con los comentarios de El que Comenta en la Oscuridad.

-Y ya se han encontrado, señoras, señores e indefinidos, y se preparan para el combate que todos esperaban. A un lado, llegado desde Austria, el krampus, una sorpresa que nuestros locales no esperaban. Al otro lado, nuestros campeones: Brontes, dios del trueno y de la forja, Welcome y su novia amante Kate. El equipo local promete, son conocidos y han demostrado múltiples veces de que son capaces. Sin embargo, el desafiante tiene confianza y cree poder hacerse con la victoria. ¡Y empiezan! Krampus, tratando de sorprender a sus rivales, se lanza contra Brontes, embistiendo con la cabeza gacha. Golpea al gigantón griego, que nota el golpe y recula unos pasos, más por la inercia del impacto que por la fuerza del mismo. Sin embargo, la armadura ha aguantado, y Brontes es capaz de recibir mucho castigo, aún sin protección alguna.

El comentarista primigenio tomó un trago para refrescarse la garganta y siguió con su trabajo:
-El coloso griego toma la iniciativa y agarra el problema por los cuernos, ¡literalmente! Se ha aferrado a la cornamenta del krampus y lo alza sobre su cabeza para dejarlo caer contra el suelo con todas sus fuerzas. El cornudo austríaco ha recibido un fuerte impacto y parece sin resuello. Esperemos que no sea este el fin de su desafío, pues, de lo contrario no estaría a la altura de lo que se espera de él. Pero, atención, que se levanta. Brontes ha sido deportivo y le ha dejado tomar aliento y ponerse en pie. El aspirante toma aliento y salta para aterrizar sobre los hombros de su rival haciendo una sorprendente exhibición atlética. ¡Y no deja de golpearle en la cabeza mientras el gigante atronador forcejea con él! La situación resulta problemática para el equipo local, pero no se dan por vencidos. Krampus no se arredra e insiste, cual David ante un Goliat cíclope, pero nuestro campeón universitario no se deja dominar por el pánico. Finalmente logra agarrar a su jinete por un brazo y lo vuelve a arrojar contra el suelo. Aunque no parece haber recibido muchos daños, Brontes parece haber quedado algo aturdido por los golpes en la cabeza, por lo que pasa el testigo a sus compañeras.

Tras hacer una pausa para tomar aliento, El que Comenta en la Oscuridad sonrió a sus compañeros. La lucha entraba en una nueva fase, ya que la superioridad física de Brontes se acabaría por imponer rápidamente a su adversario de menor envergadura. Shubbi, mientras, aprovechó para hacerle un gesto burlón a El que Legisla. El retoño confiaba en las chicas y sabía que iban a hacer un buen papel. El comentarista tomo aire nuevamente y siguió con su trabajo:

-Y comienza la pelea entre nuestras dos campeonas favoritas, la torbellino rubia y su amante de cabellos de miel, la pareja sáfica más prometedora, aterradora e imparable, un auténtico juggernaut con dos pares de tetas, y el krampus, el sátiro centroeuropeo que no sabe a quien tiene frente a él. Toma la iniciativa nuestro aspirante, que se aproxima cauteloso a las chicas. Parece confiado, pero aún así no se arriesga. Pero la valquiria rubia no tiene tanta paciencia (la ha gastado principalmente en la cola del hipermercado), y le suelta un bofetón de los que hacen historia. El krampus ha dado dos vueltas sobre sí mismo antes de caer en el suelo. Parece que no va a subestimar de nuevo a sus rivales, pues se levanta con un salto. Sin parar de moverse, hace un espectacular juego de piernas, moviéndose como un bailarín mientras lanza una tormenta de golpes contra las dos amazonas. Éstas, por su parte, demuestran no sólo su agilidad, sino también su coordinación, luchando juntas como un sólo cuerpo y estando a la par de su adversario en cuanto a destreza.

Shubbi estaba disfrutando del combate, de hecho, siempre lo pasaba bien cuando veía luchar a Welcome, y en este caso, mientras El que Comenta se desgañitaaba describiendo el rápido intercambio de puñetazos, patadas y demás movimientos acrobáticos y de lucha, el retoño tenía la sensación de ver el mejor combate desde Dragon Ball Z, aunque sin la excesiva velocidad de la serie de animación. De hecho, Welcome había logrado dominar la situación, permitiendo que Kate se alejara para tomar un descanso. Sin embargo, esto había sido un engaño, ya que la chica había aprovechado el destrabarse para tomar carrerilla y lanzarse a toda velocidad contra la melé en el momento en que  la rubia hacía una presa a su adversario. Kate, con una puntería envidiable, le dio tal patada en cierta localización anatómica que los dos espectadores y el comentarista se llevaron las manos (tentáculos en caso de Shubbi) a la entrepierna y gimieron de dolor en simpatía, aunque no todos estaban anatómicamente dotados igual.

-¡Qué dolor! ¡Eso ha sido un auténtico golpe bajo! ¡Aunque el krampus prácticamente ha salido volando del impulso! ¡No va a tener nada que hacer con una mujer en una temporada! Sin duda, Kate ha aprendido bien las lecciones de defensa personal que le ha impartido Welcome. Veremos como responde el aspirante ante semejante impacto en una zona sensible. Eso si que ha sido cósmico, tiene que doler.

El krampus, dolorido, vapuleado, con las gónadas impactadas y machacadas, no parecía muy dispuesto a seguir luchando, y así lo expresó el comentarista:

-Pues parece que no ha podido más. Esa patada de Kate, que ha hecho saltar las lágrimas a todo individuo que la ha visto, ha sido determinante. El adversario alza las manos en señal de rendición y los tres campeones de Arkham siguen invictos y demuestran la calidad del equipo local. Este humilde comentarista está orgulloso de decirles que ha sido un combate breve, pero intenso, y muy espectacular para los aficionados a este tipo de lucha. Somos testigos de como el derrotado desafiante se entrega a sus vencedores y libera a los niños atrapados en un campo de estasis en el que habían sido introducidos tras ser reducidos mágicamente. Parece que todo acaba bien, y Brontes y las chicas se encargarán de devolverlos a sus hogares y seguir con su interrumpido reparto de regalos. Bien, señoras, señores e indefinidos, contemplamos como nuestros campeones se disponen a seguir con su labor, una idea de Brontes, el coloso griego que pensó que sería bonito hacer un auténtico reparto de regalos. Y, en el más clásico estilo tradicional de Son Goku, las chicas, que han disfrutado el combate, han invitado al krampus a unirse a ellas en el reparto. ¿Es posible que estemos ante la inclusión de un nuevo vecino en la ciudad? ¿Tendremos a un profesor emérito de antropología, folklore y tradiciones europeas? Sólo el tiempo lo dirá. Mientras, nuestro estimado abogado ha perdido la apuesta y deberá pagar a Shubbi. Y esto ha sido todo por esta Navidad. Esperamos verles muy pronto.

jueves, 24 de diciembre de 2015

Weird Christmas II: El krampus que jod** la navidad (parte 1)

Si hay algo más horrible que las aglomeraciones y las interminables colas en las compras de navidad, ese algo son los villancicos que siempre tienen puestos en el hilo musical de los supermercados y grandes almacenes. Alguien podría decir que un villancico es algo bonito y entrañable (ese  alguien, claramente, no ha escuchado con atención las letras ¿peces que beben? ¿ladrones de chocolate? ¿ratones devoradores de calzones?), pero cuando ese villancico sale de un hilo musical horrendo, con las voces de unos niños chillones y espídicos, y encima se repite una y otra vez, se termina convirtiendo en una tortura.

Welcome no podía negar que tenía espíritu navideño, de hecho le encantaba la navidad, pero estar media hora en una cola escuchando una y otra vez Carol of the Old Ones, cantado por unos profundillos infantes, haría que cualquiera sacara su asesino oculto y provocara una masacre. Afortunadamente para todos los compradores de última hora, Welcome tenía algo más aparte de espíritu navideño, y ese algo era paciencia. Aunque había que agradecer a Katherine Ashford por haber alimentado esa paciencia al haber acompañado a Welcome en las compras, sin ella, quizás, cierta espada habría salido del cinto y se habría armado la marimorena.En la interminable cola, la gente también se estaba empezando a impacientar. Llevaba varios minutos sin haber movimiento porque un anciano estaba contando a la atribulada cajera sus aventuras como piloto junto a la comandante Francesca Cook y su aguerrido equipo de aviadores, y no parecía que la historia fuera a ser corta.

 -Pero bueno ¿vamos a llegar a la caja o qué? -dijo Welcome  arrugando la nariz y notando que la impaciencia volvía a crecer.

 -Creo que aquél señor está muy metido en la historia, ya está haciendo onomatopeyas e imitando a un avión con los brazos. -le respondió Kate.

La joven Evangeline se hartó de tanta historia, cogió de la mano a Kate, y se subió al mostrador de irresistibles productos que intencionadamente ponen en los grandes almacenes junto a la zona de las cajas registradoras. Recorrió todo el tramo desde donde estaban hasta la cajera, dio un salto junto al señor piloto y dejó sus productos, antes de que este pudiera decir nada, ella misma los pasó por el lector, dejó el dinero (más la propina) y salió de allí corriendo junto a Kate.
 

-Así sí -dijo con una sonrisa atravesando las puertas del centro comercial donde se encontraban los grandes almacenes.

Ya en el exterior, les recibió el frío de la tarde y las luces que adornaban las calles de Arkham. Fueron caminando en dirección a la residencia La Llave y La Puerta, donde les esperaba Brontes para llevar a cabo su importante misión.

-¿Lo llevamos todo? -preguntó Kate -Tendría gracia que, después de todo el rato que hemos estado allí, nos dejáramos algo.

-No, llevamos los disfraces y todo lo necesario, tengo dentro de mi cabecita la lista que nos dio Brontes, y tengo muy buena memoria.

Fueron atravesando la ciudad, repleta de gente que iba de aquí para allá con las últimas compras navideñas, así como los que se dirigían a las casas de sus familiares para pasar la nochebuena, pero en una calle cualquiera pasaron junto a una mole gigantesca de un color pardo, que apestaba a pescado, y caminaba con parsimonia dejando inmensas huellas encharcadas en la nieve del suelo. Katherine se le quedó mirando con los ojos como platos.

-¡¿Pero qué diantres es eso?! -exclamó la joven
.

-Oh, no te preocupes, Kate, sólo es Dagon, que irá a visitar a alguien que le vio en una isla en medio del mar, pasa a menudo -le respondió Welcome.

-Ah bien -respondió Kate -, si pasa a menudo no habrá ningún problema ¿no?

