sábado, 4 de marzo de 2017

Regreso al Bosque de Billington

Habían pasado unos días desde la inauguración de los Alojamientos Rurales La Llave y la Puerta y todo parecía ir bien salvo un pequeño pero no insignificante problema. En los límites de la comarca de Dunwich se encontraba el infausto Bosque de Billington, que había sido origen de diversas supersticiones, rumores, habladurías y demás problemas por culpa de la familia Billington. Al parecer, durante las primeras décadas del siglo XX, cuando todo estaba tranquillo en aquella zona, un familiar de los Billington que no sabía nada de los hechos acontecidos en aquel lugar, había heredado una casa en la zona. Y, como es habitual en estos casos de herencia maldita, metió la pata hasta el fondo y desató el caos a base de bien. La cuestión era que en aquellos bosques había sido invocado un tal Ossadagowah, también conocido como Zvilpogghua. Pero el tema no se limitaba a esto, sino que era el comienzo del mismo. La región de Dunwich era harto problemática por parecer un escenario de una película de paletos endogámicos asesinos psicópatas en la América profunda...  Para colmo de males, la comarca había estado dividida entre los adoradores rednecks de Yog-Sothoth y los pervertidos seguidores de Tsathoggua, obsesionados estos últimos en tirarse a su dios, a la semilla de este. Existía un tercer grupo, el de las familias no decadentes, es decir, aquellas que no adoraban a ningún Dios Exterior o primigenio, y simplemente se dedicaban a sus cosas.

Las welclones, guiadas por Delta Wave Welcome y con el apoyo de la Cabra Blanca de Tres Cabezas, Shubbi y los demás retoños oscuros de Shub-Niggurath de la zona, lograron pacificar el valle superior del Miskatonic. Sin embargo, esto no quería decir que no surgieran problemas ocasionales de vez en cuando por parte de familias que querían volver a los tiempos en que ambos bandos de sectarios se disputaban el control de la región. Por ello, y aunque parecían haberse calmado todos con la inauguración, tras la misma, habían surgido rumores de ruidos y luces extraños en la zona del Bosque de Billington. Así que Kate envió a Lady Tsathoggua y Cabra Negra a investigar.

Las dos welclones eran, quizá, las más apropiadas para el asunto. Lady Tsathoggua había sido creada hibridando el ADN humano con material de las semillas informes del primigenio que le daba nombre y tenía buena mano con la progenie del mismo. Cabra Negra, producto de la hibridación material genético de la prole de Shub-Niggurath, parecía la imagen clásica del fauno en versión femenina, con un cuerpo voluptuoso y la piel negra y, como efecto colateral, se movía muy bien en los bosques además de entenderse con la progenie de la Diosa Exterior. Cuando regresaron, unas horas más tarde, pasaron a informar:

-Bueno, chicas, contadme que habéis encontrado -les preguntó Kate.

-Verás -comenzó Cabra Negra-, nos aproximamos a la región y, por el camino, nos paramos por algunas granjas en donde ya nos conocen y se nos recibe bien y... bueno, recogimos algo de información.

Kate ya se imaginaba el procedimiento  que siguieron las dos. A fin de cuentas eran clones de su novia, y, por lo tanto, tenían la líbido disparada y un apetito sexual desmedido. Así que, prefiriendo evitar los detalles, les indicó que continuaran.

-Nos indicaron que, tal y como sospechabas, está pasando algo en la zona del Bosque de Billington -explicó Lady Tsathoggua-. Parece que allí vive una familia que está lejanamente emparentada con los Billington. Ya sabes, la típica secuela de la herencia maldita. Y llevan un tiempo preparándose para invocar a Ossadagowah de alguna manera. Si que parece que ha desaparecido misteriosamente algo de ganado, y todo por la zona de la "Nueva granja Billington", como la llaman. Para asegurarnos, nos acercamos allí para reconocer el terreno.

Kate, molesta, y viendo que habría que intervenir, maldijo en voz baja. Les pidió más detalles y comenzó a planificar su estrategia. Estaba claro que había que tomar medidas activas y formar un equipo de intervención antes de que fuera demasiado tarde. Incluiría a las dos welclones, que conocían el terreno y no rechazarían un poco de acción directa. Y también necesitaría algo de apoyo pesado por si habían invocado ya algo. Eso implicaba que seguramente tendría que contar con los dioses de Alfa Strike o, si daba con ella y tenía disponibilidad, Kali. Mientras rumiaba sobre esto, un nombre le vino a la cabeza: Ashley Johnson. ¿Querría participar?

