sábado, 17 de noviembre de 2018

El examen del fin del milenio

En condiciones normales (o lo que viene siendo esto en Arkham), el claustro de profesores de la Universidad Miskatonic no tenía problemas organizativos a la hora de distribuir los espacios para celebrar exámenes. Los profesores lograban coordinarse entre ellos gracias al trabajo administrativo del personal de secretariado que, cual expertos en puzzles, lograban cuadrar el uso de todas y cada una de las aulas y salones que se podían utilizar para actividades formativas y de evaluación. Mediante una moderna aplicación informática, no sólo cuadraban todo, además lograban mantener al día a los profesores sobre la disponibilidad de los espacios, particularmente cuando el programa de cada asignatura implicaba realizar acciones fuera del aula habitual por los motivos que fueran. A veces, porque el sistema no era perfecto, dos profesores podían coincidir simultáneamente, pero se llegaba a algún tipo de acuerdo, y, si se trataba de un examen, incluso se llegaban a celebrar juntos, uniendo a las dos clases. Pero esto era algo puntual.

Sin embargo, esta vez algo había salido terriblemente mal. Por algún motivo, una gran parte de profesores habían coincidido el mismo día para celebrar exámenes simultáneamente, y, para colmo de males, tres clases habían coincidido en el mismo espacio: Historia del arte de las civilizaciones perdidas, Derecho no-euclidiano e Ingeniería dimensional cuántica. Esto implicaba reunir en una misma aula a cerca de un centenar de estudiantes, por lo que, a falta de un acuerdo mejor, se optó por meterlos en un salón de actos. Así, mientras Araknek ayudaba a preparar el espacio junto con el equipo de mantenimiento de la Miskatonic, Seabury Quinn Pickman, El que Legisla tras el Umbral y Brontes se las tenían que ver para organizar a la horda estudiantil en aquel espacio de manera que pudieran distribuirlos de la mejor forma posible. La idea era que los alumnos se sentaran rodeados del mínimo de compañeros de clase posibles. Así, un estudiante de derecho no-euclidiano tendría a cada lado a uno de ingeniería y otro de historia del arte. Todo esto en una fila, pero organizando las filas de manera que no se formaran columnas de alumnos de la misma asignatura. También había que tener en cuenta que cada uno de los profesores había preparado tres modelos de exámenes: A, A’ y A” para Seabury; B, B’ y B” para El que Legisla y C, C’ y C” para Brontes, de manera que cada estudiante tuviera un modelo de examen distinto y se minimizara así las posibilidades de copiar. Como aquello implicaba cálculos variados, cedieron el proceso a Brontes, mientras Seabury y El que Legisla se retiraron tranquilamente a tomar un café. Cuando regresaron más tarde, el cíclope no sólo lo había resuelto, si no que también, en el proceso, había dado con una fórmula que permitiría incrementar la operatividad y los beneficios del EldritchBurguer. Y es que, como había acabado a tiempo y una de las operaciones le había dado una idea y sus compañeros no regresaban, se puso a trabajar en el asunto y una cosa llevo a otra y… bueno, pues eso, que ya estaba el trabajo hecho.

Así pues, con la distribución calculada y cuando Araknek informó que el salón estaba montado, procedieron a entrar a examinar el lugar. Estaba todo impecable, perfecto, tal y como correspondía al trabajo de la araña, que era muy perfeccionista en cuanto a temas de limpieza. Y, llegada la hora de empezar, hicieron pasar a las hordas estudiantiles, distribuyéndolas según el plan que tenían pensado. Parecía que todo iba a salir bien.


Katherine Ashford estaba esperando tranquilamente a que se abrieran las puertas del salón de actos para acceder y poder empezar el examen. No, rectificamos, estaba nerviosa. Había estado estudiando mucho para esa prueba y confiaba en superarla con buena nota. Welcome la había apoyado y ayudado a estudiar e incluso su yo de un futuro alternativo distópico, Kate “Bogatyr” Ashford, le había echado una mano. Había sido una sorpresa de última hora el tener que celebrar el examen en aquel lugar junto con otros dos grupos de alumnos, pero no iba a dejar que eso rompiera su concentración pese a los nervios que ya tenía. Y es que Seabury era un profesor exigente en sus exámenes. No es que los hiciera particularmente difíciles, y hasta el momento a Kate le había ido bien, pero para sacar una buena puntuación con él había que dominar la materia. Así pues, cuando se abrieron las puertas y se permitió el acceso a los alumnos, entró y siguió las instrucciones sobre donde tenía que sentarse.
Un aspecto destacable de aquella situación y, del que Kate no pensaba sacar partido de ningún modo, era que conocía a los tres profesores. Y no sólo por sus actividades académicas. Como novia de Welcome había sido introducida en el particular circulo social de esta mujer, que incluía a dioses y seres primigenios como Brontes y El que Legisla. Además, también había acabado haciendo amistad con todos los Pickman, incluido Seabury y este ya se encargaba de no darle facilidades en las clases. Sin embargo, Kate se limitó a tomar asiento y esperar que repartieran los exámenes mientras jugueteaba con un bolígrafo. Tan sólo esperaba que todo se desarrollara sin incidentes y pudiera concluir el examen con tranquilidad.