Tras ellas, en la dirección a la que había ido la gigantesca mole, se pudo escuchar un grito.

-¡Esa mano! ¡¡¡La ventana!!! ¡¡¡La ventana!!!

Welcome siguió caminando con una sonrisa. Kate no entendía cómo estaba acostumbrada a todas aquellas excentricidades, aunque suponía que, cuando llevara más tiempo en la ciudad, lo vería como los demás. Ya había oído rumores sobre un desconocido individuo que se había paseado por la ciudad unas noches de primeros de diciembre, haciendo sonar unas cadenas y campanas oxidadas, pero cuando lo comentó en la universidad, sus compañeros le dijeron que no le diera importancia, eso era lo menos preocupante que podía pasar, pues una vez hubo una protesta de gules en contra del embalsamado de cadáveres y eso sí que armó una buena, pues los bichos hacían manifestaciones en las que llevaban pancartas hechas con piel resecada y pancartas de hueso, y el pestazo llegaba a todas partes.

No tardaron en llegar a la residencia, y les abrió la puerta Pequeña T'auin, a la que alguien le había puesto un gorrito de navidad (cómo una tortuga logró abrir la puesta es un misterio que nadie hasta ahora ha sabido resolver). Siguieron a la tortuga, que les llevó a la zona trasera de la residencia, donde se encontraron con el ciclópeo Brontes, que les recibía con una sonrisa en la cara.

-¡Habéis llegado! -dijo -Espero que no hayáis tenido muchos problemas, en navidad suele haber mucho jaleo en los grandes almacenes. Antes solía ser más peligroso, con combates encarnizados, persecuciones y tiroteos, pero desde que el alcalde instauró el Día de la Purga Anual durante las rebajas, las carnicerías tienen lugar más tarde.

-Sí, sólo hemos tenido que aguantar las típicas colas, pero bueno, ya está aquí todo -respondió Welcome.

Dejó la bolsa delante del cíclope y sacó del interior lo que habían comprado. Se trataba de tres disfraces, uno grande de color rojo y blanco, y otros dos de color verde y de una talla menor. También había unas campanillas y unos paquetitos llenos de golosinas y caramelos.

-¡Fenomenal! Yo tengo los juguetes y el resto de los regalos. Los pedí vía Byakhee y no tardaron nada en llegar, así que sólo nos queda cambiarnos de ropa y prepararnos para una nochebuena que será inolvidable.


Un par de horas más tardes, cuando la luna llevaba bastante rato gobernando en el cielo, y los niños buenos se habían ido a la cama, la puerta del almacén de la residencia La Llave y La Puerta se abrió al son de The Eye of the Tiger. De allí, salieron, a cámara lenta, tres personas que caminaban con decisión. En el centro se encontraba Brontes, disfrazado con el traje de Santa Claus, a su derecha iba Welcome, y a su izquierda Kate, ambas iban disfrazadas de ayudantes de Santa Claus. Enfrente de ellos estaba el trineo de Santa Claus, con el saco repleto de regalos, y tirado por la informe masa de Unglaublich.

Una boca se formó en la palpitante gelatina del ser extraplanetario y se dirigió a los que se estaban acercando a él.

-No puedo creer que me convencierais para hacer esto ¿y quién ha puesto esa música? Pensaba que los humanos, en estas fechas, poníais otro tipo de sintonías.

-Ya, bueno -dijo Brontes -, pero es que cualquier otro tipo de música no llegaría ni a la mitad de molonidad de esta canción.

-Eso es verdad -asintió Welcome.

Cada uno de ellos tomaron sus puestos en el trineo, y Brontes se colocó la barba postiza en la cara. Se la había pedido a Summanus, que las tenía muy buenas, y la había teñido de blanco.

-Bien, tenemos que recorrer toda la ciudad en lo que queda de noche y repartir todos los regalos. Teniendo en cuenta que somos más guays que un combate a muerte entre Chuck Norris y Jack Bauer, seguramente nos sobrará tiempo para pedirnos unos churros con chocolate -dijo Brontes.

Sus dos ayudantes asintieron con la cabeza.

-¡¡Vamos, Unglaublich! ¡Hoooo hooooo hooooo!

Brontes tiró de las riendas y Unglaublich salió disparado del suelo, llevando tras él el trineo, que sonaba con las campanillas que Welcome y Kate habían ido colocándole por todas partes. Poco a poco fue ganando altura, y en menos de un minuto ya estaban por encima de los edificios de la ciudad, pudiendo ver todos los tejados debajo de ellos.

Brontes sacó el mapa de la ciudad que había sacado del archivo y le echó un vistazo.

-Bien, empezamos por aquella casa, la de los Bellingham, gira hacia allá, Unglaublich -dijo el cíclope.

El ser extragaláctico viró en la dirección en la que le dijo Brontes y el trineo le siguió velozmente. Con suavidad aterrizó en el tejado y Brontes bajó, se acercó a la chimenea y se asomó. Después de echar un vistazo, se  volvió a dirigir al trineo y buscó en el saco de los regalos, eligió uno y se acercó a sus compañeras, que le llenaron una bolsa de caramelos, tras lo que Brontes fue hacia la chimenea y entró por ella. Lo que encontró debajo le hizo dar un brinco.

El árbol de navidad estaba tumbado en el suelo del salón, había regalos desgarrados y destrozados por aquí y por allá, y los dueños de la casa estaban atados a la pared con las luces navideñas. Brontes sintió un profundo alivio al darse cuenta de que estaban vivos, sólo estaban inconscientes, pero no estaba por ningún sitio el pequeño de la casa ¡alguien se lo había llevado!

El cíclope se giró hacia la chimenea y vio allí unas huellas que no eran las suyas, eran más parecidas a las de un caprino u ovino, pero estaba seguro de que en casa de los Bellingham no tenían ganado

Mientras tanto, Kate y Welcome estaban ordenando los regalos y poniendo los nombres de los destinatarios en unas tarjetitas. Mientras lo hacían se escuchó una explosión en una casa cercana y vieron salir algo corriendo de allí, pero entre el humo y el resplandor de las llamas, no consiguieron ver nada.

-¿Eso también es normal en Arkham? -preguntó Kate.

-Bueno... que explote algo de vez en cuando no es raro, pero esto no termina de gustarme -respondió Welcome torciendo el gesto.

Brontes salió por la chimenea y se dirigió hacia la pareja de ayudantes.

-Alguien se ha llevado al crío de los Bellingham y ha hecho un desastre con los adornos -les dijo.

-Pues en aquella casa ha habido una explosión y hemos visto una sombra salir huyendo -le respondió Kate.

Brontes frunció el ceño mirando en aquella dirección.

-Aquella es la casa de los Talbot, son miembros de la NRA y su hijo es parte de la Fundación Wilmarth -informó Brontes -, lo cual quiere decir que deben tener la casa llena de explosivos. Unglaublich, llévanos allí.

Brontes y sus dos compañeras subieron al trineo y Unglaublich despegó, llevándoles en cuestión de segundos a la casa que ardía mientras los dueños intentaban apagar las llamas con un minicamión de bomberos.

-¿De dónde han sacado ese cacharro? -preguntó Kate.

-Como miembro de la Fundación Wilmarth, el hijo de los Talbot siempre tiene algún dispositivo de apagado de fuegos, ya sabéis cómo les gusta a esa gente reventar cosas. -dijo Brontes.

Welcome se acercó al grupo de personas que intentaban apagar el fuego con la manguera.

-¿Se puede saber qué ha pasado? -preguntó la joven.

El hijo de los Talbot, que dirigía el trabajo desde el minicamión miró a Welcome.

-Habíamos terminado de cenar y habíamos dejado que mi sobrino Tom se fuera dormir, cuando ha entrado en la casa una entidad de las DCC, ni más ni menos que un Hombre de Leng. El malvado ser ha intentado destrozar la decoración y se ha comido todos los dulces, pero siguiendo con mi entrenamiento, le he lanzado una granada de fragmentación.

-¿Pero tú eres tonto o qué? Los Hombre de Leng viven en Las Tierras del Sueño, no pueden salir de allí -le respondió Welcome airada -¿y cómo se te ocurre tirar una granada dentro de tu casa?

-El entrenamiento básico de la Fundación Wilmarth dice que, al menor contacto con una entidad de las DCC, le tiremos un explosivo.

Welcome giró los ojos en las cuencas, ella tenía también ganas de tirarle un explosivo a semejante idiota, pero no era cuestión de terminar de chafar las festividades.

-¿Qué pasa aquí? -preguntó Kate cuando Welcome volvió al trineo- ¿también tenéis aquí al Grinch?

-No es el Grinch -dijo Brontes -a ese me lo cepillé hace un par de años y no va a volver a Arkham, sea quien sea el que está haciendo esto, es otro. Y sea quien sea, va a pagar muy caro estar jodiendo una noche tan especial... ¡y más después de las molestias que me he pegado para ser el Santa Claus oficial de Arkham!

-Lo veo bien -dijo Welcome -¿Pero cómo vamos a encontrarlo?

-Eso es fácil -dijo Unglaublich con una sonrisa que había creado expresamente para eso -. Mis ojos pueden ver más allá de los vuestros, simples mortales.

-¡¿A quien estás llamando simple mortal, montón de gelatina con patas?! -exclamó Brontes.

-Está allí, en aquella casa que está más decorada que la mansión de Santa Claus -dijo Unglaublich ignorando a Brontes.

-Pues vamos allí -proclamó Welcome.

Unglaublich salió despedido como un rayo, pero frenó demasiado tarde y se estampó contra la casa en la que estaba intentando entrar el ser al que estaban persiguiendo. Esto provocó que la masa gelatinosa de Unglaublich se expandiera absorbiendo el impacto y haciendo que el saco de los regalos se cayera desperdigando todo por el suelo. Afortunadamente, los ocupantes del trineo no habían sufrido ningún daño, pero a Brontes se le había caído la barba.

Cuando los ocupantes del trineo bajaron de él, se encontraron frente a frente con una criatura con robusto cuerpo humanoide cubierto de un espeso pelo negro. Tenía extremidades traseras iguales a las de un animal caprino, acabadas en pezuñas, pero las extremidades delanteras eran dos brazos en los que llevaba una fea cadena oscura llena de óxido con una campanilla colgando. Su cabeza oscura estaba rematada por dos cuernos caprinos, acompañados por un par de orejas puntiagudas. De su sonriente boca, sobresalían un par de colmillos hambrientos y una lengua danzante. Vestía con un ligero peto y un faldín que le cubría los genitales, y tras su espalda llevaba lo que parecía una cesta donde podían verse, reducidos gracias a algún tipo de magia extraña, un buen puñados de niños de Arkham.