Dedicó el resto del día a las clases y tareas académicas, para que no se le acumulara el trabajo. Los alojamientos rurales funcionaban bien, y Summanus podía hacerse cargo sin que la necesitara.  Así, aprovechando los ratos de descanso y tiempo libre, comenzó a ponerse en contacto con los posibles miembros del equipo de intervención. Primero fue a hablar con Brontes, pero este estaba ocupado preparando una ponencia titulada "Ingeniería n-dimensional en el espacio cuántico y su aplicación a la relatividad general, un estudio aplicado a la revisión de los hechos de los mitos de la Grecia Clásica". Descartando al griego, optó por utilizar ElderGodBook. La red social de dioses y seres primigenios le resultó bastante útil, aunque tuvo sus más y sus menos cuando se creó el perfil en la misma. Así, tras rebuscar en sus contactos, mandó una serie de mensajes privados y a continuación, se acercó a la oficina de Omicron Scorpions en Arkham. Allí, con la experiencia adquirida en los departamentos administrativos de la Miskatonic, logró superar la primera oleada de oficinistas sin problemas. Se trataba de meros aficionados comparados con el personal de las secretarias universitarias, auténticos horrores primigenios de la burocracia. A continuación, tuvo que recurrir a sus tretas burocráticas en combinación con algo de flirteo, para convencer a la cabo Akane Ozaki de que la dejara hablar con la capitana Johnson. Cuando logró reunirse con ella, y tras las presentaciones de rigor, Kate le explicó cual era la situación en Dunwich para, a continuación, explicarle lo que requería de ella:

-Bien, sea lo que sea lo que esté sucediendo en el Bosque de Billington, no nos beneficia en nada, ni en Dunwich ni en Arkham. Si han invocado al tal Ossadagowah, es un problema y, además, importante. Si es otro pariente de Tsathoggua, lo mismo. Me da igual si es su hermano, su primo o su cuñado, no podemos permitir que se vayan invocando Primigenios por ahí de cualquier manera. Al final todo son problemas. Por eso, estoy formando un equipo y me gustaría contar con una o más GodHunters. De momento cuento con un par de welclones, Shubbi, Kali, Raijin y Fujin y con vuestra ayuda deberíamos tener bastante potencia de fuego para contener la amenaza.

Ni que decir tiene, que Ashley se apuntó al equipo, llevando consigo a a Ozaki, ambas con sus respectivas armaduras potenciadas modelo GodHunter. Así, al día siguiente, se reunieron todos los componentes del equipo y, dirigidos por Kate, se dirigieron hacia el Bosque de Billington. Formaban una curiosa caravana, con un monovolúmen en el que iban los dioses, las welclones y Kate, y el camión en donde iban Ashley Johnson y Akane Ozaki cargando con sus armaduras. Shubbi se había adelantado a ellas y había partido el día anterior para reconocer el terreno.

Al adentrarse en la zona, se sumergieron en unos espesos y profundos bosques que parecían realmente antiguos, poblados por una vegetación anormalmente espesa y con un aspecto un tanto siniestro. Ciertamente hacía honor a la fama de embrujado y maldito que tenía aquel lugar. Incluso les pareció ver, entre la espesura, una figura alta y delgada, de piel pálida, lechosa, ataviada con un traje negro y corbata roja. Kate pensó en la leyenda urbana sobre Slender Man, pero enseguida se dio cuenta de que se trataba de El que Legisla tras el Umbral y se quedó más tranquila. Se preguntó que estaría haciendo por allí, pero decidió que ya le preguntaría más adelante si surgía la necesidad. No era buena idea indagar demasiado en lo que hacía un abogado.

Cuando llegaron a las proximidades de la Nueva granja Billington, aparcaron y se prepararon para entrar en acción. Kate envió por delante a Lady Tsathoggua y Cabra Negra. Mientras tanto, Ashley y Akane revisaban en sus armaduras. Media hora más tarde regresaron las welclones junton con Shubbi.

