Había pasado un día de la gran victoria sobre Nyarlathotep y sus tropas invasoras de otras dimensiones. La ciudad comenzaba la reconstrucción y los equipos de limpieza hacían su trabajo. Se contactó con los equipos que se encargaron de los arreglos posteriores a Mad Arkham of Battlecraft, que resultaron ser muy eficientes, por lo que la normalidad volvía rápidamente. Los ciudadanos parecieron recuperarse de todo aquello muy fácilmente, quizás debido a su costumbre a las cosas extrañas. No sabían lo cerca que habían estado del Apocalipsis.
Quienes sí lo sabían se encontraban esa mañana en una reunión. O más bien habría que decir en una fiesta. La celebración por la victoria, que se realizó en la cafetería de la residencia estudiantil La Llave y La Puerta. Los Pickman habían abierto las puertas a los vencedores, y estos habían aceptado de buen grado. Lo que quería decir que la cafetería estaba llena de dioses borrachos. Nada que no pudiera soportar el personal del lugar.
-¡Un brindis por Seabury Q. Pickman, defensor de la Universidad Miskatonic! -exclamó Harvey alzando una copa de champán. Llevaban toda la mañana realizando brindis por todos los que habían hecho algo por la defensa de la ciudad.
-Venga, venga, tampoco fue para tanto, realmente todo el trabajo lo hicieron otros -dijo el antropólogo claramente avergonzado.
-Hablando de lo cual, esta mañana los adoradores de El Gran y Poderoso E se han ido portando su trono. Han dicho que su trabajo aquí ya ha terminado, así que se iban a otro lugar donde fuera necesaria su ayuda -explicó Anna después de un trago de su copa.
-Menos mal que no acepté aquella apuesta sobre si había alguien o no en ese trono... -masculló Seabury.
-¡¡¡Un brrrrindis porrrr Misha, destrrrructorrr de rrrobots rrrreaguetoneros!!! -exclamó Perun, tras lo que se bebió su jarra de cerveza y la tiró al suelo con fuerza. A su lado, Thor hizo lo mismo. Los demás dioses bebieron de sus jarras y copas, un poco más contenidos que aquellos dos.
-No creo que a Araknek le guste que estén destrozando y manchándolo todo -dijo Harvey mirando los estragos de las borracheras divinas.
-No creo que le importe donde está ahora... en unas buenas y merecidas vacaciones. Ha delegado en su equipo hasta que vuelva, así que serán ellos los que se encarguen de... bueno... de los restos del jolgorio -apuntó Anna.
-Yo creo que todos nos merecemos unas vacaciones -añadió Harvey.
-¡Eh! ¡Yo más que vosotros! No contento con tener que realizar doce trabajos heroicos como si yo fuera Hércules, que nada más terminarlos comienza una invasión por todo lo alto a la ciudad. No recuerdo desde cuando llevo de tanto trajín -intervino Brontes mientras se acercaba la mesaa de los Pickman. Llevaba lo que él consideraba un atuendo de fiesta, que no era otra cosa que un traje de colores chillones, una pajarita demasiado grande y una capa.
-A todo esto ¿has echado un vistazo al ElderGodBook para saber cómo está el asunto de Nyarlathotep? -le preguntó Harvey.
-Oh, por eso no hay problema. Por supuesto ha habido preguntas e interés en el asunto, pero Nyarlathotep afirma que todo fue un simple juego para él y que ya lo ha olvidado. Hay muchas criaturas en el universo a las que volver locas y mucho caos para extender como para estar resentido por una tontería como esta.
-Una tontería como esta... -musitó Harvey.- Sí, sí que necesitamos unas vacaciones.
-Pues yo hasta que no acabe el calendario académico nada, aún con todo este embrollo tengo trabajo en la universidad -se lamentó Seabury.
-Los profesores sois unos sufridores -le dijo Brontes mientras le daba pequeños golpes de ánimo en el hombro.
-¡Un brindis por Evangeline Parker, alias Welcome, la superheroína de Arkham! -exclamó Kate. Las welclones, que estaban sentadas en una larga mesa, alzaron sus copas con alegría. Welcome se subió encima de la mesa y saludó mientras recibía aplausos.
La puerta de la cafetería se abrió y entraron dos figuras, de pequeña altura y pinta de supervivientes de un cataclismo. Se trataba de los representantes de los morlocks, Konstantin y Olga Pum'Ukki, que venían a celebrar la gran victoria.
-¡Saludos, camaradas Pickman! -exclamó con una sonrisa Konstantin. Era raro ver sonreír al morlock, que siempre mostraba un aspecto serio y decidido.
-Hemos traído vodka con nosotros -añadió Olga-, un obsequio de los líderes morlock. Ellos no vendrán a la celebración, están muy ocupados.
-¡¡¡Voooooodka!!! -exclamó Perun acercándose a brincos a los morlocks-. Perrrun rrreclama el licorrrr en nombrrre de la madrrrre Rrrrrusia.
