sábado, 29 de octubre de 2016

This is Halloween III (Parte 2): Las Furias de Arkham ¡¡¡DESENCADENADAS!!!


Anna Pickman clavó sus ojos en los del demonio que había salido de las profundidades de la residencia estudiantil. Todavía no sabía por qué no habían puesto un pestillo como diox manda allí abajo. Una vez salió una horda de hombres topo buscando un restaurante de comida húngara (claramente se habían desorientado... bastante). Lo mismo les salían reptilianos, que monstruos transdimensionales, que vendedores de seguros. Aunque creía que esto era lo peor que había salido de allí. Un demonio de los juegos de rol era algo muy peligroso. En manos de un demonio del rol, una simple fogata podía convertirse por generación espontánea en un dios exterior, o un señor disfrazado de Halloween en toda una raza de bestias viajeras entre dimensiones. Además su aplicación del azar por medio de dados los hacía más peligrosos. Por otro lado, una invasión en Arkham en la noche de Halloween ya comenzaba a ser una tradición. Y esta tradición era una que ella no iba a permitir que se perpetuara.

-¿Pero tú te has visto? Eres el demonio menos original que he visto en la vida -dijo Anna. -Y encima vas y sueltas esa risa de villano, lo que te hace la mar de original ¿te has planteado contarme todo tu plan maléfico antes de matarnos? 

-¿Estás tratando de ridiculizar a Ricardus, señor de los infiernos? -le dijo el demonio con una voz grave y profunda.

-No, lo que estoy es hasta los ovarios de que todos los años, por estas fechas venga alguien a fastidiarnos las fiestas. Y tú podrás ser Ricardus, señor de blablabla, pero yo soy Anna Pickman, me he enfrentado a seres que la humanidad no podría ni imaginar, he contemplado horrores que harían enloquecer incluso a los espectadores de Sálvame, he echado a patadas a espíritus tocapelotas cientos de veces ¿te crees que tú y tu ejército me dais miedo?

-¿Es cosas mía o Anna ha soltado un discursito como este antes? -musitó Araknek detrás de ella. 

Los demonios se movían inquietos detrás de su líder, esperando el momento de que los lanzara sobre la ciudad a desatar el caos. Parecían deseosos de hacerlo. Eran muchos, y el grupo de defensa era pequeño. Lo iban a tener difícil.

-Chicos ¡¿vamos a permitir que unos demonios del infierno del rol invadan nuestra ciudad como si nada o nos los vamos a comer con patatas?! -exclamó Anna dirigiéndose al resto del grupo.

-Yo tengo hambre -surgió de lo que hacía las veces de boca de Unglaublich.

El que Legisla desplegó sus brazos, cada uno de ellos estaba armado con un fusil de asalto de alta potencia.

-Está todo dicho -dijo el demonio. -¡¡¡AL ATAQUE!!!

Las criaturas salieron disparadas como hordas de salvajes bárbaros o como una manada de carnívoros hambrientos. Ante este primer asalto, El que Legisla descargó su armas sobre los seres que iban cayendo a decenas ante las balas de las armas del primigenio legal, que como buen abogado, se había asegurado de que hicieran el mayor daño posible, así que se trataba de balas explosivas. Detrás de la andanada de disparos de El que Legisla, Araknek preparaba sus fregonas de combate. Aquellos bichos habían manchado todo el camino desde los sótanos hasta las puertas exteriores. Le habían llenado todo de lodo, azufre, restos de barro y vete a saber qué engrudos. Aquellos seres habían cabreado a dos de las personas más peligrosas de la ciudad de Arkham. Por su lado, Unglaublich, aprovechando su forma ajena a la ciencia terrestre, capturaba demonios con sus apéndices desde todas partes, llevándoselos después a la abertura que usaba como boca y se los tragaba como si nada.

-Pequeña T'Auin, ve a mi cuarto y trae el libro de hechizos más gordo de la estantería. Puede que este se haya traído a todo el vecindario y se sepa todos los hechizos del grimorio, pero una servidora esta bien armada.

La tortuga asintió y salió disparada gracias a los patines. Un endriago intentó evitar que entrara de nuevo en la residencia, pero la tortuga le dio un bocado en el lugar que todo macho de cualquier especie tiene y es conocido como su punto  débil. El demonio comenzó a dar saltos de dolor, momento que aprovechó Pequeña T'Auin para seguir con su misión.

Cuando la puerta de la residencia se abrió de nuevo, Pequeña T'Auin iba acompañada de Summanus. El libro que le había pedido Anna era demasiado gordo para que pudiera llevarlo la tortuga. Estos encontraron al grupo parapetado detrás de un coche volcado, recibiendo por todas partes ataques. Cuando consiguieron llegar allí sin recibir ni una herida, Summanus le pasó el libro a Anna.

-¿Qué ha pasado? Tenía entendido que les estabais dando de lo lindo y de repente os encuentro aquí a la defensiva -dijo Summanus.

-Ese demonio ha sacado de la nada una bolsa de dados de diez y ha empezado a lanzarlos -le respondió Anna. -Son una de las armas más poderosas de los demonios del rol... y estos seguro que los tiene trucados.

Summanus asomó la cabeza por encima del parapeto y pudo ver a Ricardus riendo estridentemente mientras jugueteaba con un dado de diez caras, esperando a que alguno de sus contrincantes se atreviera a salir. Los demonios que servían a Ricardus se habían envalentonado y comenzaban a avanzar hacia la ciudad con intención de hacer estragos con todo.

-Pues será mejor que hagamos algo antes de que esto acabe como el Mad Arkham of Battlecraft. -musitó Summanus agachándose.

-Tú empieza por darme el tocho que me has traído -le dijo Anna. Tras recibir el volumen, lo abrió y fue pasando páginas, hasta que llegó a una que leyó con atención. -Esto podría servirnos. Cubridme.

Anna se levantó y alzó los brazos con las manos abiertas. De su boca comenzaron a salir palabras arcanas de difícil pronunciación para un humano (incluso para un islandés). Ricardus fue a atacar a la joven, pero El que Legisla le respondió con una andanada de balas explosivas. De repente, del cuerpo de Anna surgió un fogonazo de luz verde que se expandió haciendo que gran parte del ejército de Ricardus desapareciera como si nunca hubiera estado allí.

-¿Qué ha sido eso? -preguntó Summanus.

-Un hechizo de expulsión multiusos. Sirve tanto para demonios, entes de otras dimensiones o testigos de Jehová. En teoría expulsa cualquier cosa, pero conlleva mucho gasto de energía. No creo que pueda soltar otro de esos.

-JAJAJAJAJAJAJAJA -exclamó Ricardus -¿creéis que eso ha servido de algo? Sigo teniendo portales abiertos para que vengan más como esos que habéis expulsado. Pienso hacer de esta ciudad mi propio territorio feudal y todos tendréis que pagarme el diezmo... y hablar en latín.

Anna se quedó durante unos instantes meditando y, de pronto, chasqueó los dedos.

-Un momento. No lo había pensado hasta ahora. Los demonios del rol no aparecen así como así. Este ha sido traído por alguien. Algún idiota de esta ciudad lo ha invocado.

-¿Y quien iba a hacer algo tan insensato? -preguntó Araknek.

-Cualquiera ¿o no recuerdas que vivimos en Arkham? Sólo tenemos que encontrar el origen. Desde donde empezó todo.

 -El primer indicio de que algo extraño... bueno, algo más extraño de lo que suele ser habitual en esta ciudad, fue en la fiesta de ayer -dijo El que Legisla.

-¿Y dónde fue eso? -preguntó Anna.

