sábado, 15 de septiembre de 2018

Jurassic Arkham

Septiembre es el mes en el que Arkham cobra vida. Los meses de verano suelen ser más tranquilos en una ciudad universitaria como es esta, así que, con el nuevo curso, la ciudad vuelve a su natural estado de ser, con los estudiantes bullendo por las calles y yendo en masa al campus de la Universidad Miskatonic. Es el regreso a los pisos de estudiante, las casas compartidas y las residencias estudiantiles, como La Llave y La Puerta. También suele ser el mes que trae nuevos quebraderos de cabeza.

Daisy Springwood estaba de vuelta de sus vacaciones en Maine, preparada para un nuevo curso en el que poner firmes a los creyentes en teorías absurdas, además de su trabajo habitual en el laboratorio. Eran las dos cosas que más le apasionaban en la vida, por lo que el regreso era algo que celebrar. Por esto, caminaba con una sonrisa por el campus de la universidad en dirección al comienzo de curso. Lo que no entendía era por qué a su paso la gente se ponía a gritar y salía corriendo. Ya se había acostumbrado a las excentricidades de los alumnos y profesores de aquella universidad, por lo que no era tan sorpresa para ella que se comportaran como chiflados, pero eso no dejaba de hacerlo molesto. Llegado un momento, escuchó un estruendo detrás de ella y se volvió para ver a la alumna más popular de la universidad, Evangeline Parker, saludando a la gente que, por algunaa razón, estaban aplaudiendo. Detrás de ella había un montón de huesos fósiles desperdigados de cualquier manera. Las excentricidades Daisy las dejaba pasar, pero el maltrato y destrozo del patrimonio de la ciencia ya era otra cosa. Por supuesto que se quejaría del destrozo de aquellos restos fosilizados.

Lo que no sabía Daisy Springwood (porque no se había dado la vuelta), era que, mientras ella avanzaba sonriente por el campus, detrás de ella iba un esqueleto perfectamente formado de Tiranosaurio. Welcome lo había visto y, cuando vio que se disponía a lanzar su ataque sobre Daisy, se convirtió en Deltra Wave Welcome y acabó con la amenaza. Ese sería sólo el primero de los incidentes con esqueletos de dinosaurios atacando la universidad.

Después de que un Paquicefalosaurio hiciera añicos una de las cafeterías más populares del campus, Welcome decidió informar en La Llave y La Puerta de los misteriosos ataques de esqueletos de dinosaurio. En la reunión informativa estaban Welcome, Brontes, Harvey y Anna Pickman, y Summanus.

-Eeeeh, no es por poner pegas, pero ¿qué pinto yo en esta reunión? -preguntó Summanus después de que Welcome expusiera el caso.

-No hay que ser muy inteligente para saber eso. Eres un dinosaurio -le dijo Brontes.

-Ah, claro, y como soy un dinosaurio tengo que saber por qué unos huesos de hace 65 millones de años están destrozando la universidad. Esa es una apreciación bastante racista... o especista, en este caso. Aunque habría que aclarar que yo no soy un dinosaurio, soy un descendiente de dinosaurios. Si yo estoy aquí por descender de ellos ¿por qué no habéis traído a unas palomas?

-Esto está siendo un poco embarazoso -musitó Anna.

-No, no, tampoco os sintáis mal. Estaba bastante aburrido con las cuentas de la residencia. Esto es más entretenido...

-Bueno ¿ha terminado la ronda de quejas y preguntas? -dijo Harvey -. Deberíamos investigar quién está detrás de estos ataques. Está claro que los dinosaurios no se han levantado ellos solitos para atacar a la universidad. Que todos los ataques hayan sido en el campus indica que hay una intención detrás de ellos.

-Alguien que tenga algo en contra de la Miskatonic... ¿descartamos a los habituales? -preguntó Anna.

-No, cualquiera de ellos puede ser el responsable. De hecho, como no tenemos nada, sugiero que echemos un vistazo a qué están haciendo Vinnie West, Marty Eye Gore y todos los científicos locos de la ciudad.

Un día después.
A media mañana, el grupo de investigación del caso de los esqueletos de dinosaurio se volvió a reunir para cotejar los resultados de cada uno.

-Marty Eye Gore está participando en el certamen de este año de Mister y Miss Villano, así que queda descartado -dijo Brontes.

-¿Se ha presentado a un concurso de belleza? Eso sí que es tener la autoestima alta... -dijo Summanus.

Los demás se le quedaron mirando.

-¿Qué? No me iréis a decir que soy el único que se ha fijado en que es más feo que Picio...