Al principio todo parecía desarrollarse según las esperanzas de Kate y tanto los profesores como los alumnos pudieron dedicarse sin problemas ni interrupciones a sus quehaceres: los primeros a vigilar que el examen se desarrollara correctamente y no se hicieran trampas y los segundos a concentrarse en responder las preguntas. Se notaba donde estaban situados los alumnos de Brontes porque todos tenían a mano calculadoras científicas que utilizaban con febril pasión para tratar de resolver los problemas que planteaba su examen. Mientras tanto, los estudiantes bajo la tutela de El que Legisla se devanaban los sesos tratando de recordar jurisprudencia, definiciones y particularidades de la legislación del derecho no-euclidiano y sus aplicaciones en cuanto a los conflictos jurídicos con entidades interdimensionales. Por otro lado, Kate y sus compañeros de clase escribían furiosamente sus largas respuestas a las preguntas puestas por Seabury en cuanto a la relación del arte de las civilizaciones megalíticas de Ponapé y el Pacífico y su relación con las culturas nativas de Norteamérica, haciendo especial hincapié en los motivos ícticos, batracios y aviares y la influencia del culto de Cthulhu y Pkaurodlos.

Mientras Kate disertaba sobre la expansión del culto aviar originario de las tierras del sur de los actuales Estados Unidos y que rivalizó con la adoración de Yig entre los pueblos preaztecas, aztecas, toltecas y mayas y como se difundió hacia el norte dejando su huella en diferentes pueblos del continente, particularmente en la costa del Pacífico, no podía evitar acordarse del peculiar dios y la welclon que había surgido de la hibridación de su material genético con el de Welcome, Serpiente Emplumada. El sexo con ella en particular era bastante curioso, ya que combinaba la habitual pasión y habilidad propias de las clones de su novia con un vocabulario que parecía propio de un manual de etiqueta, lo cual siempre divertía a Kate. Y es que, aunque el culto de Pkaurodlos había sido muy popular entre determinados pueblos indígenas, que incluso habían llegado, según casos, a ofrecerle sacrificios humanos, el dios era sumamente urbanita y educado, extremadamente cortés y, por ello, había acabado siendo adorado por algunos clubes de caballeros británicos.

Así, mientras estas cuestiones pasaban por la cabeza de Kate al tiempo que se dedicaba a desarrollar las respuestas de las preguntas del examen, de improviso se abrió de golpe la puerta del salón de actos, dando entrada a una criatura que sólo podría haber salido de una pesadilla producto de un abuso de sustancias alucinógenas o de una extraña dimensión: se trataba de un gallo vagamente antropomórfico de dos metros de alto con grandes ojos trilobulados, una larga cola reptiliana acabada en algo similar a una aleta o cola de pez de forma romboidal y seis tentáculos que surgían de los costados, tres a cada lado, en lugar de alas. Pero la anormalidad no acababa ahí. El pollo diablo era de color verde esmeralda con plumas azul eléctrico, amarillo chillón, blanco nuclear y rojo intenso distribuidas en un patrón parcialmente aleatorio o inspirado en un algoritmo no-euclidiano de una geometría alienígena. La anómala criatura entró como una tromba en el salón de actos corriendo desesperadamente mientras era perseguida por una escuadra de Omicron Scorpions formado por las mujeres del Equipo Tiamat (afortunadamente iban sin las armaduras de combate) y varios comandos. Tras ellos aparecieron los morlocks comunistas, con un equipo dirigido por el mecánico Konstantin y formado por tiradoras morlock (habían puesto a Konstantin al mando por su contacto más o menos habitual con la gente de la Miskatonic, lo que le otorgaba un mayor conocimiento del campus y facilidad de trato con quienes se pudiera encontrar).

Al grito de “¡Alto, Nil-Yekub!” o “¡Detened a ese puto pajarraco!”, tanto los paramilitares de Omicron Scorpions como los morlocks se introdujeron en el lugar, precedidos por el pájaro mutante de otra dimensión que arrasó con todas las filas de alumnos que se interpusieron en su camino, sembrado el caos entre los alumnos.