-En la fraternidad Kappa Peta Zeta -le respondió El que Legisla.

-¿Peta? ¿Qué letra griega es esa?  -se preguntó Summanus.

-Esos idiotas ya la liaron hace unas semanas con una de sus bromas de iniciación. Quedaos aquí y aguantad todo lo que podáis. Araknek y yo iremos a esa fraternidad y les enseñaremos lo que pasa cuando nos cabrean.

Araknek asintió con una sonrisa diabólica.

Ricardus estaba esperando que sus enemigos hicieran algún movimiento. Pero durante un rato no hicieron nada. Mejor para él. Aquella invasión iba a ser coser y cantar. Cuando fue a guardar el dado de diez en su bolsa, vio salir detrás del coche parapeto algo que parecía una fusión entre Lara Croft, Rambo y un supersaiyan, con dos espadas largas y curvas, afiladas hasta el extremo. Junto a ella, una araña de Leng armada con dos fregonas de combate y con cara de male leche.

-¡Let's rock! -exclamó Anna.

De los costados del coche parapeto surgieron El que Legisla con sus fusiles y Summanus con una ametralladora Gatlin que alguien se había dejado en recepción y lanzaron todo lo que tenían sobre Ricardus mientras Anna Pickman y Araknek iban avanzando como si fueran dos picadoras de carne. Los demonios intentaban frenarlas, pero era como poner al segurata nuevo entre Justin Beaver  y una legión de fans enfervorecidas. Miembros y trozos de demonio iban quedando como registro del camino que iban siguiendo las dos, mientras Ricardus no podía hacer nada contra ellas, pues tenía que protegerse de los disparos de las armas de fuego de los que estaban parapetados. Una de las balas explosivas de El que Legisla alcanzó la bolsa de de dados del demonio, y esta se hizo añicos dejando caer una cantidad ingente de formas geométricas de distintos colores que fueron rodando por todas partes.

-¡¡¡Mis dados!!! -exclamó Ricardus con un rugido -Vais a pagarlo muy caro, mortales.

Mientras Ricardus se indignaba soberanamente. Anna Pickman y Araknek dejaron atrás el barullo de demonios y llegaron a la zona de la ciudad que aún estaba paz (si no contamos a los que iban por ahí disfrazados de Halloween montando fiestas en todas partes). Pensaban que la invasión demoníaca se estaba centrando en la zona circundante de la residencia estudiantil, pero al girar la esquina de la calle Ashton Smith con la Hoffman Price, se encontraron cara a cara con una criatura arbórea como la que se había enfrentado Shubbi el día anterior. La cosa intentó atacarlas, pero lo único que consiguió fue convertirse en un montón de serrín en cuestión de segundos. No tenían tiempo que perder y ya estaban muy hartas de tanta tontería.

Pronto, Anna y Araknek tuvieron delante la zona de las fraternidades, que se encontraban rodeando el campus de la Universidad Miskatonic. La calle estaba llena de gente de fiesta, con vasos llenos de alcohol, con sus disfraces de seres terroríficos (y seres terroríficos putilla). Parecía que todas las fraternidades habían montado una gran fiesta conjunta.

-¡Vaya disfraz más cojonudo! -le dijo un estudiante borracho a Araknek mientras pasaba por su lado. Esta se le quedó mirando de soslayo, planteándose si zurrarle o no.

-¿Qué hacemos ahora? -preguntó la araña. -Si todos están aquí en la fiesta no podemos sabes quien es de cada fraternidad, y no voy a ponerme a interrogar a cientos de estudiantes borrachos.

-Creo que no va a hacer falta -le respondió Anna señalando hacia el edificio de Kappa Peta Zeta, que todavía tenía fragmentos del engrudo protoplásmico que crearon semanas antes pegado a las paredes. Las luces de todas las ventanas de la fraternidad estaban apagadas... excepto una.

-¿Crees que allí está el causante de todo esto? -preguntó Araknek.

-Confía en mí. Tengo una intuición sobrenatural.

Ambas avanzaron lentamente hasta la entrada del edificio de la fraternidad, y una vez allí, Anna le dio una patada a la puerta, abriéndola del todo y haciendo que rebotara contra la pared. Una vez dentro, se encontraron con el edificio vacío y a oscuras, pero podía verse lo suficiente gracias a las luces y el jolgorio del exterior. Subieron las escaleras hasta el piso superior y se dirigieron a la habitación de la que salía el resplandor que habían visto desde la calle. Sin pensarlo, Anna abrió la puerta.

En el centro de una típica habitación de estudiante, se encontraron con un joven flotando en el aire, rodeado de un aura de un color extraño y con un libro delante de él. Debía ser el grimorio con el que había traído a los demonios del infierno. Cuando se acercaron, se quedaron atónitas al ver la encuadernación de dicho libro. Más que un antiguo libro arcano, parecía un simple libro de texto comprado en cualquier librería, con unas palabras extrañas en la portada y la foto de dos individuos sonrientes.

-¡Eh! -exclamó Anna. -¿Qué está pasando aquí?

El individuo no le respondió. Parecía en trance.

-¡Eh! -repitió ella.

El estudiante siguió sin hacer ni un solo movimiento.

Finalmente, Anna se acercó a él y le soltó un guantazo que lo lanzó contra la pared y lo hizo caer al suelo hecho un guiñapo. Instantes después, el joven se despertó como si no supiera dónde estaba. Antes de que no pudiera decir nada, Anna le agarró del cuello del jersey que llevaba.

-¡¿Se puede saber por qué has invocado a unos demonios del infierno del rol?!

El estudiante torció el gesto.

-Yo no he invocado a nadie. Simplemente estaba estudiando para aprender noruego y estaba practicando mis frases. Estaba pronunciando una frase habitual y... no sé... lo siguiente que recuerdo es despertar aquí delante de quienes seáis vosotras.

Entonces Anna ató cabos. Había tres razones por las que alguien invocaba a un demonio. Para pedirle algo a cambio. Para desatar el caos. Porque la ha cagado pronunciando algo cuando está aprendiendo un idioma extranjero.

-Bien, bien. Esto tiene solución. No os preocupéis. De las notas de un profesor que investigó el caso de un tal Charles Dexter Ward sé la forma de arreglar esto. Simplemente pronuncia de nuevo la frase que estabas leyendo cuando caíste en trance, en voz alta y bien clara, pero al revés. Eso devolverá a todos los demonios al lugar del que han venido.

-¿Estás segura? -preguntó el chico.

-Y si no, nos lo cargamos a guantazos. Tú haz lo que te digo.

El estudiante se acercó al libro de texto, lo recogió del suelo y lo abrió por la página por la que se había quedado anteriormente. Se aclaró la garganta y comenzó a leer. De su boca comenzaron a surgir unas palabras horrendas, que parecían formar parte de un idioma antediluviano, sólo utilizado por criaturas primordiales, muy distintas del ser humano. Cuando terminó la frase, un tremendo fogonazo deslumbró a todos desde el exterior. Se giraron hacia allí y vieron un inmenso portal en el cielo, a través del cual iban siendo absorbidos todos los demonios. Entre ellos, Anna y Araknek pudieron ver a Ricardus gritando tacos en latín y alzando el puño como buen villano que clama venganza. Después de absorber a este, el portal se cerró con otro fogonazo, y comenzaron a sonar vítores y aplausos de la calle. Debían pensar que era parte de la fiesta o algo por el estilo.

-Bien -dijo Anna suspirando. -Problema solucionado.

-¿Y qué hago ahora? -dijo el estudiante.

-Ahora te buscas un buen profesor que te enseñe a pronunciar como diox manda. Que ya estoy harta de invasiones por culpa de estudiantes de idiomas.

