viernes, 8 de abril de 2016

Weird Bio-Hazard (parte 8): La caída de BioGen

17:40 h. Bunker bajo las instalaciones de BioGen

La hoja negra de Ouroboros cortó la puerta del búnker como si fuera de papel. La espada mágica forjada con acero de dioses y hechizada por Loki se había demostrado imparable ante aquellas defensas. Cuando el acceso quedó abierto, una furiosa Evangeline "Welcome" Parker cruzó el umbral. Era una valquiria imparable, una diosa de la venganza desatada, aún sin liberar el poder contenido en su arma.

-¡¡OSBORN!!- gritó la joven.

-¡PARKER! -respondió una voz rota difícilmente identificable como la de Asenath Osborn, pero que contenía el toque de locura y odio de la mujer.

-Como aparezca disfrazada de Duende Verde me largo de aquí -afirmó Kate desde el otro lado de la puerta.

Ella y las welclones se habían quedado rezagadas, pues la incadescencia de Evangeline era suficiente para dejarle algo de espacio. Más allá de la figura de Welcome el escenario era apocalíptico: el mobiliario y los equipos informáticos estaban destrozados, la mitad de las luces estaban rotas, dejando una parte del enorme búnker en penumbra. Al fondo del mismo, en la zona de oscuridad, una masa de gran tamaño se removió. Un tentáculo surgió de las tinieblas y apartó unos muebles caídos, dejando ver el cuerpo caído o inconsciente de uno de los empleados de BioGen que estaban allí asignados. La gomosa extremidad agarró al hombre por una pierna y lo arrastró tras de sí. Aquello indicaba el destino de los pobres desgraciados que habían estado allí antes de que aquello al fondo se liberase.

Mientras tanto, en un lateral de la enorme sala, un montón de restos destrozados comenzó a temblar. Welcome, arma en mano, se acercó preparada por si tenía que hacer frente a una amenaza, sin perder de vista la zona oscura del fondo. Tras ella, las welclones, Konstantin, Pkaurodlos, Bastet y Kate entraron. La egipcia no paraba de bufar y gruñir hacia el fondo de la sala mientras las diferentes versiones de Evangeline se preparaban para luchar. Eran veinte en total, algunas muy similares a la original, con pequeñas diferencias estéticas, como el color del pelo. Otras eran mucho más llamativas, como aquella que se denominaba Amazona, que era una Welcome cíclope y muy musculosa que le hizo pensar a Evangeline que era como sí Brontes y ella hubieran tenido una hija. Otra, también muy llamativa, parecía un cruce de la joven con una criatura cthulhoide: estaba rellenita, su piel, de textura gomosa, era grisácea, era completamente lampiña y poseía un manojo de tentáculos faciales en torno a su boca. Welcome prefería no pensar en que habían hecho con su ADN, y decidió centrarse en la venganza.

Del montón de muebles, equipo y demás trastos emergió una enorme criatura que era lo que daba volumen a aquella montaña. Se trataba de una bestia del tamaño de un caballo, una enorme cabra que poco tenía que envidiar a las que tiraban del carro de Thor. Pero el tamaño no era lo único peculiar. Era de un blanco inmaculado, con un grueso y largo pelaje en la mitad anterior de su cuerpo, con una caja torácica sumamente amplia, para poder albergar las tres cabezas  abundantemente dotadas de cornamenta que miraban a aquel nutrido grupo con un brillo de inteligencia alienígena en sus ojos caprinos. Las patas eran gruesas y poderosas, acabadas en pezuñas amplias como platos soperos y sobre las cuales surgían pequeños tentáculos vestigiales dispuestos según una geometría ajena. Desde sus cuartos traseros, dos largas y finas colas azotaban el aire con movimientos eléctricos.

-Esta vez se le ha ido la mano -dijo una de las cabezas con una voz algo rasposa pero femenina. Tenía una mancha negra en forma de rombo en la frente.

-Está completamente loca, como una cab... regadera, como una regadera -añadió otra cabeza con una voz aguda. Esta tenía los cuernos negros.

-Qué remedio, ha demostrado no estar preparada. Tendremos que contar con Welcome y los welclones -concluyó la tercera cabeza con una voz ronca y profunda. Tenía los ojos rodeados por dos manchas negras.

Las tres cabezas miraron con interés al grupo de Evangeline. Ésta, con los dioses a su lado y Konstantin detrás cambiando la cinta de munición de la impaciente, contempló a la cabra tricéfala con expresión interrogante, y la espada firmemente sujeta en su mano.