-Pues sí que parece un Hombre de Leng -susurró Welcome.

-No es un hombre de Leng -le respondió Brontes -, se trata de un krampus... ¿pero qué hace aquí en Arkham? Esos seres habitan en centroeuropa.

-No sé quienes sois -les dijo el krampus -, pero no vais a evitar que me lleve a todos los niños malos de la ciudad y les eche a perder las navidades a sus padres.

-¿Que no? -le respondió Brontes, arrancándose el traje de Santa Claus e invocando a su alienígena armadura. -Eso ya lo veremos.

                       ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡CONTINUARÁ!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

sábado, 19 de diciembre de 2015

Alfa Strike: Afganistán Conection

En algún lugar de las montañas de Afganistán

Cuatro figuras ataviadas con uniformes militares de camuflaje subían por la ladera de la montaña. Pero aquello no era lo único peculiar del extraño comando de soldados, ya que el líder del equipo, o al menos el que iba en primer lugar, tenía una testa de asno, iba seguido por una atractiva mujer de piel morena y cabeza de gato, y tras ellos avanzaban con paso resuelto un hombre atlético de hombros anchos y cintura estrecha con un rostro que parecía sacado de una estatua griega clásica, que precedía a un fornido nórdico que portaba consigo un martillo colgando del cinturón.

-Explícame de nuevo porque estamos aquí en lugar de patear culos demoníacos con los demás -dijo la mujer gato.

Set, el dios con cabeza de asno que los guiaba, suspiró teatralmente antes de hablar, como si ya hubiera tenido que responder a la misma pregunta varias veces:

-Porque el equipo que ha ido a atacar las instalaciones de la UAEC se bastan y se sobran por sí mismos. Los del ISIS y los talibán me están destrozando el negocio de los viajes, y Loki me ha pasado el aviso de que se han reunido en esta zona porque parecen haber descubierto algo de característica sobrenaturales muy poderoso. ¿Quieres terroristas fanáticos islamistas manejando poder de las DCC (Deidades del Ciclo de Cthulhu)? Joder, ya se me pega la jerga de los capullos esos de la Fundación Pickman...

-¿Y que hace Ares con nosotros?

-Bueno, debido a su posición como director del principal portal de internet sobre historia bélica e información militar y como dios de la guerra, está bastante al día de los movimientos de tropas. Además, es de fiar y muy buen luchador.

-¿Y Thor?

-Se enteró que habría pelea y, además, sabes de sobra que te quiere llevar a la cama... En cualquier caso, hará buena papel en cualquier lucha en la que nos metamos.

Ciertamente, Set había tenido que responder varias veces durante el trayecto a las mismas preguntas. Bastet era una buena amiga, pero a veces lograba ponerle de los nervios. La verdad es que el egipcio habría preferido actuar de forma más directa, pero los dioses llevaban bastante tiempo con un perfil bajo y ya tendrían tiempo de soltarse el pelo a gusto cuando regresaran los Primigenios. Mientras, había que sacar provecho de las ventajas de no tener a legiones de adoradores pesados implorando a la mínima oportunidad. Y, bueno, de vez en cuanto se daban oportunidades como aquella de desquitarse un poco. Como presidente de Set Desert Tours, principal turoperador de viajes en Oriente Próximo y Oriente Medio, el dios había tenido bastantes problemas por culpa del auge de los fanatismos religiosos y el terrorismo, con lo que se había visto obligado a abrir nuevos mercados. Era parte del juego de los negocios, eso lo aceptaba, pero se alegraba de poder darle una buena lección a esos perros rabiosos llenos de odio e intolerancia. Por ello, la oportunidad que se le había presentado le venía como anillo al dedo. Loki había organizado el equipo de ataque que se lanzaría contra los laboratorios de la UAEC, mientras él, con Bastet, Ares, Thor y las cabras de Thor, Tanngrisnir y Tanngnjóstr, se iban a encargar de ese trabajo. El Herrero Mentiroso no había podido darle más datos, y el griego tampoco había obtenido más información de sus fuentes, por lo que iban a ciegas. Pero eso no iba a impedirles actuar con contundencia.

Media hora más tarde, llegaron a la entrada de una cueva. Era una simple oquedad en la ladera, la boca de un túnel que se adentraba en la montaña y no destacaba en nada con respecto a las centenares de aberturas similares que había repartidas por aquella zona. Pero era su objetivo. Sus fuentes no habían sido precisas sobre lo que habían encontrado los extremistas fanáticos, pero si que habían sido lo suficientemente precisas en cuanto a la localización del refugio secreto en donde estaba "aquello", fuera lo que fuera. A fin de cuentas, que un dios egipcio con poder sobre las arenas del desierto te someta a una mini tormenta de arena capaz de desollarte y arrancarte la carne de los huesos es una amenaza lo bastante grave como para no querer contrariar a tu jefe. Y los servicios de información de Loki y Set sabían que quien les pagaban los salarios eran capaces de eso y más. Por ello, los cuatro seres divinos se adentraron en la montaña cruzando aquel umbral.

En lugar de explorar aquella red de túneles en una poco defendible fila, se agruparon, encabezando la marcha Set y Ares, seguidos por Bastet y Thor. De vez en cuando, el egipcio y el griego podían escuchar el sonido producido por alguien que recibía un zarpazo tras haberle sobado el culo a cierta diosa de cabeza de gato. Pero lo ignoraron y siguieron adelante. No tardaron mucho en sacar unas  linternas que les alumbraran el camino. A medida que se introducían en el interior de la montaña, el túnel comenzaba a mostrar claras señales de presencia humana: algunas paredes habían sido excavadas para ensanchar el pasillo, encontraron varias cámaras que habían sido habilitadas como barracones o para otros usos, pero que parecían llevar poco tiempo desalojadas y aun no habían sido vaciadas.

-Parece que hemos encontrado una zona que han dejado de usar recientemente, pero que no han desechado por completo. De lo contrario se habrían llevado todo cuanto queda aquí.

Las palabras de Ares parecían atinadas, y valieron un gesto de aprobación por parte de los demás. Sin embargo, había algo en la atmósfera de aquella red de cavernas que indicaba que algo no iba bien. El aire sólo se estremecía por el paso de los cuatro dioses, como si aquel lugar hubiera estado abandonado desde hacía siglos, y no desde hacía unos escasos días. Entonces, al girar por un recodo, accedieron a una nueva sala donde el caos se había desatado. Se trataba de una cámara de unos 50 metros cuadrados que había sido usada como centro de planificación, o al menos eso indicaban las mesas destrozadas, los papeles tirados por todas partes y los mapas estratégicos rotos que colgaban de las paredes, junto con los tradicionales rastros de zarpas, disparos y manchas de sangre que eran señal del ataque de un ser feroz y cabreado. En aquel momento, Ares, tomó el mando.

Con gesto profesional, sacó un cuchillo y se dispuso a explorar la sala, en busca de cualquier indicio que les pudiera indicar que había sucedido allí. Con paso contenido pero decidido, se adentró en la estancia, recorriendo todo el contenido de la misma con la mirada, examinando detenidamente cada posible pista, cada detalle, cada mancha de sangre. Tras examinar minuciosamente el lugar, invitó a entrar a sus compañeros. El único indicio que pudiera darles razones de lo sucedido era el cuerpo caído y cubierto por papeles y restos variados de un hombre de piel cetrina y abundante barba. O bien era un hipster de oriente medio o un terrorista, pero todos los indicios apuntaban a esto último.

Los cuatro dioses descubrieron por completo el cuerpo y lo examinaron. Estaba bastante vapuleado, con el cuerpo cubierto de hematomas y el brazo izquierdo en una posición forzada que indicaba que estaba roto. De repente, el hombre abrió unos ojos que reflejaban el terror más absoluto y, para mayor sorpresa de ellos, comenzó a farfullar:

-Los colmillos... la muerte que se alza... dormía... lo despertamos... en la roca... muerte andante... el ídolo... Ganesha... se abalanzó sobre nosotros... no debimos... su furia... muerte... dolor... sangre por todas partes... la torre del elefante... no debimos... los ángulos... esa mano... no debería existir... nunca... con mil elefantes...

Tras varios minutos de palabrería incoherente en parsi, idioma que, por su condición, los dioses comprendían, finalmente falleció el terrorista, logrando así que su muerte fuera más melodramática que una muerte en la ópera. Pero, de improviso, el brazo derecho se lanzó como un arpón para coger a Bastet y el fanático gritó: ¡Mujer! ¡Deberías cubrirte y no lucir tu impúdica figura! Y ya, sí, definitivamente, sin lugar a dudas, murió. El hecho de que Thor le aplastara la cabeza para asegurarse fue secundario.

Sin más pistas que los desvaríos finales de un cadáver, tuvieron que seguir su camino a través del complejo entramado de túneles y salas que conformaban aquel centro neurálgico terrorista. A medida que avanzaban, sólo encontraban soledad, muerte y devastación. Fuera lo que fuera lo que había pasado, había arrasado todo a su paso. Cada vez que encontraban más cuerpos, se limitaban a pasar de largo, y, si se movían y parecían ir a soltar una nueva parrafada incoherente, ponían rápido fin a su sufrimientos (el de los dioses, que no querían aguantar otra sarta de tonterías), dándole muerte. Pero, finalmente, alcanzaron el lugar donde parecía haber empezado todo: una excavación arqueológica bastante tosca, como hecha por aficionados, de lo que era algún tipo de extraño y ancestral templo de arquitectura claramente alienígena y que parecía tener algunos elementos característicos de la India. Desde la entrada al mismo surgían dos pares de huellas con un aspecto extraño, como si hubieran sido dejadas por una criatura grande, muy pesada y de aspecto parcialmente antropomórfico. Uno de los rastros salía y el otro regresaba al interior. Ya que no parecía haber nada en las cuevas, los dioses probaron suerte y optaron por introducirse en el templo cuyo acceso habían descubierto los terroristas.