-¿Qué novedades hay? ¿Se puede dialogar con esa gente o nos tendremos que liar a tiros? -preguntó Kate

-Bueno, parece que la cosa no pinta bien -empezó Cabra Negra-. He dado una vuelta por los alrededores de la cabaña y me he encontrado con Shubbi apostado. Según me ha dicho, si no es Ossadagowah, debe ser otro pariente de Tsathoggua. Y parece que han traído también a algunas de las semillas informes del Primigenio.

-Por mi parte -intervino Lady Tsathoggua-, me he dirigido directamente a la granja. Aunque me han recibido con suspicacia, he podido hablar con la familia que habita allí. Bueno... familia... por llamarlo de alguna manera. Parecen el estereotipo del american gothic de película de terror mezclado con culto degenerado de Tsathoggua. Hacía tiempo que no veía tal cantidad de mutaciones y deformaciones producidas por la endogamia y el mestizaje con seres primigenios. Bueno, esos han superado los límites de la degeneración con creces. También tenían a algunas semillas informes. He podido hablar con ellas y, bueno, no parecen tener problemas en que resolvamos por nuestra cuenta cualquier problema que tengamos con esta gente. En cuanto al ser que han invocado, no puedo deciros mucho, pero si que parece ser peligroso. Eso sí, esta gente son bastante bestias y un tanto ilusos. Han intentado atraparme para incluirme en su "familia" y se han llevado una buena sorpresa.

La welclon les explicó con detalle como, al intentar encerrarla, ella se escabulló usando su anatomía protéica y flexible, esquivando sus torpes intentos para atraparla. Además, al parecer las semillas informes de Tsathoggua habían oído hablar de ella y, como les había caído bien, habían decidido ayudarla.

Viendo como estaba la situación, Kate les pidió a las dos welclones que le hicieran un esquema de la zona y del interior de la casa, y que les explicara cuanta gente había dentro y de que armamento disponían. Tras el informe, cedió el turno a Ashley Johnson. La capitana, con su experiencia militar, admiró la capacidad de organización que tenía la joven y como le cedía a ella el mando a la hora de planificar y dirigir la acción de ataque. Aunque en otras condiciones las dos GodHunters serían adversarias de los dioses y de Shubbi, por tratarse de seres sobrenaturales, en ese momento trabajaban juntos. Por ello, ya que las deidades y el retoño oscuro respetaban a Kate, no tuvieron problema en acatar la tregua, cosa que, al menos Raijin y Fujin, ya habían hecho en alguna otra ocasión.

Una vez decidido el plan de ataque, los dioses aferraron sus armas y las dos GodHunters se introdujeron en sus armaduras. Kate se quedaría en la retaguardia acompañada por las dos clones. Así, comenzó el ataque contra la Nueva granja Billington.

Tal y como habían previsto, Raijin y Fujin usaron sus poderes divinos para convocar una tormenta y lanzar una serie de descargas eléctricas e importantes ráfagas de viento sobre el edificio. Los rayos, el retumbar de los truenos y los fuertes vientos cumplieron su cometido castigando la vieja estructura de madera. Los sectarios, viendo que aquella feroz y repentina tormenta tenía poco de natural, enviaron fuera a las semillas informes mientras ellos comenzaban a realizar una serie de cánticos rituales tratando de atraer a aquel que habían invocado desde las estrellas.

En el momento en que aquellas masas negras protéicas y multiformes surgieron por la puerta y las ventanas del edificio, parecía que se había quebrado y derramado algún depósito de petróleo. Pero la materia oscura tenía una consistencia muy diferente, más espesa y gelatinosa. Lady Tsathoggua las reconoció como lo que eran y, sin dejar su posición, las llamó. La multifórmica estirpe del Primigenio la identificaron como alguien familiar, próximo a ellos, como ya sucedió durante su visita a la granja, por lo que acudieron a su llamada. Mientras tanto, la granja seguía castigada por la fuerte tormenta tremendamente localizada.

