sábado, 26 de diciembre de 2015

Weird Christmas II: El krampus que jod** la navidad (parte 2)

El que Legisla tras el Umbral tomó asiento en el banco junto a Nyarlathotep, que le había precedido  y aguardaba en su avatar de El que Comenta en la Oscuridad, una forma destinada a volver locos a los fans de los deportes que se dedican a apoltronarse en las gradas o en los sofás y sillones de sus casas, limitándose a ver los partidos y fanfarronear de que ellos harían mejor trabajo de entrenador/jugador que los listos que están en el campo. Para ello, esta apariencia de Nyarlathotep se dedica a comentar los eventos deportivos y enloquecer a los espectadores con sus palabras. El abogado saludó al primigenio y sacó una bolsa de palomitas de maíz para compartir con él. Mientras comenzaban a disfrutar de las mismas, los temblores rítmicos indicaban que se acercaba el T-Rex de Parque Jurásico o Shubbi. Pero las posibilidades estaban claramente a favor de lo segundo. El retoño oscuro de Shub-Nigurath que trabajaba como árbol decorativo en el EldritchBurguer había aprovechado el hecho de que Welcome le había conseguido una noche libre  para recrearse con las actividades festivas. Para entrar en el ambiente, había consentido que Welcome y Kate lo “decoraran”, por lo que estaba engalanado con guirnaldas de luces intermitentes, boas de espumillón y bolas de colores. Traía consigo una bolsa tamaño XXXL con un paquete de palomitas gigante para él, así como varios bocadillos de pescado empanado todavía calientes y recién hechos (para algo tenía que servirle trabajar en el restaurante) y unas botellas de agua, cava y sidra. Tomó asiento junto al banco e invitó a los otros dos la comida que había traído. Mientras comenzaban a disfrutar de la improvisada cena, El que Legisla preguntó:

-¿Y como es que ha acabado un krampus en Arkham? Es el último sitio en donde esperaría ver a uno.

El que Comenta sonrió antes de responder:

-Fue influencia mía junto con un pequeño fallo informático en la central de Set Desert Tours, que había comenzado a expandirse hacia el mercado de Europa central y oriental. Este krampus en concreto quería comprar un viaje barato en avión, y al reservar por la página web, se produjo un breve caos interno que acabó por asignarle un vuelo a Arkham. Y parece que decidió quedarse.

Shubbi y El que Legisla se encogieron de hombros indiferentes. No les extrañaba, a fin de cuentas era el Factor Arkham y no era raro que Nyarlathotep montara alguna de estas de vez en cuando. Resuelta la duda, se dispusieron a disfrutar del espectáculo: el encuentro entre el equipo local (Brontes, Welcome y Kate) y el visitante (el krampus que se había liado con los vuelos).

-Apuesto 100$ por Brontes y las chicas -comentó Shubbi.

-Acepto, seguro que el krampus puede sorprendernos -respondió confiado el abogado.

Con Nyarlathotep como corredor de apuestas, contemplaron como empezaba la pelea aderezada con los comentarios de El que Comenta en la Oscuridad.

-Y ya se han encontrado, señoras, señores e indefinidos, y se preparan para el combate que todos esperaban. A un lado, llegado desde Austria, el krampus, una sorpresa que nuestros locales no esperaban. Al otro lado, nuestros campeones: Brontes, dios del trueno y de la forja, Welcome y su novia amante Kate. El equipo local promete, son conocidos y han demostrado múltiples veces de que son capaces. Sin embargo, el desafiante tiene confianza y cree poder hacerse con la victoria. ¡Y empiezan! Krampus, tratando de sorprender a sus rivales, se lanza contra Brontes, embistiendo con la cabeza gacha. Golpea al gigantón griego, que nota el golpe y recula unos pasos, más por la inercia del impacto que por la fuerza del mismo. Sin embargo, la armadura ha aguantado, y Brontes es capaz de recibir mucho castigo, aún sin protección alguna.

El comentarista primigenio tomó un trago para refrescarse la garganta y siguió con su trabajo:
-El coloso griego toma la iniciativa y agarra el problema por los cuernos, ¡literalmente! Se ha aferrado a la cornamenta del krampus y lo alza sobre su cabeza para dejarlo caer contra el suelo con todas sus fuerzas. El cornudo austríaco ha recibido un fuerte impacto y parece sin resuello. Esperemos que no sea este el fin de su desafío, pues, de lo contrario no estaría a la altura de lo que se espera de él. Pero, atención, que se levanta. Brontes ha sido deportivo y le ha dejado tomar aliento y ponerse en pie. El aspirante toma aliento y salta para aterrizar sobre los hombros de su rival haciendo una sorprendente exhibición atlética. ¡Y no deja de golpearle en la cabeza mientras el gigante atronador forcejea con él! La situación resulta problemática para el equipo local, pero no se dan por vencidos. Krampus no se arredra e insiste, cual David ante un Goliat cíclope, pero nuestro campeón universitario no se deja dominar por el pánico. Finalmente logra agarrar a su jinete por un brazo y lo vuelve a arrojar contra el suelo. Aunque no parece haber recibido muchos daños, Brontes parece haber quedado algo aturdido por los golpes en la cabeza, por lo que pasa el testigo a sus compañeras.

