Esta vez no podía
fallar, esta vez había tenido en cuenta todas las posibilidades y
los errores cometidos en el pasado y estaba seguro de haber dado con
la solución. Esta vez triunfaría, y en la Fundación Wilmarth
tendrían que reconocer su éxito y dejaría de ser becario para ser
miembro de pleno derecho y con honores. ¡Y las malditas Criaturas
del Ciclo de Cthulhu (CCC) y Deidades del Ciclo de Cthulhu (DCC)
conocerían la furia de los Dioses Arquetípicos! El Becario de la
Fundación Wilmarth estaba completamente decidido. Ya había
acumulado demasiados fracasos, y era obvio que Arkham estaba bajo el
control de los adoradores de las DCC ya que de lo contrario no se
explicaba como es que la Fundación se encontraba tan limitada.
Total, todo porque hace un par de años se montó un buen follón en
la ciudad por unas bombas que habían puesto los de la Fundación. ¡Y
todo para tratar de acabar con las CCC! Vale que se organizó aquello
que aún se llamaba Mad Arkham of Battlecraft, pero fueron efectos
secundarios, daños colaterales. ¡Había que destruir a las DCC y
las CCC a cualquier precio o la humanidad estaría condenada! Así,
pues, tras sus anteriores fracasos al tratar de invocar a los Dioses
Arquetípicos, había decidido hacer las cosas con más cuidado. Se
había entrevistado con Vinnie West, que llevaba un tiempo retomando
sus estudios de medicina a ver si así lograba averiguar en que había
fracasado hasta el momento para retomar sus experimentos de
reanimación, había estado en Innsmouth haciendo una visita rápida
para horrorizarse por la presencia de los profundos y sus mestizos
humanos (que a fin de cuentas, ya no eran tan exagerados como en las
primeras décadas del siglo XX, se habían vuelto más abiertos y no
eran tan peligrosos), había rondado por el campamento de Occupy
Arkham con los profundos protestando contra las políticas
medioambientales estadounidenses, incluso había pasado por Dunwich.
Allí las welclones, que en parte les caía bien y en parte querían
distraerlo para que no montara mucho follón, se dedicaron a
mantenerlo distraído a su peculiar manera. Así, tras varias rutas
turísticas, diversas actividades rurales y un fin de semana en que
se dedicaron a medir el tiempo en orgasmos (unidad de medida temporal
desarrollada y utilizada a menudo por Welcome y copiada por sus
clones y la diosa N'kari), un Becario bastante más instruido en los
recursos naturales de Dunwich y en las prácticas sexuales regresó a
Arkham. Allí se dedicó a recopilar toda la información que había
reunido y a descansar. Consultó de nuevo la biblioteca de la
Universidad Miskatonic, se desplazó hasta la Biblioteca Wiedener de
Harvard y utilizó los contactos de la Fundación Wilmarth para
acceder a los contenidos de otras bibliotecas por todo el mundo.
Incluso llegó a hacerse con todo el material publicado de Brian
Danforth, convencido de que este escritor sistematizador y peculiar
que tanto parecía saber sobre las DCC tal vez hubiera escondido en
sus obras algún código o secreto que pudiera ser resuelto.
Hasta tal punto llevó
sus indagaciones que creyó, finalmente, haber dado con la clave. Sin
embargo, como le había sucedido en otras ocasiones, la información
era confusa, difusa, y parecía dirigir en una dirección inesperada.
Pero, pese al intento por camuflar la verdad, estaba seguro de estar
sobre la pista correcta. El problema era que, en otras ocasiones
creía lo mismo y en ambos casos había fracasado, invocando por
error a dos diosas convencionales en lugar de a Dioses Arquetípicos.
Pero es que era tan extraño todo, estaba tan enredado, que era
difícil averiguar si una cita hacía referencia a un dios o a un
Arquetípico. Así pues, tras mucho devanarse los sesos, y puesto que
la pista que había encontrado apuntaba en dos direcciones
diferentes, tomó una decisión salomónica: seguiría ambos caminos
y así no perdería el tiempo y, si estaba en lo cierto, lograría
invocar a un Arquetípico. Así pues, comenzó a reunir los
ingredientes y componentes variados que necesitaba: un tridente, una
concha marina, una colección de imágenes de porno de tentáculos,
una langosta, una merluza, un pulpo y una sepia en rodajas, los
tentáculos del pulpo y la sepia, un limón, harina, una receta de
calamares a la romana y un tampón usado por una lesbiana (la cara
rara que le puso Kate cuándo el Becario le pidió ayuda fue para
enmarcar). Una vez obtenido todo esto, se dispuso a ejecutar el
ritual a las doce de la noche en Martini Beach, la playa de Arkham.