El interior del recinto ancestral tenía una atmósfera pesada y cargada de un aroma rancio a especias y flores marchitas, diferente al olor de la roca y la sangre de las cuevas. Para ellos, fue como entrar en otro mundo. Tras un corto pasillo de dimensiones superiores a las habituales para permitir el tránsito de un ser humano, accedieron a una inmensa construcción, una sala sumida en la decadencia de los siglos, al fondo de la cual podían observar una inmensa escalinata, a cuyos pies se abrían dos nuevos accesos. Los colores estaban apagados y desgastados, con desconchones que afeaban lo que debieron ser muros de una riqueza y belleza sin par, creados por una inteligencia claramente no humana. Los diseños de las columnas, los frescos, mosaicos y toda la abundante y variada decoración eran obra de un arquitecto alienígena, de una sensibilidad ajena a toda experiencia conocida por la civilización del hombre. El silencio habría sido absoluto de no ser por sus respiraciones y por un rumor creciente que acabó por emerger por una de las entradas al fondo de la sala junto con los causantes del mismo: dos seres que combinaban rasgos antropomórficos con elefantídeos. El primero que apareció era un ser de cuerpo humano fuerte y perfectamente formado, como el de un dios griego, como el de Ares mismo. Tan sólo su piel verde, su estatura, superior a la de un ser humano y la monstruosa cabeza de elefante, que resultaba desproporcionada, lo identificaban como un ser alienígena. Retrocedió trastabillando, como retrocediendo ante la embestida de un enemigo más poderoso. Unos segundos después, surgió su adversario, un horror elefantino abotargado, con cabeza esquelética de orejas palmeadas y una trompa que acababa en un gran disco aplanado. De envergadura superior a la de su rival, su cuerpo estaba moteado y manchado. No tardaron mucho en volver a enzarzarse en cruel lucha, en la que el último en aparecer parecía llevar ventaja y tratar de golpear a su enemigo con el disco de la trompa.

Ante la desventaja a la que se enfrentaba el ser verde, y reconociendo a su contrincante como un miembro de la insana progenie de Chaugnar Faugn, los cuatro dioses, guiados por el impulso de aclarar las cosas de una vez, se lanzaron a la lucha en contra del hijo del Primigenio. Todos ellos iban armados con cuchillos encantados, y Bastet podía convertir sus manos en zarpas felinas, como bien había podido comprobar Thor. Ares, impulsado por sus poderosos músculos, cargó y embistió a su objetivo de tal manera que, ni el poderoso y abotargado cuerpo del mismo le impidió ser derribado. Tras él, Set, poco amigo del juego limpio, aprovechó que el monstruoso ser elefantino había caído, para abalanzarse sobre él e inmovilizarlo. Entonces, Bastet, como buena gata, saltó sobre el voluminoso abdomen e hizo uso de sus garras para rasgar la gruesa piel de la criatura. Por su parte, Thor, empuñando a su Mjolnir, no dudó en arrojar su martillo contra la testa del enemigo.

Bajo el ataque de los cuatro dioses, que sometían al vástago de Chaugnar Faugn a una presión continua, el horror abotargado fue finalmente sometido y muerto bajo el poderoso martillo de Thor. Fue en ese momento cuando ya pudieron respirar tranquilos. Tan sólo quedaba averiguar que había sucedido allí. Tras recuperar el aliento, la intención de interrogar al ser verde era más que clara por parte de los dioses, por lo que este, por iniciativa propia, comenzó a hablar:

-Os saludo, dioses de la Tierra. Soy Yag-Koro, o Koro del planeta Yag, un mundo transcósmico sólo conocido por los enloquecidos autores de los más extraños grimorios, los dioses exteriores y algunos obsesos de buscar a Wally. Fui enviado a este mundo para rastrear a la progenie de Chaugnar Faugn, horror cósmico que, en ocasiones, es confundido con uno de mi especie, lo cual es fatal para el turismo. Lamentablemente, estos sujetos del ISIS, junto con los talibán, encontraron este antiguo templo primero, dedicado originalmente al repulsivo y elefantino Primigenio y que estaba habitado por uno de su estirpe. Cuando llegué yo, el mal ya estaba hecho, y había sido liberado, por lo que lo rastreé y luché contra él, pero demostró ser más poderoso. Por ello, os agradezco vuestra intervención al acabar con este monstruo. Ahora debo partir para seguir mi búsqueda. Tal vez, en un futuro volvamos a encontrarnos.

Los dioses, satisfechos con la explicación, siguieron un tiempo más hablando con el alienígena transcósmico. Durante esa charla, le pusieron al día sobre sus actividades, y compartieron datos que pudieran resultar útiles a ambas facciones, sentando así las bases para futuras colaboraciones. Una vez resueltas estas cuestiones, había que solventar el tema de que hacer con aquellas ruinas y la base de los terroristas. Fue entonces, pensando en que hacer, cuando Thor tuvo un momento de genialidad. La idea de Thor les permitía resolver rápida y fácilmente sus problemas, ya que consistía en utilizar todos los explosivos y armamento allí almacenados para provocar una enorme explosión que hundiera el sistema de cuevas y, así impidiera su reutilización y el acceso a la excavación. Por su parte, mientras ponían esto en práctica, Yag-Koro se despidió para seguir su búsqueda.

Una hora más tarde...

Set salió corriendo de la cueva como alma que lleva el diablo al grito de:

-¡CORRE, HIJOPUTA CORRE!

Tras él, siguiendo sabiamente su consejo, avanzaban a toda velocidad Ares, Thor y Bastet, mientras, tras ellos, la onda expansiva y la nube de humo y polvo que arrastraba esta les seguía pisándoles los talones. Cuando lograron ponerse a salvo, saltando detrás de una enorme roca, respiraron aliviados. Aunque de forma expeditiva, habían logrado su objetivo.

jueves, 10 de diciembre de 2015

El día que Robert Pickman tuvo razón

El sonido de alguien bajando a toda velocidad las escaleras que llevaban a los pisos superiores de la residencia La Llave y La Puerta retumbó por todo el edificio. Sea quien fuere, parecía perseguido por una legión de políticos en campaña electoral, pero ese no era el motivo de las prisas y la excitación.

Robert M. Pickman estaba exudando emoción. Ahí, en su Tablet, tenía por fin una prueba irrefutable, algo que nadie podría decir que era una farsa, un montaje, o el planeta Venus. Pero si lo que tenía ahí era verdad, implicaba una serie de cosas la mar de escalofriantes. Ese tipo de cosas que, si se dieran a conocer, podían hacer que corriera el pánico entre la población de la misma manera que si se anunciara que Whatsapp va a desaparecer. Con algo de ese calibre, Robert no podía actuar solo, debía acudir a gente que pudiera lidiar con algo tan peligroso, y eso quería decir que debía acudir a su familia.

Robert abrió con un golpe la puerta de la cafetería de La Llave y La Puerta, buscó con la mirada y, cuando localizó lo que buscaba, hizo bocina con las manos.

-¡Anna, Harvey! ¡Os necesito! -exclamó haciendo que la mitad de los que se encontraban almorzando allí dirigiera la mirada hacia la puerta.

Los susodichos estaban en una mesa del fondo tomando un frugal almuerzo. Alzaron la cabeza e hicieron gestos para que Robert se acercara a su mesa. El nervioso miembro de la familia se acercó allí y se sentó en la silla libre.

-Chicos, he hecho un descubrimiento terrorífico. Si lo que tengo aquí es lo que creo que es, podemos estar ante una conspiración que podría poner en jaque al mundo entero. Lo sorprendente es que todavía esté en línea. Los poderes ocultos en la sombra siempre suelen borrar este tipo de contenido, o desprestigiarlo. Puede que aún no se hayan dado cuenta, por lo que estamos a tiempo de mostrar al mundo el peligro que se esconde entre ellos. 

El joven parecía muy nervioso. Estaba despeinado y con los ojos inyectados en sangre de haberse pasado toda la noche sin dormir en su búsqueda de pruebas de las conspiraciones que controlaban el mundo desde la sombra.

-¿Y qué es esta vez? ¿La música popular tiene un mensaje subliminal para que consumamos compulsivamente? -dijo Harvey.

-No, mucho peor -contestó Robert. Dejó la Tablet sobre la mesa y empezó a buscar en ella con su mano-. Esta mañana he estado viendo un programa de una televisión local que emite por internet. En él hablaban de una celebridad que había visitado Arkham. No es el tipo de noticia que normalmente llamaría mi atención, pero cuando la he visto, casi me da todo un vuelco. Mirad...

En la Tablet se inició un archivo de vídeo y apareció una joven de pelo castaño oscuro y rostro atractivo saludando con la mano y sonriendo a la cámara. Estaba entre una serie de admiradores que la grababan con el móvil y llamaban su atención emocionados. Repentinamente, hubo algo parecido a un fallo en la emisión y, durante un momento, no pudo verse a la joven. En lugar de la atractiva mujer, había algo de un feo color verdoso y piel escamada vestido con las mismas ropas que la chica. Esta imagen sólo duró una fracción de segundo, pero para un ojo rápido estaba allí. Antes de que quien lo viera pudiera preguntarse qué había visto, la horrorosa imagen había desaparecido, reemplazada por la joven sonriente.

-¿Qué ha sido eso? -preguntó Anna torciendo el gesto.

-Está claro lo que era. Era un reptiliano haciéndose pasar por esa chica famosa. Y si ella es un reptiliano... ¿Cuantos de los famosos que salen en televisión, las revistas e internet también son reptilianos?  Yo sospechaba que había reptilianos en nuestro mundo haciendo experimentos y manipulando a ciertos poderes. Algunos compañeros despiertos de internet piensan que están en altas esferas de poder, pero nunca lo han podido demostrar. Y esto, esto es una prueba de que están aquí. Se han infiltrado entre nosotros. Esta chica es uno de  ellos, y está aquí en Arkham. Podemos capturarla y hacerle confesar cual su plan contra la humanidad y hacer algo para impedirlo... y publicarlo en mi blog para que suban las visitas, claro.

Anna hizo un gesto de indiferencia y cogió a su primo de la mano.

-Vamos Robert, esto no demuestra nada. Sólo una imagen de una fracción de segundo que puede haber sido hecha con efectos especiales -le dijo.

-Robert -dijo Harvey con expresión de preocupación -.¿Seguro que esto ha sido grabado esta misma mañana?

-Claro -respondió él-. Lo han puesto en streaming en el programa, puedes verlo entrando en la web.

Harvey giró la mirada hacia Anna, parecía aterrorizado.

-Anna... la chica del vídeo es la actriz Sasha Grey. La cual no puede estar hoy en Arkham porque está en un Reality Show de actrices sin ropa.

-¿Y tú como sabes que está en un reality de tías en pelotas? -le preguntó ella.

-Eh... bueno... me lo ha contado un amigo.

Hubo un momento de silencio. Alguien tosió por el fondo.

-¡¿Veis?! ¡Es un reptiliano! ¡Está aquí, chicos! ¡Debemos capturarlo! -exclamó Robert.

-Jamás creí que diría esto -dijo Harvey -. Pero Robert tiene razón. Tenemos que encontrar a esa criatura y descubrir qué hace aquí.