Tras hacer una pausa para tomar aliento, El que Comenta en la Oscuridad sonrió a sus compañeros. La lucha entraba en una nueva fase, ya que la superioridad física de Brontes se acabaría por imponer rápidamente a su adversario de menor envergadura. Shubbi, mientras, aprovechó para hacerle un gesto burlón a El que Legisla. El retoño confiaba en las chicas y sabía que iban a hacer un buen papel. El comentarista tomo aire nuevamente y siguió con su trabajo:

-Y comienza la pelea entre nuestras dos campeonas favoritas, la torbellino rubia y su amante de cabellos de miel, la pareja sáfica más prometedora, aterradora e imparable, un auténtico juggernaut con dos pares de tetas, y el krampus, el sátiro centroeuropeo que no sabe a quien tiene frente a él. Toma la iniciativa nuestro aspirante, que se aproxima cauteloso a las chicas. Parece confiado, pero aún así no se arriesga. Pero la valquiria rubia no tiene tanta paciencia (la ha gastado principalmente en la cola del hipermercado), y le suelta un bofetón de los que hacen historia. El krampus ha dado dos vueltas sobre sí mismo antes de caer en el suelo. Parece que no va a subestimar de nuevo a sus rivales, pues se levanta con un salto. Sin parar de moverse, hace un espectacular juego de piernas, moviéndose como un bailarín mientras lanza una tormenta de golpes contra las dos amazonas. Éstas, por su parte, demuestran no sólo su agilidad, sino también su coordinación, luchando juntas como un sólo cuerpo y estando a la par de su adversario en cuanto a destreza.

Shubbi estaba disfrutando del combate, de hecho, siempre lo pasaba bien cuando veía luchar a Welcome, y en este caso, mientras El que Comenta se desgañitaaba describiendo el rápido intercambio de puñetazos, patadas y demás movimientos acrobáticos y de lucha, el retoño tenía la sensación de ver el mejor combate desde Dragon Ball Z, aunque sin la excesiva velocidad de la serie de animación. De hecho, Welcome había logrado dominar la situación, permitiendo que Kate se alejara para tomar un descanso. Sin embargo, esto había sido un engaño, ya que la chica había aprovechado el destrabarse para tomar carrerilla y lanzarse a toda velocidad contra la melé en el momento en que  la rubia hacía una presa a su adversario. Kate, con una puntería envidiable, le dio tal patada en cierta localización anatómica que los dos espectadores y el comentarista se llevaron las manos (tentáculos en caso de Shubbi) a la entrepierna y gimieron de dolor en simpatía, aunque no todos estaban anatómicamente dotados igual.

-¡Qué dolor! ¡Eso ha sido un auténtico golpe bajo! ¡Aunque el krampus prácticamente ha salido volando del impulso! ¡No va a tener nada que hacer con una mujer en una temporada! Sin duda, Kate ha aprendido bien las lecciones de defensa personal que le ha impartido Welcome. Veremos como responde el aspirante ante semejante impacto en una zona sensible. Eso si que ha sido cósmico, tiene que doler.

El krampus, dolorido, vapuleado, con las gónadas impactadas y machacadas, no parecía muy dispuesto a seguir luchando, y así lo expresó el comentarista:

-Pues parece que no ha podido más. Esa patada de Kate, que ha hecho saltar las lágrimas a todo individuo que la ha visto, ha sido determinante. El adversario alza las manos en señal de rendición y los tres campeones de Arkham siguen invictos y demuestran la calidad del equipo local. Este humilde comentarista está orgulloso de decirles que ha sido un combate breve, pero intenso, y muy espectacular para los aficionados a este tipo de lucha. Somos testigos de como el derrotado desafiante se entrega a sus vencedores y libera a los niños atrapados en un campo de estasis en el que habían sido introducidos tras ser reducidos mágicamente. Parece que todo acaba bien, y Brontes y las chicas se encargarán de devolverlos a sus hogares y seguir con su interrumpido reparto de regalos. Bien, señoras, señores e indefinidos, contemplamos como nuestros campeones se disponen a seguir con su labor, una idea de Brontes, el coloso griego que pensó que sería bonito hacer un auténtico reparto de regalos. Y, en el más clásico estilo tradicional de Son Goku, las chicas, que han disfrutado el combate, han invitado al krampus a unirse a ellas en el reparto. ¿Es posible que estemos ante la inclusión de un nuevo vecino en la ciudad? ¿Tendremos a un profesor emérito de antropología, folklore y tradiciones europeas? Sólo el tiempo lo dirá. Mientras, nuestro estimado abogado ha perdido la apuesta y deberá pagar a Shubbi. Y esto ha sido todo por esta Navidad. Esperamos verles muy pronto.

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