sábado, 14 de julio de 2018

¡¡¡El gusano!!!

Cualquiera podría pensar que una ciudad universitaria como Arkham sería un lugar relativamente tranquilo en la temporada de verano, debido a la ausencia de estudiantes y el ajetreo del calendario lectivo, pero, los últimos años, la temporada estival ha atraído a una serie de turistas que han ocupado el hueco de los estudiantes. El turismo en la ciudad es de varios tipos, están los turistas típicos veraniegos, que vienen buscando las playas de Arkham, tenemos los turistas culturales, que visitan los lugares más conocidos de la ciudad, y tenemos los turistas despistados, que se creen que Arkham es una  ciudad caracterizada por horrores sin nombre y que sus habitantes son supersticiosos  y rústicos. 

Esto aplica a los turistas humanos, pero en Arkham este no es el único turismo que hay. Gracias a la colaboración entre el ayuntamiento y los Pickman, últimamente se ha disparado el turismo divino, caracterizado por dioses que vienen a la ciudad para disfrutar de todo lo que les ofrece Arkham. Diferentes panteones divinos aparecen por la ciudad, así como reuniones de dioses de distintos panteones pero iguales atribuciones, emulando la reunión del Thunderverse, que fue el primigenio origen del turismo divino. Este tipo de turismo estaba dando mucho dinero en la ciudad, y lo curioso es que no parecía que el turismo divino importunara al turismo humano, que en principio podría pensarse que se sorprendería al ver a gente con cabeza de animales o con mayor cantidad de brazos de la habitual. Quizás se debiera a que los dioses solían ser discretos y no armaban follón, como sí lo hacían los turistas humanos que buscan fiesta y jolgorio, y eso que a los dioses les gusta la fiesta y el jolgorio más que a nadie.

Por último, hay otro turismo que todavía no se ha asentado y puede llevar a complicaciones. Se trata del turismo interdimensional. La relación de los habitantes de Arkham con seres de otras esferas, planos y dimensiones, hacía que estos quisieran venir a la ciudad también como cualquier otro turista. Pero es difícil saber cuando algo es una visita turística y no un intento de invasión de otro plano. Para evitar posibles malentendidos, los expertos Anna y Harvey Pickman se encargaban de gestionar este tipo de turismo. Gracias a sus conocimientos ocultistas, podían saber cuando un ser gaseoso de la dimensión escarlata venía para visitar monumentos o para devorar presas. Y para eso en concreto les llamó el alcalde a media mañana. Parece que había una visita muy particular, y tenían que discernir si era un turista o un invasor del espacio exterior/otra dimensión.

 -Aquí estamos, señor alcalde ¿qué necesita de nosotros? -preguntó Anna.

-Se me ha comunicado la aparición de una extraña criatura en las inmediaciones de la Universidad Miskatonic, parece estar provocando algún tipo de desconcierto, por lo que su colaboración será de gran ayuda.

-¿Se han asegurado de que no es ningún experimento de la universidad que se ha escapado? -preguntó Harvey.

-Tengo contacto con el decano de la universidad, en cuanto tiene lugar un suceso de ese tipo, soy avisado inmediatamente.

-Pues allá vamos, si es un turista le daremos la bienvenida, y si es otra cosa, va a recibir otro tipo de bienvenida -dijo Anna.

Inmediaciones de la Universidad Miskatonic.

Las calles que circundaban el campus de la universidad estaban repletas de gente que iba y venía azorada, parecían querer huir de algo. Ese algo debía ser la criatura de la que había hablado el alcalde. Anna y Harvey se fueron acercando con cuidado, apartándose de la gente que huía, pero oían unas palabras repetidas una y otra vez.

-Parece que hablan de algún gusano -dijo Harvey.

-Sí, varias de las personas con las que me he cruzado iban susurrando "el gusano". La criatura que ha aparecido tiene que ser del tipo vermiforme.

-Sabemos que en los túneles bajo Arkham hay gusanos gigantescos ¿crees que alguno habrá salido de allí? -preguntó Anna.

-Lo sabremos en unos momentos.

Finalmente, los Pickman llegaron al lugar del que huía todo el gentío. Allí había una criatura de unos diez metros de longitud, una especie de gusano anillado de un color oscuro y de piel de aspecto rugoso. Su cabeza era similar a la de un dibujo animado y tenía un bigote bastante ridículo

-¡¡¡El gusano!!!

-¡¡¡Sí, es el gusano!!!

Eran las exclamaciones de la gente que estaba cerca de la criatura. Esta repetía en una especie de cántico: "soy el gusano, soy el gusano".

-Es un gusano -dijo Harvey.

-¿Un gusano? -preguntó Anna.

-Sí, un gusano.

-Tienes razón, es un gusano.

-¡¡¡Soy el gusano!!! -exclamó la criatura.

-¡¡¡El gusano!!! -exclamaron al unísono todos los que rodeaban a la criatura.

-Sí, es el gusano -dijo Harvey. De repente torció el gesto y pareció despejarse la cabeza-. ¿Se puede saber por qué nos estamos repitiendo como unos idiotas?

-No lo sé -respondió Anna-. Siento emanando de la criatura algún tipo de energía psíquica, quizá sea eso lo que...

-¡¡¡Soy el gusano!!! ¡¡¡Soy el gusano!!! -dijo la criatura dirigiendo su mirada a los recién llegados.