Tras decirle esto, salió de la habitación seguida de Araknek.

-¿Y ahora qué hacemos? Esos demonios me han dejado todo hecho un asco. Tengo ganas de repartir leña -decía Araknek.

-Ahora vamos a llamar a los otros y decirles cómo hemos solucionado esto, tú si quieres quédate en la fiesta y reparte un par de tortazos a los que veas sobrepasarse con alguna estudiante.

Araknek sonrió.

-No me parece mal plan ¿y tú?

-Yo me voy a la fiesta que tenían programada en la zona donde han puesto los adornos mexicanos. Al fin y al cabo, esto es Halloween. -respondió Anna mientras sacaba el móvil para llamar a los demás.

Sí. Eso era Halloween en Arkham. Que alguien desatara el caos invocando algo o desatando una horda de monstruos. Después ellos arreglaban el descosido y se iban a una fiesta. Las tradiciones son como son.

martes, 25 de octubre de 2016

This is Halloween III (Parte 1): Aquelarre: Rerum Demoni

Un homenaje a Ricard Ibáñez y Aquelarre, el decano de los juegos de rol españoles.

Faltaban 3 días para la noche de Halloween y la situación en Arkham era bastante normal. La ciudad se estaba preparando para la celebración, los estudiantes preparaban sus disfraces y fiestas, y Vinnie West había sido enviado por paquete postal (en realidad le habían pagado un billete de tren, que el pobre ya tiene bastante) para que pasara unos días fuera de la urbe. Los reptilianos estaban bastante tranquilos, incluso habían preparado unas maniobras conjuntas con los morlocks en el valle superior del Miskatonic, con las welclones para hacer de árbitro y evitar que la cosa se desmadrara. La NWE estaba poco activa, o al menos no estaba actuando cerca de Arkham. En fin, todo apuntaba a que ese Halloween no iba a ser más raro de lo normal en la ciudad. Por eso, Harvey, que se había apuntado con las clones a observar las maniobras y de paso alejarse unos días de la ciudad, había dejado todo en manos de Anna Pickman. Y lo había anunciado en las redes sociales, en flyers y en carteles en los tablones de anuncios de la ciudad. Cualquiera que intentara intencionadamente montar algún problema de carácter tentácular y/o extradimensional era un suicida.

Anna sabía que habría algún que otro problema, pues los estudiantes eran muy entusiastas con sus fiestas. Pero eso no entraba en su ámbito de actuación. Sin embargo, estaba preocupada. Desde la llegada del Gran y Poderoso E y su séquito de adoradores estaba intranquila. Por otro lado, en caso de que necesitara ayuda (a fin de cuentas, sólo tiene dos manos y no puede estar en todas partes a la vez), contaba con Pequeña T'auin, Unglaublich, Araknek y El que Legisla tras el Umbral. Y Brontes estaba disponible en su despacho por si Anna se aburría. En cualquier caso, no esperaba que sucediera nada demasiado descabellado o que se fuera de control. Desde luego, no tenía ganas de un nuevo Mad Arkham of Battlecraft. Por ello, mientras daba una vuelta por el campus, se distraía con la decoración de la fiesta. El que Legisla tras el Umbral, en un arrebato de inspiración, había convencido al alcalde y al rector de la universidad para hacer una fiesta temática multicultural. Por ello, junto con las tradicionales calabazas y demás decoración otoñal y macabro-festiva, se estaban utilizando elementos propios del Día de Muertos de México y, también, una decoración más sobria que hacía referencia a las costumbres, tradiciones y mitos del Día de los Difuntos español. Resultaba una mezcla curiosa, llamativa, que daban a la ciudad el aspecto de un cementerio en el que tres arquitectos se habían peleado por diseñarlo, cada uno con una estética propia en mente. Por ello, además de los tradicionales disfraces de lo-que-sea-sexy, tan populares entre las féminas con ganas de lucir cuerpo, la moda zombie que aún coleaba, y los disfraces de lo que estuviera de moda en ese momento, también se veían algunos referentes a la festividad mexicana. Pero lo que le había llamado la atención había sido algo que parecía fuera de lugar, o, al menos, poco habitual. Durante una fiesta nocturna pre-Halloween (cualquier excusa es buena para que unos universitarios monten una juerga), había visto una conga de individuos ataviados de alma en pena. Los disfraces eran muy buenos, y aparentaban perfectamente ser la Santa Compaña, una procesión de almas en pena de la mitología popular de Galicia y Asturias.

Pero eso sólo fue el primer indicio de lo que estaba por venir. Al día siguiente, se encontró a Araknek peleándose a escobazos con otra araña gigante, pero que, a diferencia de ella, no parecía pertenecer a la especie de las arañas de Leng. Era un artrópodo monstruoso, con tres cabezas: una de sapo, otra de hombre y la última de gato. Hablaba con voz ronca, y gemía de dolor ante los escobazos y ataques de su adversaria, que no daba rival a las "alimañas que infectan la ciudad y que pretenden ensuciar lo que tanto le cuesta limpiar a una servidora, que es muy esforzada. Y la próxima vez que me pise lo mojado, no va a ser la escoba, a no, la próxima sacará el arma lanzarrayos que tiene Sumanus por ahí guardada". Así, con las quejas de la encargada de limpieza y mantenimiento peleándose con aquel monstruo, Anna empezó a sospechar que algo raro estaba pasando, sobretodo porque la araña invasora decía llamarse Bael y juraba por los infiernos. Cuando finalmente la criatura decidió retirarse, Ana fue a hablar con Araknek. La araña no pudo añadir mucho más. Al parecer el tal Bael había salido de los sótanos de la residencia precisamente en el momento en que Araknek estaba fregando. Cualquier habitual de la residencia sabía que eso era equivalente a entrar vestido de rabino ortodoxo en una reunión de neonazis en cuanto a intenciones de suicidio. La araña se había perdido de vista, pero, al menos, no parecía haberse metido en ningún otro lío.

Sin embargo, la tranquilidad estaba lejos de imponerse. Unglaublich apareció de improviso avisando a Anna que algo estaba pasando en el EldritchBurguer, Shubbi se estaba peleando contra algo. La mujer, temiendo que esto fuera el comienzo de algo más grande, indicó a Unglaublich que la llevará hasta allí. De inmediato, ambos se teleportaron y encontraron un espectáculo bastante llamativo que estaba reuniendo a s propio público y empezaban a moverse las apuestas. Shubbi, el retoño oscuro de Shub-niggurath, un monstruo arboreo y tentaculado que se alzaba sobre cuatro gruesas pezuñas de cabra, estaba luchando contra un árbol de talla similar, que se movía sobre tres gruesas patas o raíces. Anna confiaba en el retoño oscuro, le había visto hacer frente a estudiantes borrachos, estudiantes juerguistas, estudiantes borrachos y juerguistas, e incluso se las había visto en algunas de las peores situaciones de la ciudad, como la invasión de zombis poseídos del año anterior, el desastre de Mad Arkham y la guerra de un día en Dunwich. Tal y como esperaba, Shubbi no tardó mucho en derrotar.a su adversario, reduciendolo a un montón de trozos de madera. Tras los aplausos de rigor para el invicto retoño y pagar las apuestas, el público no tardó en disgregarse ante la presencia de Anna. Esta mujer, la más peligrosa de Arkham, era capaz de disolver una manifestación en menos tiempo que el que necesita Robert Pickman para inventar una conspiración en base a una foto borrosa de Pequeña T'auin.