-Yo he conseguido hablar con un esbirro de Vinnie West -dijo Welcome -. Lo de hacerme pasar por rubia tonta ha resultado ser muy útil. Me ha contado que estaba preparando la reanimación por medio de la estimulación por música mala, que consiste en poner cancioner horrendas a los cadáveres, pero durante el experimento, tuvo un tropezón y, después de eso, decidió dejarlo todo y fue por un agujero.

-¿Un agujero? -preguntó Harvey extrañado.

-Sí, dice que salió a la calle y abrió un agujero, como la entrada a un túnel.

-¿Vinnie West en los túneles morlocks? -dijo Anna rascándose la barbilla.

-El esbirro no sabe más. Sólo sabe que Vinnie se metió allí dentro y no ha vuelto desde entonces. Hará como una semana de eso.

-¿Qué buscará alguien como Vinnie de los túneles bajo Arkham? -se preguntó Harvey.

Túneles bajo la ciudad de Arkham

En una oscura caverna, desconocida para la mayoría de los habitantes de los túneles bajo Arkham, un enloquecido Vinnie West supervisaba la excavación. Pero no era exactamente Vinnie West, sino la versión nigromántica villanesca que tomaba el control después de algún golpe. Para diferenciarse del Vinnie normal había decidido llevar una capa negra de villano. Junto al nigromante enloquecido, un sargento de las SSSSS SSSSS de los reptilianos observaba el trabajo con atención.

-Esssssto essss fantástico -dijo el lacertonazi -. El ussso de fósssiles como ssssooldadosss es un plan digno de nuesssstro Reich.

-Y yo estoy muy orgulloso de trabajar con el Reich de los mil años reptilianos -comentó Vinnie -. Si no fuera por esa entrometida de Delta Wave Welcome, la Universidad Miskatonic ya sería un montón de escombros.

-No te preocupesssss, tenemosss un plan para esssa sssupuesta sssuperheroína.

Residencia estudiantil La Llave y La Puerta

Un estudiante nuevo en la ciudad estaba recriminando al recepcionista porque su moto había sido golpeada por un ser gigantesco que estaba golpeando en una ventana, cuando fue interrumpido por alguien que le tocó en el hombro. Se volvió, dispuesto a dejar salir su ira hacia el entrometido, cuando vio algo que no supo comprender del todo. El recepcionista lanzó un suspiro profundo. Para él, aquello era un martes cualquiera.

El teléfono móvil de Summanus sonó, y el dinosauroide respondió a la llamada. Se trataba del recepcionista de la residencia. Le había dicho que iba a una reunión, por lo que el chaval había supuesto que no estaba en el edificio. Le llamaba para informarle de que tenía una sorpresita en el vestíbulo y un cliente que había fallado la tirada de cordura.

-Chicos, creo que nos atacan. -dijo Summanus tras colgar.

El grupo de investigación al completo fue recepción y, cuando llegaron allí, se encontraron con algo que no esperaban. Aparte del estudiante que había perdido el norte -estaba en un rincón corriendo en círculos-, una especie de conglomerado de huesos formado entre los esqueletos de varios dinosaurios estaba destrozando el vestíbulo de la residencia. Tenía varias cabezas y varios pares de garras afiladas, con las que destrozaba sillones y sacaba el relleno de los sofás.

-¡Eh, montón de huesos! ¿Sabes cuánto nos costó ese sofá? -dijo Harvey para llamar la atención del constructo mágico.

La criatura se volvió hacia ellos y soltó los muebles que destruía. Intentó rugir -evidentemente no pudo, porque no tenía cuerdas vocales ni nada con lo que pudiera soltar un sonido que no fuera el traqueteo de huesos- y se lanzó hacia ellos.  Harvey interceptó al monstruo creando una protección mágica, contra la que chocó la criatura. Anna salió de detrás de la protección  y de una patada hizo que dos de las cabezas salieran disparadas. Brontes, que no tenía ganas de pelea, simplemente salió, tiró al suelo al montón de huesos y lo pisoteó hasta que se convirtió en un montón de polvo.

-Buenooooo, la que se va a liar cuando Araknek vea esto -dijo Summanus.

Welcome se acercó al montón de polvo y sacó una cinta que el bicho llevaría atada en algún sitio.

-Estos tíos son tontos, mirad.

Welcome mostró la cinta y lo demás la miraron. Era una cinta roja con una esvástica dentro. No había que ser muy listo para saber quien lo había puesto.

-Eso es lo que hace Vinnie en los túneles -dijo Harvey -. Está con los RNLO.

-Bueno -dijo Anna -, pues podemos hacerles una visita. Ya que ellos han destrozado nuestro vestíbulo, podemos devolverles la jugada.