-¡Es el gusano! -exclamó Harvey alzando los brazos.

-Sí, el gusano, es el gusano -insistió Anna-. ¡¡¡Aaaaah!!! ¡Basta! Tenemos que evitar que nos afecte.

-¿Que nos afecte qué? -preguntó Harvey.

-La emanación psíquica del gusano -le respondió Anna.

-¿El gusano?

-Sí, el puto gusano, de él emana una energía que hace que nos repitamos como idiotas, creo que sé de dónde puede provenir este bicho. La dimensión Ben'Dis está habitada por criaturas que se repiten en exceso, tienen mala memoria o ignoran a los otros individuos. Sus conversaciones suelen ser repetitivas y cansinas hasta el hartazgo y algunos de ellos tienen efectos en habitantes de otras dimensiones, haciendo que se vuelvan repetitivos. Antes de que volvamos a caer en su hechizo será mejor que nos echemos algún tipo de protección.

Harvey realizó una serie de movimientos tras la explicación de Anna y lanzó unas piedrecillas que llevaba en la mochila de ingredientes de hechizos multiusos que llevaba para ocasiones como aquella.

-Ahora deberíamos ser inmunes a los efectos de la criatura -dijo.

-¡¡¡Soy el gusano!!! ¡¡¡Soy el gusano!!! -decía el ser vermiforme.

Anna y Harvey se miraron satisfechos, no sentían la necesidad de repetir la obviedad de que era un gusano.

-Bien, ahora que ha funcionado, hablemos con él -dijo Harvey.

-¿Tú crees que podremos hablar con él? Si es un habitante de la dimensión Ben'Dis, el diálogo puede estirarse de manera horrorosa.

-A ver, intensito, hazme caso -dijo Harvey.

¡¡¡El gusano!!! eh... perdón... la criatura giró su cuello en dirección a Harvey.

-¡¡¡Soy el gusano!!!

-Sí, ya sé que eres el gusano. Aparte de eso ¿sabes decir algo más?

La criatura pareció meditar unos instantes y le respondió. El narrador de esta historia prefiere no contar los vericuetos y múltiples repeticiones absurdas del diálogo entre esos dos, resumiéndolo en: Sí, sabía decir otras cosas aparte de "soy el gusano". No, no estaba haciendo aquello a posta, era un efecto secundario de estar cerca de él. Sí, en efecto era un habitante de la dimensión Ben'Dis. No, no venía para realizar ningún ataque. Un día se encontró con un limaco de Orión y, en una conversación que duró más de una quincena, se enteró de lo bonita que era Arkham y lo abierta que era a la visita de criaturas ajenas a su planeta. La fama de los terrestres era que solían atacar militarmente a los visitantes de otros planetas o de otras dimensiones, aunque era probable que la fama viniera de las películas estadounidenses que se vendían como churros entre los habitantes de distintos planos. Al saber que Arkham no era un lugar tan hostil, el gusano había decidido hacer una visita. Todo esto fue lo que Harvey le explicó a Anna después de una conversación que les llevó varias horas. Mientras tanto, ella se había ido a un bar cercano, se había tomado una cerveza fresquita y se había comido un delicioso bocadillo.

-Bueno, entonces ¿qué hacemos con él? -preguntó Anna.

-A ver, no es culpa suya emitir ese campo de obviedad repetitiva, pero no podemos dejar que vaya donde vaya se genere este estropicio. La gente corre como en las películas de ciencia ficción de los '50 gritando constantemente.

-Deberíamos tener algún protocolo de actuación ante criaturas no hostiles con efectos en la población... ¿quizás si le echamos el hechizo que estamos usando nosotros?

-Pues quizás no sería mala idea -dijo Harvey.

Se acercó a la criatura y le explicó lo que se les había ocurrido para evitar que generara tanto caos en la ciudad. El gusano pareció contento ante la solución, pues quería disfrutar de la ciudad sin que la gente saliera corriendo como locos de él. Harvey realizó el pequeño ritual sobre el gusano y éste sonrió complacido al ver que, al acercarse a varias personas, estas no corrían repitiendo que era ¡¡¡el gusano!!! El ser les dio las gracias y se marchó a disfrutar de la ciudad, no sin avisarles de que el limaco había hablado con otros habitantes de su dimensión.

-Bueeeeno, no ha estado mal. Sólo un pobre alienígena que quería hacer turismo en Arkham. -dijo Anna.

-Sí, ya podían ser así todas las alarmas...

Iban a marcharse hacia el ayuntamiento para informar al alcalde cuando otro escándalo pareció comenzar a sus espaldas. Cuando se volvieron se cruzaron con una estampida de gente que gritaba aterrada:

-¡¡¡Es el bicéfalo!!!

-¡¡¡El bicéfalo!!!

-¡¡¡El cieno luminiscente!!!

-¡¡¡Es el cieno luminiscente!!!

-¡¡¡El artrópodo!!!

Y así con una docena más de criaturas de la dimensión Ben'Dis.

-Parece que hoy va a ser un día ajetreado -dijo Harvey.

Las criaturas se fueron acercando a ellos repitiendo quienes eran y teniendo conversaciones repetitivas entre ellos... pero esto es algo demasiado enloquecedor para el lector. Hay cosas que no son buenas para la salud mental... los habitantes de la dimensión Ben'Dis está claro que no lo son.

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