Una vez despejada la zona, pidió a Unglaublich que recogiera algunos trozos de madera y los llevaraa su estudio. Mientras el servidor de los otros dioses cumplía el encargo,se dirigió hacia La Llave y la Puerta, donde hacía guardia Pequeña T'auin. La tortuga, que, pese a su nombre era de tamaño familiar, la observó acercarse con jurásica paciencia. Sobre el caparazón de la galápago, cuatro damanes vestidos con unos adorables vestidos de bruja, sombrero puntiagudo incluido, sostenían un enorme disco de tierra con una elevación nevada central sobre la que crecía un bonsái Fresno árbol del mundo decorado para la ocasión con algunas calabacitas talladas con siniestras caras en su base. Circundando el disco, un dragón serpentiforme mordía su cola con expresión pensativa. La decoración era cosa de El que Legisla tras el Umbral, que era, como suele pasar a los dioses y primigenios, un tanto hortera para estas cosas. Pero esta vez la decoración de la tortuga había sido con su consentimiento. Cuando Anna llegó hasta el quelonio, le preguntó por las novedades. Pequeña T'auin no podía hablar, pero tenía una mirada muy enfática y era muy expresiva y gestual con su largo cuello. Con un movimiento lateral del mismo, le indicó claramente a la mujer que no había nada de que informar. Anna no preguntó  más. La tortuga era de fiar, podía lanzar si cabeza como un torpedo bien apuntado, sobretodo si apuntaba a la entrepierna de un estudiante que quisiera pasarse de listo. Y su mordedura también era algo a tener en cuenta.

Unglaublich apareció de nuevo al lado de Anna para informarle de que ya tenía bastante madera en su estudio. Ella, satisfecha, le pidió al servidor que la llevara allí. Temía que algo estaba pasando y debía hacer pruebas.

Pero, mientras Anna estaba encerrada con Unglaublich estudiando los restos del árbol y tratando de averiguar que estaba pasando,  las cosas en Arkham seguían su desarrollo. El que Legisla tras el Umbral con el apoyo de Pequeña T'auin tenía que hacer frente a un nuevo problema. Desde algún lugar de los túneles bajo Arkham había aparecido un grupo de extrañas criaturas que, por algún extraño motivo, habían surgido a la superficie desde los sótanos de la residencia universitaria. Se trataba de un banda formada por extraños seres humanoides sin cabeza, cuyo rostro ocupaba su pecho y abdomen, acompañados por unas criaturas de forma esférica, de 50 cm, con unas grandes bocas erizadas de dientes y cuatro pies situados dos en la parte inferior y dos detrás. Esta disposición permitía a estos seres moverse girando hacia atrás, lo cual resultaba bastante desconcertante. Mientras la tortuga trataba de detenerlos (y los que cayeron sintieron todo el dolor del mundo en la zona inguinal), El abogado primigenio trataba de usar su móvil para entrar en ElderGodBook y preguntar sobre este tipo de criaturas. Lamentablemente, eran demasiados para que Pequeña T'auin pudiera con todos, por lo que muchos lograron salir a sembrar el caos en la universidad. Pero, cuando, finalmente El que Legisla logró averiguar algo, el grupo ya había pasado. Sin embargo, se veía en la necesidad de desvelar lo que había obtenido, por extraño que pareciera. Lamentablemente, el único interlocutor era la tortuga. Así pues, se dispuso a revelar la verdad:

-Esto es increible, sumamente extraño. He tardado un poco en identificarlos, aunque finalmente Loki ha podido echarme una mano. Lo que he descubierto me ha dejado completamente descuadrado. Resulta que esos seres con la cara en el torso son unas criaturas llamadas "blemys", y las bolas esas con cuatro pies son algo denominado "bafometos". Pero no se trata de seres relacionados con ningún primigenio, dios exterior o similar. Creo que incluso Nyarlathotep quedaría sorprendido por el asunto. Verás, por lo que he averiguado, se trata de criaturas procedentes del Infierno.

La tortuga le miró con expresión interrogante y de sorpresa, sin acabar de comprender a que se refería.

-Sí, el Infierno -continuó El que Legisla-, ya sabes, lo del lago de fuego, azufre y el crujir de dientes, el inframundo ese de la mitología judeocristiana. Y, al parecer, están relacionados con algo llamado "Aquelarre". En ese punto, incluso Loki se ha quedado un poco sorprendido. Creo que se trata de algún juego de rol de España o algo así. La cuestión es que no se por qué han aparecido estos seres aquí...

Entonces cayó en la cuenta. Anna estaba encerrada en su estudio con Unglaublich. Y él se había quedado al mando. Y el campus se había llenado de blemys y bafometos que a saber que podían estar haciendo. Y Anna no sabía nada. ¡Y como pasara algo gordo, Anna se iba a cabrear! A una velocidad sorprendente, salió corriendo hacia las dependencias de la Gobernanta, donde salió poco después con unos patines y llevando a rastras a Araknek mientras le explicaba a toda prisa lo que estaba pasando. Y se lo tuve que repetir algo más despacio mientras le ponía los patines a la tortuga (eran unos que habían fabricado para darle algo más de velocidad punta a Pequeña T'auin). Y, cuando acabó la operación, galápago del mundo, araña monstruosa y abogado primigenio salieron disparados en busca de aquel grupo de criaturas infernales.

Es en momentos como este cuando se desata una alocada y disparatada persecución. Los blemys y bafometos estaban intentando acosar a un grupo de estudiantes situados en el cesped con escaso resultado. Cuando estudias en la Miskatonic, hace falta algo más que unos seres del infierno para distraer tu concentración. Entonces, ante la llegada del trío vengador, salieron corriendo como alma que lleva el diablo para acabar entrando en uno de los edificios administrativos de la Universidad. Grave error. Si hay algo que, en cuanto a miedo que da en Arkham, se encuentra por debajo de Anna Pickman, es Harvey Pickman, seguido por Welcome cabreada y, justo a continuación, el personal administrativo del campus. Son el terror de los estudiantes, con su capacidad para encerrarlos en un infinito bucle de trámites inútiles, lentos y pesados para poder formalizar sus matrículas o realizar cualquier cambio o consulta en la secretaría. Por ello, Araknek, El que Legisla y Pequeña T'auin se quedaron tranquilamente esperando fuera. No tardaron mucho en salir los seres infernales, rebozados en sellos y formularios, aterrorizados. Logrando esquivar por muy poco a los tres que los esperaban, siguieron su desenfrenada carrera.

Por supuesto, el trío de perseguidores se lanzó tras ellos. Tras entrar en el auditorio, donde el grupo de teatro estaba preparando Julio Cesar, de William Shakespeare. Al salir por el otro lado, un Julio El que Legisla tras el Umbral Cesar, acompañado de una Pequeña Calpurnia T'auin en patines y una Araknek Marco Antonio eran perseguidas de cerca por una horda de senadores y demás miembros del reparto de blemys y bafometos, todos ellos con formularios y sellos adheridos. Por un azar del destino, en uno de los quiebros de la carrera, acabaron entrando por la entrada de personal del EldritchBurguer, saliendo por la puerta principal. Para entonces, el orden de la persecución se había invertido, aunque el espectáculo de dos disparatados grupos de romanos comiendo hamburguesas de pescado y demás especialidades del restaurante, sellados y con formularios administrativos, resultaba harto chocante hasta para la Miskatonic. Por suerte, fuera del EldritchBurguer aguardaba Shubbi en su puesto habitual. El retoño, ante semejante espectáculo, reaccionó rápidamente, noqueando y atrapando a los seres infernales.