Con la progenie de Tsathoggua fuera de la ecuación, Raijin y Fujin detuvieron la furia de los elementos. Entonces, las GodHunters se prepararon para entrar en acción. Se aproximaron a la casa, seguidas por los dioses, que actuarían como refuerzos si la situación se complicaba. Entonces, los cánticos cesaron y se desató el infierno. Los paletos degenerados mestizados con la informe progenie de Tsathoggua, armados con fusiles de caza y escopetas, así como con una variedad de armas improvisadas, surgieron en tromba del edificio. Guiados por la furia vengadora, se abalanzaron sobre los dos japoneses y las GodHunters, cosa que se demostró un grave fallo táctico. Se podría decir que Kate, las welclones y Shubbi se podrían haber sentado a disfrutar del espectáculo, pero este duró demasiado poco. Las armas resultaron ineficaces contra las armaduras blindadas y la resistencia sobrenatural de los dos onis. Y, a fin de cuentas, cuando te enfrentas a sujetos con superfuerza, lanzarse ciegamente al combate es un terrible error que, fácilmente, se paga con la vida. Y así sucedió en esta ocasión. Pero, tras la ridícula ofensiva redneck, surgió el horror que habían invocado y que había sido el origen de todo aquel asunto. Se trataba de una enorme criatura obesa y abotargada, una especie de grotesco sapo que se erguía sobre dos largas patas que surgían de lo que deberían ser sus hombros, mientras que lo que en otra criatura serían las piernas, eran dos cortos brazos que se subdividían en otras dos extremidades a partir del codo. Estas últimas finalizaban en largos y gelatinosos dedos a modo de zarcillos que se agitaban con frenesí. En medio del torso surgía una deforme cabeza de sapo con entrecerrados ojos amarillentos y costrosos. La espantosa criatura parecía croar en un algún extraño idioma alienígena y se abalanzó sobre los atacantes con insana fiereza.

Ante el nuevo horror al que se enfrentaban, Shubbi decidió entrar en acción. La pelea entre ambos monstruos fue épica, llena de momentos de heroismo y parecía sacada de un enfrentamiento entre monstruos gigantes primigenios fruto de la época dorada de las películas de kaijus en Japón. Bueno, o lo parecerían si en los años 50 y 60 los japoneses hubieran tenido la tecnología digital y de animatronics de la actualidad. Pero se entiende la analogía. En cualquier relato de un Brian Danforth cualquiera, los Arquetípicos habrían separado a ambos colosos con un rayo que cayera del cielo. Pero los Arquetípicos en esos momentos estaban atentos a otras cosas, en concreto, estaban haciendo apuestas para saber que miembro del profuso, extraño y psicodélico árbol genealógico de Tsathoggua era el monstruo aquel.

Pero el combate no fue demasiado largo. El sapo mutante alienígena, fuera quien fuera, no era suficiente para derrotar a Shubbi, a quien, sin embargo, no dudaron en apoyar las dos mujeres soldado, ya que el retoño de Shub-Niggurath no acababa de imponerse por completo. Así, usando sus espadas encantadas, lograron dar muerte al horrendo ser invocado desde más allá de las estrellas. Y así lograron poner fin a esa nueva amenaza que se cernía desde el Bosque de Billington. Mientras se recuperaban del esfuerzo y se dedicaban a incinerar los restos de la lucha, así como a destruir la casa, Lady Tsathoggua se dedicó a hablar un rato con las semillas informes, tras lo cual, pudo aclarar la duda de la identidad de aquel ser, pues no era Ossadagowah.

-Por lo que me han dicho, este ser no era el conocido como Zvilpogghua, el hijo de Tsathoggua; ni es Zstylzhemghi, la madre de Tsathoggua, ni Ycnágnnisssz, la abuela de Tsathoggua; ni Ghisguth, el padre de Tsathoggua. En definitiva, se trata de Tsavizpagguk, el cuñado del sobrino del hermano de Tsathoggua. En resumen, absolutamente nada que ver con el puñetero Primigenio, y estos sujetos se han hecho un lío tremendo y han invocado a un cero a la izquierda de la familia de Tsathoggua...

Resuelta la duda, los Arquetípicos empezaron a cobrar y pagar las apuestas hechas en base a la identidad de la criatura, y Kate recogió a su equipo para volver a Arkham. Ese mismo día, más tarde, se reunieron para celebrar la victoria y el regreso de la tranquilidad a Dunwich con una abundante cena.

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