 Túneles bajo la ciudad de Arkham

Encontrar la guarida de Vinnie West en los túneles no fue fácil. El grupo de investigación bajó por una de las entradas habituales de los morlocks y hablaron con ellos de la amenaza. En esos momentos estaban muy ocupados con unas elecciones electorales, por lo que la únic ayuda que pudieron prestar fue señalar los lugares habituales por los que solían deambular los RNLO. Allí se dirigieron, pasando por cuevas en las que aparecían murales en los que horrorosas blasfemias jugaban al volley playa, saludaron a los habitantes con forma de gusano de determinadas cavernas innombrables y en un rescoldo perdido se encontraron con un buhonero que les intentó vender armas y equipo de combate. Por no llevar un mapa, se perdieron y pasaron un  día entero en un dungeon donde tuvieron que evitar a un grupo de orcos cantantes sinfónicos que pretendían cantarles todo su repertorio y un brujo no muerto que se había metido a poeta. Consiguieron huir sanos mental y físicamente de ese horrible dungeon y pudieron encontrar de nuevo el camino a los túneles de Arkham. Pronto se encontraron con un pequeño escuadrón de reptilianos que no supusieron ninguna amenaza. Una vez derrotados les pidieron amablemente que les dijeran dónde estaba la guarida de Vinnie West, a lo que los reptilianos respondieron después de la tortura de ponerles canciones de navidad cantadas por Alvin y las Ardillas.

-Creo que hemos sido muy crueles con esos reptilianos -dijo Brontes -. En la guerra no está todo permitido.

-Puede que no, pero después de lo que le han hecho al sofá del vestíbulo, eso es lo que se merecen esos lagartos nazis -dijo Anna entre dientes.

-Pero ¿creéis que nos ha dicho la verdad? Yo respondería cualquier cosa con tal de que me quitaseis esa horrible música -insistió el cíclope.

Cruzaron una esquina y se encontraron con la excavación en la que estaba trabajando un gran grupo de reptilianos al mando de Vinnie West y el reptiliano de las Sssss Ssssss. Se trataba de una inmensa caverna en la que en paredes y suelo estaban sacando esqueletos de toda clase de dinosaurios. Era como hubiera habido una gran fiesta de dinosaurios y, de repente, todos hubieran sido fulminados para ser desenterrados millones de años en el futuro.

-¡Mirad quienes están aquí! ¡Los héroes de Arkham! -exclamó Vinnie West.

-Sí, eso dicen que somos -le respondió Welcome.

Los reptilianos dejaron de excavar y se quedaron mirando a los recién llegados.

-¡No osss quedeissss mirando. ¡Atacad! ¡Atacad! -exclamó el reptiliano de las Sssss Sssss.

Los reptilianos excavadores se lanzaron contra el grupo armados con palas, picos y escobillas, mientras Vinnie preparaba macabros hechizos. Harvey se dedicó a la defensa mágica, deshaciendo los hechizos de Vinnie mientras los otros derrotaban fácilmente a los pobres reptilianos.

-¿Desde cuando sabe magia este? -preguntó Brontes.

El reptiliano de las Sssss Sssss, al ver que, claramente, estaban siendo derrotados, se metió por una grieta y desapareció de allí, dejando a Vinnie a solas contra sus enemigos.

-No creáis que habéis ganado ¡¡¡Levantaré los restos fósiles de todos estos dinosaurios!!! ¡¡¡Seréis devorados horriblemente!!! ¡¡¡Pediréis piedad y no os la concederé!!!

De repente, un reptiliano inconsciente cayó sobre Vinnie, dejándole fuera de juego inmediatamente. Todos se quedaron mirando a Brontes.

-¿Qué? Me diréis que soy el único que quería callarlo como fuera...

Cogieron al inconsciente villano y lo llevaron fuera de los túneles. Ni se molestaron en buscar al reptiliano que había huido tan cobardemente, no merecía la pena. Cuando estuvieron ya en las calles de Arkham, Vinnie se despertó y se encontró rodeado por los héroes de la ciudad.

-Yo no he hecho nada... -dijo.

-Ya -le respondió Harvey -, no has hecho nada, pero nos vas a ayudar a reponer los muebles que tu monstruíto de huesos ha destrozado en nuestra residencia.

-¿Qué monstruíto de huesos? ¡No entiendo nada! -insistió Vinnie.

-Amnésico perdido... yo lo dejaría irse -dijo Anna.

Así, dejaron marchar al intento de villano, que aún se preguntaba qué había sucedido. Una vez más, sin saber que una identidad más villanesca que él se ocultaba en su interior, esperando el momento para volver a liarla.

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