Más tarde, mientras encerraban a estas criaturas en los sótanos de La Llave y la Puerta, El que Legisla seguía preguntándose de donde podrían haber salido y como habían acabado allí. Por lo menos, aquel día no apareció ningún otro molesto intruso, aunque el primigenio abogado tenía la sensación de que aquello aún no había acabado. Por ello, mientras esperaba que Anna saliera de su estudio, reorganizó las patrullas y las áreas de vigilancia para detectar cuanto antes cualquier nueva intrusión.

A la mañana siguiente, 31 de octubre, Anna fue finalmente a reunirse con Unglaublich. No sólo había identificado al extraño árbol, un olocanto, como un ser infernal. Había descubierto también que, en algún lugar del campus o sus alrededores, alguien estaba abriendo pequeños portales al Infierno. Y se temía que lo peor estaba aún por llegar. Les explicó que había estado buscando algunos hechizos que usar contra estos seres, con éxito variable, pero lo peor era que no sabía exactamente que podía aparecer. En esos momentos, de los sótanos de la residencia estudiantil salió todo el grupo de blemys y bafometos, acompañados por varios endiagros, extraños hombres bestia, seres medio caprinos y con mezclas de otros animales. En cabeza se encontraba un demonio que aparentaba ser un hombre de mediana edad, con barba y algo rellenito. Tenía cuernos y vestía de rojo, además de llevar un tridente. Al salir de la residencia, clamó:

-¡Soy Ricardus, Señor del Infierno de los Juegos de Rol! ¡Y este Halloween, Arkham caerá bajo el dominio de mis dados!

Acto seguido pasó a soltar la tradicional carcajada demente de villano. Anna y su grupo no tardaron en acudir. La confrontación estaba preparada. Los demonios no lo iban a tener fácil para apoderarse de la ciudad.

sábado, 22 de octubre de 2016

Alfa Strike: Roles del equipo


Alfa Strike Squad es un cruce entre un equipo de operaciones especiales y un grupo de superhéroes formado por lo más granado, selecto y variado de los panteones divinos, es decir, la mayor colección de borrachos, pendencieros, fornicadores, bravucones y busca líos que haya podido adorar alguna vez el género humano, lo cual dice mucho sobre las personas en sí.

Este equipo fue creado como respuesta al intento de secuestro de Baba Yaga por parte de Omicron Scorpions Security. Esta empresa es una filial de la corporación internacional New World Enterprises, que de esta manera inició una campaña masiva y secreta contra las DCC (Deidades del Ciclo de Cthulhu), dioses y otros seres sobrenaturales. Mediante acciones de comando ejecutadas por Omicron Scorpions Security, uno de los mayores ejércitos privados del mundo, tratan de capturar vivos o muertos a estas entidades, sin importar su naturaleza o posición en los diversos panteones y estamentos de tipo paranormal. Por ello, Loki, el Herrero Mentiroso, convocó a un grupo selecto de deidades, formado principalmente por los dioses del trueno que participaron en Thunder-verse y Delta Wave Welcome.

Formado por un grupo de dioses, cada uno de ellos cumple un rol dentro del equipo. Este varía en función de las atribuciones y capacidades de cada dios. Así, tenemos las siguientes asignaciones de posición y funciones:
  • Loki (Nórdico). Fundador y líder de Alfa Strike Squad. Tiene una amplia red de espías. En Alfa Strike actúa como líder y planificador de las acciones del equipo.
  • Bastet (Egipcia). Bastet es la diosa egicipia de los gatos, encargada de proteger el hogar, también se la consideraba la diosa de la armonía y la felicidad. Sus características felinas la convierten en la asesina e infiltradora del grupo.
  • Set (Egipcio). Set es un dios ctónico egipcio del desierto, las tormentas (de arena ¡¿?!), el desorden, la violencia, la sequía, las tinieblas y los extranjeros. Actúa como estratega y líder de campo y tropa de asalto.
  • Thor (Nórdico). Thor es el dios del trueno de los mitos nórdicos y germánicos. Su influencia es amplia, y se extiende desde el clima y las cosechas hasta la consagración, justicia, protección y batallas. Thor no es amigo de las sutilezas, por lo que su función es la de actuar como tropa de asalto.
  • Odín (Nórdico). Odín es el dios principal del panteón nórdico, y entre sus atribuciones se encuentran la sabiduría, la guerra y la muerte. Odín es un líder militar y estratega. Dirige a las Valquirias, a las que puede invocar para que ayuden en la batalla y para recoger a los caídos y heridos tras el combate.
  • Delta Wave Welcome (USA - Nórdico). Evangeline Parker, más conocida como "Welcome" es una estudiante de psicología de la Universidad Miskatonic muy popular por su simpatía y carisma y por tener un apetito sexual exacerbado y ser abiertamente bisexual. Entrenada por Perun, es una valquiria que forma parte del equipo como tropa de apoyo y soldado de primera línea.
  • Zeus (Griego). En la mitología griega, Zeus es el padre de los dioses y principal deidad del panteón. Gobernaba desde el Olimpo como el patriarca de una familia. Zeus es un especialista en espionaje y obtención de información. Para ello, suele utilizar las artes de la seducción con erótico resultado.
  • Brontes (Griego). Hijo de Urano y Gea, Brontes es un cíclope surgido de la mitología griega clásica. Sus habilidades en la forja lo convierten en un hábil ingeniero dentro y fuera del campo de batalla. Además, su envergadura y fuerza le convierten en un excelente soldado de asalto.
  • Ares (Griego). En los mitos griegos, Ares es el dios de la guerra, personificando la brutalidad y la violencia. Se le consideraba un dios agresivo y carente de sutilezas, una encarnación del caos y el horror de la batalla. Experto en tácticas y armamento, es el principal especialista en operaciones especiales del equipo.
  • Raijin y Fujin (Japoneses). Raijin y Fujin son, respectivamente, los dioses del trueno y el viento japoneses. Se trata de una pareja de onis convertidos en deidades climáticas. Son las tropas de infantería motorizada. Suelen luchar montados en motos personalizadas y a pie.
  • Perun y Misha (Rusos). Perun es el dios principal del panteón eslavo, dios del trueno, el rayo, el fuego y la guerra. Misha es una encarnación nacional en forma de oso pardo. Actúan como una unidad coordinada de caballería, en la que jinete y montura son igual de peligrosos.
  • Pkaurodlos (Tolteca, Azteca, Maya, Ibero). Pkaurodlos, la serpiente emplumada, es dios del trueno y la urbanidad, adorado en su momento por toltecas, aztecas, mayas, iberos y unos cuantos clubes de caballeros ingleses y, posiblemente, por los extraterrestres educados. Al no ser partidario de la violencia innecesaria, Pkaurodlos es una unidad de apoyo multidisciplinar: se encarga de las tareas de intrusión informática (hacker), médico y diplomático.
  • N'kari (Africana). N'kari es la diosa africana de las tormentas y la pasión violenta. Aunque tiene el físico de una escultural y voluptuosa mujer, es la líder en el combate directo. Como tropa de asalto puede actuar como infantería o caballería montando un rinoceronte que es una encarnación geográfica del espíritu del continente africano.
  • Summanus (Etrusco - Romano). Summanus es el dios de las tormentas nocturnas de los etruscos y los romanos. No confundirlo con Summanus, el dinosauroide sacerdote de Yig que administra La Llave y la Puerta, o con el Summanus de Brian Lumley. Como especialista en pirotecnia y explosivos, es el experto en demoliciones del equipo.

martes, 11 de octubre de 2016

Operación Kate

Un especial King-in-Yellow Size de Katherine Ashford con un homenaje a H.G. Wells.