-Bueno, creo que te debemos una explicación -dijo Rombo en la frente.

-Cierto, -añadió Cuernos negros.

-Siempre igual, me dejais a mí todo el trabajo sucio... -refunfuñó Ojos negros -. Bueno, todo empezó cuando la loca esta, Asenath Osborn, se puso a estudiar la magia y el Ciclo de los Primigenios, lo que llamáis el Ciclo de Cthulhu. Ya había sido iniciada en el ocultismo y las artes arcanas, pero estaba dispuesta a seguir adentrándose en estos temas. El problema es que por aquel entonces Harvey Pickman había cortado con ella porque estaba demostrando ser demasiado obsesiva. Claro, aquello sirvió para que se obsesionara más. Finalmente logró introducirse en una secta y acabó por hacerse con el control de la misma. Era un grupúsculo poco importante mezcla de tradiciones heredadas de las brujas medievales y tonterias New Age, pero que nos rendía culto a nosotras, la Cabra Blanca de Tres Cabezas. Logró hacer crecer la secta, e introducirse en New World Enterprises, donde acabó dirigiendo estos laboratorios de BioGen. A nosotras nos parecía bien, a fin de cuentas, esta es nuestra área de influencia. Y comenzamos a apoyarla intrigadas por las posibilidades de combinar las más avanzadas técnicas de ingeniería genética con los mutágenos y aceleradores biológicos de nuestra leche. Claro, al principio fue un desastre tras otro, y los experimentos que se conseguían rozaban lo absurdo. Era como ver una película de David Lynch con banda sonora de música infantil. Aberrante incluso para nosotras. Creo que por el camino ya os habéis encontrado algunos de los resultados que obtuvieron. La cuestión es que necesitaban un donante cuyo material genético fuera capaz de asimilar las mutaciones y desarrollar individuos adultos completos y sanos. Para ello debían soportar las modificaciones genéticas que se pudieran introducir y el proceso de crecimiento acelerado. Con ello, se obtendrían clones adultos completamente desarrollados y con la mente en blanco para ser condicionados. La cuestión es que, usando nuestra influencia, logramos con dar con el sujeto idóneo: Evangeline Parker. Por alguna casualidad genética, su ADN parecía idóneo. El resultado era una mujer físicamente atractiva y, pese a las peculiaridades, como la sexualidad desenfrenada, había demostrado tener una mente muy fuerte. Parecía prácticamente perfecta. Así, se inició el proceso para conseguir muestras de su material genético y, a través de los sueños, hacer una copia de su mente para introducirla en los clones. La idea de Osborn era aprovechar las cualidades físicas de Welcome, combinadas con su líbido desatada y su bisexualidad, para crear una especie de cruce entre super soldados y esclavas sexuales. Una cosa muy extraña. La cuestión es que, no les salió del todo bien y se produjeron algunos fallos, como aquella a la que llamaron con el nombre código "Buhonera", ya que es morena en lugar de rubia, su voz es grave y es una comerciante nata. En otros dio resultados un tanto anómalos, sobretodo al cruzar el ADN de Welcome con algunas criaturas como los gnoph-keh o las semillas estelares de Cthulhu, por poner dos ejemplos.

El grupo se quedó sorprendido ante las explicaciones de la criatura, un avatar de Shub-Niggurath, aunque para Evangeline y las welclones se sintieron más furiosas si cabe ante la crueldad y frialdad con la que se había conducido todo. Por ello, estaban más que dispuestas a cobrarse cumplida venganza. Entonces, una voz rota surgió del fondo:

-¡Esto no es serio! ¡Hacedme caso! ¡Qué estoy aquí!

Desde la oscuridad surgió una extraña figura, una enorme monstruosidad que sería la pesadilla teratofílica de un obseso del sexo con tentáculos japonés. Se trataba de la ahora deforme y desfigurada Asenath Osborn, aún reconocible pero transformada en una bestia de más cuatro metros de altura, completamente desnuda, con la piel cuarteada y escamosa, los pechos sobredimensionados y con una masa de pulsantes tentáculos surgiendo de su espalda. Su cabeza, aún humana, estaba coronada por dos enormes cuernos de carnero retorcidos, y miraba con odio al grupo mientras seguía creciendo.

Welcome alzó la espada hacia el techo y, reuniendo toda su pasión, su furia, y sus deseos de venganza en un único grito:

-¡"YO SOY DELTA WAVE WELCOME! ¡YO TENGO EL PODER!".