-Pero... pero... pero... -intentaba decir la morlock.
-Déjalo, él lo agradecerá más que nosotros... o no, pero seguro que se lo bebe-dijo Anna para calmar a los morlocks.
-Sentaos y disfrutad de la fiesta -les invitó Harvey.
Los morlocks obedecieron. Konstantin se pidió una bebida, pero Olga Pum'Ukki tenía suficiente con su suministro de café constante.
-Aunque no os lo creáis, invité a la fiesta a los de la Fundación Wilmarth que lucharon en la defensa de la universidad, pero declinaron, dicen estar muy ocupados preparándose contra la próxima ofensiva de las DCC -dijo Seabury.
-Para una vez que hacen algo bien, ya podían haber aceptado -comentó Anna.
Harvey se giró hacia la mesa de los dioses y vio que todos estaban alrededor de un pulso entre el oso Misha y Zeus. Algunos animaban con las copas y las jarras en alto, otros parecían preocupados por sus apuestas, porque estaba claro que habían hecho apueustas.
-Creo que aquella mesa ya se está desmadrando un poco -comentó.
-Nah, son dioses, hasta que no empiecen las orgías no tenemos que preocuparnos -dijo Anna.
-Bueno, creo que podemos decir lo mismo de la mesa de las welclones...
De repente, las puertas de la cafetería se abrieron con el sonido de una música siniestra. Todas las cabezas se giraron en aquella dirección y vieron avanzar a dos individuos (uno de ellos con un reproductor de audio con altavoces). Todos los presentes conocían a este par, pues no eran otros que Vinnie West y Marty Eye Gore (éste último era el que llevaba la música).
-¿Hay un evento apocalíptico en la ciudad y nadie nos ha invitado? ¿Pero cómo es eso posible? Somos los villanos oficiales de la ciudad de Arkham y exigimos nuestra parte. Así que, aprovechando que todos los héroes y defensores de Arkham estáis aquí reunidos, nuestro ataque será ineludible ¡¡¡BWA HA HA HA HA!!!
-¡Eh, que yo no soy un villano! -exclamó Vinnie West -. Todo lo que hago es por la ciencia.
-Sí, eso... la ciencia y tal -musitó Eye Gore.
Anna se levantó de la mesa.
-¿De verdad tenéis los santos innombrables para venir a una habitación en la que están los dioses más poderosos que podáis encontrar, todas las welclones con sus poderes a tope, la mismísima Delta Wave Welcome, dos conocidos héroes de los morlocks, un sacerdote de Yog-Sothoth y YO... y venís pidiendo pelea?
-¡Oh, sí! Porque con este poderoso artilugio os arrebataré todos vuestros poderes!
Marty Eye Gore sacó un aparato de su mochila, un trasto de ciencia loca lleno de lucecitas brillantes y ruedas dentadas con una antena que apuntaba hacia adelante. En el centro del aparato había un botón rojo, que Eye gore no tardó en presionar... y el artilugio no hizo nada. Eye gore pulsó varias veces más el botón rojo y siguió sin suceder nada.
-¡Maldita Teletienda Villana! ¡¿Cómo pude fiarme de algo que vendían por sólo 29,99$ y, con las primeras cincuenta llamadas, la segunda unidad de regalo?!
Todo el mundo se levantó de sus mesas, con expresión de estar a punto de repartir mamporros a dos villanos de pacotilla.
-Eh... ¡Esto no ha acabado aquí! ¡Volveremos! -exclamó Eye Gore empujando a Vinnie West a la salida.
-Pe... pero no he probado mi nuevo aparato que despierta a los muertos con ultrasonidos -dijo el científico.
-Nah... en una película vi que eso no salía bien -dijo Eye Gore mientras seguía llevándose a su compañero.
La puerta se cerró tras los dos villanos y todos se volvieron a sentar.
-¿Desde cuando esos dos vuelven a trabajar juntos? -preguntó Harvey.
-No sé... quizás hay cosas que no cambian nunca.
De repente, la puerta se volvió a abrir y entró Robert M. Pickman corriendo con el móvil en la mano. Fue directo a la mesa donde estaban los demás Pickman y comenzó a parlotear confusamente.
-¡Eh! Relaja. Vuelve a empezar -le dijo Anna.
-¡Lo he demostrado! ¡Lo he demostrado! Summanus es un reptiliano, o en su defecto una criatura reptiloide. Tengo aquí una grabación en el móvil que lo demuestra. Se acabaron las máscaras ¡sé la verdad!
-Enhorabuena... supongo -dijo Harvey.
-Pero no os preocupéis. Tras tantos años de estudio he llegado a la conclusión de que no es un ser maligno ni forma parte de ninguna conspiración. Él no es como esos reptilianos que viven en los túneles bajo la ciudad, así que voy a dejarlo tranquilo. Esto es una victoria para los buscadores de la verdad.
Y dicho esto volvió a salir por donde había venido.