En el otoño de 2016 nadie habría creído que los asuntos de Katherine Ashford eran observados con gran atención por inteligencias desarrolladas más allá del conocimiento humano y, sin embargo, tan sorprendentes como el ser humano; que mientras la estudiante de la Miskatonic se ocupaban de sus asuntos era estudiada quizá tan a fondo como un nuevo cliente del EldritchBurguer estudia los menús y ofertas. Con infinita tranquilidad, Kate continuaba sus ocupaciones en el campus, abrigando la ilusión de que tal vez podría disfrutar de un día sin las "variedades" que ofrecen Arkham y la Miskatonic. Es muy posible que el resto de los alumnos de la universidad hicieran lo mismo. Sin embargo, desde diversos puntos del campus y de la ciudad, intelectos fríos y calculadores y mentes con un único objetivo y surgidas de las más negra y loca ciencia, observaban con ojos ávidos mientras preparaban sus planes para la joven estudiante. Y, un día de otoño la "Operación Kate" llegó a su desenlace para sorpresa de la confiada Katherine.

Aquel día había empezado de forma bastante convencional. Kate había realizado su rutina matinal habitual antes de salir de camino a la universidad. No esperaba nada fuera de lo normal, al menos por la mañana. Por ello, mientras se encaminaba hacia el campus, se quedó estupefacta, sorprendida y desconcertada al encontrarse con Bastet. La diosa iba vestida con un traje sastre negro muy elegante, que le sentaba muy bien y resaltaba su cuerpo esbelto. la única nota diferencial eran las zapatillas deportivas negras que calzaba. Kate suspiró. Teniendo en cuenta el mal gusto que tenían los dioses para los trajes de baño y para algunas opciones de vestuario, el traje sastre con zapatillas tan poco era para tanto. Por lo menos no había aparecido con su mono verde de las operaciones de Alfa Strike. Cuando la gata la vio se acercó a saludarla afectuosamente. Aunque las relaciones entre el equipo de dioses superhéroes y ella no eran siempre las más cordiales, la joven se llevaba bien con algunos de sus miembros. En particular, Brontes, N'kari y Bastet era con quien mejor trato tenía. Aun así, encontrarse de buena mañana con la diosa felina le pareció extraño. Por suerte para ella, la conversación fue agradable y grata, además de bastante directa. Tal y como tenía previsto Kate, por la tarde debía ir a Dunwich a revisar los avances de las obras en lo que sería la empresa de alojamientos rurales de La Llave y la Puerta. Había contado con llevarse a Evangeline, pero ella estaba ocupada. Summanus había delegado en Kate porque tenía trabajo acumulado. Brontes estaba preparando un seminario sobre mitología clásica e ingeniería paradimensional. Anna Pickman estaba fuera de la ciudad. Harvey, que parecía su última opción, también tenía trabajo. ¿Acaso iba a tener que enfrentarse sola a la horda de welclones? ¿Debía confiar acaso en que tal vez Pequeña T'auin y Unglaublich pudieran acompañarla? Aunque la última vez que se había enfrentado a la compañía desatada de las clones de su amiga y amante (novia no, no eran novias, bueno... al menos no novias oficiales) fue durante el verano. Y, aunque en su efervescente entusiasmo la habían dejado en top less, habían sido efusivas y cariñosas. La verdad es que la querían. Vale, también querían llevarsela a la cama, pero era su naturaleza de welclon la que las hacía actuar así. Y eran simpáticas y esforzadas. Y... en fin, que si era posible, prefería enfrentarse a ellas con algo de compañía. Por ello, al final Bastet se había decidido a echarle una mano. Así no tendría que enfrentarse sola al peligro.

Tras la breve conversación, en la que la gata le explicó que iría a recogerla al salir de clase para comer juntas, Kate se encaminó a su destino: el aula donde empezaría la jornada educativa. Algo más tranquila, la chica no se percató de la vigilancia a la que estaba siendo sometida.

Al mismo tiempo, desde la azotea de un edificio cercano, sus movimientos estaban siendo espiados con unos potentes prismáticos. La figura encapuchada apartó los binoculares del rostro, acercó un micrófono a su boca y habló con voz femenina:

-El objetivo se dirige al campus. Ya ha contactado con Bastet.

-Recibido. Seguimos la vigilancia aérea, tu desplázate al siguiente punto de vigilancia -respondió una voz grave y femenina.

-Afirmativo.

La mujer se puso en pie y recogió el equipo de vigilancia: los prismáticos, un micrófono direccional y una grabadora. Se quitó las gafas de sol y mostró el rostro de Evangeline con expresión firme y decidida. La única nota discordante, además de que Welcome estaba en ese momento de camino a clase también, era que los ojos eran de halcón. Tiradora, una de las clones, se retiró del tejado. Se encaminó hacia el punto de encuentro con Ácida. Al mismo tiempo, Hada recibía la orden de ponerse en marcha y seguir las actividades de Kate durante la mañana.

Buhonera las estaba coordinando a todas. Era su líder no oficial, situada en el escalafón de respeto y lealtad justo debajo de Kate y Welcome. La clon morena había escogido a aquellas cuyas habilidades pudieran resultar más útiles y, al mismo tiempo, pudieran pasar desapercibidas con más facilidad. Para ello, contaba con Tiradora, Ácida, Hada y Lady Tcho-Tcho. El resto de las clones se habían quedado en Dunwich, poniendo a punto el plan en el pueblo. Mientras tanto, ellas eran la avanzadilla. Llevaban ya una semana siguiendo a Kate, tomando nota de su rutina, afinando todos y cada uno de los pasos a tomar. Por ello, ese día, aunque era el día clave, cuando por fin iban a poner en marcha sus planes, todo iba saliendo según lo esperado.

Por su parte, Kate seguía sin sospechar nada. Estaba nerviosa por tener que encontrarse otra vez con las welclones, que sentían por ella una mezcla de afecto, atracción sexual estilo Welcome (desatada) y respeto reverencial. Habían surgido de un experimento genético de ciencia loca, al crear clones transgénicos con ADN humano y de seres de los Mitos, usando leche de Shub-Niggurath como elemento mutagénico. Eran los únicos resultados con éxito, ya que el único maerial genético de origen humano que había funcionado había sido el de Evangeline "Welcome" Parker. Como resultado, tras ser rescatadas de los laboratorios de BioGen en Dunwich, las clones habían aceptado a su "primigenia", su Eva o Evangeline como una especie de líder profeta. Y, por lo tanto, Kate, que era la pareja de Welcome, recibía un estatus similar al de una sacerdotisa de máximo rango. A fin de cuentas, las comparaciones tampoco eran tan inexactas. Tras la batalla de Dunwich, Evangeline se había hecho responsable de sus "hijas" genéticas y las había agrupado en torno a ella. Juntas se aliaron con la Cabra Blanca de Tres Cabezas, un avatar de Shub-Niggurath y formaron un culto a esta deidad. Por ello, lo que sentían las clones por las dos jovenes era una mezcla de emociones: querían adorarlas, querían ser sus amigas y querían tirárselas. Obviamente, Welcome había cumplido con las tres condiciones. Kate, un poco más reservada, había entablado amistad con las clones, aunque con cierto recelo ante el entusiasmo que demostraban al estar con ella.