La situación era un tanto desconcertante. Aquel ser aviar mutante, Nil-Yekub, estaba siendo perseguido por las fuerzas combinadas de Omicron Scorpions y el Equipo Exile de la Unión de Tribus Socialistas Morlocks, y, debido a ello, trataba de abrirse paso entre las filas de estudiantes, apartándolos, arrojándolos de un lado a otro y cacareando. Esto, que suponía una grave perturbación de la paz y una dificultad añadida para completar el examen, hizo que, en diversos lugares, comenzara a sembrarse el caos entre los alumnos, mientras, otros, aun en el suelo o zarandeados por los tentáculos del pollo diablo, trataban de seguir escribiendo, imperturbables. Claro, los profesores, al ver lo que estaba pasando, rápidamente entraron en acción. Tanto el equipo de Omicron Scorpions como los Morlocks habían preferido no usar armas letales. En su lugar llevaban tasers y otras armas no letales. Pero, pese a todo, no podían arriesgarse a acabar hiriendo a civiles durante la refriega, lo que dificultaba la situación. Esto mismo impedía que, por ejemplo, Brontes usara sus poderes de dios del trueno para dejar frito al pollo alienígena.

Pese a los problemas inherentes a la situación, la capitana Ashley Johnson, que ostentaba el mando conjunto de la operación, ordenó a todos los efectivos que establecieran un perímetro en torno a los estudiantes para rodear a Nil-Yekub y, mientras morlocks y soldados cumplían sus órdenes, ella fue a hablar con los profesores.

-Tenemos que detener a ese maldito pollo de una vez- explicó-. Ha salido de un experimento fallido de unos científicos de NWE que, por suerte o por desgracia, han acabado en el plano del que viene ese pajarraco. Ahora tenemos que capturarlo y llevarlo al laboratorio del que se ha escapado. Y el muy cabrón no se como se las ha apañado para esquivarnos durante tres días. Por eso pedimos ayuda a los morlocks. Lamento la interrupción del examen, pero es vital que lo capturemos.

Tras la breve explicación, con el perímetro establecido, Nil-Yekub se había visto rodeado, en medio de un montón de estudiantes que seguían con sus exámenes febrilmente mientras otros habían aprovechado el caos para tratar de escabullirse o montar jaleo para tratar de suspender el examen. Pero los profesores se organizaron rápidamente: Seabury, que era temido y respetado por su capacidad para imponer su autoridad se dirigió hacia el punto conflictivo más cercano a su posición.  Por su parte, Brontes y El que Legisla, se adentraron entre la masa estudiantil examinada. Mientras  tanto, Kate trataba de desentrañar de forma inteligible el caos monumental que se había montado en su cabeza entre las culturas megalíticas de Ponapé y los Ainu de Japón. Precisamente en ese momento Nil-Yekub pasó cacareando y alborotando a su lado, empujándola y haciéndola caer de la silla, lo que provocó algo que no debía ser provocado, pues, aunque Kate es de general tranquila y templada, había aprendido artes marciales mixtas de Welcome y, en momentos puntuales, su calma podía quebrarse para liberar su pasión interior en forma volcánica. Esto, que bien canalizado podía provocar que su novia disfrutara hasta la saciedad con un sexo intenso y apasionado, podía hacer que Kate se convirtiera en la persona a la que menos te interesa hacer enfadar. Así pues, sujetando varios bolígrafos con cada mano, de manera que imitaban las garras de un animal surgiendo entre sus dedos, se abalanzó furiosa sobre el pollo diablo, derribándolo en un placaje que habría merecido la admiración del entrenador del equipo de fútbol americano de la ciudad. Esto dio tiempo a los profesores a llegar hasta ella y capturar a la criatura que, en vano, trató de resistir.

Una vez calmada la ira de Kate y con el intruso capturado, Ashley Johnson y sus tropas combinadas Omicron Scorpions – morlocks comunistas pudieron retirarse y llevarse al espécimen para que así, el examen pudiera continuar con normalidad. Así, al abandonar la sala la amenaza, Seabury impuso su autoridad y logró que, poco a poco, todo retornara a la normalidad y se pudiera continuar el examen.

Dos horas más tarde, se dio por concluido el tiempo y se pasó a recoger los exámenes que aún no habían sido recogidos. Todo había ido bien salvo por la interrupción del pollo alienígena y algunos estudiantes que habían sido pillados in fraganti mientras trataban de hacer trampas. Pero, tras lograr acabar todo, El que Legisla, el único que se atrevía a adentrarse profundamente en los oscuros y siniestros pasillos y dependencias de la secretaría y administración de la Universidad Miskatonic, terreno vedado para todo aquel que no perteneciera a estos departamentos y que sería recibido por una oleada de burocracia que los sumiría en las profundas simas de la locura, comenzó a investigar que había pasado. No era normal que se juntaran tres exámenes en la misma estancia y, tal y como sospechaba, alguien había estado manipulando el sistema. Detras de todo aquello parecía estar la mano negra de Nyarlathotep. ¿Acaso el Caos Reptante estaba preparando algo en la Universidad? Sólo el tiempo lo diría.

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