-¿Han dicho en el programa dónde estaba? -preguntó Anna.

-Sí, está en el Centro Comercial Witches of Salem -respondió Robert.

Harvey se levantó de sopetón de la mesa.

-Bueno, pues vayamos allí inmediatamente.


Un día cualquiera en el Centro Comercial Witches of Salem podía incluir a jovenzuelos paseando por los pasillos o tomándose algo en los variados cafés y locales de hostelería; gente comprando en las numerosas tiendas de todo tipo; y persecuciones estrambóticas. lo último no sería normal en otro tipo de centro comercial, pero este en concreto se encuentra en Arkham, y lo que allí es normal, es extraño en el resto del mundo.

Para los que se encontraran por el segundo piso del centro comercial, no podía ser sorprendente una persecución, pero al menos animaba la mañana, así que amenizaron sus compras con una joven corriendo con tacones perseguida por tres individuos que intentaban capturarla. La joven entraba en una tienda y los demás iban detrás. Salía de la tienda y ellos hacían lo propio. Entraba en la  siguiente. Salía montada en un emú y ellos la perseguían con pistolas de agua. Entraba en otra tienda, y ellos detrás. Salía montada en un carrito de la compra llevada por un señor bajito y la perseguían los otros individuos con caballitos de juguete y vestidos de vaquero. Volvía a entrar en la siguiente tienda seguida por los otros... y finalmente salía de allí atada de cuerpo entero con una cuerda, acompañada por los ya cansados persecutores.


De nuevo en la Residencia La Llave y La Puerta, la impostora Sasha Grey se encontraba atada a una silla en los sótanos del edificio. Frente al ser se encontraban Robert Pickman, con su Tablet en las manos; Harvey Pickman, entrechocando los puños; y Anna Pickman, mirando con ojos asesinos al ser.

-¡Jamás me haréis hablar! -exclamó la impostora, todavía con la voz de la actriz.

-Bien -dijo Harvey-. Te dejaremos a solas con Anna...

Los ojos de la impostora se abrieron como ventanas y la falsa imagen de la actriz comenzó a parpadear, desapareciendo a continuación. En su lugar, allí tenían  a un ser de aspecto reptiliano, con la piel verdosa y escamada, con fríos ojos almendrados y una horrenda boca repleta de afilados dientes. Comenzó a hablar atropelladamente.

-Mi nombre es Ssssssasssssa El Gris, miembro del glorioso ejército de Reptilianos Nazis del Lado Oscuro -la voz ya no era la de la actriz, sino un sonido rasgueante que semejaba una voz humana y que seseaba tanto que el que está escribiendo esto no piensa emularlo. Imagínese que sesea mucho, señor lector, que seguro que tiene usted mucha imaginación -. Viendo unas webs de magufos de internet, se nos ocurrió un plan de dominación mundial. Nos infiltraríamos entre la población y nos haríamos pasar por figuras famosas y creadoras de tendencia, manipularíamos las decisiones y opiniones de los humanos de tal modo que llegara un momento que siguieran ciegamente nuestras órdenes.

-¡Oh! ¡Entonces Donald Trump debe ser uno de vosotros! -exclamó Harvey-. Eso explica su comportamiento.

-Eh... ese no es uno de los nuestros, ya es así sin necesidad de nuestra intervención.

-Bueno, pues ya podéis olvidaros de dominar el mundo, pues en esta Tablet que ves en mis manos, voy a publicar todo lo que has dicho y lo haré saber al mundo entero, desmantelaremos vuestro plan, la gente os verá ¡¡¡DESPERTARÁN!!! ¡Y comenzará una nueva era en la que el pueblo se alzará contra el contubernio de illuminatti masones que quieren implantar el Nuevo Orden Mundial con ayuda de los grises que...

-Yaaaa, ya ya ya, Robert -dijo Anna interrumpiéndole -. Relaja un poco que te nos vas.

De repente el suelo del sótano comenzó a temblar haciendo tambalearse a los Pickman. Ssssssasssssa El Gris miraba con nerviosismo a su alrededor e intentaba soltarse de las cuerdas, pero antes de que lo consiguiera, la tierra del suelo se rompió apareciendo allí una especie de cortacesped con un excavador incorporado. Montado en este extraño vehículo había un individuo achaparrado y vestido con ropa de aviador de la primera guerra mundial, y del agujero salió un grupo que iban vestidos con ropa de todo tipo, toda antigua y bastante gastada. Con gafas de aviador, trozos de armadura futurista, monos de trabajo...

-¡¡¡No!!! -exclamó Ssssssasssssa El Gris -. ¡Son los Morlocks Comunistas!

El conductor del vehículo estrafalario bajó al suelo y se acercó a los Pickman.

-Venimos a llevarnos a este prisionero -dijo.

-¡Pero lo hemos capturado nosotros! -exclamó Robert.

-Llevamos incontables periodos de tiempo en guerra contra ellos y nos lo llevaremos. Estamos mejor preparados que vosotros para sacarle todo lo que sabe y encontrar al resto de infiltrados.

Anna y Harvey se miraron el uno al otro.

-Bien, lleváoslo. Nosotros ya hemos tenido suficiente de esto por hoy -dijo Harvey.

-Noooo, aún no le he hecho una foto para subirla al blooooog.

Varios morlocks cogieron la silla con el reptiliano sentado en ella y se lo llevaron al agujero, desapareciendo en él. El que había hablado se despidió con un gesto, se subió al aparato y desapareció como el resto.

-Bufff ya verás cuando Araknek vea este agujero -dijo Anna.

 -Bueno, no he conseguido hacerle la foto, pero tengo su declaración y el vídeo del programa, con esto tengo bastante para... ¡¡¡¡Aaaaah!!!! La Tablet no funciona, se ha apagado.... ¡¡¡ELLOS!!! ¡Ellos la han desconectado para que no dé a conocer lo que sé!

-¿No se te ha ocurrido pensar que se le ha acabado la batería? Llevas todo el día con el chisme ese en las manos -le dijo Anna.

-No importa. No conseguirán silenciarme. Iré a por mi ordenador y lo escribiré allí, lo publicaré en mi web, todo el mundo lo leerá, lo compartirán a otras páginas y la gente conocerá la verdad, abrirán los ojos, los escépticos borregos no tendrán ninguna forma de desacreditarme, y mostraremos al Nuevo Orden Mundial que no tenemos miedo, que estamos aquí y...

Robert siguió hablando mientras salía del sótano y se dirigía a su habitación dejando a Harvey y Anna a solas.

-¿Sabes lo que más miedo me da de todo esto? -dijo Harvey.

-¿Qué? -preguntó Anna.

-Que Robert tenía razón y nos va a estar dando la brasa con esto sabe la providencia cuanto tiempo.

Y con este terrible augurio también abandonaron el sótano. La amenaza reptiliana había sido abortada... de momento.


miércoles, 2 de diciembre de 2015

The DOOM that came to Alfa Strike

Un homenaje a DOOM, el juego de ID Software de 1993 de John Carmack

Laboratorio de UAEC (United Aerospace Engineering Corporation), filial de NWE, en algún lugar de los Balcanes

Brontes cargó con toda su masa, con esa velocidad engañosamente lenta de la lava, pero que resulta devastadora cuando se lanzan contra ti 200 kg. de dios del trueno cabreado con un martillo en cada mano. La mole pelirroja del griego se abalanzó contra un ser semi humano, de piel rojiza y con gruesas patas caprinas, morro de bestia carnívora y cuernos que no esperaba semejante embestida. El impacto derribó al Barón, momento en que aprovechó Brontes para alzar ambas manos y golpear el cráneo del ser infernal con los martillos que empuñaba.

Mientras tanto, a su espalda, N'kari había logrado subirse sobre una especie de beholder rojo que escupía bolas de plasma hacia Delta Wave Welcome, que usaba su espada Ouroboros para detener los ataques del monstruo. Mientras la joven lo distraía, la africana trataba de apuntar la escopeta de dos cañones que llevaba sobre la testa de la criatura. Un poco más allá, Perun empalaba con su lanza un ser humanoide de color marrón que le había atacado lanzándole bolas de fuego.

Al fondo, tratando de ignorar la sangrienta lucha contra las hordas del infierno, Pkaurodlos, la Serpiente Emplumada, se peleaba con los sistemas informáticos de las instalaciones, tratando de romper la seguridad. Realmente, él no debería estar allí, esa era una misión de combate directo, y la única razón de su presencia era porque se le daban bien los ordenadores. Pero aquello empezaba a sacarle de quicio. Frustrado, se giró y frió con un rayo a un zombie que apareció por la puerta mientras trataba de concentrarse en su trabajo: hackear los ordenadores.

Sala de reuniones de Alfa Strike, hogar de Loki en las Tierras del Sueño, hace media hora

Una vez más, Loki había reunido a parte del equipo que formaba el Alfa Strike Squad. Por la lista de las deidades convocadas, estaba claro que iba a ser una misión de primera línea de combate. Desde luego a nadie se le ocurriría llevar a una operación encubierta de infiltración a Perun, N'kari, Brontes y Delta Wave Welcome. La única nota discordante era Pkaurodlos, que no era precisamente un guerrero. Sin embargo, el Herrero Mentiroso había formado esa alineación con un propósito concreto:

-Por lo visto, tras su fracaso victoriano que nosotros frustramos, los de la NWE siguen con su idea de explotar los viajes espacio-temporales e interdimensionales. Han contratado a un becario del Doctor Carmack para que, aprovechando los conocimientos que tenga de los trabajos de este científico, combinándolo con su propia tecnología, lograr mejorar su propio portal. Ya permitía los viajes en el espacio-tiempo y ahora también permite moverse entre mundos paralelos. El problema es que el becario que tienen es el equivalente al Becario de la Fundacion Wilmarth, y el portal, aunque activo, funcional y estable, no les ha permitido acceder a las Tierras del Sueño como querían. En su lugar, han creado un portal hacia alguna dimensión infernal. Por suerte, gracias a la labor de espionaje que he realizado, tenemos la localización de sus instalaciones. Nuestra misión es realizar un ataque relámpago: llegar, destruir a todas las fuerzas infernales liberadas, hackear sus ordenadores para extraer toda la información y destruir el lugar.

-¿Entonces imagino que me corresponde a mí el trabajo informático? -preguntó Pkaurodlos.

-Ciertamente -respondió Loki-. No podemos contar con Ares o Set, que también tienen buenos conocimientos de este campo ya que tienen su propia misión en otro lugar. Así que contamos contigo. Descuida, los demás te cubrirán en combate.