Sin embargo, el tener que encontrarse "a solas" con las clones y en su terreno no era lo único que la inquietaba y le hacía más difícil concentrarse en clase. A fin de cuentas, faltaba poco para que se cumpliera un año desde que Evangeline y ella se conocieron. Welcome le había prometido una velada romántica, y no fallaría. Pero Kate sabía que su pareja era un tanto peculiar, y se esperaba cualquier cosa por parte suya. La verdad es que el juntar a dos mujeres en principio tan diferentes fue como echar gasolina a un fuego. Katherine era una estudiante más, procedente de una familia conservadora y homófoba, por lo que ella era una lesbiana que no había salido del armario y se encontraba algo confusa con respecto a su identidad sexual. Por su parte, Evangeline era no sólo abierta, sino desbordante en cuestiones de sexo. Sin apenas complejos ni ataduras, con un apetito sexual desatado, era bisexual y orgullosa de ello, además de una mujer bastante promiscua. Disfrutaba de su sexualidad, de eso no había duda alguna. De manera que, cuando se conocieron, Welcome no se limitó a sacarla del armario, también le puso ropa interior sexy, un vestido bonito y se la llevó directamente a la cama. Todo ello en sentido figurado, claro, excepto lo de acostarse con ella. Claro, para Kate aquello fue un completo shock, y se dejó llevar. Pronto, Evangeline descubrió que tras la presa de respetabilidad, lecciones morales familiares y represión de su sexualidad, Kate escondía un lago a punto de desbordarse de pasión, diversión, curiosidad sexual y líbido esperando a ser liberados. Total, que durante los primeros meses, Evangeline aprendió a conocer a Kate y a ayudarla a explorar juntas su sexualidad. Y como el roce hace el cariño, entablaron una buena amistad que les demostró la capacidad que tenían para compenetrarse y acabaron por enamorarse la una de la otra. Y así empezó un pequeño quebradero de cabeza para Kate: asumir que tenía una pareja estable, que era una mujer que en ocasiones parecía sacada de una película porno aunque era inteligente y agradable con ella, y que además tenían una relación abierta. Welcome no había tenido buenas experiencias en el pasado, por lo que no era muy amiga de compromenterse en algo serio. Pero había algo en Katherine que le hizo dejar atrás sus recelos y establecerse de forma duradera con ella.

Claro, para Kate había sido duro y desconcertante acostumbrarse a su sexualidad, así como a la desbordante energía y entusiasmo de su pareja y a la promiscuidad de la misma. Pero, cuando acababa agotada tras un intenso intercambio amoroso y sexual con Evangeline, agradecía que sus incansables energías se desviaran hacia otras mujeres. Era una relación curiosa, ya que, pese a todo, formaron un núcleo muy compenetrado. Se pertenecían la una a la otra y Kate fue asimilando su situación y aceptándola. A fin de cuentas, Evangeline nunca la había engañado y siempre había sido sincera con ella. Así, hasta que pasaron su primera nochevieja juntas. Ya había tenido oportunidad de tratar con los dioses de Alfa Strike, para la que ella era una especie de mascota / compañera no beligerante (pese a que Kate tenía un genio considerable y no tenía reparos en mostrarlo ante estos dioses). Pero la fiesta de nochevieja fue algo diferente. En ella, por primera vez compartió los devaneos sexuales de Welcome con otra mujer. O para ser más claros, Kate tuvo su primer trío. Y como estas cosas, si se hacen, hay que hacerlas bien y a lo grande, este encuentro fue entre Katherine, Evangeline y N'kari. Más grande no puede ser.

A partir de aquella noche, mientras sucedía Mad Arkham of BattleCraft y la ciudad trataba de recuperar la normalidad, Kate y Evangeline comenzaron a comprender y aceptar plenamente lo que significaba ser la compañera íntima y mejor amiga la una de la otra. Aquel punto de inflexión fue bueno para las dos. Además, como efecto colateral, Kate comenzó a ser más abierta en el aspecto sexual, por lo que no fue la primera vez que se acostó con N'kari (aunque siempre haciendo un trío con Welcome, que la diosa era demasiado para ella). Desde entonces, más feliz y satisfecha, viviendo la vida "normal" de una estudiante en la Miskatonic, con el añadido de trabajar como recepcionista en la La Llave y la Puerta. Tras esto, llegó el incidente de Dunwich, en la que ella participó en el asalto subterráneo a los laboratorios, portando la espada Ouroboros de Welcome, ya que, al estar las dos enamoradas, el arma también reaccionaba ante su contacto. Una vez superado aquel extraño suceso, todo parecía volver a la normalidad, bueno, a la normalidad de Arkham. Estuvo aquel caso del vampiro enviado por paquete postal, y el Ritter MK VI Ribbentrop-Mólotov, y Brontes y el robot gigante buenorro en el día del Orgullo Gay y.... en fin, las cosas que pasaban en esa desquiciada ciudad.

Por ello, Kate estaba inquieta. Conocía la ciudad, sabía que podía pasar cualquier cosa. Era el llamado "efecto Arkham". Por lo que esperaba que los planes que hubiera preparado Evangeline para su aniversario no se salieran de lugar o pasara una invasión extradimensional o cualquier cosa de esas que pasan en Arkham cuando menos te lo esperas. Por suerte, todo parecía seguir dentro de lo considerado normal fuera de la ciudad. Incluso este recóndito y extraño lugar de Nueva Inglaterra tenía sus momentos de calma chicha. Así, pasó la mañana sin percatarse de que una bajita versión de Welcome con rasgos orientales (Lady Tcho-Tcho) y otra alada (Hada), la iban siguiendo de forma subrepticia. Cuando acabaron las clases, se reunió con Bastet y juntas fueron a comer al EldritchBurguer. Saludó a Shubbi, el retoño oscuro de Shub-Niggurath que trabajaba de árbol para el restaurante, y de paso se encargaba de la seguridad, y entró con la diosa. En una mesa de una esquina, devorando un menú Dagon Size, Tiradora las observó sin que Kate la percibiera. La comida se produjo con normalidad. Tras acabar, un coche de alquiler con conductor de Byakhee Express (esta empresa cada vez se expandía más, y le iba condenadamente bien), las llevó hasta Dunwich.

Una vez llegaron al pueblo, las recibió Serpiente Emplumada. La welclone era un híbrido de Evangeline y Pkaurodlos, por lo que a Kate siempre le resultaba particularmente desconcertante. No era por la piel escamosa, o por la colorida cresta de plumas que tenía en lugar de cabello, sino por lo insistentemente educada que era. Por lo que le habían contado Welcome y N'kari, era una cualidad típica de los dioses reptilianos y de algunas criaturas del mismo tipo: urbanidad y buenos modales hasta el fin, capaces de hacer llorar de emoción al inglés más estirado, pedante y snob de toda Inglaterra. Así, fue esta clon en particular la que habían designado para actuar como enlace con Kate, Con su cortesía habitual, Serpiente Emplumada recibió a la joven y a la diosa y se dispuso a guiarlas por el pueblo para mostrarles los avances de las obras. Al mismo tiempo, Tiradora y su equipo llegaban a la zona desde otro lado para no ser detectadas y se presentaban ante Buhonera para informar.