Tras dibujar una serie de símbolos mágicos en la arena y encender
unas velas formando una configuración astral específica que
aumentaría los flujos mágicos y facilitaría la invocación,
ejecutó un cántico ritual bastante extraño y que hacía pensar que
el oficiante estaba tratando de cantar una canción de reaggeton en
arameo mientras alguien le estrujaba los testículos. Finalmente,
preparó el pescado, hizo a la romana el calamar y la sepia y... no
pasó nada. Bueno, si que pasó, que unos profundos atraídos por los
alaridos y el olor a pescado se acercaron a ver que pasaba y se
dieron una buena cena. Se dieron una buena cena de pescado, que al
Becario ni le tocaron, pues estaba muy rígido y concentrado y no
tenían ganas de comerse a un sujeto que parecía haberse escapado
del psiquiátrico de Arkham o, peor, que fuera uno de los estudiantes
de la Miskatonic tratando de hacer alguna chorrada pseudomística.
Mientras los profundos
acababan de cenar, el Becario se dio cuenta de que su invocación
había fracasado. ¡No podía ser! ¡Había seguido las instrucciones
al pie de la letra! Tenía que volver a su apartamento y revisar de
nuevo toda la documentación para averiguar en que se había
equivocado. Así, cabizbajo, dejo la playa. Había fallado, pero
acabaría por triunfar.
Al día siguiente, tras
revisar concienzudamente sus notas, se percató de donde estaba el
error. ¡Había sido descuidado! En lugar de coger las notas para la
invocación doble, había cogido por accidente las páginas donde
salía una ceremonia en una empalagosa y absurda novela de porno para
mamás que trataba de las fantasías sexuales de la autora con
vampiros faéricos magos multimillonarios acuáticos que realizaban
prácticas de bondage con sus tontas y manipulables admiradoras, pero
que en realidad describían relaciones tóxicas de maltrato
psicológico y algo que era al bondage lo que una redacción de un
niño de primaria al Quijote. En resumen: un absurdo literario que
sólo había logrado vender por una buena campaña de marketing
combinada con la credulidad y falta de sentido crítico literario de
un montón de adolescentes enamoradizas y mujeres de mediana edad
aburridas que si leyeran una auténtica novela erótica
implosionaban. Así pues, con las auténticas instrucciones, se
dirigió hacia Martini Beach. A fin de cuentas, realmente no
necesitaba nada tan elaborado como lo anterior. Pero... ¿por qué
necesitaba una antología de grandes éxitos de los Beach Boys y un
montón de bebidas frías? Esperaba que al completar la invocación
entendería esto. Pero mientras tanto, si no requería de nada más,
podía ejecutar el rito sin más dilación.
Con la música guardada
en su movil y unos altavoces para poder reproducirla a un volumen
apropiado, se dirigió a Martini Beach. Esta vez no necesitaba
realizar la invocación a una hora en particular, por lo que cuanto
antes lo ejecutara antes se pondría en marcha el castigo de los
Arquetípicos sobre las DCC y las CCC. Al llegar a la playa se
encontró bastante gente en la arena y en el agua, por lo que tuvo
que alejarse hasta encontrar un lugar relativamente tranquilo para
poder ejecutar la invocación. Depositó la nevera portatil cargada
de hielo y bebidas, puso en marcha la música y comenzó a dibujar
los simbolos mágicos para la invocación. Cuando acabó los
preparativos, comenzó a ejecutar el cantico ritual del hechizo,
alterando los dos nombres que había descubierto que podían
funcionar: Poseidón y Nodens. Sabía que ambos eran dioses del Gran
Abismo, un eufemismo para hablar del océano y sus inmensas
profundidades, y todo parecía indicar que Nodens sí que era un
Arquetípico. Pero desconocía si Poseidón era otro dios diferente o
era un avatar o máscara de Nodens, tal vez un alias. En cualquier
caso, para no errar, estaba usando una formula que permitía invocar
a dos entidades simultáneamente. Y eso estaba haciendo. Lo que no
contaba era con los efectos colaterales de sus actos. Atraídos por
la música, los profundos del campamento Occupy Arkham, que
lógicamente estaba cerca de la playa, se empezaron a acercar a ver
que pasaba y, al escuchar la música y ver las bebidas frías,
comenzaron a animarse, trajeron sus propias bebidas, y empezaron a
montar una fiesta en torno al Becario que, concentrado como estaba en
la invocación, no les prestaba atención.
Tras acabar la
invocación, el ambiente era bastante festivo, con los profundos
divirtiéndose. Pero algo se produjo. Desde el mar surgió una enorme
concha, gigante por sus dimensiones, tirada por dos delfines y en la
cual había dos hombres altos y fuertes, de rostros graves y
barbados, ataviados con shorts y camisas de flores. Los delfines
llevaron la concha hasta una distancia prudencial, tras lo cual, los
desengancharon de los arneses y los dos colosos bajaron de la concha
y se acercaron a la orilla.