La expresión de Pkaurodlos indicaba claramente lo que tenía en mente: iba a arrepentirse de haber aceptado colaborar...

Laboratorio de UAEC (United Aerospace Engineering Corporation), filial de NWE, en algún lugar de los Balcanes (otra vez).

-¡Cáspita! ¡Recorcholis! ¡Caracoles! ¡Sapristi! ¡Condenados hijos naturales de una dama de afecto negociable! ¡Estos sistemas de seguridad me tienen hasta las plumas!

Ciertamente, Pkaurodlos no había tardado demasiado en arrepentirse. La entrada había resultado fácil, abriéndose camino entre el escaso personal que trataba de escapar aún y las primeras oleadas de monstruos: guardias de seguridad de Omicron Scorpions Security y científicos convertidos todos ellos en zombies demoníacos. Tras estos, comenzaron a aparecer los primeros seres humanoides de color marrón que lanzaban bolas de fuego. Y poco a poco, a medida que avanzaban por el complejo de investigación, se iban topando cada vez con más monstruos y más poderosos.

En resumen, se toparon con las siguientes criaturas:
Zombies: científicos y guardias de seguridad, armados con pistolas y escopetas.
Imps: demonios humanoides marrones que lanzan bolas de fuego.
Barones: seres humanoides caprinos, como una especie de sátiros demoníacos (no relacionados con Shub-Niggurath).
Almas Perdidas: cráneos de night-gaunt poseídos por Zarathos, el espíritu de la venganza (¿¡!?)
Cacodemonios: Beholders comunistas (¡son rojos!) sin pedúnculos con ojos adicionales, sólo poseen el gran ojo central. Cantan la Internacional y escupen bolas de plasma

Cuando lograron abrirse paso a través de semejante grey infernal, lograron finalmente llegar hasta los ordenadores centrales, donde Pkaurodlos estaba a punto de hacer algo que nunca se habría esperado de él. Frustrado hasta lo indecible por las medidas de seguridad de los sistemas informáticos, estuvo a punto de soltar un taco. Mientras, sus compañeros se dedicaban a la ardua labor de la matanza de demonios en su mejor interpretación de marine de DOOM.

Tras lograr acabar con los últimos restos de adversarios, se abrió una puerta doble que hasta ese momento se había mantenido cerrada. Del umbral surgió un sonido chirriante, como el de unas articulaciones metálicas necesitadas de lubricante, seguidos por el causante de los mismos: un monstruoso cerebro con una pequeña cara con aspecto de sufrir de estreñimiento crónico, enseñando dientes como un superhéroe diseñado por Rob Liefeld. La enorme masa encefálica cabreada se desplazaba montada en una plataforma con cuatro patas articuladas, y tenía montada una ametralladora gatling en el frontal, lo que suponía una clara insinuación fálica. Como era de esperar, la criatura no parecía dispuesta a dialogar.

Los dioses y la valquiria se prepararon para cubrir a su compañero, posicionándose en abanico en torno a la criatura. Comenzaron a desplazarse lateralmente para que Pkaurodlos quedara fuera del ángulo de tiro mientras ellos luchaban. N'kari, haciendo honor a su título de diosa de la pasión violenta, se lanzó contra el monstruo, que llevaba una chapita identificaba con el texto: “Hola, soy la Mente Araña”. Conociendo los apasionamientos de la africana, sus compañeros no tenían claro si iba a descargar los dos cañones de la escopeta o a usar la ametralladora como consolador XXL, por suerte, la mujer optó por la primera opción, disparando casi a bocajarro contra el monstruo. Pero la criatura era sumamente dura, y apenas había recibido daños. Sin embargo, el ataque sólo había comenzado. Tras N'kari, Perun y Brontes, con sus poderosos músculos enarbolando con fiereza sus armas, cargaron contra el ser, mientras, a su espalda, Welcome usaba su espada para abrir una brecha que la situara en la retaguardia de la criatura. Pero la Mente Araña no tardó en reaccionar. Moviéndose en medio de un coro de chirridos, su ametralladora comenzó a escupir muerte, bramando sin cesar mientras acribillaba las paredes. Los dioses, que por muy brutos que fueran no eran tontos, lograron esquivar el ataque, posicionándose para golpear ellos mismos. Welcome, por su parte, se movía para mantenerse a la espalda del ser, buscando un punto débil y ofreciendo a sus compañeros la posibilidad de flanquearlo. Entonces, N'kari rodó hacia un lado para poder recargar su arma.

Brontes y Perun, actuando coordinados, lanzaron su ataque simultáneamente, golpeando y esquivando, martillando, clavando la lanza y evitando las ráfagas de ametralladora. Por la espalda, finalmente Welcome identificó el lugar idóneo donde hundir la espada, y así dar tiempo a N'kari con la escopeta. Lo que había creído una simple circunvolución de la masa encefálica demoníaca era, en realidad, esa parte de la anatomía donde la espalda pierde su nombre. Cuando la hoja de Ouroboros penetró en el monstruo, la expresión de la cara de este cambió, convencido de que ya no iba a tener más problemas de estreñimiento. En ese momento, las fuerzas simultáneas de los dos dioses del trueno, combinadas con el disparo doble de N'kari convergieron sobre el ser, destrozándolo más allá de toda posibilidad de recuperación. Lamentablemente, al morir la Mente Araña, se activó un sistema de autodestrucción en la plataforma, lo que no sólo la inutilizó, sino que hizo explotar el inmenso cerebro de textura gelatinosa en su interior, salpicando de forma desagradable.

Aquello es lo único que le faltaba a Pkaurodlos, pringarse de sesos demoníacos. A punto de estallar, empujó el teclado de un manotazo y, para su sorpresa, se encontró debajo una hoja en la que estaban detallados la contraseña de superusuario y los accesos a los bancos de datos. El dios de la tormenta se quedó con el pico abierto, sorprendido de que, con unas medidas de seguridad tan férreas, fueran tan incompetentes a la hora de guardar las claves de acceso. Respirando ya tranquilo, se dispuso a trabajar. Pero la paz no había llegado todavía.

Con el dios tolteca, azteca, maya e ibero trabajando en la copia de la información, por la puerta doble, tras la cual se encontraba el portal interdimensional que habían ido a cerrar, surgió una nueva amenaza. Esta vez se trataba de un monstruo gigantesco, un coloso de cuatro metros, una especie de minotauro demoniaco cibernético que sustituía el brazo derecho por un enorme cañón. Perun, Brontes, Welcome y N'kari retrocedieron unos pasos ante el monstruo, pero sabían que no debían darse por vencidos tan fácilmente. Un grito de batalla lanzado en conjunto fue la señal para cargar contra el ser. Pero, trabajando a la velocidad del rayo, con el acceso del superusuario, Pkaurodlos demostró porque era el mejor con los ordenadores. Con sus compañeros enzarzados en brutal batalla contra el boss final, puso en práctica un plan que se le había ocurrido en un momento de inspiración. Tecleando con furia y usando el ratón para navegar por las diferentes opciones del sistema y de los programas de configuración del portal, introdujo una serie de cambios y, con una expresión de máxima satisfacción, apretó la tecla ENTER.

Mientras Perun trataba de alancear al ciberdemonio y Brontes atacaba con furia las patas del ser, N'kari buscaba una posición de tiro desde donde disparar sin afectar a sus compañeros, acompañada por Welcome, que usaba la Ouroboros para desviar mediante portales los proyectiles que el monstruos disparaba y devolvérselos. En esos momentos de máxima tensión, un nuevo invitado hizo su entrada a través del portal. Se trataba de un coloso que superaba en tamaño al demonio, un descomunal largarto acuático, Bokrug, quien hizo caer la maldición sobre Sarnath. El primigenio de las Tierras del Sueño avanzó con paso perezoso y contempló con jurásica y ancestral mirada a los combatientes. Estos, congelados ante la aparición del saurio, se quedaron expectantes, sin saber como reaccionar. Entonces, el recién llegado devoró de un bocado al ciberdemonio, momento en que Pkaurodlos instó a sus compañeros a largarse lo más rápido posible. Welcome, atendiendo al ruego del dios, abrió un portal que les envió al exterior de las instalaciones, donde el ibero-precolombino les explicó su plan:

-La idea era sencilla: teníamos que destruir estas instalaciones y quedarnos con toda la información. Esto último lo tengo guardado en este pendrive -explicó mientras mostraba la unidad de almacenamiento-, pero para acabar con todo, y viendo que teníamos un “maldito” problema, se me ha ocurrido que la mejor solución sería traer al experto en lanzar “maldiciones”, Bokrug. Así que, podemos sentarnos a ver como él se encarga de todo. Entre dioses saurios nos entendemos y sabe que le debo un favor por actuar rápido.

Tal y como había predicho Pkaurodlos, Bokrug, en su mejor papel de Godzilla, inició una completa, exhaustiva, total y eficaz destrucción, reduciendo los edificios a ruinas informes mientras los dioses comían palomitas y disfrutaban del espectáculo. Su misión había sido un éxito, solo quedaba volver a casa.

Mientras tanto, en algún lugar de las montañas de Afganistán

Set salió corriendo de la cueva como alma que lleva el diablo al grito de:

-¡CORRE, HIJOPUTA CORRE!

Tras él, siguiendo sabiamente su consejo, avanzaban a toda velocidad Ares, Thor y Bastet, mientras, tras ellos, la onda expansiva y la nube de humo y polvo que arrastraba esta les seguía pisándoles los talones. Cuando lograron ponerse a salvo, saltando detrás de una enorme roca, respiraron aliviados. Aunque de forma expeditiva, habían logrado su objetivo.

viernes, 27 de noviembre de 2015

La llegada del gorila blanco

Arkham tiene muchas cosas extrañas, pero también tiene otras que la relacionan con el resto de poblaciones de los Estados Unidos. Así, como en cualquier otro lugar del país, Arkham celebra Acción de Gracias de la manera tradicional (aunque, siendo Arkham, esto puede incluir algún tipo de accidente espaciotemporal).

La estación de tren de la ciudad, en un día señalado como Acción de Gracias, suele estar repleta de gente que va y viene. Todo el mundo vuelve a casa y es recibido por familiares, como si de un anuncio de turrones se tratara. Pero este año, también llega alguien que no es recibido por nadie y que se oculta bajo una gabardina y un sombrero. Alguien que viene buscando a una persona que no sabe que es su familiar.

Como es de suponer, la Universidad de Maskatonic, un día señalado como este, no imparte sus habituales clases. Todos los alumnos marcharon a sus hogares el día anterior, por lo que los pasillos de las facultades están vacíos y silenciosos... o al menos la mayoría.