Serpiente Emplumada guió a Kate y Bastet primero por el pueblo, un puñado de casas decrépitas que estaban siendo sometidas a una restauración en el exterior. No es que se pudiera hacer mucho sin aplicarles un lanzallamas, pero al menos intentarían darle un mejor aspecto. Por otro lado, el aspecto a lo pueblo tétrico a mitad de camino de un escenario de película de la Hammer y aldea redneck podía ser un buen atractivo turístico, teniendo en cuenta el historial de la zona. Por suerte, los cultos locales de Yog-Sothoth y Tsathoggua habían acabado por aceptar las tesis de las welclones. Era mejor seguir practicando sus rituales y tradiciones sin montar mucho ruido y dar algo de espectáculo ocasional para los turistas para así aportar dinero a la región que hacer enfadar a 20 clones mutantes con posibilidad de invocar a retoños oscuros de Shub-Niggurath. En cualquier caso, era más interesante tratar de revitalizar la comarca que dejarla en su continua degradación. Así se lo explicó Serpiente Emplumada a Kate y Bastet mientras recorrían el pueblo. Mientras, Reina Serpiente y Tóxica las seguían en secreto, esperando el momento oportuno para intervenir y unirse al grupo. Una vez acabado el recorrido por el escaso núcleo urbano, las dos clones se hicieron las encontradizas y se acoplaron a ellas. Kate, que no tenía un pelo de tonta, empezó a sospechar que algo tenían preparadas las welclones y tenía la impresión de que se dirigía de cabeza a una trampa. Sabía que por muy salidas que estuvieran, no la forzarían. Eso era parte innata de Welcome, que se había transmitido a las clones y que Evangeline les había machacado mucho. Otra cosa eran los dioses. Estos tenían un código ético y moral muy diferente al de los humanos, y no veían de la misma manera el hecho de forzar sexualmente a alguien. Los mitos estaban llenos de ejemplos de esto. Por ello, si a Welcome la presionaban demasiado, podía plantearse el violar a una diosa o a un dios que le tocara mucho las narices. Aún así, en tales casos, prefería no pasar de la insinuación de la amenaza. A fin de cuentas, el equipo Alfa Strike la conocía y sabía de que era capaz, incluso dioses más retorcidos o despiadados, como Loki y Set, la respetaban.

Escoltada por Serpiente Emplumada, Reina Serpiente y Ácida, Kate, acompañada por Bastet, que parecía una gata que acababa de comerse al canario, fue guiada hacia las cabañas que estaban en construcción. Eran una serie de casas bajas, preparadas para albergar a los futuros huéspedes, equipadas con placas solares y modernas instalaciones y equipos para ser eficientes y bastante autosuficientes. El proyecto avanzaba poco a poco, en manos de Damage Control Inc., empresa que reconstruyó la ciudad tras los sucesos de Mad Arkham of BattleCraft, y la verdad es que estaban haciendo un buen trabajo. La mayoría de cabañas estaban muy avanzadas, y se mantenían dentro de lo previsto en cuanto a presupuesto y tiempo. Kate estaba satisfecha con el trabajo realizado hasta la fecha, pero seguía mosqueada, sobretodo a medida que poco a poco, se iban encontrando "por casualidad" con más welclones.

Una vez que se vio rodeada por las 20 versiones mutantes de su pareja, Kate ya no sabía donde meterse. Trataba de aparentar tranquilidad, pero esperaba que la trampa saltara en cualquier momento. Entonces, como colofón de la visita, la condujeron finalmente a la cabaña que tenían ya acabada y que iban a usar como piloto para las fotos promocionales. La joven estaba ya con los nervios de punta. Se olía el cierre de la trampa. Le dijeron que allí podrían disfrutar de un pequeño buffet que habían preparado para ella. Resignada y con fatalismo, esperando lo peor, se dejó guiar. Al entrar en la cabaña (que todo hay que decirlo, estaba muy bien acabada), se encontró una pancarta que decía:

¡Feliz Aniversario Evangeline & Katherine!

Un año de amor, locura y diversión

Bajo la pancarta, radiante, con una sonrisa de oreja a oreja, Evangeline la esperaba. Kate, sorprendida, desconcertada, sin saber que hacer, dio dos pasos hacia ella. Welcome se acercó y la estrechó entre sus brazos. Las clones, emocionadas, entraron tras Kate y comenzaron a aplaudir. Ese era el auténtico plan de Evangeline para celebrar que habían pasado un año juntas.

Tal y como le habían dicho, habían preparado un pequeño buffet, del que comieron y bebieron todas mientras felicitaban a la radiante pareja. Kate no podía estar más emocionada, orgullosa y feliz de su pareja. Todas disfrutaron mucho de la celebración, hasta que, poco a poco, fueron dejando a las dos jóvenes a solas. Tenían todo el fin de semana para ellas. Habían acondicionado la cabaña para que no les faltara de nada durante dos días, y Welcome se había asegurado, via Byakhee Express, de traer algunas mudas de ropa de Kate. Entonces, mientras Serpiente Emplumada, la última de las welclones en salir, cerraba la puerta por fuera, Katherine y Evangeline se miraron a los ojos mientras se cogían de las manos y se formó el mismo pensamiento en la mente de las dos, pensamiento que no tardaron en vocalizar porque no podían guardarlo dentro de su cabeza: "He estado un año entero con esta mujer, con todas sus cualidades positivas y negativas, con todo lo bueno y lo malo, y no podía pedir un año mejor. Es el momento de reconocerlo, tengo una novia, y no la cambiaría por nada del mundo."

miércoles, 5 de octubre de 2016

2º Aniversario de La Llave y la Puerta / Todo Weird Bio-hazard


El día 9 de Octubre La Llave y la Puerta cumple dos años. Dos años en los que hemos estado desarrollando esta magna opus con esfuerzo, tesón y mucha locura. Después de que durante el primer año los personajes escaparan a nuestro control, decidimos dejarles hacer durante este segundo año, llevando las sorpresas, el desconcierto y las disparatadas aventuras a un nuevo nivel.

Desde el especial de Halloween, en claro homenaje a los necronomicones del mundo y a Evil Dead, con la venganza de Vinnie West contra Welcome una vez más frustrada, pasando por el krampus que atacó la navidad todo parecía seguir los cánones establecidos. Pero llegó Nochevieja y... Mad Arkham of BattleCraft. Claro, para entonces ya estaba circulando el spin-off del blog: Alfa Strike Squad. Más sorpresas, más homenajes referenciales, más aventura pulp epicodecadente. Y claro, el crossover entre La Llave y la Puerta y Alfa Strike fue a lo grande: el segundo evento de esta historia, Weird Bio-Hazard nos superó en toda medida, ya que el preludio del mismo, The Dunwich Problem, se enlazaba con Mad Arkham, y, a continuación, llegaba el propio evento: efectos especiales de los caros, centenares de extras, decorados, etc. Todo para presentar Dunwich en condiciones, montar un buen follón, y dejar un montón de consecuencias que han afectado a la continuidad y que se están acumulando con los acontecimientos anteriores.

A partir de ahí, poco más se puede decir. Caos, locura, homenajes, más Alfa Strike, incluso hubo tiempo para un ataque de comunistas nazis. A fin de cuentas, esto es La Llave y la Puerta, donde nunca sabes que te vas a encontrar.

A sido un año intenso, divertido, sorprendente y cargado de trabajo para sacar esto adelante. Hemos disfrutado mucho escribiendo este blog, y nos lanzamos a por un tercer año, en el que queremos seguir adelante. Os agradecemos a todos los lectores vuestra constancia y vuestras visitas. Y por ello, esperemos que sigáis con nosotros en lo que está por venir. El universo de La Llave y la Puerta está abierto y nadie sabe que entrará en él y, al contrario que sucede con grandes editoriales de comic, nuestro trasfondo se amplia y asimila los cambios que se van produciendo. Por ello, ya que tras el caos reptante del evento de este año no hicimos una entrada indexando todos los contenidos del mismo, os ofrecemos el Todo Weird Bio-Hazard que no fue pero que es:

Camino a Weird Bio-Hazard
  1. Mad Arkham Fury Road.
  2. Alfa Strike: Arkham of BattleCraft (Parte 1).
  3. The Dunwich Problem: El nuevo trabajo de Marty Eye Gore.
  4. Alfa Strike: Arkham of BattleCraft (Parte 2).
  5. The Dunwich Problem: El Retorno de El Camarero Oscuro.
  6. The Dunwich Problem: Picnic nada terrestre.
  7. The Dunwich Problem: N'kari Attack.
Weird Bio-Hazard