-No sé -dijo Seabury-. Quizás algunas cosas sí que cambian a mejor.
-Brindo por eso -dijo Harvey alzando la copa.
Los demás hicieron lo mismo y brindaron por los cambios a mejor. Y durante el resto del día hubo más brindis. Y terminó habiendo erótico resultado en la zona de los dioses... y en la de las welclones... pero eso ya es otra historia.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Vale. Puede que este sea el final de La Llave y La Puerta, pero no es el final para nuestros personajes, puestos estos vivieron toda clase de aventuras y disparatadas situaciones. Como por ejemplo las siguientes:
Summanus, después de que Robert M. Pickman abandonara su cruzada para desvelar su identidad, el dinosauroide pudo tener una vida más tranquila en Arkham. Fundó La Casa de Amigos de los Dinosauroides y acabó siendo una celebridad local. Descubrió que mostrarse era mucho mejor que ocultarse.
Robert M. Pickman, nunca publicó la identidad de Summanus, pero se embarcó en una nueva cruzada contra los reptilianos de los túneles bajo la ciudad. Terminó publicando sus pruebas (todas borrosas y mal grabada) y con ello consiguió gran notoriedad en el mundo magufo. Siguió viendo toda clase de conspiraciones, pero ni se dio cuenta de la mayoría de cosas extrañas que pasaban en su ciudad. Quizás fuera mucho mejor así.
Harvey Z. Pickman, siguió siendo uno de los arreglaentuertos de la ciudad de Arkham y se enfrentó a toda clase de amenazas, como la invasión de las albóndigas superdotadas o el intento de suplantación de la plana mayor de la universidad por lechugas inteligentes de otra dimensión. Aunque no lo quisiera demostrar ante los demás, él realmente disfrutaba de su trabajo. Al menos servía para dejar la rutina de la residencia estudiantil.
Anna Pickman, también siguió enfrentándose a toda clase de criaturas y seres de otras dimensiones que venían a la ciudad para ser respondidas con una somanta de palos. Con el tiempo abrió una academia de defensa personal contra las invasiones astrales, haciendo que muchos habitantes de la ciudad estuvieran mejor preparados contra las locuras habituales. Esto le dejó más tiempo para poder disfrutar de su tiempo libre.
Seabury Q. Pickman, fue galardonado con un premio por dirigir la defensa de la Universidad Miskatonic durante la crisis de End Time. Con el tiempo logró conseguir un puesto importante dentro de la universidad, cosa que tampoco le entusiasmó tanto. A él le gustaba su trabajo como profesor e investigador, por lo que solía pasar del politiqueo de la universidad y centrarse en lo que más le gustaba.
Brontes, abrió el Club de Dioses Residentes en Arkham, un lugar que, habitualmente, sólo frecuentaba él, pero un tiempo después se sumaron a él otros dioses que solían pasar por la ciudad aunque no vivieran allí. Este lugar se terminó convirtiendo en la base local de Alfa Strike, aunque su base oficial seguía estando en Las Tierras del Sueño.
Araknek, descubrió que su gran conocimiento de las artes de la limpieza servía para que pudiera abrir su propia empresa, así que, además de dirigir las labores higiénicas de La Llave y La Puerta, se convirtió en CEO de una empresa de limpieza conocida a nivel nacional. Esto no no se le subió a la cabeza... pero siguió encargándose de todos los que cometían el grave error de pisarle lo fregado.
Evangeline "Welcome" Parker y Katherine Ashford, con el tiempo llevaron su relación a un nuevo punto y terminaron casándose en una gran ceremonia con todas las Welclones y las Kate Rangers (que acabó en erótico resultado). Como en todad boda que se precie, también se presentó un villano chiflado, pero terminó tan borracho que se unió a la fiesta. Welcome consiguió un puesto de Psicología en la Universidad Miskatonic y, cuando Kate acabó sus estudios, dieron un nuevo paso. Gracias a un servicio de fecundación descubierto y patentado por la Universidad Miskatonic, pudieron tener una hija fruto de la herencia genética de ellas dos. Para sorpresa de pocos, la niña recibió el nombre de Violet.
Vinnie West y Marty Eye Gore, siguieron siendo los villanos oficiales de la ciudad de Arkham y siguieron trabajando juntos habitualmente. Para variar, todos los intentos de reanimación de muertos de Vinnie acabaron en fracaso, mientras que los intentos de conquista de la ciudad o villanías varias de Eye Gore, terminaron en desastre. Aún así siguieron intentándolo, que no es que lo fueran a conseguir algún día, pero nadie podría acusarles de rendirse.
En cuanto al resto de la ciudad, las cosas siguieron de la manera habitual. Las situaciones absurdas, las invocaciones erróneas de alumnos de la universidad, y los problemas con la esquina y el callejón no euclidianos siguieron como siempre. A la gente de Arkham poco le importó. Esta era su ciudad y les gustaba así, por lo que, aunque algunas cosas cambiaban, preferían que otras siguieran como siempre.