El trueno retumbó por la sala y la energía concentrada en la transformación provocó un temblor de tierra que sacudió el recinto. Ante la monstruosa Osborn se encontraba una valquiria, una mujer ataviada con las ropas y protecciones de una vengadora nórdica dispuesta a la batalla. Como respuesta, la cada vez más grande monstruosidad empezó a golpear el ya dañado techo, para abrirse paso hacia la superficie y encontrar un lugar donde poder moverse con libertad. A medida que se abría paso hacia arriba, sus tentáculos comenzaron a brillar, canalizando el poder de la criatura hasta concentrarlo en un rayo que escupió Osborn por la boca y provocó una explosión que acabó de perforar la tierra.

Inmediatamente, Welcome montó sobre la Cabra Blanca de Tres Cabezas, y tras indicar a las welclones que la siguieran en cuanto pudieran (pese a que se le pasó por la cabeza que dejar a Kate con 20 clones suyos podría ser como dejar una gallina al cuidado de 20 zorros, pero confiaba en su sentido de la responsabilidad, en Konstantin y en los dos dioses), se dirigió hacia la superficie mientras Osborn se recuperaba del despliegue de poder y de las convulsiones provocadas por su constante mutación.

En la superficie, Welcome y la Cabra se encontraron el dantesco paisaje consecuencia de la brutal batalla que se había producido. Los restos mecánicos y humanos estaban esparcidos allá por donde habían caído en combate. Los supervivientes, sorprendidos por la irrupción, contemplaban atónitos los nuevos acontecimientos. Delta Wave Welcome, terrible y poderosa, alzó la espada convocando al trueno y el relámpago, lo que produjo un grito de apoyo por parte de Alfa Strike y los morlocks, mientras Harvey, subido al shantak, comenzaba a posicionar a los cacodemonios para iniciar un nuevo ataque si era necesario.

Mientras sucedía esto, a su espalda se alzó primero una masa bullente de tentáculos, que, con ciego instinto, comenzaron a abalanzarse sobre los múltiples cadáveres de soldados humanos y reptilianos. Cada vez que daban con un cuerpo, lo arrastraban hacia el interior del agujero. Poco a poco, los tentáculos iban aumentando de tamaño, hasta que, finalmente, un monstruo de 10 metros de alto con la cara de Asenath Osborn se alzó y surgió de las profundidades. Era una bestia enorme, con el rostro humano pero lampiño, coronado de cuernos, situado sobre un torso femenino de piel escamosa y cuatro pechos descomunales y sobredimensionados, los brazos eran largos, con múltiples articulaciones y acabados en manos dotadas de largas garras. De la espalda de la criatura surgía una masa de tentáculos que se extendía por toda su superficie y se desarrollaba en torno a las caderas, de las cuales surgían cuatro poderosas pezuñas caprinas. En medio de las cuatro patas se abría y cerraba compulsivamente una boca dentada que era cuanto quedaba de la vagina de la mujer.

-¡Me llamaron loca! ¡Me llamaron obsesiva! ¡Miradme ahora! ¡Soy una DIOSA! ¡He trascendido más allá de lo que significa ser humana para convertirme en una potencia en sí misma! Ha llegado el momento de mi venganza definitiva, en la que destruiré a todos mis enemigos y usaré mi poder para conseguir todo lo que deseo. ¡BWAHAHAHAHAHAHAHAH!

Mientras la monstruosa Osborn se carcajeaba desquiciadamente cual villano apolillado megalómano de opereta de tercera, Welcome alzó de nuevo su espada y, al unísono, todos los dioses del trueno convocaron el rayo e hicieron que la tormenta descargara toda su furia contra la criatura. La pura energía eléctrica la atravesó de lado a lado, convirtiéndola en una luz cegadora que, al extinguirse, dejó tras de sí tan sólo un enorme montón de cenizas.

Los restos de los ejércitos reptilianos y de Omicron Scorpions, captando la situación, optaron por una retirada rápida y discreta. Poco después, en el campamento morlock, los fuegos artificiales anunciaban la victoria mientras la tormenta se disipaba. Al mismo tiempo, Kate, Pkaurodlos, Bastet, Konstantin, el Camarero Oscuro y las Welclones salían de BioGen para unirse a las celebraciones. Por fin se había acabado la amenaza que acechaba desde Dunwich y aquella zona estaba libre.

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