El Becario no podía
creer la suerte que había tenido. Por fin parecía haber alcanzado
el éxito. Al fin conseguiría cumplir el objetivo de la Fundación
Wilmarth y acabar con las DCC y las CCC. Pero entonces los dos dioses
llegaron a la orilla y se acercaron al Becario. Uno de ellas tenía
un claro perfil griego y el pelo más oscuro, y el otro tenía unos
rasgos indefinibles que le daban un aire de cierto misticismo
antiguo. Esto, combinado con su pelo canoso, lo hacían parecer
extremadamente anciano, como si fuera un ser primigenio. Fue el del
perfil griego el primero en hablar:
-¿Y bien? ¿Quién nos
ha invocado y para qué?
-¡Poderoso señor, soy
el Becario de la Fundación Wilmarth y os he invocado para que
libereis vuestra furia contra las DCC y sus siervos las CCC que
dominan este país y se han hecho con el control de Arkham!
Ambos dioses se miraron
entre ellos y el griego volvió a hablar:
-Mira joven, yo soy
Poseidon un dios griego del mar, el tema de pelearse con seres
primigenios se lo dejo a mis colegas de Alfa Strike. Yo ya tengo
bastante con liarme con diosas del mar y algún polvo casual con la
Madre Hidra sin que nos pille el Padre Dagón en plena faena.
El Becario se quedó sin
habla. ¿Cómo podía ser? Eso no era lo que esperaba. Pero aun
quedaba esperanza. Si el sujeto con pinta de griego era un dios
convencional, tal vez el otro fuera el Gran Nodens, señor del Gran
Abismo. En ese caso aún podía triunfar. Fue entonces cuando el otro
dios, con su aspecto de ser primigenio, habló:
-Yo soy Nodens, uno de
los Arquetípicos, y he escuchado tu llamada. ¿Entiendo acaso que
quieres que limpie este continente de la presencia de las DCC como tú
las llamas y me dedique a sembrar caos y destrucción y tal?
-Errr.. ¿sí? ¿No
hicieron eso los Arquetípicos con el continente de Mu?
-Claro, pero eso fue hace
mucho, y lo de Mu es que ya se habían pasado demasiado. Fíjate que
lograron liberar en parte a un Primigenio bastante peligroso. Por eso
intervinimos con todo el peso de nuestro poder. Pero eso algo que
hacemos muy de cuando en cuando, si la situación no tiene otro
remedio. Lo único que faltaba es que tuvieramos que ir destruyendo
continentes cada vez que algún grupo de sectarios trata de liarla.
Además, los principales primigenios que están encerrados se lo
toman con filosofía. Total, llegará un momento en que se liberaran
y tendremos que pelearnos de nuevo con ellos. Son sus sectarios los
que tratan de liberarles antes de tiempo. Claro que hay otros
Primigenios menores que también quieren romper sus cadenas cuanto
antes, pero los humanos os apañáis bastante bien para tenerlos
controlados. Y Arkham es una ciudad donde se ha mantenido bastante
bien la paz y, aunque esos que llamas DCC se muevan con relativa
libertad, se han adaptado y coexisten con relativa tranquilidad.
Vamos, que no voy a ponerme a destruir ciudades cual dios del Antiguo
Testamento porque sí.
El Becario se quedó
boquiabierto. No era lo que había esperado. Todas sus esperanzas se
habían hundido. Los Arquetípicos sólo actuarían en casos de
extrema necesidad, cuando los humanos y sus acciones fueran
insuficientes. Por ello, la Fundación tendría que seguir actuando
con sus limitados recursos y mantener la oposición activo contra las
DCC y las CCC.
-Entonces... ¿qué
podéis hacer aquí y ahora? -preguntó el compungido Becario.
Poseidon y Nodens se
miraron y exclamaron al unísono:
-¡¡FIESTA!!
Poco más había que
decir. La improvisada fiesta organizada involuntariamente por el
Becario se convirtió en un despliegue de música, bebidas frías,
desparrame y baile playero, amenizada por Nodens y Poseidon (a los
dioses y Arquetípicos les gustaba mucho la música, particularmente
el rock y sus derivados y, en el caso de los dioses marítimos, los
Beach Boys eran un éxito asegurado) y a la que se unieron todos los
profundos de Occupy Arkham y otros usuarios de la playa. Incluso
Welcome y Kate acabaron por dejarse ver por allí junto a N'kari para
unirse a la diversión.
Así fracasaba un nuevo
plan del Becario para devolver la gloria perdida a la Fundación
Wilmarth y conseguir el objetivo final de esta: la destrucción de
las DCC y las CCC. Pero el Becario no se daría por vencido. Seguiría
buscando una forma de conseguirlo.
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