-Pues lo que te digo -dijo Brontes mientras paseaba por el pasillo de la facultad de Ciencias Aplicadas -, yo un día como este no voy a visitar a la familia por dos cosas. La primera, que como deidad griega no celebro Acción de Gracias, y si lo hiciera, no tendría con quien, pues el listo de Apolo mató a mi familia con un rayo por nosequé asunto. Ya sabes cómo son los dioses griegos y su temperamento...

-Ya -le respondió Summanus -, cuando no están follando entre ellos o con mortales, están jodiéndose los unos a los otros. La cultura dinosauroide tampoco celebra Acción de Gracias, dicen que celebrarlo sería aceptar la aculturación humana, y estadounidense en particular, en su civilización, y esto no les termina de gustar.

-Pero si toman en té a las cinco como los ingleses -replicó Brontes.

-Ya, pero eso es una tradición, tú no lo entiendes...

Llegaron hasta la puerta de la facultad y salieron al exterior. Hacía un día agradable de otoño y el suave viento mecía las hojas caídas.

-Bien ¿y qué vas a hacer hoy? Que aquí está todo cerrado -preguntó Summanus.

-Pues pasar un día agradable sin estudiantes que provocan el apocalipsis, ni invasiones alienígenas, ni ataques de zombies, ni nada raro -respondió Brontes.

De repente, de los arboles cercanos a la facultad surgió un ruido de ramas rompiéndose y, delante de Brontes y Summanus, cayó una figura embutida en una gabardina marrón y cuya cabeza aparecía cubierta por un sombrero.

-¡Es el monstruo de Jeepers Creepers! -exclamó Summanus.

-¡¿Qué va a ser el monstruo de Jeepers Creepers?! Si a ese no se le ve desde que hicieron aquella nefasta secuela que hizo que se metiera en líos legales con la productora... -le dijo Brontes negando con la cabeza.

El individuo embutido en la gabardina alzó la cabeza y se quitó el sombrero dejando ver una cara simiesca con unos profundos ojos azules. Era algo parecido a un gorila entrado en años, pues estaba cubierto por una capa de pelaje blanco.

-¿Doctor Zaius? ¿Es usted? -preguntó Summanus.

Brontes se le quedó mirando durante unos instantes.

-Me empiezan a inquietar tus constantes referencias a películas...

El simio albino negó con la cabeza.

-No, no soy ese personaje de ficción -dijo el simio -. Mi nombre es Jervase Jermyn y vengo en busca de una persona. Es un  familiar.

-Pues por aquí hoy no hay nadie... y, que yo sepa, en la universidad no hay ningún estudiante que sea un simio. Tenemos a dos yithianos, algunos híbridos de profundo, un periquito que sabe citar a Shakespeare y a un irlandés, pero simios no -le explicó Brontes.

-Yo no he dicho que sea un simio. Verán, la familia Jermyn es muy extensa. Aunque a principios del siglo XX mi antepasado Sir Arthur Jermyn  creyó estar acabando con la familia cuando decidió imitar a los monjes budistas conocidos como Bonzo, la familia Jermyn siguió existiendo gracias a una rama que éste no conocía. Los Jermyn descendemos del emparejamiento entre Sir Wade Jermyn y la reina de la sagrada Ciudad Gris, una gorila inteligente, por lo cual algunos nos parecemos más a nuestra tataratatara abuela y otros se parecen a nuestro tataratatara abuelo.

Summanus y Brontes se le quedaron mirando unos instantes sin comprender.

-Eso quiere decir que algunos tenemos apariencia simiesca y otros tienen una apariencia más humana.

-Aaaaaaaah -dijeron los otros dos al unísono.

-Vale, bien... pero como podrá comprobar, nosotros no tenemos apariencia ni simiesca ni humana -dijo Summanus -, éste de aquí mide dos por dos y tiene un sólo ojo, y yo debajo de este disfraz soy un reptil, así que ¿para qué nos necesita, señor Jermyn?

-Parecen ser ustedes los únicos aquí hoy, por lo que esperaba que pudieran ayudarme a encontrar a este familiar. Fue dado en adopción, por lo que no tiene el apellido Jermyn, pero sabemos que tiene una apariencia encorvada, como si tuviera una chepa.

-Alguien con chepa en la universidad -susurró Brontes -, creo que sé quien es... pero no sé cómo podremos encontrarlo.

Summanus chasqueó los dedos.

-No te preocupes por eso, Brontes. Cuando tuvimos el incidente con el estudiante yithiano que se fue de fiesta Erasmus hace un par de semanas, Anna Pickman nos enseñó un hechizo muy útil para evitar que esto vuelva a pasar.

Summanus carraspeó y comenzó a hacer una serie de movimientos con las manos mientras recitaba:

-Sightala-Ho ak p'tolhesav ¡Ashgat, Ashgat! Idrath ak mnelinok ¡Ashgat, Ashgat!

Y así, del cuerpo de Summanus surgió un tenue hilillo verdoso que salió disparado hacia las afueras de la universidad.

-Mmmm esto es muy útil para cuando pierdes el mando a distancia -comentó Brontes.

-Sigámoslo -dijo Summanus.

 Los tres siguieron el hilo mágico más allá de la universidad y recorrieron las calles circundantes de la ciudad de Arkham, hasta llegar a una de las zonas comerciales.

-Vale, tiene que estar por aquí -dijo Summanus.

-Pero si hoy está todo cerrado ¿cómo va a estar aquí? -se quejó Brontes.

-Quizás esté en esa carnicería que sí que está abierta -comentó Jervase Jermyn.

Brontes y Summanus se giraron en la dirección en que señaló Jervase Jermyn y vieron el escaparate de una carnicería que todavía estaba iluminado. A esas horas, y el Día de Acción de Gracias, no tenía ningún sentido que siguiera abierta, a menos que estuvieran esperando a algún rezagado que quisiera comprar a última hora un pavo.

Brontes tocó en la puerta del local y, al ver que nadie acudía, abrió la puerta. Pudieron escuchar las típicas campanillas que anunciaban la llegada de alguien a una tienda, y entraron mirando con interés. Parecía ser una carnicería normal y corriente. La puerta que daba a la trastienda se abrió, y de allí surgió un hombre vestido totalmente de negro, con mirada siniestra y en el que se adivinaba un problema de espalda que le hacía encorvarse ligeramente.

-Vaya, si son tres de los extravagantes habitantes de nuestra amada Arkham ¿qué le trae a la carnicería West a un cíclope, un ser mal disfrazado de humano y a Copito de Nieve?

-¿Es usted el señor West? -preguntó Jervase Jermyn.

-No, soy su ayudante, Marty Eye Gore, el señor West se ha ido con su familia a celebrar Acción de Gracias -respondió el otro.

Jervase Jermyn carraspeó y miró con nerviosismo a Eye Gore.

-Deduzco que usted no tiene con quién celebrar esta festividad. Hasta ahora. Me presentaré. Mi nombre es Jervase Jermyn y he venido a Arkham en busca de mi primo perdido.

-Pues aquí no tenemos ningún mono -respondió Eye Gore.

-No soy un mono, soy un simio. No es lo mismo -le dijo Jervase Jermyn con un tono amenazante.

-Bueno, vale, no hace falta que me hables así...

-Además, no estoy buscando a un simio -continuó Jervase Jermyn -. Marty Eye Gore... tú eres mi primo, realmente eres un Jermyn.

-¡¡¿QUÉ?!! -exclamó Eye Gore.

-Lo que oyes. Tu madre te dejó en adopción a una familia totalmente normal por alguna razón que no terminamos de entender, porque en la renacida Sagrada Ciudad Gris se vive estupendamente. Tenemos televisión por cable, internet, cines...

-Esto no puede estar pasando, no puede estar pasando -decía Eye Gore.

-Pues sí, primo, está pasando. Y como nuestro contacto con la cultura estadounidense gracias a la televisión, el cine e internet ha hecho que también celebremos Acción de Gracias, he venido a llevarte allí para celebrarlo.

-¡De eso nada! Yo me quedo aquí -exclamó Eye Gore cruzándose de brazos.

-Me temo que no puedo volver solo, primo.

Y antes de que Eye Gore pudiera decir nada, Jervase Jermyn se quitó la gabardina y dejó libre un poderoso cuerpo de primate, blanco y musculado. Se golpeó el pecho con ambos puños y dio un grácil salto hasta donde estaba Eye Gore, lo cogió con un brazo y se lo echó al hombro.

-Gracias por ayudarme a encontrar a mi primo -les dijo a Brontes y a Summanus -. A más ver.

Jervase Jermyn dio otro salto hasta la puerta del local, la abrió y salió con otro potentísimo salto dejando a los otros dos a solas en la carnicería.

-¿Ves? -dijo Summanus -Por cosas como esta no dejamos que la cultura estadounidense influya demasiado en la cultura dinosauroide. Y ahora vamos a tomar algo a La Llave y La Puerta, que seguro que estarán de celebración.

Y Summanus y Brontes dejaron la carnicería West en dirección a la residencia estudiantil y a la fiesta que allí les esperaba.

martes, 24 de noviembre de 2015

La Llave y la Puerta en el Círculo bloggercraftiano



Ha sido toda una sorpresa para los autores de este blog encontrarnos con el hecho de que se nos ha incluido en el Círculo bloggercratiano, definido como: "Un espacio dedicado, a modo de agradecimiento, para recomendar a los cultores del terror cósmico y conocedores de Lovecraft, cultor primigenio del terror cósmico, blogueros lovecraftianos de habla hispana que mantienen la memoria y el universo este horror."

Desde las páginas de La Llave y la Puerta queremos agradecer a Gladwyn B., bloguero y compilador de este curioso círculo el que nos haya incluido en el mismo. Por supuesto, desde el humor, la parodia y la sátira, nos comprometemos a seguir manteniendo viva la memoria del Maestro del Horror H.P. Lovecraft.

sábado, 21 de noviembre de 2015

Alfa Strike: Buscando a Jack

9 de Noviembre de 1888, Londres.

Eran esas horas de la madrugada en las que por las calles de los barrios decentes sólo se podía encontrar al típico policía haciendo su ronda y al típico personaje de Arthur Machen que vuelve a casa a las tantas. Mientras tanto, en Whitechapel, un hombre embozado con una capa y un sombrero elegante, avanzaba rápidamente por las calles, alejándose del nº 13 de Miller's Court, Calle Dorset, Spitalfields.

Al mismo tiempo, en otro punto de Whitechapel, una voz femenina tarareaba "Who wants to live forever", la canción de Queen, mientras se escuchaba el sonido producido por dos espadas al chocar entre ellas. A modo de coro, se podía oír el ruido producido por alguien a quien le están dando una soberana paliza. Mientras, asomando desde el callejón donde se producían estos hechos, un hombre pelirrojo ataviado de forma elegante a la última moda victoriana, escrutaba nervioso la noche. A sus espaldas, finalmente cayeron derrotados y apaleados los cuerpos de dos individuos ataviados con un moderno (del siglo XXI, se entiende) uniforme militar, con chalecos de protección y equipados con armas cortas, espadas y cuchillos de combate. En las mangas de las ropas se podía distinguir claramente un símbolo: un escorpión inscrito dentro de un círculo, el emblema de Omicron Scorpions Security, filial de la corporación New World Enterprises. Mientras, Delta Wave Welcome, ataviada con sus ropas de combate al estilo doncella guerrera nórdica, lograba desarmar y derribar a su adversario. Sin embargo, no se dispuso a cortarle la cabeza, sino que le golpeó de canto con la espada para dejarlo inconsciente. Una vez finalizada la lucha, usó su hoja encantada, Ouroboros, para abrir un portal al presente que usaron para librarse de los mercenarios. Tras este interludio, en el que habían logrado librarse de sus competidores, se dispusieron a cumplir su objetivo.

127 años más tarde, pero hace 30 minutos en tiempo subjetivo para nuestros protagonistas. Arkham.

Se habían reunido por una llamada urgente de Loki, y se encontraban en una mesa del EldritchBurguer disfrutando de unas hamburguesas de pescado mientras el nórdico les ponía al día. Sentados con él estaban Delta Wave Welcome, Summanus y Ares, que habían tenido que acudir a la convocatoria ante una alerta del Alfa Strike Squad.

-La situación es grave -comenzó Loki-. He estado monitorizando las actividades de la NWE y, debo deciros que hay malas noticias. Han firmado un pacto secreto con los Reptilianos Nazis del Lado Oscuro para compartir su tecnología de viaje en el tiempo. Han tratado de mejorarla sin demasiado éxito, por suerte, no cuentan con el apoyo del Dr. Carmack, quien sigue trabajando en la Miskatonic en sus proyectos de física espacio-temporal no-euclidiana. Sin embargo, han logrado construir lo que parece un portal estable con la tecnología RNLO. Su primer objetivo ha sido tratar de localizar a individuos con capacidades "especiales".

-¿A qué te refieres en concreto?- preguntó la joven valquiria en prácticas y heroína no oficial de Arkham, Delta Wave Welcome.

Loki torció el gesto antes de responder:

-Todo tipo de sujetos poco recomendables que puedan ayudarles a maximizar la eficiencia de sus procesos de abducción y obtención agresiva de información. Es decir, asesinos en serie, psicópatas, tiranos y dementes varios que les ayuden a secuestrar, interrogar, torturar y viviseccionar a cualquier sujeto que se convierta en un posible objetivo. Lo intentaron con Atila, pero les falló la tecnología y, digamos que no fue agradable cuando el portal se cerró a mitad de tránsito.

Sus interlocutores dieron un respingo de asco al imaginarse la situación. Mientras, el nórdico siguió con su exposición:

-La cuestión es que han logrado solucionar esos problemas técnicos y van a intentarlo de nuevo. En esta ocasión, su objetivo es abducir a Jack el Destripador. Por supuesto, hay que detenerlos.

-¿Y por qué nosotros? - inquirió Summanus.

-Bueno, necesitamos un equipo pequeño, que pueda pasar desapercibido. Esto no es una operación de choque, sino un ataque relámpago que debe ser discreto. Eso descarta a los más bulliciosos y peleones. Tú, Summanus, como dios de las tormentas nocturnas, no tendrás problemas en la noche londinense con su luz de gas. Tú, Ares, eres un dios de la guerra, pero no tan bestia como Perun, y más tranquilo que Thor. Tú, Welcome, eres rápida, inteligente y estas bien entrenada, además, Ouroboros te permite abrir portales para viajar en el tiempo y el espacio. Eso nos permitirá trasladarnos a nuestra conveniencia. ¿Alguna otra duda?

La expresión de los tres indicaba que estaban de acuerdo con lo dicho y no había más preguntas. Se acabaron sus hamburguesas, los refrescos y Welcome apuró las patatas fritas que se había dejado Summanus (el etrusco-romano no se acababa de acostumbrar a la comida rápida).

9 de Noviembre de 1888, Londres (de nuevo).

La figura embozada de Jack el Destripador avanzaba por las calles de Whitechapel, tratando de alejarse lo máximo posible del escenario en donde había realizado su última muerte, la de Mary Jane Kelly. Lo hacía con esa prisa del que sabe que, probablemente, se le haya ido la mano, y era mejor no dejarse ver por la zona. Esperaba que esta víctima fuera ya la última y estuvieran adecuadamente sembradas las semillas que darían fruto al plan que había estado gestando. Por suerte, había logrado falsificar las cartas que achacaban a un apropiado chivo expiatorio, un tal Albert Pike (pobre hombre de paja), a quien los idiotas conspiranoicos del futuro usarían para justificar sus absurdas hipótesis sin saber que, el verdadero cerebro en la sombra era otro. ¿Cómo podría la gente ser tan absurda como para pensar que los masones dirigían el mundo en secreto y estaban preparando las futuras guerras mundiales? Jack no pudo evitar reírse al pensar en las consecuencias de esa inocua carta falsificada. Cualquiera con un mínimo de inteligencia y conocimientos sabía que era imposible programar el futuro con tanto detalle, por eso, para ir apuntalando los hechos en una dirección determinada, eran necesarios pequeños ajustes como los que él estaba realizando.

Sin embargo, lo que no había tenido en cuenta es que en el futuro aparecería algo como el Alfa Strike Squad, el equipo de dioses (y una valquiria en prácticas) que se había propuesto detener a la NWE. Por ello, al cruzar frente a un callejón que no parecía diferente a ningún otro callejón de Whitechapel, se dio cuenta de que existía una notable diferencia con respecto a algún otro callejón de aquella zona. En concreto, se trataba de la pierna de Ares, situada convenientemente para que Jack se tropezara. De hecho, debido al excelente estado físico del dios griego de la guerra, fue como chocar contra una barra de hierro. Dicho sin poesía, se estrelló de morros contra el suelo y por poco no le bailó más de un diente. Mientras intentaba levantarse y comprender qué había pasado, se encontró con que alguien lo había alzado, le había aplicado una llave estranguladora y habían puesto la punta de una espada contra su cuello. Con Ares reteniéndolo, era imposible que lograra soltarse, sobretodo con la espada de Welcome preparada para hacerle un afeitado bien apurado. Ante él la chica, escoltada por Loki y Summanus, le miraba con expresión fiera a través de la visera del casco.

Bien atrapado, lo arrastraron hacia el interior del callejón, donde se dispusieron a interrogarlo. Lo primero que hicieron fue descubrirle para averiguar la identidad del conocido asesino en serie. Pero, para su sorpresa, no era el doctor Sir William Gull, John Druitt ni ninguno de los supuestos sospechosos surgidos de la imaginación (con pruebas o sin ellas) de los diferentes expertos en el Destripador que han surgido a lo largo de la historia. ¡Era un reptiliano! ¡Más aún! ¡Era un Reptiliano Nazi del Lado Oscuro! ¡Lo sabían porque llevaba guardado en un bolsillo el carnet del partido Nazi del Lado Oscuro! Con semejante prueba y con el rostro escamoso que lo identificaba perfectamente, se caían todas las hipótesis surgidas en torno a la identidad del Destripador, la implicación masónica, o, incluso, peor, la de los Rosacruces Templarios Masónicos de los Illuminati de Baviera. Llegó entonces el momento de la verdad, pues, pese a verse capturado y sometido, Jack no se rindió, y dio rienda suelta a su verborrea villanesca y sus carcajadas diabólicas:

-¡No lograreis impedir que lleve a cabo los planes del Glorioso Ejército Reptiliano Nazi del Lado Oscuro! ¡Con la falsificación de las cartas de Albert Pike todos los magufos echaran la culpa de las guerras a los masones del Nuevo Orden Mundial! Por eso, los agentes especiales reptilianos viajamos por el tiempo para provocar el futuro distópico del Reich del Millar de Años en que gobernaremos todopoderosos y alcanzaremos la Tierra Hueca Prometida donde montaremos dinosaurios y nos complaceremos con voluptuosas esclavas amazonas semidesnudas. Yo tengo la gloriosa misión de sembrar la incertidumbre durante el final del siglo XIX para sembrar las semillas del siglo XX que fructifique con desconfianzas, paranoias y futuras guerras mundiales. Pero esto es sólo un paso más de nuestro arduo plan, pues, aunque yo caiga, dos más se alzaran en mi lugar. En el futuro, otros reptilianos seguirán con nuestro plan para la creación de nuestro ansiado Mañana en la Tierra Hueca.

Justo cuando iba a lanzar una sonora carcajada maligna, Summanus le sacudió una potente bofetada al reptiliano megalómano para callarle de una vez. Ares, Welcome y Loki, sorprendidos por el violento acto del habitualmente tranquilo dios.

-¿Qué? Estaba harto de escuchar tonterías y magufadas varias. Ya sabemos que el Equipo Exile de la Unión de Tribus Socialistas Morlocks va a la caza de estos idiotas escamosos. Este simplemente es un sujeto de segunda demasiado pagado de sí mismo. Por mucho que quieran no es tan fácil manipular la historia, y si no, le preguntáis a Isaac Asimov.

-Pues tiene razón -añadió Welcome-, los RNLO serán muchos, pero los morlocks son muy cabezotas. No cesaran hasta que no se quiten de encima a estos fascistas escamosos y su obsesión con la Tierra Hueca. Entonces... ¿qué hacemos con este Jack de pacotilla?

Ares, que se había limitado hasta el momento a retener al reptiliano, sonrió horriblemente y dijo:

-Creo que tengo una idea....

127 años más tarde. Area 51, localización secreta de prueba de armamento de las USAF
La Fundación Wilmarth, pese a no encontrarse en sus mejores momentos, aun conservaba contactos con altos cargos militares y gubernamentales. Por ello, cuando les fue entregado por paquete postal un reptiliano, al que confundieron con un hombre serpiente, no tardaron en remitirlo a un campo de pruebas donde lo ataron a una bomba atómica. De esta manera, pusieron fin a las vivencias de Jack el Destripador. Por su parte, el equipo Alfa Strike, brindaron con unas cervezas por el éxito de la misión.